lunes, 30 de marzo de 2020

YoMeQuedoEnCasa


YEARS and YEARS - creador Russel T. Davies

Year and Years, 2019, BBC-HBO























Years and Years comienza en 2019 y se ocupa de cómo, en menos de una década, la sociedad europea se convierte sin darse cuenta en una distopía con unos visos de verosimilitud escalofriantes. La serie recoge el espíritu de Black Mirror y lo mete en el salón de tu casa. Ya no se trata de la tecnología deshumanizando nuestras vidas, sino del modo en que los miembros de una familia responde al impacto que la incertidumbre política y económica vuelca sobre ellos. A lo largo de sólo 6 capítulos veremos a Inglaterra/Europa caminando hacia el desastre, sin que los ciudadanos se aperciban de lo que van perdiendo por el camino. 

A través de una variedad de asuntos plenamente actuales (tensiones mundiales, nueva crisis financiera, paro, inmigración, fakes news, etc.) y una osada predicción basada en pequeños cambios (un banco que se va al garete, una precariedad galopante, una latente guerra entre China y EEUU, una candidata que gana más votaciones cuanto más bocazas e insensata se muestra) se van produciendo unas consecuencias tan verosímiles y cercanas que casi nos muerden los talones. La serie es capaz de crear un reflejo de nuestros días tan cercano que da auténtico pavor mirarse en él.


Years and Years narra la historia de tres generaciones de la familia Lyons, desde 2019 hasta 2030. A la cabeza de la familia está Muriel (Anne Reid), la matriarca, en cuyos cumpleaños se reúne la familia y donde van comentando los cambios. Stephen está casado con Celeste, trabajan en finanzas, tienen un nivel de vida alto y un par de hijas adolescentes. Daniel trabaja en el Departamento de Vivienda integrando a los emigrantes. Aunque está a punto de casarse con Ralph, conoce al ucraniano Víktor en un asentamiento y se enamora de él. Rosie está en silla de ruedas por espina bífida, pero es muy vital y ya está tras un nuevo chico. Edith es una activista medioambiental y siempre está viajando.


El primer episodio comienza en la actualidad y nos catapulta hasta el año 2024. Todo se está deteriorando, el cambio climático es cada vez más agudo, Rusia ha invadido Ucrania, China ha construido una isla artificial donde se dice que almacena armas secretas y, en su último año de mandato, Donald Trump tensa peligrosamente la cuerda. Después del cumpleaños de Muriel saltamos a 2024 y vemos que todo va de mal en peor. Estalla la tensión entre Estados Unidos y China por la isla (ficticia) de Hong Sha Dao. Trump se acerca al final de su segundo mandato y una nueva crisis migratoria está inundando el Reino Unido de refugiados de Ucrania. Están de nuevo en el cumpleaños de Muriel y suena la misma sirena de cuando los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos ha lanzado un misil nuclear en dirección a la isla de Hong Sha. Empieza la carrera hacia el desastre. (Si es que no ha empezado ya).

En estas circunstancias aparece Vivienne Rook (inmensa Emma Thompson) para soltar un exabrupto y convertirse en tendencia.
"Todo lo que quiero es que recojan mi basura (…). Así que pregúntenme sobre Israel y Palestina y les diré que me importa… un bledo".

La familia Lyons está compuesta por cuatro hermanos con sus respectivas parejas y se caracteriza por una notable diversidad sexual y étnica. La esposa de Stephen es afroamericana, Daniel es homosexual, la activista Edith es lesbiana, y Bethany, una de las dos hijas adolescentes de Stephen y Celeste, desea ser "transhumana", fundir su cuerpo con la tecnología y la información. Son personas corrientes y reconocibles cuyos problemas reflejan los nuestros y esto es de lo más atractivo. 

El ritmo es muy rápido, los cumpleaños de la abuela se suceden y la situación de cada uno cambia de forma acelerada. Daniel pasa de ser funcionario a tener que jugársela para entrar en Gran Bretaña, Stephen (Rory Kinnear) pasa de ser asesor financiero a repartidor de Glovo con el añadido de otros infratrabajos. Su hija Bethany (Lydia West) es una adolescente que se va implantando tecnología de última generación en su cuerpo como una liberación, sin pensar en la invasión de su intimidad. 

Daniel Lyons con Victor

Las relaciones personales tienen muchos contrastes y la trama, con sus trampas y pequeñas exageraciones (bueno, ya veremos) les hace transitar por vicisitudes de lo más factible: colapsos bancarios, crisis de refugiados, ascenso de populismo y extrema derecha, inestabilidad política en toda Europa (incluyendo, por cierto, una revolución de la ultraizquierda en España), apagones causados por hackers, terrorismo, temporales de 80 días de lluvias...


Entre las subtramas la más desarrollada es la de los refugiados. Daniel (Russell Tovey) ve cómo Inglaterra pasa de ser país de acogida a deportar inmigrantes. Víktor (Max Valdry) es deportado a Ucrania donde los homosexuales corren peligro de muerte. Su odisea por varios países de Europa es de lo más dramática y cuando llega a España, Daniel acude allí para acompañarle en su salto a Gran Bretaña. El sexto y último capítulo me recuerda a Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón, 2006), con sus campos de concentración para inmigrantes y una trama muy oscura de confinamientos secretos: los campos OTRORA. Ahí volverá a cobrar presencia Edith  Lyons (Jessica Hynes), para hacer que todo el mundo sepa la verdad. 

Por su parte la trama política se desarrolla en un segundo plano, en los brochazos que vemos en los telediarios. Pero las noticias tienen gran potencia y resultan de enorme trascendencia para la historia. En 2027 tenemos a Putin perpetuado en el poder, Trump utilizando al nuevo presidente Pence como muñeco de paja y en España ha vuelto la peseta, Cataluña ya es independiente, la familia real ha tenido que huir a Mónaco y un partido extremista intenta expulsar a todo aquel que no tenga la nacionalidad.

En el episodio 3 la familia Lyons tiene opiniones polarizadas sobre la aparición de Vivienne Rook y su propuesta de hacer ¡una prueba de coeficiente intelectual para determinar quién pueda votar! 
Mientras tanto el colapso de varios bancos ha dejado a Stephen y Celeste en la estacada. Pierden la casa y tienen que coger varios trabajos para subsistir. Y en medio de todo el fregao, Rosie apoya fervientemente a Rook: ¡Dales fuerte Viv! ¡Que se joda el sistema!
Rosie Lyons y Viv Rook listas para cambiar el mundo



















En el episodio 5 ya estamos en 2028 y Vivienne Rook es primera ministra con un homenaje al Brexit: "Cuando está sola UK, es más grande y mejor". Su ascenso es todo un modelo de cómo abrirte camino seduciendo a las masas través de los más bajos instintos. Su llegada al poder está sembrado de sospechas de injerencias rusas y certezas de fake news... Del mismo modo que El cuento de la criada, la serie nos avisa de los cantos de sirena que entonan los más burdos populismos y la extrema derecha. Ver a Viv Rook soltando sandeces sin filtro y con ese pelo pollo es ver al iluminado Donald Trump en persona. En su primera rueda de prensa y ante las preguntas sobre posible fraude responde como él, vetando a un periodista y descalificando a la prensa:

- ¡Noticias Falsas! ¿Ven? Por eso el periodismo está muriendo.

Incluso llega el momento en que provoca el cierre de la BBC, la cual se despide con el famoso epitafio: "Buenas noches y buena suerte".


