de Sean Durkin
Todos los nombres del título son la misma chica, bautizada en cada nuevo entorno, lo que ya nos ilustra su desubicación.
Huyó de casa y ha estado viviendo dos años en una especie de secta, con un grupo de jóvenes en una granja. Finalmente también huye y se instala en casa de su hermana.
No es una película sobre el problema de las sectas, aunque retrate con precisión su vida cotidiana y esos pequeños gestos que te van maniatando. De hecho la vida en la granja no es opresiva (aunque no hay que olvidar que el óbolo de acceso sea la violación), e incluso existe un cierto compañerismo. Lo esencial es la desolación y el desamparo de la joven protagonista, que en algún momento roza la paranoia.
La película incluye constantes flashbacks, de modo que se alternan escenas en la granja y en la casa. En ambos casos asistimos a su intento de conciliar su vida con su entorno; pero poco a poco nos damos cuenta de que no encaja en ningún lugar. Todo le resulta decepcionante e incluso angustioso. La propia cinta recoge este sentimiento a través de un final ambiguo que nos hace partícipes de esa opresiva situación.
No hay moraleja. Curiosamente la película consigue narrar la subjetividad de la protagonista adoptando un tono frío y objetivo. La desorientación de la joven, su desencuentro con el mundo se nos muestra de una forma realista e hipnótica. Los planos son largos y están cargados de emoción.
Elizabeth Olsen interpreta muy sólidamente a esta joven doliente, rodeada de soledad y cuyo dial no encuentra la sintonía del mundo.
Elizabeth Olsen interpreta muy sólidamente a esta joven doliente, rodeada de soledad y cuyo dial no encuentra la sintonía del mundo.
En muchas escenas nos la encontramos durmiendo o recordando, sumida en un ambiente de claroscuros y tinieblas que anuncian pesadillas. Una de ellas resulta sintomática. Deambulando por la casa en sombras intuye una presencia, una amenaza. Todos pensamos en miembros de la secta que van a capturarla. Finalmente se encuentra a sí misma en un espejo.
Como ella los planos son circunspectos, el ritmo es pausado y el director tiene la pericia de colocarnos en el punto de vista de Martha.
El líder de la granja es interpretado por John Hawkes y su presencia nos hace recordar los ambientes hostiles y desolados de Winter´s bone. Aunque Martha, Marcy... incluye dos escenas violentas, no es este el derrotero de la película. El drama es íntimo. Los caminos que busca la joven no llevan a ninguna parte.
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