sábado, 29 de diciembre de 2012

Los miserables

-Les Misérables-
de Tom Hooper





Salgo de la sala y he de decir que me ha gustado lo que he visto y hasta en un par de momentos me ha emocionado. Pero no creo haber visto una película sino un conjunto de números musicales con poco más aderezo.

Se tendría que haber titulado Los Miserables -el musical-,  porque esto lo condiciona todo, incluso el propio concepto de la película. Prácticamente la totalidad de la cinta es cantada y en el primer cuarto de película eso importa poco porque existe una narración: el deambular de Jean Valjean estigmatizado por su libertad condicional. Pero a partir de su decisión de romper con su nombre y su pasado, la narración se evapora y sólo queda un conjunto de espléndidas interpretaciones.


El guionista William Nicholson no ha dado con la tecla para aunar un gran musical ya contrastado y una monumental novela. Las muertes de Fantine y Javert ocurren con una brusquedad excesiva, la historia de amor entre Colette y Marius es demasiado convencional y no aporta nada a la película. Incluso la revuelta de las barricadas aparece como una isla no muy bien integrada en la cinta.

En el debe del director está su extraña forma de rodar. Ya desde su premiada El discurso del Rey nos demostró su abuso de los grandes angulares. A ello se añade la excesiva cantidad de primeros planos cuando cantan como único recurso cinematográfico y los recorridos de la cámara sobre París que remedan pobremente los de Moulin Rouge

Quedan las canciones y sus intérpretes, que son magníficos. Asistimos con placer a canciones tan famosas como I dreamed e dream, Look down, Stars, On my own, Do you hear the people sing?   One day more

Russell Crowe es para mí una agradable sorpresa del mismo modo que lo fue Richard Gere en Chicago. Su prestancia y su voz me convencen. La escena en que interpreta Stars caminando sobre el alero del edificio de la Gendarmerie frente a Notre-Dame tiene toda la consistencia de las pétreas convicciones de Javert sobre la Justicia y Dios. De  Hugh Jackman ya conocemos su ductilidad para encarnar un lobo, un conde o un bailarín. Anne Hataway permanecerá indeleble en la memoria de cualquiera que vea la película. 

Rememoro dos momentos de un intenso dramatismo. Fantine interpretando su I dreamed a dream resulta desgarradora, así como Valjean retorciéndose en su Who am I?


Otra escena brilla en mi memoria gracias a sus ladinos intérpretes, Sacha Baron Cohen y Helena Bonhan Carter. Mientras deambulan por el mesón desplumando a diestro y siniestro nos ofrecen su interpretación de The Master of The House
No quiero dejar de nombrar la deliciosa interpretación que Daniel Huttlestone hace de Gavroche, el niño que da moral en las barricadas. Por su parte Samantha Barks ya interpretó con sentimiento a Eponine en el West End y el obispo es interpretado por Colm Wilkinson, el que fuera Jean Valjean en el montaje original de Londres.

Me parece la oportunidad perdida de una película grandiosa: contando con el musical como base haber acometido la adaptación de la novela. El problema de la película es que reproduce sin más el musical.

Hay emoción en algunas escenas, pero la película no explora toda la vena melodramática que hay en la historia. Entre el melodrama y el musical, el director elige sólo el musical. 
Del mismo modo respecto al contexto histórico. Es la primera mitad del siglo XIX, con la rebelión de Junio de 1830 como trasfondo político y social en una época de grandes cambios. ¡Que oportunidad haber podido hablar de los tiempos que corren hoy desde la atalaya de la inmortal novela de Victor Hugo!

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Locus Solus

de Raymond Roussel







Llego tarde a esta magia, después de lustros percibiendo sus ecos. He de desnudar mis altísimas expectativas. En principio me defrauda por su sencillez. Todo me resulta desconcertante. Se trata de un montón de historias, como las mil y una noches. 

El aristócrata y científico Martial Canterel invita a un grupo de personas a su finca, Locus Solus, donde ha reunido objetos fantásticos y ha compuesto escenas quiméricas que de pronto cobran vida. Este Lugar Solitario incluye inventos, esculturas, gatos sin pelo, la cabeza de Danton o la sibila Félicité, etc.

La primera parte me resulta poco mágica. En cada caso el esquema es el mismo. El aristócrata enseña unos objetos que nos provocan extrañamiento. Posteriormente relata la historia fabulosa que esconden detrás. 
Alain Robbe-Grillet nos ayuda a enfrentarnos al reto: 
"Raymond Roussel describe; y más allá de lo que describe, no hay nada. (...) Ninguna trascendencia, ningún más allá humanista, pueden aplicarse a las series de objetos, gestos y acontecimientos que constituyen, desde la primera lectura, su universo". 
"Tenemos la impresión de haber encontrado un cajón cerrado, luego un llave; y esta llave abre el cajón de forma impecable... y el cajón está vacío. pág 425-6
El mismo Robbe-Grillet tacha la obra como "opaca y decepcionante". Otros autores la tildan de banal o inconsistente. Pero todos le rinden pleitesía.

Sin su opúsculo "Cómo he escrito algunos  de mis libros", es seguro que apreciaríamos su obra de distinto modo. Allí nos describe su método: a veces tomaba una frase de dos palabras, ambas con doble significado, y usaba el significado más improbable como base  de la historia, etc.
Todo está transido de artificio y quimera en su obra. 


El poeta John Ashbery reconoce que "igual que la mecánica tarea de encontrar una rima inspira en ocasiones a un poeta para escribir un gran verso, las "rimes de faits" de Roussel le ayudaban a hacer uso  de la mente inconsciente".

Al principio me parece una simple técnica para acumular narraciones.  Hasta que llegamos a las páginas más poéticas y absurdas, donde el artificio se convierte en supremo arte: una galería de cristal donde se reproducen teatralmente ocho escenas.
Giacometti - Le Palais à 4heures de matin
Los actores son muertos que activados gracias a la resurrectina (inventada por Canterel) vuelven a revivir el instante supremo de sus vidas con todo el atrezzo de mensajes, libros en clave, cajones secretos, suicidios, etc.

Giacometti reconoció que esta parte le inspiró alguna obra como Le Palais à 4 heures...

Quiero ver a este varón absorto en el atardecer mientras añade escenas a su jardín de las hespérides. ¿Es una mera reproducción?  ¿Es una repetición hueca? Quiero ver estas escenas como la medalla  que el hipnotizador pasa repetidamente ante tus ojos hasta que caes en trance. Su relato es representación y enigma. Primero vemos un objeto o la recreación de un suceso. Luego se nos ofrece su crónica. El enigma deviene en narración.

Es verdad que en un principio te parece simplemente acumulativo, pero el jardín tiene muchos recovecos. Poco a poco te va ganando lo absurdo y lo arbitrario. La reproducción logra dejarte sin asideros, flotando en la nada. De  pronto empiezas a ver a un creador, ya no es aburrido sino visceral. Busca una palabra, una sonoridad, un gesto que haga clic en la caja de nuestra reminiscencia. 
Según avanzan sus páginas las historias ganan en brillantez. La fantasía se adereza con relatos de Herodoto, Goethe o Voltaire.

Michel Leiris nos recuerda que estos infantiles recursos devuelven a Roussel a una fuente común de mitología o inconsciente colectivo.

Enrique Vila-Matas, uno de sus más nobles epígonos, nos ofrece (aquí) la brújula de su admiración: 
"Decía Leopardi que la vista del cielo es quizá menos agradable que la de la tierra y de los campos, porque es menos variada, y también menos semejante a nosotros, no nos es tan propia, pertenece menos a lo nuestro... Y sin embargo, si la lectura de Locus Solus me pareció tan agradable y me conmocionó con fuerza fue precisamente porque el libro no lo sentí nada cercano y propio, sino lo contrario: seductoramente extraño y extranjero, profundamente glacial y ajeno."
Roussel ejerció su influencia sobre Max Ernst, Dalí, Julio Cortázar, Man Ray o Francis Picabia. De este último nos acordamos cuando Roussel describe sus máquinas fantásticas y hasta metafísicas, inventariando piezas y engranajes cuyo objeto es representar leyendas.

Michel Foucault  se preguntaba en un artículo "¿Por qué se reedita la obra de Raymond Roussel? y concluía que "es posible que haya otros secretos en Roussel. Sin embargo, como en todo secreto, el tesoro no es lo que se esconde, sino los traveses visibles, las defensas erizadas, los corredores que dudan. Es el laberinto lo que hace al Minotauro: no a la inversa.".

P.D. Roussel dio la vuelta al mundo pero escondido detrás de una cortina. No le interesaba lo real, sino sólo los productos de su mente. La edición de Capitán Swing es preciosa incluyendo epílogos de Paul Elouard, André Breton, Michel Foucault, John Ashbery y otros. Más sobre Roussel en el weblog de Guillermo Piro y en la nota de prensa de la Exposición Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel que el Museo Reina Sofía de Madrid organizó en Octubre de 2.011.

lunes, 24 de diciembre de 2012

El hobbit

de Peter Jackson 


Jackson ha vuelto a la Tierra Media para hacer una gran película. Las leyendas, la épica, las batallas tienen el excelente nivel que ya vimos en El Señor de los Anillos. Pero también hay que decir que este hobbit está un escalón por debajo de la famosa trilogía y todo por culpa del departamento de Marketing y Ventas. 

Frases del director como "con un presupuesto de cien millones no puede decirse que uno sea muy independiente", o, sacar una trilogía de una novela de 250 páginas no es problema, "tenemos 120 páginas de notas adicionales de Tolkien"; nos ayudan a intuir que en esta nueva trilogía hay tanto de negocio como de cine. Hay partes demasiado alargadas que parecen capítulos de una lujosa miniserie: la reunión inicial de los enanos en casa de Bilbo, la escena de Bilbo con Gollum intercambiando adivinanzas o el encuentro con los tres trolls que además es una de las escenas más flojas de toda la película. 


Pero todo ello no es óbice para que la película me guste y encuentre pasmoso su diseño de producción. Es evidente que no hay muchos momentos tan intensos como el relato de la epopeya de Thorin cuando se ganó el sobrenombre de Escudo de Roble (Oakenshield) o la ocupación del reino de los enanos por el dragón Smaug -cuya figura nos es escamoteada-. Ojalá toda la película tuviese el nivel de estos dos momentos estelares. Pero se trata de una película para disfrutar sin más seas o no aficionado a la Tierra Media. 


El viaje inesperado al que se refiere el título de esta primera parte es el que realiza Bilbo Bolson (un Martin Freeman, que después de lucirse como Dr. Watson en la estupenda serie Sherlock, alcanza la gloria con su interpretación de Bilbo). Mucho tiempo después de que los enanos perdieran su reino subterráneo a manos de un gigantesco dragón, doce enanos dirigidos por el joven rey del pueblo de Durin pretenden reconquistar, con la ayuda de Gandalff, su reino de Erebor, la Montaña Solitaria. En el camino se encontrarán a otros magos, trasgos y orcos. Volverán a visitar Rivendel, el reino de los elfos, y Bilbo se cruzará con Gollum que en un descuido perderá su "tesoro". El mediano lo recogerá desconociendo las consecuencias de este hecho.

La película es brillante sin duda alguna, los escenarios son majestuosos, los movimientos de cámara espectaculares, se han multiplicado los personajes y hay nuevas batallas como la que mantienen dos montañas entre sí o la que ocurre donde habitan los trasgos (espectacular y pirotécnico videojuego de niveles que recuerda a la persecución por los raíles de la mina en Indiana Jones y el Templo Maldito). Pero falla la narrativa, la cohesión de los materiales para elucidar la historia y por supuesto el ritmo. 

La película no sólo se sostiene por la tecnología y la acción. Se apoya en una colección inmejorable de actores que en cuanto el guión se aquieta son capaces de engancharnos a sus emociones. El miedo y la ironía de Gandalff, la pachorra  y la nostalgia de Bilbo, los enfados y contradicciones de Gollum, etc. redondean la función.

Tres formidables seres fantásticos me deja en poso la película. El orco blanco Azog, que aunque en el libro se da por muerto, la película lo recupera como un malvado permanentemente al acecho de los enanos. En todo su esplendor aparece Gollum, cuyas escenas poseen un virtuosismo asombroso. Y por supuesto el dragón Smaug, cuyos atisbos al principio y final de la cinta nos prometen futuros prodigios y goces. 

Como curiosidad aquí, nos decubren cinco cambios entre el libro y la película.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Black Death

de Christopher Smith



En plena Edad Media, la Peste Negra recorre Inglaterra. A los vapores de la peste se añade el veneno de las supersticiones. Un caballero inquisitorial toma como guía a un joven monje para conducirle a un pueblo donde no hay peste. Sospecha que esto es obra de un nigromante.




Floja. En una Edad Media reproducida como en un telefilm, la película apunta los temas de la peste como castigo divino, las dudas de un pobre fraile, la inquisición belicosa y una secta que se libra de la peste por no creer en Dios. Pero no avanza en ninguno de ellos y nos ofrece un relato demasiado plano. Encontré un par de frases chanantes; ahí va una: "Esta aldea no tiene peste pero tendrá el castigo de Dios". Floja.

jueves, 20 de diciembre de 2012

MIENTRAS dan las NUEVE - de Leo Perutz







El laberinto de la libertad.-
Esta alucinada novela transcurre en una Viena fantasmagórica durante solo una jornada, de nueve de la mañana a nueve de la noche.

Durante esas horas, Stanislau Demba perseguirá dinero y amor mientras él mismo es apremiado por la policía.

Demba es un luchador empedernido. Siempre acosado, aparece y percute en distintos escenarios, incomodando a todo aquel con quien se cruza. La comida en el Café Hibernia donde con mil excusas logra parapetarse tras una muralla de volúmenes pertenece casi al vodevil.

El sentido onírico, pesadillesco hace acto de presencia con el propio Demba allí donde aparece. Esa noción de irrealidad que arrastra el personaje también lo sospecha él mismo
"Y yo me sentaba en el rincón y terminaba mis deberes, contabilidad, cálculo y análisis mercantil. ¿Con qué sueñas, Stanie? No me estás prestando atención. ¿Por qué miras con esa fijeza la mesa? ¿Qué sueñas?
-Sí; tal vez esté soñando -dijo Demba bajito-. Tal vez todo sea sólo un sueño. Tal vez esté destrozado y echo trizas en alguna parte en una cama de hospital, y tú, y tu voz, y la habitación de allí, tal vez seáis sólo un delirio de los últimos minutos." pág. 83
El episodio con el ladrón Kallisthenes Skuludis es un ejemplo de la ambigüedad que impregna el relato entero. Todo es aparente, sospechamos siempre que hay algo más detrás del atormentado Demba; pero no sabemos qué es. 

Gerhard Ritchter
La peripecia atropellada y muchas veces grotesca me recuerda a After hours de Scorsese, pero la novela es más onírica, más fantástica y su desenlace más atronador. 
Solo al final descubriremos en toda su extensión la locución que da título a la obra. 

La composición del relato es minuciosa. Como en un laberinto se suceden las estancias: la tienda de ultramarinos, el Parque Municipal, el café, las casas donde ejerce de instructor, las apuestas.... Stanislau Demba visita todas ellas como un ratón enjaulado, vive en un sufrimiento permanente y en última instancia teme por su libertad. Su único ángel guardián será la jovencita Steffi Prokop, cuya dulzura será su último asidero.

Gerhard Richter

El primer título del libro fue  precisamente Libertad, y no sin razón, ya que es uno de los sentimientos más acendrados en Demba.
"De repente me pasaban por la cabeza planes que había concebido durante años y que jamás había realizado. También cosas sin sentido y banales; súbitamente me pareció que era un terrible pecado no haber bebido jamás cerveza con una pajita; dicen que uno se emborracha si lo hace, y yo nunca lo he probado. y luego, algo que siempre he querido hacer, seguir a un extraño, para ver lo que hace, cómo se gana la vida y cómo transcurre su día. Me acordé de que hoy podía haberme sentado en un banco en el Parque Municipal y esperar a la aventura, y haber asustado a cualquier muchacha con una estupenda historia de mi invención. Todo eso me pasó por la cabeza, todo eso lo hubiera podido hacer hasta ayer mismo, nimiedades, claro, cosas ridículas; pero representaban la libertad. Y me di cuenta de lo rico que era con toda mi pobreza; era el soberano de mi propio tiempo, me resultó evidente, como nunca había sucedido antes, lo que todo aquello significaba: libertad. Y ahora estaba atrapado, era un delincuente, aquellos pasos que daba en la reducida buhardilla, en medio de todos aquellos trastos, eran mis últimos pasos en libertad. Me sentía desfallecer, los oídos me gritaban: ¡libertad, libertad, libertad!". pág. 98
Algunos han querido ver en la novela un símbolo de la época de entreguerras en Europa. En el epílogo de Hans-Harald Müller, se la relaciona con El idiota de Dostoievski. Para su publicación en 1921, Perutz redactó una breve introducción:
"Este libro fue escrito en otoño de 1917, en los tiempos en que la humanidad todavía no sabía de pueblos encadenados. El caso de Stanislaus Demba, el héroe de la novela, era por aquel entonces un grotesco destino personal. Debo atribuir al desarrollo de los acontecimientos que ahora, cuando tomo el libro entre las manos, tengo la impresión de que la vida de Stanislaus Demba no es un destino individual, sino que se me aparece como un símbolo de una humanidad atada y encadenada".

Leo Perutz es un maravilloso autor de referencia en la literatura fantástica. Así lo atestiguan obras tan señeras como "El maestro del juicio final", "El Marqués de Bolívar" y "De noche, bajo el puente de piedra

martes, 18 de diciembre de 2012

Operación E

de Miguel Courtois 







Termina la película con la dedicatoria "a las víctimas del conflicto armado en Colombia" y después de verla, nuestra mirada no se dirige a secuestros mediáticos como el de Ingrid Betancourt, sino al de personas de a pie, a los "desplazados" que siendo simples campesinos están prisioneros de un fuego cruzado entre paracas y guerrilla

Así que el director nos presenta la historia de Crisanto (con una interpretación memorable de Luis Tosar), bachiller que huyendo de los paracas se adentró en la selva para buscar una vida mejor y acabó cultivando coca por un sueldo de miseria para la guerrilla. La misma que un día le obliga a hacerse cargo de un bebé enfermo sin revelarle su identidad. Y aquí empieza el calvario de este hombre común  que sólo atiende al llamado de la vida.

El bebé está en trance de muerte y pese a la prohibición de abandonar el territorio, Crisanto reúne a sus cinco hijos, mujer y abuelo para lanzarse hacia un hospital que salve al niño. 

Este esencial impulso condicionará toda su vida y la de su familia. El hospital conlleva burocracia, ésta administración y ésta gobierno. El pobre campesino queda extraviado en una nueva selva en la que pierde al niño y él resulta condenado a una vida miserable. 
Cuando las FARC anuncian la liberación de la doctora Clara Rojas, se descubre que, Enmanuel, el hijo que ha tenido en cautiverio, ha desaparecido. Crisanto será acosado por guerrilla y gobierno y finalmente acusado de secuestro y encarcelado.

Crisanto ejemplifica a las claras el modo en que el ciudadano común es un simple títere en el juego de intereses políticos y propagandísticos. Nada importa su enorme coraje defendiendo a su familia y al niño prestado.


Miguel Courtois tiene el acierto de perseguir a Crisanto cámara en ristre por selvas y poblados. Confecciona una especie de docudrama alrededor del omnipresente Crisanto, al que acompañamos en su desalentadora peripecia. Sus escenas siempre suman. Ahora el hospital, ahora el padrino, ahora el párroco, ahora el comandante, etc. Aunque la realización quizás peque de un cierto desaliño creo que hay tres secuencias poderosas. La huida a través de la selva, el vagabundeo de Crisanto por las calles hasta la borrachera y la escena final de su familia empujada a la indigencia.

La cámara se muestra muy inmediata, dando tumbos sobre el hombro persigue a un Luis Tosar antológico. Su físico, su dicción latinoamericana, su desamparo. Todo él realiza una composición ejemplar de un personaje  vapuleado por las circunstancias y que en medio de la miseria nunca miró por sí.

Courtois posee una evidente vena política que en sus dos anteriores películas, El Lobo y GAL, tendía al thriller con resultados irregulares. Creo que en este tercer trabajo consigue mejores resultados al centrarse en el drama personal, llevando al segundo plano la volcánica situación política entre Colombia y Venezuela.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Un monstruo viene a verme

de Patrick Ness
sobre una idea de Siobdan Dobb







Tiene razón el monstruo de este libro cuando dice que "las historias son criaturas salvajes, muy salvajes, y salen disparadas en la dirección que menos esperas".

Conor es un niño que tiene una pesadilla recurrente y cuya madre padece cáncer. Las visitas de su abuela y un grupo de compañeros maltratadores del cole son las otras pesadillas que rodean a Connor.
En esta situación una noche se despierta ante un nuevo terror, el tejo de la vieja rectoría ha echado a andar para plantarse en el jardín de su casa. Ha ocurrido a las 00:07 de la madrugada en punto y así será cada noche que reciba su visita.

El monstruo no es uno cualquiera. Es muy antiguo y sólo en contadas ocasiones echa a andar. Connor se revelará contra él,  lo que le cuenta le confunde y lo que le exige le hace huir. Busca la verdad.


-¿Que quién soy? -rugió de nuevo-. ¡Soy la espina dorsal que sostiene las montañas! ¡Soy las lágrimas que lloran los ríos! ¡Soy los pulmones que respiran el viento! ¡Soy el lobo que mata al gran ciervo, el gavilán que mata al ratón, la araña que mata a la mosca! ¡Soy el gran ciervo, el ratón, la mosca que son comidos! ¡Soy la serpiente del mundo que se devora la cola! ¡Soy todo lo que no está domesticado y no se puede domesticar! -Acercó a Conor uno de sus ojos-. Soy esta tierra salvaje, y he venido a por ti, Conor O´Malley.
-Pareces un árbol.
El monstruo lo apretó hasta que Conor empezó a gritar. 
-No echo a andar todos los días, muchacho, solo cuando es cuestión de vida o muerte. Y espero que se me escuche.
El monstruo aflojó la presión y Conor pudo respirar de nuevo. 
-Vale, ¿y qué quieres de mí?
El monstruo esbozó una sonrisa diabólica. El viento se aplacó y sucedió la calma.
-Por fin -dijo-. La razón por la que he echado a andar.
Conor se puso tenso, de pronto tenía miedo.
-Esto es lo que pasará, Conor O´Malley -continuó el monstruo-: vendré a ti de nuevo otras noches y... -Conor sintió que se le encogía el estómago, como si se estuviera preparando para recibir el golpe- te contaré tres historias. Tres historias de otras veces en las que tuve que echar a andar.
Conor pestañeó. Luego volvió a pestañear.
-¿Me vas a contar historias?
-Así es -dijo el monstruo.
-Bueno... -Conor miró a un lado y a otro sin dar crédito-. ¿Y qué clase de pesadilla es esa?
-Las historias son lo más salvaje de todo -retumbó la voz del monstruo-. Las historias persiguen y muerden y cazan.
-Eso dicen siempre los profesores -dijo Conor-. Y tampoco los cree nadie.
-Y cuando haya terminado mis tres historias -continuó el monstruo, como si Conor no hubiera hablado-, tú me contarás a mí una cuarta.
Conor se revolvió en la mano del monstruo.
-No se me dan bien las historias.
-Tú me contarás a mí una cuarta -repitió el monstruo-, y será la verdad.
-¿La verdad?
-No una verdad cualquiera. Tu verdad." pág 45 y 46 
Es una historia sobre la soledad y el sentimiento de culpa. En la pesadilla, Conor siempre está sujetando a alguien de la manos, pero al final se le resbala y cae al precipicio.
Una historia contada con pasmosa sencillez para alcanzar una honda complejidad. El papel que juega el tejo en la historia es el de catalizador de los sentimientos de Conor. 


Es un libro atípico. Ameno y muy emotivo. Siendo para jóvenes toca asuntos profundos, cuenta historias que no siempre son lo que parecen. Las historias curan, dice el tejo.

Es curioso que según se acerca el desenlace y el terror se acentúa, la novela alcanza un intenso lirismo.  Sin duda es una historia conmovedora que te acaba atenazando las entrañas. Tiene un final desgarrador. A mí me puso un nudo en la garganta. Suscribo plenamente el alegato aparecido en The Independent: "valiente y hermoso, lleno de compasión, un Monstruo viene a verme funde lo doloroso y lo intuitivo, lo simple y lo profundo. El resultado tiembla de vida."



"Crees que te cuento historias para darte lecciones? -dijo el monstruo-. ¿Crees que he salido andando del tiempo y de la mismísima tierra para darte lecciones de amabilidad?
...
Muchas cosas que son verdad parecen falsas." pág. 74


Además la editorial Debols!llo ha creado un seductor minisite de la obra y nos entrega una preciosa edición en tapa dura y papel cuché con las fantásticas ilustraciones de Jim Kay asomando entre las páginas. Todo por 14,95 €. Una joya.

martes, 11 de diciembre de 2012

Elefante Blanco


de Pablo Trapero


Llaman Elefante Blanco a un gigantesco hospital en construcción en el extrarradio de Buenos Aires. Después de 60 años de corruptelas la mole de hormigón (iba a ser el hospital más grande de toda América latina) se yergue como un animal canceroso. A su alrededor se hacinan más de quince mil personas que, con la ayuda de algunos curas y asistentes sociales, intentan reconducir el desatino y crear viviendas populares y centros de educación.


Todo este ecosistema nos es presentado en un estupendo plano secuencia en el que los protagonistas recorren los vericuetos de la indigencia dialogando sobre la situación y los proyectos.
El párroco de esta particular diócesis es Julián (Ricardo Darín), que en otra secuencia de gran interés -al inicio de la película- acude a la selva para rescatar al padre Nicolás. La aldea que asistía fue arrasada ante sus ojos, siendo el único superviviente. Esta introducción está contada sin diálogo, a través de unas impactantes imágenes acompañadas con música de Michael Nyman.

La calidad de Trapero también se aprecia en la secuencia en que Nicolás recupera el cuerpo de un joven muerto en una reyerta. En el laberinto de infraviviendas pululan dos mafias del narcotráfico y Nicolás acude a la guarida de la Carmelita. Regresa con el cadáver ensangrentado colgando de una carretilla por las estrechas callejuelas. 


Pero a pesar de estos valores la película no acaba de enganchar. Es una lástima que fíe todo al potencial del escenario que por sí mismo llena toda la pantalla.

Ahí están los ingredientes, el chabolismo, el narcotráfico, la pasividad y la corrupción de los estamentos oficiales... pero falta mezclarlos con sabiduría y darles el punto de sabor. La película apunta todos los temas pero no hurga en ninguno. 


Incluso las persecuciones y tiroteos entre los traficantes carecen del impacto visual de películas como Ciudad de Dios, y hasta el desenlace resulta atropellado.

A pesar de una interpretaciones muy verosímiles y sentidas, la película no hurga en los corazones. La crítica social es tibia, el poder político y eclesiástico aparece de soslayo y el drama humano del párroco enfermo o del grupo de voluntarios es meramente expositivo. Como espectadores asistimos a la proyección desenganchados de sus emociones.



La película rinde homenaje a la memoria del Padre  Múgica,  asesinado en 1974 y cuyo crimen aún no se ha esclarecido. Pero también y en general es un canto al compromiso de los curas villeros, aquellos que trabajan en las villas, zonas depauperadas y marginales de Buenos Aires. Una de las máximas del padre Múgica es citada por los sacerdotes protagonistas como su guía: "Sueño con morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos".

Pablo Trapero acumula una pequeña pero consistente cinematografía -El bonaerense, Leonera y Carancho además de la actual- donde demuestra su inclinación apasionada hacia el hombre común y los problemas sociales; aunque a esta última le falte una mayor hondura en sus propuestas y hasta un poco de mala leche. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

LA HISTORIA DE TU VIDA - de Ted Chiang









El Libro del Tiempo.-




Este libro reúne una porción de relatos con un altísimo nivel de especulación; pero no en el sentido de proponer una civilización extraña y remota sino que manteniendo una semejante a la nuestra, propone una tesis paracientífica y deriva sus consecuencias dramáticas con una gran coherencia lógica.

Tres de ellos son extraordinarios, Setenta y dos letras, La historia de tu vida y Comprende. Y otros tres son muy buenos,  La Torre de Babilonia, El infierno es la ausencia de Dios y  ¿Te gusta lo que ves? (Documental).

El relato que da título al libro es absolutamente excepcional. Siendo así que el lenguaje es el material con que construimos el pensamiento, en este relato asistimos en directo a la evolución de una científica que aprendiendo un lenguaje extraterrestre, ve cómo cambia su percepción de la realidad. 

En otras narraciones del libro los postulados científicos pierden sintonía con la trama de personajes; pero en La historia de tu vida las teorías científicas que se citan son profundas y se entrelazan íntimamente con la evolución  psicológica de la protagonista. 
"Cuando los antepasados de los humanos y los heptápodos adquirieron la chispa de la consciencia, percibieron el mismo mundo físico, pero interpretaron sus percepciones de forma diferente; las visiones del mundo que surgieron de allí fueron el producto final de esa divergencia. Los humanos habían desarrollado un modo de consciencia secuencial, mientras que los heptápodos habían desarrollado un modo de consciencia simultáneo. Nosotros experimentábamos los acontecimientos en un orden, y percibíamos la relación entre ellos como causa y efecto. Ellos experimentaban todos los acontecimientos a la vez,..." pág. 118
La evolución de la lingüista se irá apreciando en el modo en que nos cuenta la historia de su hija. De un modo sutil la simultaneidad imperante en el lenguaje extraterrestre hace desvanecerse la línea entre pasado y futuro. "Recuerdo una conversación que tendremos cuando estés en el primer año de instituto."

El relato incluye una discusión sobre el Principio de Tiempo Mínimo de Fermat y otra sobre las posibilidades de que exista un Libro del Tiempo donde leer el futuro. Fascinante.

Giorgio de Chirico
La técnica de sentar un conjetura fantástica y deducir con férrea lógica sus postulados la podemos apreciar en todo su esplendor en Setenta y dos letras, que nos presenta la cosmovisión de un mundo alternativo donde la ciencia de los autómatas activados por nombres cabalísticos se ha extendido por todo el mundo.

Estos seres no son cibernéticos sino golems de arcilla y porcelana. Ellos son la fuerza motriz de la industria mientras los expertos investigan el nomenclátor de toda función humana. Su demiurgia adquiere una relevancia inusitada, la ciencia como palanca para cambiar el mundo. En este escenario se debaten de nuevo las libertades individuales contra el poder instituido. 
Los ecos de la narración tienen el color del retrofuturo. Todo ello y cierto ambiente decimonónico nos remiten al inaugural mundo de H.G. Wells.

Comprende es una especulación sobre la ampliación del horizonte mental. A través de un experimento, el protagonista accede a una consciencia expandida que le dota de una inteligencia extraordinaria. Sus ansias de poder chocan con las de otro espécimen. El duelo que entablan tiene las características más agudas del juego de los escaques. La deducción se abraza al thriller en este intensísimo relato. 

El autor nos refiere la semilla del mismo. El comentario de un amigo que "estaba leyendo La Nausea de Sartre, cuyo protagonista sólo ve ausencia de sentido en todo lo que observa. Pero ¿cómo sería, se preguntó mi compañero, encontrar sentido y orden en todo lo que se observa? Para mí eso sugería una especie de percepción aumentada, lo que a su vez sugería superinteligencia."

Un Castillo en los Pirineos - R. Magritte
La Torre de Babel es un intento de afrontar su construcción desde la perspectiva de un ingeniero y no de un teólogo.
El relato es referido por Hillalum, un minero, a quien acompañaremos durante su interminable ascensión con el fin de horadar la cúpula celeste.

En El Infierno es la ausencia de Dios se describe un mundo donde la religión tiene una base material. Los ángeles realizan visitaciones a la tierra que producen efectos contradictorios. Por un lado proporcionan iluminación a algunos de los presentes, por otro su estela de fuego es capaz de destruir edificios, herir y matar. Esporádicamente el suelo se transparenta y se puede ver el Infierno.
"En el pasado había habido ciertas dudas sobre si realmente la luz celestial podía derribar todos los obstáculos espirituales a la salvación. El debate se terminó después del caso de Barry Larsen, un asesino y violador que, mientras se deshacía del cuerpo de su última víctima, presenció la visitación de un ángel y vio la luz celestial. Cuando fue ejecutado, su alma fue vista ascendiendo al Cielo, para escándalo de las familias de sus víctimas." pág. 193
En este universo se inscribe la vida de Neil Fisk, un tullido de nacimiento, que pierde a su amada esposa en una de las visitaciones. Las cuitas de un redivivo Job nunca han sido tan cautivadoras. 


Finalmente en ¿Te gusta lo que ves? (Documental) el autor nos traslada  una encuesta sociológica. Sentada la base de que el mayor o menor atractivo del rostro perturba las relaciones sociales, puede ser motivo de infelicidad y consume demasiadas energías, ¿está usted a favor o en contra de la caliagnosia? (incapacidad para reconocer a la gente por su rostro).
Cruzando historias de personas que crecieron en un entorno con esta agnosia activada, con otras que no; mas las luchas de los lobbys y sus tácticas de marketing  el resultado es una amenísima reflexión sobre el activo papel que la belleza y la imagen  juegan en nuestra época.

Este libro es la obra completa de Ted Chiang después de 20 años. Muchos de sus relatos han sido premiados con el Hugo, el Nebula y otros. Esta misma recopliación obtuvo el Premio Locus 2003

miércoles, 5 de diciembre de 2012

En el nombre de la madre

de Erri de Luca






A menos de un mes para la Navidad he aquí una pequeña joya.
Un libro narrado desde la intimidad por una elocuente María que nos relata su experiencia desde la concepción hasta la natividad de su hijo.

Es una novela corta, sencilla y profunda. Un poema en prosa cuyo máximo valor es una novedosa voz, muy cálida y humana que trae a primer plano lo cotidiano de unos hechos prodigiosos.

Ahora es la mujer con sus preocupaciones y emociones, la relación con su cuerpo, con su marido o con las leyes del lugar donde vive.
"Las noticias acerca de Miriàm/María provienen de las páginas de Mateo y de Lucas. Aquí se agranda un detalle por ellos esbozado: el ascua de la natividad en el cuerpo femenino, el más perfecto misterio natural.
En el fondo carece de peso, es el escupitajo de un minuto, el concurso masculino. En esta historia está ausente sin que se sienta su ausencia.
No está escrito en sus libros que en el establo hubiera parteras o demás personal en torno al parto. Lo que no está escrito forma igualmente parte del relato: no los había. Parió ella sola. Ese es el mayor prodigio de aquella noche de natividad: la pericia de una joven madre, su soledad asistida. Nada de astros-cometa ni de Magos, tres, por pistas de camellos: la sabiduría del parto de Miriàm/María.
Aquí se agrandan detalles para intentar una aproximación.
"En el nombre del padre": inaugura la señal de la cruz. En el nombre de la madre se inaugura la vida". pág. 17

Miriàm/María parió sola, a ras de tierra. Su concepción, sin estar aún casada, la expone a ser lapidada. Inmaculada, con confianza y sinceridad se entrega a Iosef:
"Iosef quedó sorprendido por mi quietud. Se le contagió a él también. Se puso de pie, levantó la cabeza y se secó la cara con el dorso de esas manos santas que hubiera querido besar.
-¿Conoces la ley, Miriâm?
-Conozco la ley.
-¿En todos sus detalles?
-No tan bien como tú, no todas las palabras. Os corresponde a vosotros los hombres sabérosla de memoria. Conozco las consecuencias.
-Deja que te repita los versos sacros. Provienen del libro Devarìm: Cuando sea que una joven virgen prometida a un hombre: y otro hombre la encuentre y yazga con él.
Y los sacaréis a los dos hacia una puerta de la ciudad, esa, y los lapidaréis con piedras, y morirán, la joven a causa de no haber gritado en la ciudad y el hombrea causa de haber ejercido violencia a la mujer de su prójimo.". pág. 32

A través de estas páginas tersas, notamos los golpes de sangre entre madre e hijo, el rubor de la piel que se prepara al parto:

"Iosef había salido dejando el cuchillo y la palangana. Ahora era mi turno, me tocaba hacer a mí, parir y hacer con el cuerpo. Mi madre me había explicado que estar tumbada ligeramente en pendiente ayudaba: Qué va, me puse en pie y me apoyé de espaldas contra el pesebre. Detrás de mí, los hocicos del asna y del buey; uno de ellos me dio un lametón en la nuca. Tenía en los oídos sus alientos. Uno al lado del otro, tenían un ritmo ágil de andadura expedita. Regulé mi respiración con la de ellos." pág. 86
Maternidad - Ibarrola
El monólogo no se eleva con retórica hacia el firmamento sino que fructifica su interior resonando hasta la placenta. 
"Duermes? Sí, duerme, no escuches a tu madre enfurecida contra sí misma, con el pánico aferrado a su garganta. Duerme, respira saciado, crece, pero poco, lentamente, vive, pero a escondidas. Aguardo tu primera sonrisa para taparla, no sea que deslumbre al mundo y te denuncie. Duerme, mañana verás la primera luz de tu vida y tendrás a tu lado la primera sombra. Dentro de mí no la hacías. Duerme, sueña que sigues allí, que tu vida tiene aún mis señas. En sueños podrás volver cuando quieras.
Qué vacío me has dejado, qué espacio inútil dentro de mí debe aprender  a cerrarse. Mi cuerpo ha perdido el centro, de ahora en adelante somos dos que están separados, dos que pueden abrazarse pero que jamás volverán a ser una sola persona. Por el suelo, entre las piedras del establo, está la placenta, el saco vacío de nuestra espera."pág 99-100


Erri de Luca es un napolitano que ha trabajado como albañil, camionero, alpinista y traductor, hasta que finalmente pudo dedicarse a escribir. En su época obrera se levantaba una hora antes de tiempo para leer la Biblia que como él dice, es un libro lleno de albañiles. Aunque reconoce que "no soy creyente, un creyente es alguien que le habla de tú a la divinidad, sea para rezar o para blasfemar". Y también "el Antiguo Testamento no tenía nada que ver con la literatura, no quería cautivar al lector ni hacer que se identificara con sus circunstancias.  ¿Quién va a identificarse con Noé o Abraham? