jueves, 27 de julio de 2017

SANGRE A BORBOTONES - de Rafael Reig










Fresca, ingeniosa y desmadrada; esta novela festeja la imaginación y el espíritu literario. Una novela de género -negro- con todos sus tics, pero que transcurre en un Madrid distópico y está atravesada por una juguetona y ácida crítica a los modos y jergas literarios. 

Del mismo modo que Cervantes escribió el Quijote como parodia de las novelas de caballerías y salvando las distancias, Reig se aburría un día y se puso a escribir, al modo Chandler, las nuevas aventuras de un nuevo Philip Marlowe. Así nos confiesa el autor su gestación: 
"Siempre he dicho que no hablo para decir algo, sino para saber qué era lo que quería decir. Al escribir me pasa lo mismo: pienso con los dedos, moviéndolos sobre el teclado.Un día que estaba más aburrido que de costumbre me puso a escribir a mano, en un folio, una parodia de las novelas de Chandler. Me divertí tanto que al día siguiente continué con el juego. A la semana había inundado la Castellana, les había puesto a todos sombrero y había imaginado atascos de bicicletas y actuaciones de magia en los bares. (...)
Así fui avanzando, sin más programa que unir tres casos, igual que hacen falta tres hilos para una trenza."
El desenfado, la aguda intriga, el humor y el ingenio brillan en la propuesta. Sangre a borbotones es la novela que un autor pulp está escribiendo cuando su chica despampanante adquiere vida propia y se escapa a la realidad. Un empleado municipal sospecha que su mujer le engaña y un padre busca a su hija drogadicta fugada de casa. Estos son los tres cabos con que el autor trenzará su novela.
Un Madrid alternativo con la herida de La Castellana

Una novela que es deudora de una poderosa imagen inicial, cuya fascinación la sobrevuela entera y que sin más preámbulos nos sitúa en una realidad alternativa: España ha sido conquistada y el idioma oficial es el anglo...

"Frente a mi ventana se alzaba la siniestra pirámide Chopeitia Genomics, el edifcio más alto de Europa y el mejor protegido del hemisferio.
Acodado en el alféizar, veía los veleros amarrados en el puerto y el transbordador de bicicletas que unía Génova con Goya. El Canal Castellana atravesaba la ciudad de norte a sur y ya se había convertido en la principal vía de comunicación entre el centro y el resto de la península. También era el lugar apropiado para depositar a los sabihondos, los entrometidos, los deudores y los bocazas, todo con sus correspondientes zapatos de cemento. La policía lo dragaba cada pocos meses, lo que resolvía aproximadamente la mitad de los casos de desapariciones que teníamos pendientes." pág 17
La novela respira literatura por los cuatro costados. El autor convoca con pasión todas las felices liturgias que hacen encajar al texto en el género negro como un guante; para a la vez desbordarlo.
No es Carlos Clot, pero el Marlowe de Mitchum también llevaba un Fedora

El detective protagonista no puede ser más tópico ni clásico. Carlos Clot es un tipo melancólico, separado y que reconoce que en esos momentos "está volando bajito". Tiene tres características muy coloristas y expresivas: Un sombrero de ala modelo Fedora, lo único impecable en su atuendo; un latiguillo que periódicamente surge en la narración, "era mejor que no viera la cara que se me había quedado. No digo más". O "Así somos. No digo más", etc. Y una afición inveterada al whisky Loch Lomond, que permanece oculto en el archivador correspondiente a la letra I, la que le ayuda a fijar su estado de ánimo: "Abrí el archivador por la I de "Inconsolable". O bien, "Necesitaba consultar el archivo por la I de "Insatisfecho"; y muchas otras tan sabrosas.

Vive además, en una pocilga de apartamento que le sale barato porque allí se suicidó Carlos Viloria, "un clásico de nuestro tiempo", que dejó el apartamento inundado de papeles y notas que asaltan al detective como animales grotescos. 
"Recordé un endecasílabo: A ser morir, morir por esos ojos. Lo había encontrado una mañana, escalando con sus once patas adhesivas el espejo del baño. Lo aplasté con un periódico. Resto de Viloria o de sus lecturas, pecios del inédito, obstinadas formas de vida animal que se arrastraban por el alcantarillado alimentándose de desperdicios todavía sin clasificar por mi buen amigo Alfred Jota." pág 77
El propio título, Sangre a borbotones, reproduce el de la novela que está escribiendo el autor pulp Phil Sparks, alias de Luis María Peñuelas, quien contrata al detective para encontrar a su personaje huido. 
"Señor Clot: no he escrito ni una sola línea desde hace un mes.
De manera que Mabel Martínez había desaparecido y, como no sabía continuar sin ella, Luis Pueñuelas se había puesto a buscarla en el fondo de los vasos de ginebra.
Otro clásico." pág 31
Esta es una de las características más irónicas y metaliterarias de la obra: cómo se aplica a convocar todos los tics del género criminal, incluso mostrándose autoreferencial en cuanto a las reglas no escritas que lo rigen:

"Tres muertes, tres casos. Siempre es así: es una regla. Mujeres perdidas, perseguidas o atolondradas. Words, words, words.
Sobre mi mesa tenía las fotos: Lovaina Leontieff, Carolina Carvajal y Mabel Martínez. dos desaparecidas y una infiel. Dos de carne y hueso y una ficticia. Dos rubias y una morena. Entre tres nunca hay dos iguales: es otra regla." pág 34
El colmo de la intrusión de la literatura en la realidad de la novela se produce cuando el marido de la mujer adúltera, viendo el fiasco que ha supuesto la contratación de Clot, le envía una solicitud de ayuda al héroe de los novelas del Oeste que está acostumbrado a leer, las que escribe Phil Sparks. 
Callejones -obra de Suburbian52

Todo el texto mantiene con firmeza un eco de parodia que no estorba ni rompe el tono, verdaderamente conseguido, de novela criminal. El detective, los bares de los bajos fondos, las mujeres fatales y despampanantes, una asesina voraz como una mantis religiosa, los intereses secretos de las grandes corporaciones.... No falta ni un tópico y sin embargo la novela es sumamente original, tanto en su forma de narrar como en el desarrollo de sus tramas y hasta en el desenlace. Para gozo de sus lectores no falta ni la sospecha de una gran conspiración que responde al nombre de Protocolo 47: un experimento genético al margen de la ley financiado por Telefónica. Uuuhhmmm.

Ese eco de parodia, mezclado con una intriga muy bien aderezada, dota al texto de una textura pulp tan atractiva como provocadora, que hace que te bebas las páginas como si fuesen el dorado líquido archivado en la letra I.

Literatura y fantasía atraviesan las páginas con naturalidad. A los personajes que han huido de sus autores y se esconden en tugurios de mala muerte, se les une el robo de cabezas en mitad de los espectáculos de magia, cuando el mago ha cortado en dos a su ayudante (¿?). El tono recuerda tanto a la película ¿Quién engaño a Roger Rabit? como al de Los Sueños de Quevedo.

La cosmovisión de "el detective", su ética, el dejo melancólico, incluso patético e infectado del virus literario se aprecia claramente en la siguiente viñeta con el detective vigilando a la mujer adúltera. 
"Era un mujer sola, una vida de mujer arrinconada entre los hombres, las pecas y los pequeños polaroid, que cada día le irían haciendo menos caso. Una vida verdadera y frágil. Una vida humana: minúscula, pero imprescindible. Como todas.
Me di cuenta de que si a nadie, absolutamente a nadie, le importara la existencia de Carolina Carvajal, el universo entero se desmoronaría de golpe, dejaría de tener sentido, se convertiría en nonada, quisicosa, a tale told by an idiot, full of sound and ruty, signifyin nothing.
Así que ahí estaba yo, Carlos Clot, un piernas, un don nadie, el hortera de Charlie Clot, un private dick de cien pavos el día, tras la acacia de cartón-piedra, sujetando el firmamento entero, apuntalándolo con la columna de mi amor inmediato por esa mujer desconocida, igual que los estilitas sostenían el cielo con sus oraciones." pág 81
Incluso el desenlace se anuncia con un enigma netamente literario, el que una de las mujeres desaparecidas ha dejado subrayado en un libro, Prosas Profanas, de Rubén Darío:
"Yo comprendo el secreto de la bestia. Malignos
seres hay y benignos. Entre ellos se hacen signos
de bien y mal, de odio o de amor, o de pena
o gozo: el cuervo es malo y la torcaz es buena. 
Ni es la torcaz benigna, ni es el cuervo protervo:
son formas del Enigma la paloma y el cuervo."
Para concluir volvemos a la introducción del autor:
"Quizás entonces no sabía hasta qué punto había escrito algo que tocaba directamente mi centro nervioso. No sospechaba que el Madrid anegado era una imagen que necesitaría explorar hasta el final. Bajo el agua se queda siempre nuestra juventud y bajo el agua permanecen despiertas, inalteradas pero inaccesibles, nuestras esperanzas. Para llegar a comprender esto tuve que escribir dos novelas más: Guapa de cara (2003) y Todo está perdonado (2011), ambas ambientadas en el mismo Madrid y con el mismo personaje, Charlie Clot, un piernas al que no me resulta posible dejar de querer."
Como a mí.