Con Viv Rook en Downing Street una nueva Gran Bretaña toma forma. Todo es un caos. La inversión pública se centra en la seguridad. Se agudiza el control gubernamental. Se generalizan los apagones. Se impone el confinamiento de los barrios marginales (sufriendo Rosie en primera persona las políticas de su admirada Rook). Se mete a los refugiados e inmigrantes en campos de concentración que gestionan en secreto contratistas privados..... Nada que no hayamos visto ya. 

Todo va muy rápido. Los derechos se pierden sin parar y todos se van adaptando, tan tranquilos. Ésta es la lección.
Empieza con el recorte de derechos a los inmigrantes pero sigue con el recorte de libertades en general, los toques de queda, las desapariciones inexplicables, el confinamiento de zonas marginales... y la tecnología al servicio del Estado para el control del Gran Hermano.



















Después de las secuencias más trágicas y oscuras la serie no quiere concluir sin reflexión ni esperanza. Nadie mejor la que matriarca Muriel, de nuevo en uno de sus cumpleaños, para desnudar la situación y denunciar lo poco que se necesita para que todo se vaya al carajo: 


"Este siglo ha sido difícil. Más de lo que imaginaba, ¡Diez mil días! Eso es un suspiro. Hace diez mil días yo estaba aquí, en esta casa. Vuestra madre estaba en la cocina y yo pensaba, "ya está, misión cumplida". Tenemos un mundo agradable, humm. Felicidades Occidente lo hemos conseguido. Hemos sobrevivido. (al cambio de siglo se supone ) ¡Que idiota! Era una ilusa y una idiota. Pero era incapaz de ver a los payasos y a los monstruos que acechaban en la esquina. Saltando unos sobre otros, sonriendo ...¡por Dios, menudo carnaval! Y no hizo falta más. 10.000 días.
¡Más vino! Pero eso demuestra lo que digo.
(...)
-Todo esto es culpa vuestra.
-¿El qué?
-Pues todo.
-¿De quienes?
-De todos vosotros.
-¿A qué te refieres?
-A los bancos, al Gobierno, la recesión, América, la Sra. Rook. Cada pequeña cosa que ha ido mal es por vuestra culpa.
-¿Qué he hecho yo? ¿A qué viene todo esto? -pregunta la irreflexiva Rosie.
- A mí me culpan de mucho. ¿Por qué soy responsable de todo el mundo? (Stephen)
-Porque todos los somos. Cada uno de nosotros. Podemos sentarnos aquí culpando a los demás. Culpando a la economía, culpando a Europa, culpando a la oposición, al clima y luego culpamos a las oleadas de destrucción de la Historia como si estuvieran fuera de control, como si fuéramos indefensos y muy insignificantes; pero sigue siendo culpa nuestra. Ya sabéis por qué."
Y pone el ejemplo de la camiseta que no necesitamos ni nos gusta, pero como vale sólo una libra la compramos y el vendedor se lleva 5 míseros peniques y algún campesino recibe 0,01 penique. "Y nos parece bien a todos. Entregamos la libra y compramos ese sistema de por vida."
Luego habla de la cajera que ha desaparecido por la implantación de las cajas automáticas. Rosie vuelve a decir que no está de acuerdo, porque ella odia esas cajas de autoservicio, pero la abuela le contesta.
"-¿Escribisteis cartas de queja, cambiasteis de supermercado? ¡No! Os pareció mal pero dejasteis que pasara y ahora aquellas mujeres han desaparecido y nosotros lo permitimos. Yo creo que sí que nos gusta el autoservicio. Lo queremos; porque significa que podemos entrar ahí,coger lo que queremos y salir sin tener que mirar a esa mujer a la cara. La mujer que cobraba menos que nosotros ya no está. Nos libramos de ella. Fuera. Enhorabuena.
Sí, es nuestra culpa. Este es el mundo que hemos construido. Felicidades.
Salud a todos."

viernes, 27 de marzo de 2020

Yo me quedo en casa


EL CLAMOR de LOS BOSQUES - de Richard Powers



Este libro se sustenta en una idea sencilla y luminosa como un Big Bang: Los árboles están vivos, se comunican y tienen memoria. Ellos protegen la vida del planeta y la modulan. 


Powers ha conseguido un hermoso libro que nos reconcilia con la naturaleza a pesar de narrar deforestaciones varias. Se plantea como asunto angular la irresoluble vinculación entre humanidad y naturaleza: el bosque nos da forma y nosotros damos forma al bosque.

La novela es poética sin ser ñoña, filosófica sin caer en hueros panteísmos y majestuosa en su alcance. El cambio de paradigma que propone es tan radical que seguro te hará cambiar la forma en que ves el mundo y los árboles. La sabiduría que expone es tan ancestral que a nuestros ojos occidentales parece magia: Los árboles son símbolos de la vida y testigos del tiempo. Se comunican, piden ayuda a los animales e influyen en todo su entorno.

Para conseguir esto el autor monta un tejido de nueve historias entrelazadas. Un libro coral cuya estructura narrativa refleja muy gráficamente la lógica arborescente de la ramificación: se divide en cuatro bloques narrativos (Raíces, Tronco, Copa, Semillas) y recorre las peripecias de nueve personajes a los que -como los anillos de un tronco- vemos nacer, crecer y desarrollarse encarnando una perspectiva y un destino singular: el artista verde Nick Hoel, que hereda cien años de retratos fotográficos del mismo castaño, la ingeniera Mimi Ma, cuyo padre escapó de China justo antes de surgir el comunismo, Neelay Mehta, un visionario diseñador de videojuegos que está parapléjico desde que se cayó de un árbol de pequeño; el profesor de psicología Adam Appich, el abogado especializado en derechos de autor Ray Brinkman y su mujer Dorothy Cazaly, el veterano de guerra Douglas Pavlicek, cuyo avión es derribado en Vietnam pero logra salvar la vida al caer sobre un baniano; la bióloga Patricia Westerford que a pesar de sus problemas de oído es capaz de escuchar lo más profundo del bosque y la excéntrica Olivia Vandergriff, que durante un minuto y diez segundos murió electrocutada para luego volver a la vida con unas dotes psíquicas extrañas que la conectan con todo.




En el primer bloque -Raiz- se presenta a todos los protagonistas en largos relatos independientes. El resto de bloques los integrará a todos en un reflejo de la idea central del libro: los árboles son entes sociales y colaborativos que se comunican, relacionan y ayudan.
El autor hace notar que las palabras "árbol" y "verdad" comparten en inglés la misma raíz, y es que los árboles juegan un papel esencial en la trama de esta novela. Powers utiliza investigaciones científicas recientes que demuestran que los árboles son mucho más complejos y sociales de lo que habíamos pensado. Tienen su propio tiempo, muy distinto del humano, su propia sociedad y su manera de comunicarse. Según ha declarado, "Comprendí que quería escribir un relato en el que los árboles y las personas comparten la escena, que existen en muy diferentes periodos de tiempo. Pero ellos cuentan la historia e integran las diferentes partes, recíprocamente interconectados e interdependientes."

La novela trata del activismo ecológico al que todos los protagonistas llegan; aunque éste no sea el asunto central. En muchas ocasiones novelas con un gran sustrato científico como ésta, no logran poner en pie un verdadero drama humano; pero Powers lo consigue. Todas las historias poseen entidad y al menos tres de ellas lograron atenazarme la garganta de pura emoción. Percibes que estos personajes se la juegan, que su marco de referencia va cambiando y que buscan con denuedo un significado para sus vidas. Pronto adviertes que lo que lees tiene un alcance casi legendario y que te está interpelado.
"Sih Hsuin se convierte en Winston Ma: una simple reestructuración de ingeniería. En los mitos, la gente se convierte en todo tipo de cosas. Aves, animales, árboles, flores, ríos. ¿Por qué no en un americano llamado Winston? Y Fusang -la mítica tierra de su padre, situada en el este- se convierte, después de los años en Pittsburg, en Wheaton (Illinois). Winston Ma y su reciente esposa plantan un sólo moral en su jardín trasero. Es un único árbol con dos sexos, más antiguo que la separación entre el yin y el yang; el árbol de la Renovación, el árbol del centro del universo, el árbol hueco que alberga el Tao sagrado. Es el árbol de la seda sobre el que se forjó la fortuna de la familia Ma, un árbol en honor de su padre, que nunca podrá contemplarlo." pág. 43
No debe extrañar que todas las historias tengan un árbol en su centro. Aunque las circunstancias de los personajes no giren alrededor de él, puesto que se trasladan y viajan, sí que adquiere el carácter de un tótem, algo que sirve de referencia y que a la postre se convierte en un persistente testigo. El tiempo pasa, las generaciones se suceden y el árbol siempre está allí, testigo de los conflictos y miedos, de los proyectos y esperanzas que se consiguen o malogran.
Así ocurre con Nicholas Hoel, cuya familia noruega emigró a Brooklyn a mediados del siglo XIX para luego trasladarse a Iowa y convertirse en granjeros. El viejo Hoel se llevó consigo semillas de un bosque de castaños de indias y las plantó en ese lugar remoto. Solo uno de los castaños logró sobrevivir a la gran plaga que se extendió por todo EEUU a principios del siglo XX y se convirtió en el símbolo de algo, un "árbol centinela", una especie de faro para los viajeros. 
Aquel pionero Hoel inició una tradición familiar que pervivió durante generaciones, fotografiar aquel castaño el mismo día de marzo de cada año. Así lo hizo su hijo y luego su nieto hasta que le llega el turno a Nick Hoel, un joven graduado en la Escuela de Arte que ve cómo la granja familiar ha ido yendo a menos mientras el mundo avanzaba.

También en el caso de Mimi Ma está el moral que plantó su padre; pero sobre todo está un legado que arrancó de la tierra de sus ancestros, tres anillos de jade y un antiguo pergamino que representa las cuatro etapas de la iluminación. La herencia que recibirán sus hijas.  
"Las tres heroínas de ópera se ciernen sobre una bandeja de plata. En la bandeja hay tres anillos de jade. En cada uno de ellos hay un árbol tallado que se ramifica en uno de los tres disfraces del tiempo. El primero es el loto, el árbol en el límite del pasado donde nadie puede regresar. El segundo es ese pino delgado y recto del presente. El tercero es fusang, el futuro, un moral mágico de un lugar lejano del este donde se esconde el elixir de la vida." pág. 61
También Adam Appich ve a su padre concentrado en una guía de árboles porque quiere buscar uno especial para un hijo que está por nacer. A cada vástago le ha adjudicado uno, él es un arce. O Ray Brinkman y Dorothy Cazaly, cuyo divorcio se pospone cuando Ray tiene un derrame cerebral y los dos acaban comunicándose a través de la contemplación sin tiempo de las plantas del jardín. O Neelay Mehta que encontró en un árbol la visión de un juego total.
"Justo al lado de la entrada de la capilla, bulboso y elefantino, se encuentra el organismo más sobrecogedor que ha visto jamás. Es justo lo que buscaba para su juego intergaláctico. Una alucinación viviente llegada de un sistema estelar próximo en el otro extremo de un agujero espacio-temporal. Los de mantenimiento han debido introducirlo por la noche en plena oscuridad. Eso, o lleva meses pasando por delante de él y nunca había reparado en su existencia.
Se acerca al árbol y suelta una carcajada. El tronco parece una jeringuilla gigante invertida para rellenar el pavo. Las ramas se desvían y crecen formando ángulos demenciales. estira el brazo para tocar la corteza. Es perfecto. Absurdo. Intrigante. Una plaquita dice: "BRACHYCHITON RUPESTRIS. ÁRBOL BOTELLA DE QUEENSLAND". Su nombre no justifica nada y explica todavía menos. Es un invasor extraterrestre,como Neelay.
(...)
Neelay se queda inmóvil en el espacio vacío, como un conejo que elude un ave rapaz. Permanece a solas unos cuantos segundos, pero, en ese intervalo, los invasores extraterrestres le insertan un pensamiento directamente en el sistema límbico. Habrá un juego mil millones de veces más rico que cualquiera de los inventados hasta ahora al que jugarán innumerables personas al mismo tiempo en todo el mundo. Y Neelay ha de crearlo. Lo desarrollará de manera gradual, en fases evolutivas, en el transcurso de décadas. El juego colocará de golpe a los jugadores en medio de un mundo animista vivo que respirará y borboteará, lleno de millones de especies distintas, un mundo que necesitará con urgencia la ayuda de los jugadores. Y el objetivo del juego será averiguar qué quiere de ti ese mundo nuevo y desesperado." págs 138 y 140.
Historias de familias y destinos individuales que inevitablemente tienen un halo de melancolía y fatalidad humana en contraste con la permanencia de los árboles que van creciendo durante siglos. Los personajes de 'El clamor de los bosques', no son más que reflejos humanos de los árboles que los protegen y advierten, unidos por un invisible rizoma universal. Y a pesar de ello, la novela nos revela un panorama desolador: la civilización destruyendo su sustento. Una ceguera que se remonta al Arca de Noé: 
"Cuando el mundo se estaba acabando la primera vez, Noé tomó a todos los animales por parejas y los metió a bordo de su embarcación para evacuarlos. Tiene gracia: dejó que las plantas murieran. ¡En vez de llevarse lo necesario para restaurar la vida en la tierra, se dedicó a salvar a los seres gorrones!"


Finalmente las idas y vueltas de este grupo constituido por ingenieros, biólogos, informáticos, sociólogos y veteranos de guerra acaban coincidiendo en una cruzada común: la salvación de las pocas secuoyas gigantes que van quedando en el mundo. Pero no se trata de una simple novela de reivindicación medioambiental. La ideas y la imaginación que rezuman sus páginas lo convierten en un relato mítico que cruza tiempos y espacios. El libro desentierra la conexión que debe existir entre la Tierra y sus habitantes hasta convertirse en una verdadera epopeya ecológica que busca revertir al monstruo consumidor y deforestador del Antropoceno hacia un nuevo equilibrio.

No en balde el título original es "The Overstory", algo así como la historia primordial. El sustrato elemental donde pululan todas las historias y formas de vida. Evolución, metamorfosis, génesis, cataclismos y mutaciones. Todo el ciclo vital, con una secuencia temporal inabarcable, está representado en esta novela.

Bosque de Redwood, California

El estilo del libro es fluido como un gran río que parece quieto aunque no para de avanzar. Al carecer del efecto acumulativo de una historia lineal, Powers ha de encontrar constantemente un nuevo impulso narrativo, y lo consigue. Es capaz de trazar con pinceladas rápidas y precisas un personaje cautivador o todo un linaje familiar o incluso una cultura. La diversidad biológica y cultural es su santo y seña. Él mismo cuenta que se documentó durante años leyendo más de cien libros. En la novela confluyen multitud de ideas científicas sobre biología, química, informática, economía o psicología (ah, el "efecto espectador") pero sin didactismo. Están perfectamente integradas en un libro amenísimo, revelador y fascinante. Su prosa puede convertir la ciencia en poesía y lo legendario en cotidiano sin caer en las artimañas del misticismo. Los personajes son convincentes y alguna de sus historias verdaderamente conmovedoras. Hay algo emocionante en la lectura de una novela cuyo contexto es más amplio que el de la vida humana.


Como redención, epifanía o jalón insoslayable, los árboles se plantan ante los personajes. El libro tiene algo de vertiginoso puesto que te hace asomar a los anillos de un tronco que representan vidas y generaciones. Sin duda, tal y como le ocurre al postrado Ray Brinkman, estos árboles/páginas te conducen a lo más profundo del bosque para enseñarte una comprensión más profunda del tiempo.
"Dorothy encuentra un libro en la biblioteca pública: El Bosque Secreto. Se lo lleva a casa para leerlo en voz alta. No ha pasado del primer párrafo cuando debe detenerse. 
   Tú y el árbol de tu jardín provenís de un antepasado común. Hace mil quinientos millones de años, ambos os escindisteis. Pero incluso ahora, después de un inmenso viaje en direcciones separadas, ese árbol y tú compartís la cuarta parte de los genes..."
El autor ha reconocido: "Era un ciego ante los árboles. No los consideraba más que una extensión de nuestro mundo, un ornamento o un recurso para los humanos. Hasta que tuve una profunda experiencia en el bosque de Redwood, al norte de California hace siete años. Empecé a tomármelo muy en serio. En parte el objetivo del libro consiste en trasladar el tiempo de los árboles al tiempo humano, hacer que el deseo de un árbol sea visible a los humanos que tienden a estar ciegos a todo salvo a sus propios deseos."

Quiero acabar este comentario con dos ideas y una sensación extraídas de este libro embriagador. 
Una. Si plantas un cayuco en 30 kg de tierra, después de seis años tendrás un cayuco de 40 kg de peso y seguirá habiendo 30 kg. de tierra. ¿De dónde ha salido toda esa madera? 
Dos. Si escribes las iniciales de tu pareja en un haya, a un metro del suelo, a qué altura estarán después de 10 años? Estarán a la misma altura, 1 metro. Imagen perfecta que integra el cambio constante y la perdurabilidad. 
Sensación.
"Los árboles saben cuándo estamos cerca de ellos. Las sustancias químicas de sus raíces y los perfumes de su hojas cambian cuando nos acercamos... Cuando te sientes bien después de un paseo por el bosque, puede que sea porque algunas especies te están sobornando. Los árboles producen muchas drogas sorprendentes y aún no hemos descubierto ni la parte más superficial de todo lo que nos ofrecen. Los árboles llevan mucho tiempo tratando de llegar a nosotros, pero hablan con unas frecuencias demasiado bajas para que las oigamos." pág. 514
Mito y Sabiduría.

RICHARD POWERS, novelista


Richard Powers nació en junio de 1957 en Evanston (Illinois). Pasó ocho años entre su infancia y adolescencia en Bangkok, Tailandia, donde trabajaba su padre como director de instituto. De regreso, empezó Físicas, pero pronto se pasó a Literatura Inglesa. Ha sido profesor en las Universidades de Illinois y Standford además de programador informático antes de dedicarse a la literatura.

Ha escrito novelas que recorren territorios científicos como la genética, la ingeniería química o la neurociencia. Todas sus novelas poseen un estructura compleja que juega con distintas líneas temporales a la vez que con distintos niveles de lectura. En todas ellas explora esa difícil comunión entre ciencia, cuestiones morales y literatura, a través de historias y conflictos humanos muchas veces conmovedores.

Algunas de sus obras son:
El Tiempo de Nuestras Canciones, (2003), donde se habla de medio siglo de historia norteamericana girando alrededor de los conflictos raciales, de la historia de la música popular negra que va desde los spirituals al hip-hop, de la teoría de la relatividad y la mística cuántica... implicando a varias generaciones de la familia Strom. 
La novela se centra en la historia del matrimonio entre David Strom y Delia Daley, un científico judío huido de Alemania y una joven cantante negra, en el Nueva York de los años 30. Y también es la historia de sus hijos, Jonah, Joseph y Ruth. Vidas sumidas en una sociedad racista. La novela transcurre en la época de la lucha por las libertades civiles y la protesta de los panteras negras. Pero el sustrato del libro es la música. Por sus páginas desfilan Bach, Schubert, Beethoven, Rodrigo, Mozart, Verdi, Dowland y por supuesto el jazz de Coltrane o Miles Davis.
La música se convierte en la luz que arrincona problemas e ilumina los días y las noches... y ya se sabe que la música es tiempo. Sobre una narración que va y viene en el tiempo, sobrevuela la teoría de la relatividad. 
La novela está construida con una estructura de contrapunto y así, en capítulos alternativos, vamos conociendo la historia de los padres y de los hijos; historias que al final, como cabe esperar, se funden en una para acabar, en las últimas páginas, revelando un portentoso secreto.

El eco de la memoria. (2006) 
En una noche de invierno en una remota carretera de Nebraska, Mark Schluter, de veintisiete años, tiene un accidente automovilístico casi fatal. Su hermana mayor, Karin, regresa a la ciudad de la que lleva toda su vida intentando escapar para cuidar a Mark de una lesión en la cabeza. Pero cuando Mark sale del coma, cree que esa mujer es realmente una impostora. 
El famoso neurólogo cognitivo Gerald Weber diagnostica que Mark tiene el síndrome de Capgras, una disfunción que afecta a la identificación de los seres queridos. Para el joven las personas y los escenarios no son más que impostores que pretenden suplantar la realidad. 
Atormentado por esa permanente sensación de falsedad, Mark decide investigar el accidente que ha destruido su vida. Pero los únicos testigos de lo sucedido son el medio millón de grullas que, como cada invierno, se detienen en el río Platte para recuperar fuerzas antes de proseguir su largo viaje. Pero también hay dos pistas: la llamada anónima que avisó del accidente y una misteriosa nota que apareció en el hospital, junto a la víctima: «No soy nadie, pero esta noche en la carretera North Line, Dios me ha conducido hasta ti para que pudieras vivir y traer de vuelta a alguien más».
La naturaleza misteriosa de la enfermedad, combinada con las extrañas circunstancias que rodearon el accidente componen una poderosa novela de gran ritmo y agudos enigmas que, con un trastorno cerebral como pretexto, reflexiona sobre la fragilidad de lo que entendemos como identidad y también sobre la conciencia, la soledad, la culpa y el amor.

Galatea 2.2. (1995) 
Tras años de vivir en el extranjero, el protagonista de esta novela -una suerte de alter ego ficticio del autor- entra a trabajar en un centro de estudios científicos donde conocerá al profesor Lentz, un neurólogo empeñado en el diseño de modelos del cerebro humano, sirviéndose de redes neuronales programadas por ordenador.
Lentz embarca a Powers en un proyecto tan descabellado como irresistible: programar una red neuronal con un canon de obras maestras de la literatura, hasta que la máquina sea capaz de superar un examen de literatura inglesa. Como se ve, una suerte de brillante reinvención del mito de Pigmalión.


The Gold Bug Variations,  1991.
(Las Variaciones del Escarabajo de Oro) Esta obra presenta de nuevo una intrincada trama densamente estratificada. La narración alterna dos marcos temporales. En 1957 el biólogo Stuart Ressler decodifica la molécula de ADN y se enamora de su colega (felizmente casada), la Dra. Jeanette Koss. Ella le da una grabación de Glenn Gould de las Variaciones "Goldberg" de Bach que cambia su vida. Mientras tanto, a mediados de la década de 1980 en Brooklyn, una joven y brillante bibliotecaria y un técnico en computación/historiador del arte se unen para tratar de resolver el misterio de Stuart Ressler, un brillante científico que se hundió en el anonimato y trabaja como supervisor nocturno en una instalación de procesamiento de datos de Brooklyn. Por supuesto, Jan y Franklin también acaban enamorándose.
La simetría de las dos relaciones amorosas sostiene la estructura más profunda del libro. Por su parte el patrón recurrente de cuatro notas que está en la base de las Variaciones "Goldberg" es místicamente análogo a las cuatro secuencias de nucleótidos que escriben el guión de la vida en el ADN. Si añadimos la cita del famoso cuento de Poe (El Escarabajo de oro) que se basa en un pergamino y un criptograma, tenemos un texto en cierta forma cabalístico, una increíble epopeya que profundiza en la genética molecular, la música y la ciencia de la información, combinando elocuentemente los misterios del amor y la apasionada búsqueda del conocimiento. Una obra maestra profundamente vital que contiene una historia de amor verdaderamente conmovedora.

martes, 24 de marzo de 2020

EL BOSQUE CONSCIENTE, según Richard Powers


En la maravillosa novela El Clamor de los Bosques (The Overstory), de Richard Powers, se cuentan las historias de diversas personas procedentes de distintos campos (ingenieros, ex-combatientes, psicólogos, biólogos, etc) y experiencias que acaban dedicándose a la defensa de la naturaleza. Una de ellas corresponde a la bióloga Patricia Westerford que descubre que los árboles son comunales, se comunican y tienen memoria.
Sus ideas le cuestan el puesto en la Universidad antes de que el medio-ambiente ocupase el lugar que le corresponde en la agenda social y se hiciese famosa. 
Ya jubilada es invitada a impartir una conferencia. Su exposición es muy relevante y resume el espíritu de este libro tan hermoso como estimulante.




"Cuando el mundo se estaba acabando la primera vez, Noé tomó a todos los animales por parejas y los metió a bordo de su embarcación para evacuarlos. Tiene gracia: dejó que las plantas murieran. ¡En vez de llevarse lo necesario para restaurar la vida en la Tierra, se dedicó a salvar a los seres gorrones!
...
El problema es que Noé y los suyos no creían que las plantas estuvieran vivas de verdad. Sin intenciones, sin chispa vital, no eran más que rocas con la capacidad de crecer.
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Ahora sabemos que las plantas se comunican y recuerdan. Tienen gusto, olfato, tacto, incluso vista y oído. Nosotros, los miembros de la especie que hemos averiguado todo esto, hemos aprendido mucho acerca de con quién compartimos el mundo. Hemos empezado a entender los vínculos profundos que hay entre los árboles y la gente. Pero nuestra separación ha sido más rápida que nuestra conexión.
...
Un periodista le preguntó una vez a Rockefeller cuánto es bastante. Su respuesta fue: "Solo un poco más". Y eso es lo que queremos: comer un poco más, dormir un poco más, estar un poco más secos, que nos quieran un poco más y comprar un poco más.
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La vida es muy generosa y nosotros somos... insaciables. Pero nada de lo que yo diga va a despertar a los sonámbulos ni va a hacer que el suicidio parezca real. No puede ser real ¿verdad? Es decir, aquí, estamos, y todavía...
...
Verán, hay mucha gente que cree que los árboles son seres simples incapaces de hacer nada interesante. Pero existe un árbol para cada propósito inimaginable. Su química es increíble. Ceras, grasas ,azúcares. Taninos, esteroles, gomas y carotenoides. Ácidos de resina, flavonoides, terpenos. Alcaloides, fenoles, subeinas del corcho. Están aprendiendo a fabricar todo lo que se puede fabricar. Y la mayoría son cosas que aún no hemos descubierto.
...
En algún momento de los últimos cuatrocientos millones de años, las plantas probaron todas las estrategias con una mínima posibilidad de éxito. Ahora empezamos a darnos cuenta de lo variadas que pueden ser esas posibilidades. La vida tiene un modo de hablarle al futuro. Se llama memoria. Se llama genes. Para solucionar el futuro, tenemos que salvar el pasado. Por lo tanto, mi regla de oro es, sencillamente: cuando cortas un árbol, lo que haces con él debe ser al menos tan milagroso como lo que acabas de cortar.
...

He ido por libre toda mi vida. Pero me han acompañado otras personas. Averiguamos que los árboles se comunicaban por el aire y a través de las raíces. El sentido común nos abucheó. Averiguamos que los árboles cuidaban unos de otros. La comunidad científica desestimó la idea. Otros que también van por libre descubrieron que las semillas recuerdan las estaciones de su infancia y brotan en consecuencia. Y otros, que los árboles sienten la presencia de otras formas de vida cercanas. Que lo árboles aprenden a ahorrar agua. Que los árboles alimentan a sus jóvenes, que sincronizan sus hayucos, que ponen en común sus recursos, que advierten a sus parientes y envían señales a las avispas para que acudan a salvarlos de ciertas plagas.
La siguiente información también está fuera de lo establecido. Pueden esperar su confirmación. Los bosques saben cosas. Se conectan entre ellos bajo tierra. Allí abajo hay cerebros, unos cerebros que los nuestros no están preparados para ver. Plasticidad radicular que soluciona problemas y toma decisiones. Sinapsis fúngicas. ¿Cómo le llamarían a esto? Si un número suficiente de árboles se conectan, el bosque se vuelve "consciente".
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A los científicos nos enseñaron a no buscar nunca al ser humano en las demás especies. ¡Así que nos aseguramos de que nada se parezca a nosotros! Hasta hace muy poco, ni siquiera permitíamos que los chimpancés tuvieran conciencia, y mucho menos los perros o los delfines. Solo el hombre sabía lo suficiente para querer cosas. Pero créanme: los árboles quieren algo de nosotros, al igual que nosotros siempre hemos querido cosas de ellos. No es una cuestión mística. El "medioambiente" está vivo, es un fluido, una red cambiante de vidas con un propósito, de vidas que dependen unas de otras. El amor y la guerra no pueden separarse. Las flores dan forma a las abejas del mismo modo que las abejas dan forma a las flores. Las bayas pueden competir por ser comidas más que los animales por comérselas. Hay un tipo de acacia que fabrica proteínas dulces para alimentar y esclavizar a las hormigas que la protegen. Los árboles frutales nos engañan para que distribuyamos sus semillas. La fruta madura fue la causante de nuestra visión en color: al enseñarnos a encontrar el cebo, los árboles nos enseñaron también a ver que el cielo es azul. Nuestro cerebro evolucionó para esclarecer el bosque. Hemos dado forma a los bosques y ellos nos han dado forma a nosotros desde antes de que fuéramos Homo Sapiens.

Los hombres y los árboles son unos parientes más cercanos de lo que ustedes creen. Somos dos seres surgidos de una misma semilla que avanzamos en direcciones opuestas y nos servimos los unos a los otros en un espacio compartido. Ese espacio necesita todas sus partes. Y nuestra parte.., tenemos un papel que desempeñar en este organismo que es la Tierra, un papel...
Se vuelve para mirar la imagen proyectada detrás. Es el árbol de Teneré, el único ser con tronco en cuatrocientos kilómetros a la redonda. Golpeado por un conductor ebrio que acabó con él. Pasa a la siguiente imagen, un ciprés calvo de Florida, mil quinientos años anterior a la cristiandad, destruido hace unos meses por culpa de un cigarrillo tirado al campo.
...que no puede ser este.

Siguiente imagen.
Los árboles hacen ciencia. Realizan mil millones de experimentos de campo. Plantean conjeturas, y el mundo vivo les dice si funcionan o no. La vida es especulación, la especulación es vida. ¡Qué mundo tan maravilloso! Implica suposición. Implica un reflejo.
Los árboles se encuentran en el núcleo de la ecología y han de llegar al núcleo de la política humana. Tagore dijo: "Los árboles son el esfuerzo interminable de la Tierra para hablar con el cielo que los escucha". Pero la gente... ¡Ay la gente! La gente podría ser ese cielo con el que la Tierra trata de hablar.
Si viéramos lo verde, descubriríamos algo que resulta más interesante cuanto más nos acercamos. Si viéramos lo que hacen las plantas, nunca nos sentiríamos solo o aburridos. Si comprendiéramos lo verde, aprenderíamos a cultivar toda la comida que necesitamos en tres capas superpuestas y solo necesitaríamos un tercio del suelo que utilizamos ahora mismo, las plantas se protegerían unas a otras de las plagas y del estrés. Si supiéramos lo que quiere lo verde, no tendríamos que elegir entre los intereses de la tierra y los nuestros ¡porque serían los mismos!.
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Resulta que un árbol puede dar más que comida y medicinas. El dosel del bosque pluvial es espeso, y las semillas que arrastra el viento nunca llegan muy lejos del progenitor. La descendencia del Sachigali, que se produce una vez en la vida, germina de inmediato, a la sombra de los gigantes que le tapan el sol. Están destinados a la muerte, a menos que caiga algún árbol viejo. Así que la madre moribunda abre, al caer, un agujero en el dosel y su tronco podrido fertiliza el suelo para los nuevos brotes. Podemos decir que es el colmo del sacrificio parental. El nombre común del Tachigali versicolor es "árbol suicida".

págs.   546-551
de El Clamor de los Bosques, de Richard Powers,
Editorial AdN (Alianza de Novelas)





P.D.  Se puede rastrear un equivalente real de Patricia Westerford y sus ideas sobre la sabiduría y la utilidad de los árboles en Peter Wohlleben, "La vida secreta de los árboles". 
Ediciones Obelisco.

sábado, 21 de marzo de 2020

BODYGUARD - de Jed Mercurio

U.K. 2008


Miniserie de seis capítulos con suspense y tensión a raudales. Muy contemporánea en sus temas y tratamiento nos presenta un cóctel explosivo compuesto por políticos recorriendo sin pudor las cloacas del poder, una amenaza yihadista y escoltas con estrés postraumático. 

En el centro de todo está una polémica y ambiciosa Ministra de Interior británica, Julia Montague (Keeley Hawes) y su proyecto de ley RIPA-18, que permitirá a los cuerpos de seguridad vigilar las conversaciones privadas. La eterna pretensión de todos los gobiernos, aumentar la seguridad a costa de invadir la privacidad. Contestación social, la prensa alzada en armas y los compañeros de partido de Julia buscando hacerle la cama. Toda una conspiración política en medio de una amenaza islamista. En ese momento es cuando asignan a David Budd (Richard Madden) como escolta personal de la Ministra. Ambos se verán en el centro de una lucha descarnada que se juega a varias bandas y donde nunca está claro quién es el enemigo.



La encrucijada no es menor. Budd vivió los horrores de la guerra en Afganistán, una guerra que considera injusta y que destrozó su vida y su matrimonio. Ahora tiene que proteger la vida de una ministra que defendió esa intervención militar y que juega a ser mano de hierro para postularse como jefa de gabinete. 

Este contraste dará alas al relato y apreciaremos el desarrollo de ambos caracteres en toda su complejidad. La ministra no sólo se juega su prestigio profesional, sino su propia vida; mientras que el escolta, en desacuerdo con la postura política de su protegida, es un profesional minucioso y entregado....al que todo el mundo intenta manipular.

La serie es un verdadero laberinto de traiciones e intereses políticos con ministros confabulando, la directora de los Servicios Secretos jugando su propio juego y las amenazas de muerte acechando. En este entorno el guardaespaldas se juega su propia estabilidad mental, muy precaria por el estrés postraumático. Sus presiones llegan a hacer decir a uno de los asesores de un ministro, "Somos políticos, no asesinos". Pero la verdad es que no te puedes fiar de nadie. El laberinto se complica tanto que la Jefa de la Policía Metropolitana Lorraine Craddock (Pippa Haywood), y la jefa de lucha contra el terrorismo, la Comandante Anne Samson (Gina McKee), le piden que espíe a Montague, sospechando que ella es corrupta y temeraria.


Realmente esta serie original de la BBC que se puede ver en Netflix, toma prestados los trazos ambiguos y taimados que tan magistralmente suele dibujar John le Carré (Tinker Taylor Soldier Spy, The Spy Who Came in from the Cold) y los agita hasta adquirir la velocidad y la intensidad de un thriller.



Los primeros veinte minutos de la serie son poderosos y sientan las bases del carácter de Budd. Un tren de cercanías se acerca a Londres. Budd mira con ternura a sus dos hijos, que están a punto de dormirse. A su alrededor, todo parece normal, hasta que de pronto percibe algo inusitado. Budd pide a una pasajera que vigile a sus hijos para poder seguir a un sospechoso. Lo pierde en el siguiente vagón donde la puerta del aseo aparece cerrada. Después de hacer detener el tren y llamar a la policía, Budd forcejea con la puerta del servicio hasta que de pronto se abre y una mujer, con atuendo y rasgos árabes, se presenta ante él. Lleva un chaleco bomba en su cuerpo. David Budd tiene que decidir qué hacer en muy pocos segundos.

Los secretos y traiciones que se encontrará posteriormente no serán tan unívocos porque Jed Mercurio, creador también del excelente policíaco "Line of Duty", establece una trama con constantes giros de guión y personajes a cual más intrigante. Sólo apuntar que, en el último episodio, se producen hasta hasta tres giros de los que recolocan todas las piezas del puzle. Ahí es nada.




A la intriga de corte conspirativo se le añaden otros valores como por ejemplo unos diálogos muy precisos, el extraño magnetismo que irradian los dos protagonistas o la sorprendente nómina de mujeres empoderadas, con la Jefa de Policía, la responsable de los Servicios Secretos o la mujer terrorista (Anjli Mohindra) al frente.

El personaje de Julia Montague es implacable, su retórica netamente belicista y sus ansias de poder indisimuladas. Su ímpetu y decisión arrasan al contenido soldado que quiere mantener una profesionalidad fría y distante. No lo consigue y acaban enredados complicando aún más la trama. 

Como en River, el personaje central está mentalmente herido pero, paradójicamente, es el que aporta cordura y emoción en un mundo caótico, enfangado por las luchas de poder y la incitación al miedo y la xenofobia.

Muy buena.

lunes, 16 de marzo de 2020

NEFANDO - de Mónica Ojeda




Nefando es un libro audaz y perturbador.
Lleno de abismos y perversiones. Sus personajes navegan por la deep web, escriben novelas pornográficas reflexionando sobre el estilo y se nutren de incesto y pederastia. Todo conforma un caldo de cultivo que sedimenta en un videojuego tan aburrido como escandaloso denominado Nefando
Según la Real Academia de la Lengua, "nefando" se dice de algo que causa repugnancia u horror hablar de ello.

Pueblan la novela seis personajes heridos (o atacados) por una psique enfermiza y su leit motiv es una desesperación, la de no poder descubrir la verdad torturada de uno mismo.

En la página 84 Iván recuerda la obra de Gérôme: la Verdad saliendo del pozo. Obra también conocida como “La Verdad saliendo de su pozo para avergonzar a la humanidad”.
Jean Léon Gérôme, "La Vérité sortant du puits", 1896
Para representar alegóricamente a la verdad, el pintor más importante del academicismo francés plasma el hermoso cuerpo desnudo de una joven que sale de las profundidades de un pozo. Lógicamente, la verdad debe representarse desnuda; pero además la mujer sale del pozo gritando y con un látigo en la mano, en clara actitud beligerante contra los que la insultan o ignoran. El cuadro hace alusión a las palabras del filósofo griego Demócrito (460 – 370 a. C.): “De verdad no sabemos nada, porque la verdad está en un pozo”.

También los seis personajes de la novela están en el fondo de un pozo, buscando su verdad, y para ello no dudan en abismarse en sus más oscuros deseos en pos de la liberación. El problema es que sólo encuentran una forma vicaria de representarlos, los hermanos Terán en su videojuego, Kiki en su novela pornográfica. Viven condenados a la insatisfacción.

"-Lo que no voy a poder comprender nunca es que se haya armado tremendo follón por un videojuego, por una representación de la mierda que nos rodea todos los días, un simple poner en escena lo que está ahí donde es imposible clavar los ojos: en nuestras propias nucas. Pero no, ahora resulta que es censurable hacer de la mierda algo lúdico. La mierda sólo puede ser mierda, nos dicen: entonces a callar. La mierda tiene que causar repugnancia, no diversión. Pero Nefando causó repugnancia, sí. ¡Vaya si la causó! Te lo aseguro. Supongo que todos nos sentimos atraídos hacia lo que nos provoca repulsión y queremos espantarnos aunque no nos guste admitir que el espanto es placentero. Así somos, sí: criaturas complejas.
-Perdona que te contradiga, pero los vídeos que estaban en ese videojuego no eran representaciones, sino grabaciones reales.
-No veo la diferencia. Para mí no hay nada más real en este puto mundo que las representaciones que hacemos de él. A veces cuando somos muy directos terminamos hablando en metáforas. ¿No te has dado cuenta?" pág. 89-90


Nefando es una novela polifónica protagonizada por un puñado de jóvenes confinados en un piso de Barcelona. Iván Herrera, máster en creación literaria, los hermanos Terán (Irene, Emilio y Cecilia); Kiki Ortega, una becaria empeñada en escribir una novela pornográfica y el Cuco Martínez, un diseñador de videojuegos enganchado a la demoscene (subcultura de los albores de la informática). A través de sus testimonios asistimos a la creación de Nefando, un morboso videojuego en línea que fue eliminado de la red pero acabó convertido en un objeto de culto para los más aguerridos gamers.

Cada personaje habita en un laberinto. 
La situación de Iván es terrible. Vive su sexualidad como una tortura. Cada erección de su pene lo vive como la invasión de un ser extraño. De hecho cuando se mira al espejo ve a otro. Ansía matar su sexo, su serpiente, a la que llama Quetzálcoalt.
"Te sobrecogió el asco y el dolor a causa de tu cuerpo equivocado. Habitabas una máscara de ti, una bóveda que debía dañar para liberarte de tu falso yo." pág 157
Cuando se pincha el sexo con jeringuillas recuerda el final de un poema de Borges: "llego a mi centro, a mi álgebra y mi clave, a mi espejo. Pronto sabré quién soy". 

Kiki sólo ve pornografía en la realidad. Escribe una novela sobre la perversión; pero ella lo que investiga es el dolor y más allá del dolor, su verdad más intrínseca y cómo transmitirla. Describir el dolor no es el dolor. 

El relato se mezcla con sus reflexiones como escritora y entonces las páginas cobran una densidad inusitada.
"La pregunta era ¿cómo hacer una pornografía del amor? Sobre la silla descansaba un lápiz Faber Castell con el cuerpo amarillo y mordido y despellejado. Gladys, la de las manos suaves, el lacito rosa y la mochila de Barney, muchos años atrás, se enterró un lápiz en la pierna derecha, arriba de la rodilla, en medio de una clase de gramática. El erotismo es violento como la naturaleza. Lo hizo voluntariamente, la pequeña Gladys, porque había peleado con un niño que tenía el pelo cayéndole sobre la frente y quería arrastrarlo hasta el fondo, a lo más hondo de la fosa, que en esa época -y en todas- es el rechazo. No hay erotismo que se niegue al horror. pág. 93
Los hermanos Terán (Irene, Cecilia y Emilio), vienen de una historia sórdida como pocas, abrumados por el incesto y la pederastia. Para conjurar sus demonios han creado el videojuego Nefando, contando con la colaboración de un hacker informático autodidacta que vive con ellos, el Cuco Martínez.

Los seis viven hacinados en un piso que es como un cubil. Las entrevistas que alguien les va haciendo son el hilo narrativo de una novela que se va conformando como un puzzle. Se presenta como una encuesta para investigar el origen de Nefando; pero finalmente será otra cosa. Una reflexión sobre cómo nos construimos y nos representamos. Qué oscuros secretos y torturas nos conforman.


El libro es fragmentario y tortuoso. Visita cárceles secretas y depravadas. Se abisma en un puñado de mentes enfermizas tocadas por el ala de la perversidad. Los capítulos de Kiki y los de Iván son netamente introspectivos y ahí reside el corazón del libro. En la cabeza de Kiki, y en nuestras páginas, se desarrolla una novela pornográfica protagonizada por tres adolescentes que exploran su sexualidad de forma descarnada.
"Ellos tendrían catorce también. Ella se llamaría Nella. Ellos Diego y Eduardo."
"Una novela sobre la crueldad, una novela destinada a perturbar."
"Ellos estudiarían en un internado y Ella sería la alumna nueva."
"Al principio Diego y Eduardo serían los corruptores, la piedra en el estanque, los párpados abiertos durante el sueño".
"Ella sería la araña".
"Ellos, las moscas".
Desde la segunda página se declara el plan de la obra: Una novela destinada a perturbar. Efectivamente la novela cuenta con personajes que mantienen una relación tortuosa con su propio cuerpo. Viven la herida de la no aceptación.
La clásica dualidad de Eros y Tánatos no aparece en ningún caso. No hay Eros, sino perversión. Morbo y Tánatos.
Leemos en la novela pornográfica de Kiki:
"Ella les mostró su carpeta con ilustraciones antiguas de animales diseccionados y dibujos que había hecho de cuerpos llamados "agonías". Los placeres de Nella, que tenían que ver con lo más recóndito del ser que era, con lo sin nombre, con algo tan místico como la discontinuidad y un grito estirándose adentro para dispararse hacia el mundo.". pág. 177
"Las palabras no pueden decir que las palabras no pueden decir, les dijo Nella alguna vez, para eso están mis "agonías". pág 180
Las agonías y los horrores del infierno, grabado de Martin de Voss, alrededor de 1750

La relación entre la impostura y la autenticidad, entre nosotros y nuestros secretos más abyectos y la relación escabrosa con el cuerpo son los temas de esta novela. Sin olvidar los problemas derivados de representar o narrar la realidad. "Buscamos una expresión verdadera de nosotros para entendernos", le dice Irene al Cuco. O también la reflexión que hace Kiki sobre su novela.
"Lo único que quería era decirse con su propia lengua. Los bichos que caen en telarañas no son inocentes. Lo único que quería era decirse. Mis personajes serán lo real y yo una ficción."
La novela juega con múltiples paralelismos. 
Como el de los tres adolescentes obscenos que imagina Kiki, un reflejo tortuoso de los hermanos Terán, víctimas de pedofilia por su propio padre.

También el que se da entre la situación de estos chicos encerrados en un piso barcelonés y el juego Nefando, cuyo único y misterioso escenario es una chica tumbada y encerrada en una habitación sin ventanas. 

Según Ivan "ni siquiera estoy seguro de que se le pueda llamar juego a algo que no entretiene. Nefando atrapa a sus jugadores pero no porque los divirtiera, sino porque tenía el poder de despertar una curiosidad.. ¿cómo te diría?, morbosa, que se iba agigantando adentro de uno, ¿sabes?" pag. 96

Como este libro, cuyos abismos y perversiones fascinan.

domingo, 1 de marzo de 2020

The GENTLEMEN - de Guy Ritchie

U.K. 2020

Guy Ritichie está de vuelta.
De vuelta a su mundo más querido, ese Londres donde se cruzan mil historias de negocios sucios y personajes estrafalarios. 
Y de vuelta en esto de hacer cine. Ahí está el formato que ha elegido: contarnos la historia de Mickey Pearson a través del relato que hace el investigador de un periódico amarillista como si fuera el guión de una película. Durante todo el metraje se lo está contando a Raymond (Charlie Hunnam), mano derecha de Pearson, con todo lo que esto tiene de juego temporal y de puntos de vista.

El hecho es que Mickey Pearson (Matthew McConaughey) es el rey de la maría en Londres, pero quiere retirarse y disfrutar de sus ganancias. Está negociando la venta de su sistema de producción y distribución con otro capo de la city, Matthew Berger (Jeremy Strong) y el precio del negocio son 400 millones de nada. Este simple movimiento provocará todo un terremoto en los bajos fondos de la ciudad, agitando mafias y bandas.

Por un lado el joven Dry Eye (Henry Golding) ve la oportunidad de dar un golpe en la mesa, hacerse con el negocio y sustituir a la vieja guardia de la mafia china. Por otro lado un mafioso ruso ha perdido a su hijo en un asunto de Pearson y clama venganza; y finalmente un grupo de maleantes youtubers, autodenominados Los Criajos, se cruzan por en medio robando una de las granjas de producción de Pearson. Todo un cúmulo de personajes y situaciones que Ritchie maneja con solvencia, giros sorprendentes y mucho humor negro.

La colección de personajes bizarros es amplia. Fletcher (Hugh Grant), el investigador de un periódico sensacionalista, es un tipo listo, dicharachero y buscavidas que antes de entregar el expediente a su periódico quiere sacar tajada. Lo sé todo, he documentado todos vuestros trapicheos, pero si me soltáis 20 millones del ala doy carpetazo al asunto y punto. Él será el narrador que irá poniendo sobre la mesa las escenas que compondrán el puzzle. Y nada mejor que un puzzle de situaciones cruzadas y personajes estrambóticos para que el estilo de Ritchie brille con todo su fulgor. Aquí una charla entre dos capos sonrientes que esconde un volcán en erupción; allí el asalto de los Criajos con la música y el ritmo de un videoclip recién subido a Youtube, o aquí una escena de máxima tensión con la mujer de Pearson empuñando una Derringer de 2 balas para enfrentarse a 3 mafiosos. Hummm.

Todo ello sin que falten diálogos ácidos con amenazas soterradas o intercambios gamberros que ironizan sobre lo políticamente correcto; como el que tienen dos pupilos de Coach en su gimnasio:
-¿Quieres subir al ring de una puta vez, negro cabrón?
-Me ha llamado negro cabrón, Coach.
-Pues yo creo que no se equivoca, eres negro y eres un cabrón.
-Ya. Pero yo no le llamo calorro hijodeputa, por muy gitano que sea.

Por su parte Mickey Pearson es un elegante pero muy duro contrincante. De origen norteamericano y modales barnizados por sus años de Universidad en Oxford, tiene muy bien calados a los niños pijos y a sus papás con título de relumbrón pero cuenta corriente escuálida. El tío tiene muy claro eso de que para ser el rey de la selva no sólo debes actuar como si fueses el rey, sino tienes que serlo. Lo cual significa ejercer el poder y estar siempre un paso por delante de todos.

También Charlie Hunnam hace de consiliere estupendamente; y Henry Golding representa con brío a ese joven Dry Eye con demasiadas prisas; pero mi trío favorito lo componen, aparte del locuaz Fletcher, el Coach con figura de Colin Farrell, gerente del gimansio que frecuentan Los Criajos. Un tío duro y seco como el pedernal, pero de una moralidad intachable. A pesar de tener un papel secundario en la trama, resulta trascendental para la misma  y, además, es el más ritchiano de todos los personajes.

El tercer vértice es Rosalind (Michelle Dockery), la sofisticada mujer de Pearson, toda una domintrix en ciernes. Ella es la mejor cómplice de su marido y un personaje que hubiera pedido un mayor desarrollo. Inteligente, hermosa e implacable, no sé qué da más vértigo, si sus rugientes coches deportivos (tiene un taller de altísima gama llevado por mujeres) o sus altísimos y afilados tacones.

Hay mucho de cine dentro del cine en la película aprovechando que todo está contado por Fletcher. Claqueta por favor, pide para ponernos en situación. Película de celuloide, también pide, "que se vea el grano". Os he seguido a todos, os he fotografiado, os he grabado como en La Conversación de Coppola... El tío le planta a Raymond, encima de la mesa, los folios de un guión titulado "Hierba", e incluso llega a presentárselo a uno de los jefazos de Miramax, que coincide que es la productora del film.¡⟳!

Tras unos años hollywoodienses con Sherlock Holmes, Operación U.N.C.L.E. o Aladdin; con este nuevo trabajo Ritchie vuelve a la estela de sus brillantes inicios, Lock, stock and two smoking barrels (1998), Snactch, Cerdos y diamantes (2000) y RockNRolla (2008); películas trufadas de gánsteres de todo pelaje, buscavidas varios e historias cruzadas que repercuten unas en otras como una pequeña teoría del caos. Todo ello sin que falte un corrosivo humor negro y una violencia muy de videoclip.

En este volvemos a encontrar un gran ritmo, giros sorprendentes y diálogos irónicos cuando no cínicos, para una historia enrevesada que mantiene el interés en todo lo alto.