sábado, 22 de julio de 2017

La GUERRA del PLANETA DE LOS SIMIOS - de Matt Reeves

EEUU, 2017

Sin duda estamos ante la mejor película de esta nueva trilogía simiesca. Lo que ocurre es que la tal trilogía no existe. La película inicial funciona bien, pero es totalmente autónoma. Su tono es netamente familiar y no comparte prácticamente nada con la segunda y la tercera. Estas dos últimas están dirigidas, y muy bien, por Matt Reeves que logra un enfoque y un ritmo propios, el de la reflexión sobre cómo los simios comienzan su civilización. 

La lástima es que este nuevo Planeta de los Simios adolece de dos rémoras importantes que impiden su vuelo y enlace con el perturbador planeta que se encontró Charlton Heston en 1969. Una es de concepción: según esta propuesta la Tierra se convierte en el Planeta de los Simios después de una lucha sin cuartel entre simios y humanos por la dominación. Esto está bien para el espectáculo (peleas, bombas y disparos); pero no tiene nada que ver con aquella propuesta original: allí los simios habían ascendido en la escala de la civilización después de que el hombre se autodestruyera. El mensaje era la estupidez humana y la esperanza una nueva rama evolutiva. 
La otra rémora es que estas dos últimas películas no logran desprenderse del enfoque de una lucha por la supervivencia. Mucho me temo que habiendo armas, helicópteros y bombas en el bando humano, poco podrían hacer los simios con sus lanzas y acrobacias. El punto de vista está montado sobre una especie de falacia que hace que toda la trilogía tiemble como un juguete de cartón: un virus hace más inteligentes a los simios, otro virus diezma a los humanos....un origen demasiado endeble.

Pero anotadas estas salvedades tengo que decir que este segundo film de Matt Reeves ha tenido el acierto de colocar a simios y humanos ante una misma tesitura, la amenaza de extinción y el horror a la bestialidad, cuyo aliento sentimos en la nuca. Los dos cabecillas enfrentados, César por los simios y El Coronel (Woody Harrelson) por los humanos, han de sobreponerse a sus tragedias personales, para pensar en la supervivencia de su raza. El conflicto personal tiene espesor y más todavía la reflexión sociopolítica.

El director ha tenido el talento y la sensibilidad para explorar la parte más dramática de la historia (César busca ciegamente una venganza personal) y ha captado perfectamente nuestra atención con innumerables primeros planos,  tanto de simios como de humanos, para que oliésemos su miedo y sus contradicciones. Reeves demuestra un pulso extraordinario para mantener en alto el ritmo de thriller, mientras examina la naturaleza humana y sentimientos como el vínculo social, la misericordia o directamente el bien y el mal. 

Además estos primeros planos nos causan admiración no sólo por la intensidad emocional que transmiten, sino por la sutileza y calidez de las expresiones simiescas, que alcanzan cotas de virtuosismo.

El director apuesta claramente por una fábula sociopolítica y elige además un bando, el de los inocentes simios que habrán de redimir todos los pecados humanos. Desde la anterior película, César ya se ha convertido en una especie de mesías legendario y El Coronel, cabecilla de uno de los últimos reductos humanos, está obsesionado con eliminarlo.

La película comienza como una guerra de guerrillas en el bosque, continúa con una operación comando, pasa por una transición con todos los ecos de un potente western (César cabalga a través de los bosques para cumplir su venganza mientras se le unen un trío de fieles amigos y recogen a una niña huérfana y a un simio bobalicón que es un delicioso contrapunto cómico). Concluye con la parte más larga, con todos los personajes encerrados en un campo de concentración, reproduciendo todos los tics clásicos: alcaide despiadado, conatos de motines, castigo ejemplarizante al líder y plan de evasión. Sólo falta Steve McQueen o sir Alex Guiness. Como se ve un verdadero patchwork.

Pero hay que reconocerle a Reeves el talento de haber aunado estos retales para entregar una película coherente y muy bien trabajada, donde las ideas y el drama prevalece sobre las explosiones y las ráfagas.


El campo de concentración nos regala dos imágenes icónicas y complementarias: Sobre la tierra y cada mañana, toda la guarnición se reúne para gritar sus consignas y proclamas ("¡¿Qué somos?! ¡Somos el principio y el fin!") mientras su líder, en el balcón, se afeita la cabeza, recordándonos la locura sangrienta del comandante Kutz. Parecen decir: para salvarnos de los salvajes nuestro único método es la barbarie. Bajo tierra, mientras los simios preparan la evasión, podemos ver una pintada: Ape pocalyse now. Militarismo, sometimiento, aniquilación.


Hay que subrayar el trabajo actoral. Andy Serkis vuelve a bordar una actuación bajo máscara, dotándola de matices y emociones increíblemente versátiles, apoyado en una motion capture refinadísima y sutil, capaz de recoger el más mínimo gesto o mohín del rostro. 
En este caso tiene una maravillosa réplica en un simio enclenque y miedoso, Simio Malo (Bad Ape), cuya comicidad y bonhomía son antológicas. Este personaje interpetado por Steve Zahn y rescatado por César de su abandono, es un digno heredero de otro náufrago clásico, el Ben Gunn de La Isla del TesoroDestaca también Woody Harrelson que, lejos de sus excesos y gritos habituales, se muestra muy comedido y compone un personaje ciertamente trágico.


Como se ha dicho, esta película está lejos del universo creado por el novelista Pierre Boulle a principios de los sesenta: allí estaban los problemas raciales que incendiaban Norteamérica, la guerra de Vietnam, el fin de la supremacía del hombre blanco y el peligro de aniquilación nuclear. Pero más allá de los intentos de conectar esta pretendida precuela con aquella cinta de culto (el hijo de César se llama Cornelius y la niña huérfana que recogen la bautizan como Nova, personaje que interpretó Linda Harrison en la original de Peter Schaffner); esta Guerra del Planeta de los Simios ofrece sus propias reflexiones. Por ejemplo en cuanto a la deshumanización, el levantamiento contra las injusticias (a día de hoy las secuelas de la crisis/estafa económica son colosales), el antimilitarismo o incluso la búsqueda de una tierra prometida hacia la que César conduce a su pueblo. Y por supuesto el eterno debate sobre dónde radica la esencia de la humanidad: El Coronel y César llegan a comentar su nivel de misericordia. 

Notable alto para este cineasta bien dotado que es Matt Reeves (CloverfieldDéjame Entrar)

jueves, 13 de julio de 2017

SCALPED - De Jason Aaron y R. M. Guéra

Concluyo dos semanas apasionantes recorriendo la reserva india de la tribu lakota en South Dakota. Siempre me acompañará en la memoria este extraordinario cruce entre relato policíaco y western visceral. El guionista Jason Aaron ha volcado en la Reserva Prairie Rose todas las lacras del mundo moderno: crimen, drogadicción, desarraigo, corrupción política, racismo, homofobia...
Las reservas indias tienen legislación propia sobre alcohol y juego, e incluso disponen de su propia policía tribal. Todo un ecosistema que gobierna con mano de hierro el corrupto jefe tribal Lincoln Cuervo Rojo.

Scalped significa, "al que le han arrancado la cabellera". Se trata de un cómic violento y lírico como las películas de Sam PekinpahSiendo la trama criminal jugosa y potente; lo que estalla en las viñetas es un trasfondo sociocultural novedoso y complejo en el que Aaron mete el bisturí para exponer en toda su crudeza un entorno social deprimido e inmundo. Arrinconada en la reserva se envilece la antaño orgullosa tribu oglala lakota, ahora postrada en una ciénaga de pobreza, corrupción y pérdida de identidad. Allí se enfrentan los desencantados, los que sólo quieren el negocio del Casino o de las anfetas; y los tradicionalistas, los que quieren mantener su forma de vida y tradiciones.

Esta historia de violencia y crimen es sumamente densa y su maestría se apoya en un crudo naturalismo social (crimen, sexo, drogas y corrupción) y en una galería de personajes increíblemente extensa y singularizada. Dashiel "Dash" Caballo Terco regresa a Prairie Rose lleno de rencor. Su fue siendo un adolescente y juró que nunca volvería. Su dureza y habilidad en las peleas le granjean un puesto junto al jefe Lincoln Cuervo Rojo, el capo corrupto que ha empeñado su vida y regado de sangre su tierra para conseguir abrir un Casino en la reserva.  

Justo cuando faltan sólo unos días para la apertura llega Dash Caballo Terco, un agente infiltrado del FBI. El cráneo rasurado y los nunchakus que usa en las peleas lo identifican. Baylis Earl Nitz es el agente externo que supervisa a Dash. Lleva toda su vida obsesionado con detener a Cuervo Rojo, de quien sospecha que asesinó a dos de sus compañeros en los años 70. Shunka (que significa "perro" en lakota) es un indio avieso y feroz, mano derecha de Cuervo Rojo, le es ciegamente leal. Siempre ha sospechado de Dash y esconde un oscuro secreto en su más profunda intimidad. Catcher es un viejo y destartalado indio que vaga por la reserva como un espíritu agorero. En los revueltos años 60 perteneció al grupo radical Red Power, junto a Gina Caballo Terco (madre de Dash) y el propio Cuervo Rojo; pero acabó convirtiéndose en un alcohólico. Ahora recorre la Reserva como un viejo enjuto y fantasmal, casi como un oráculo. Él mismo se presenta como "maya owicha paka", que se puede traducir como "el destino", y funciona en el relato como el coro en las tragedias griegas: anuncia los desastres, increpa al asesino, previene al protagonista.  Él mismo no sabe si en verdad es un visionario o un loco.

Shunka
Otros secundarios pululan por la reserva, no por ello menos significados. El joven Dino Oso Lento representa el fatalismo del indio que busca huir hacia una vida mejor, pero acaba atrapado en la ciénaga de la corrupción. También está Diesel, otro agente encubierto pero totalmente chalado. Es un marginado au rebours ya que toda su vida ha luchado porque le reconozcan como un guerrero indio, debido a su decimosexta parte de sangre kickapoo. Y la mafia asiática de los Hmong que han apoyado financieramente a Cuervo Rojo y quieren su parte del pastel....y Carol Ellroy, la hija de Cuervo Rojo que se enrolla con Dash arrastrándole al foso de la drogadicción... y el sheriff Karnow que vigila la frontera con Nebraska... y Wesley Willeford un estafador de raza negra que logra empujar a Dash hasta el mismísimo borde del precipicio...
El Sr. Brass

La galería de personajes no tiene desperdicio y su caracterización es portentosa.  La mayoría de ellos abismados a un pozo de autodestrucción, otros embrutecidos y un puñado de ellos malvados filosos y esquinados; como el Sr. Brass, un asiático enteco muy pulcro y educado en el trato; pero letal con sus herramientas quirúrgicas.

Jason Aaron y R.M. Guéra han conseguido con sólo sesenta números crear todo un universo de una gran riqueza argumental y visual. La historia es poderosa y la narrativa espectacular. Dos son los aspectos que más llaman la atención. La vigorosa caracterización de los personajes y los abundantes flashback que rompen constantemente la línea temporal para explicar las motivaciones y secretos de los protagonistas. Todo ello compone un relato de una intensidad fuera de lo común. Otro componente que aporta interés y viveza son los constantes giros del guión.

Cada personaje van ganando complejidad según avanzan los números y sus tonalidades grises huyen  de la simplificación. "¿Crees que un hombre puede cambiar?" le pregunta el sheriff Karnow a Cuervo Rojo. Ellos dos son la mejor respuesta a esa pregunta. Cuervo Rojo es un capo despiadado, pero en modo alguno está libre de tormentos y remordimientos: siempre recordará los golpes de los curas católicos para que olvidase a sus dioses y rezase a Jesús. Tampoco ha olvidado el viejo sueño reivindicativo de su juventud que sigue alimentando su espíritu hasta el mismo día de la inauguración del casino:
"Desde la llegada de aquel puto sifilítico, el tal Colón, los blancos han venido hasta nuestras tierras para llevarse de todo sin pedir permiso.
A los lakota nos quitaron las colinas negras, nuestro Paha Sapa sagrado y los 1.000 millones en oro que había debajo. Se llevaron las manadas de búfalos y las praderas por las que vagaban. Se llevaron el orgullo y la dignidad de la que fue una gran nación, y a cambio no dejaron más que miseria. Cuando se nos haya pagado lo que se nos debe, toda la gente a la que he disparado, acuchillado, rajado, colgado y enterrado por el camino.....todos esos pobres cabrones no habrán muerto en vano. Y por primera vez en mucho tiempo......mis sueños superarán a mis remordimientos."
Toda la historia se vertebra alrededor del asesinato de dos federales en los revueltos años 70. Los jóvenes lakotas organizados en el movimiento Red Power querían subvertir la situación de postración de su pueblo. A ese grupo pertenecían Gina Caballo Terco, Lincoln Cuervo Rojo y Catcher. Aquello se cerró con un falso culpable. Ahora Gina ha sido asesinada y el triángulo lo forman Cuervo Rojo, Catcher y Dash. En estos tres personajes, poderosos, complejos y carismáticos, se apoya todo el gigantesco engranaje de esta verdadera saga trágica que se extiende durante dos generaciones.
Catcher, Cuervo Rojo y Dash
Catcher es un personaje shakespeariano. Es un filósofo. También un visionario y un loco. Fue universitario y su anhelo íntimo siempre fue escribir; pero se le cruzó el alcohol, la política y las visiones de los dioses del trueno. Ahora es un viejo loco que recorre la reserva haciendo honor a su nombre. Proclama que los Dioses del Trueno le han avisado de un desastre inminente, con Dash como protagonista. Tiene la capacidad de ver el animal totémico de cada uno, incluido el de él mismo.
Catcher viéndose con su animal totémico

Como buen poeta (es decir loco y visionario) lanza agudas reflexiones sobre la condición humana.
"-Hay gente que se pasa la vida corriendo y no llega a ninguna parte.
Da igual cuánto lo intentes.
No hay manera de escapar de uno mismo.
Nuestro yo es una prisión. Nos encadena.
Tira de nosotros, queramos o no.
No podemos hacer nada para evitarlo. Para evitar la manera
en que nos hizo Dios. Buenos o malos todos tenemos un papel. 
De una u otra manera todos estamos atrapados.
El truco está en encontrar la libertad que hay en nuestro interior.
En no querer nunca
más de lo que te han dado.
En hacer de tu prisión un lugar tan grande
como el puñetero mundo.

Pero hay gente que no llega a darse cuenta.
Hay gente que se pasa la vida corriendo y muere
sin haber avanzado unos centímetros siquiera.
Odio ser testigo de ello. De verdad.
Odio conocer gente que no sabe que está atrapada."
Cuervo Rojo, Gina y Catcher soñaron con defender a su pueblo y se afiliaron a los Red Power. Cuervo Rojo todavía sueña ahora con que el Casino dote a su gente de riqueza y dignidad. También el joven Dino Oso Lento y Dash sueñan con huir de la reserva.... pero todos acaban atrapados. Yo creo que la tensión entre pasado y presente que establece el relato revela cómo los sueños devienen en pesadillas. Aquellos sueños juveniles de justicia y dignidad, han derivando en una pesadilla de alcohol, drogas y corrupción. Sólo Gina, la madre de Dash, se ha mantenido fiel a sus principios y ha acabado asesinada.

En la introducción al volumen 8, "Has de pecar para salvarte", José Torralba lo resume de otro modo, cifrándolo en la orfandad vital de los personajes: "Si de algo trata esta mixtura de thriller y cómic social, si algo resume las pulsiones de sus personajes, es la más desoladora de las orfandades. Reconozcámoslo, Scalped es una tragedia protagonizada por huérfanos: ciudadanos sin nación, desprovistos de identidad social y cultural; nativos sin patria, abandonados a su suerte por el Estado en un infierno de pobreza y metanfetaminas; trabajadores honrados, vendidos por sus líderes y traicionados por los agentes de la ley; mujeres entregadas a una vida autodestructiva; niños maltratados. Y el más huérfano de todos es Dash, lejos de su nación y familia.
Huérfano de un padre que desapareció, encontrará un remedo en Cuervo Rojo, justo a quien deberá traicionar.


El ambiente es intensamente realista y el estilo de Guéra se muestra muy efectivo para transmitir el polvo de la tierra reseca y la violencia latente que explota en espectaculares peleas y tiroteos.

La historia negra de crímenes y bajas pasiones tiene el eco de los clásicos y el autor lo subraya en los nombres de sus protagonistas, Dashiell (Hammett) Caballo Terco y Carol (James) Ellroy. Incluso Cuervo Rojo aparece leyendo un libro de Cormac McCarthy

Por su parte la complejidad de la trama y los personajes se refrenda con el uso de técnicas narrativas no lineales. En la misma página conviven viñetas del presente y del pasado. En el mismo número seguimos en paralelo y alternativamente la acción de varios personajes. Muchos volúmenes se inician ofreciendo los hechos generales, como desde fuera, para después mostrar los antecedentes (desde dentro) que desembocan en aquellos hechos iniciales. Un ejemplo: En el volumen 4, La grava en tus tripas, la Parte 1 comienza con Lincoln acudiendo al Badlands Café con un arma. Desde fuera se oyen varios disparos. Siguen diversas narraciones y no es sino hasta la Parte 4 cuando volvemos al Badlands Café, pero ya desde dentro, conociendo quienes estaban allí, qué estaban haciendo y por qué les dispara Lincoln. Esta marcha adelante y atrás de los acontecimientos resulta muy de Tarantino.

Aaron ha creado todo un microcosmos violento, real y putrefacto. Llama la atención después de tantos personajes y tan bien desarrollados, de tantas historias cruzadas y crímenes, que el conjunto de los 60 números sea tan compacto. Parece parido de un solo golpe. La historia, el estilo, el ritmo, el enfoque se mantiene tan coherente que semeja un sólo volumen  en vez de los 10 en que se ha agrupado. (Recientemente la editorial ECC lo puso de nuevo a la venta en 5 tomos y formato DeLuxe).

Gracias a este virtuosismo narrativo, en cada volumen conviven en armonía asesinatos y peleas con momentos íntimos, sean de sexo o de reflexión; e incluso con apuntes históricos, ya que el trabajo de documentación es extraordinario.  El guionista reivindica el protagonismo para una minoría arrinconada en las reservas, como si fuese un gueto: "El hombre blanco nos trajo aquí para que muriéramos; pero viviendo, nos hemos opuesto a ello. Sobrevivir es nuestra manera de luchar." le dice un indio lakota a un visitante. 

El pueblo lakota forma parte de la tribu sioux y su calado en la historia contemporánea estadounidense es relevante. Los Lakotas sufrieron la matanza de Wounded Knee, en diciembre de 1880, cuando el famoso 7º regimiento de caballería atacó un asentamiento de la tribu asesinando a cerca de 300 indios, mujeres y niños incluidos. En 1973 los lakotas unidos a los defensores de los derechos civiles y al movimiento Red Power, ocuparon el pueblo de Wounded Knee para protestar por la corrupción de los jefes nativos y el abandono de las autoridades estatales.

Para terminar dos detalles sutiles y geniales. 
La relación de Dash y Carol es autodestructiva. Juntos, se hunden en las drogas y la desesperación. Follan salvajemente, pero cada uno va a lo suyo, como animales heridos. No comparten nada. Están juntos en la cama pero están solos. Guéra dibuja muchas escenas de sexo, pero sin una sola línea de texto. Cuando finalmente la hay sólo es para subrayar que sus vidas transcurren en paralelo.

El otro detalle es un contraste entre el número titulado Escuchar como gira la tierra, dentro del volumen El Blues de la Reserva, y el dedicado a la presentación de Dino Oso Lento. Mientras éste no deja de repetirse que se irá, que cogerá su coche y acelerará para escapar bien lejos; en Escuchar como gira la tierra se narra la historia de un anciano matrimonio indio que, con lo mínimo, encuentra en su tierra la vida más completa. Esta es la paradoja que tan bien reflejan Aaron y Guéra, la Reserva como una condena a cadena perpetua o como elección para vivir con raíces: "Hay gente que dice que este lugar es tan tranquilo... que se oye como gira la tierra", reflexiona el viejo. 
En medio de tanto crimen, desarraigo y ausencia de expectativas; este emocionante número supone toda una carga de profundidad.
Magistral. 





























Scalped se empezó a publicar en 2.007 y según ha reconocido Aaron, sus historias y personajes bebieron de series estrella de la HBO como the Wire y Deadwood. En concreto  Al Swearengen fue el molde sobre el que se creó Cuervo Rojo.

Parece ser que después del éxito y reconocimiento recibido, el círculo se completará con la adaptación televisiva que se está preparando del cómic.


lunes, 10 de julio de 2017

EL GUARDIÁN INVISIBLE - de Fernando González Molina

España, 2016


El guardián de la pureza.-
Este nuevo thriller viene a dar continuidad a un género que últimamente ha ofrecido buenos réditos al cine español, y no desmerece de otras felices apuestas como Toro, Plan de Fuga, Tarde para la ira, El desconocido, o los ya clásicos Grupo 7, La Isla Mínima o Celda 211.

La historia aúna crimen, mitología navarra, buenas dosis de misterio, y un territorio cargado de mitos y leyendas que se alza como el verdadero protagonista, el Valle del Baztán en Navarra.

En los márgenes del río Baztán aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en unas circunstancias que lo relacionan con un asesinato ocurrido meses antes. Se trata de un asesino en serie y la inspectora Amaia Salazar (Marta Etura) será la encargada de dirigir una investigación que la llevará de vuelta a Elizondo, el pueblo de su infancia y del que ha tratado de huir toda su vida.




La presentación es perfecta. La cámara recorre el valle del Baztán, con sus carreteras sinuosas, su persistente lluvia y los bosques y brumas donde habita el Basajaun, el mitológico guardián del bosque. En medio de este paisaje tan fascinante como misterioso, la cámara encuentra el cadáver de una niña: céreo entre el verdín, muerto entre una explosión de vida boscosa y con un txantxigorri, una mantecada tradicional navarra, colocada sobre el pubis rasurado. El dulce se convertirá en la metáfora de los crímenes y en el centro de la trama.

La trama se enreda entre las ramas del bosque, las leyendas y las tradiciones, pero también entre los fantasmas familiares de la inspectora. No sólo esos valles son fértiles en supersticiones y brujería, también la infancia de Amaia esconde sus propios demonios que volverán a visitarla: sufrió una infancia traumática por los maltratos que le infligía su desquiciada madre.

Amaia se vuelve a enfrentar a su hermana Flora (Elvira Mínguez) que regenta el obrador familiar, Mantecadas Salazar. Los análisis indican que allí se producen exactamente los mismos txantxigorri que aparecen en las adolescentes asesinadas. Los crímenes remiten a un territorio con una fuerte presencia de lo mágico. Las tensiones entre tradición y modernidad aflorarán de forma virulenta armando una historia densa y perturbadora.


Es una película de contrastes, contiene una investigación policial pero también un gran drama femenino y familiar. Otro de los contrastes que atesora la película lo encontramos entre el Basajaun, el Guardián invisible del bosque, que cuida de sus moradores y de la armonía de la vida, y el asesino. Llamar Basajaun al asesino "es contra natura" concluye la tía Engracia.

La batalla definitiva enfrentará a la modernidad con la tradición. La inspectora Salazar ha realizado prácticas en el FBI, pero tiene que aplicar sus métodos de investigación en un paisaje rural donde la mitología y las leyendas transgreden el raciocinio. Amaia igual consulta por teléfono a su mentor en la academia de Quantico; como acude a su tía Engracia, experta en echar la cartas e interpretar los signos del bosque: ¿por qué los bolsillos de las niñas están llenos de nueces?.

Si en la investigación y el asesino en serie apreciamos fácilmente el reflejo de otros thrillers memorables (la inspectora deambulando por los vericuetos de un caserío fantasmal persiguiendo al asesino, nos recuerda inevitablemente a la Clarice Starling, de El silencio de los corderos); el film logra su cuota de originalidad viajando al corazón de un valle mágico y al de un drama familiar lleno de amargura y reproches.  

El director logra un ritmo sostenido e intrigante mientras nos entrega un puñado de secuencias verdaderamente inquietantes: cuando la tía Engracia echa las cartas del tarot a Amaia y ésta descubre que tiene al asesino muy cerca. O la visita que hace a su madre en el psiquiátrico. O la cena familiar donde Flora exuda toda la amargura que viene asfixiándole. O las escenas de maltrato infantil que casi le cuestan la vida. Todo hace que el regreso de Amaia a Elizondo se convierta en un camino hacia la redención.

Al protagonismo omnímodo del Valle del Baztán, se une el de una Marta Etura que resuelve con eficacia su papel, pero sin brillo. Mención especial requiere Elvira Mínguez que dota al personaje de Flora de una severidad y un poso de frustración apabullante. Está resentida contra una vida que evoluciona al margen de las tradiciones; y amargada por los sacrificios de arrostrar los cuidados de la madre y del negocio familiar.


Con el protagonismo de la inspectora Amaia Salazar y el Valle del Baztán, la escritora Dolores Redondo ha publicado la Trilogía del Baztán, compuesta por las novelas El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta.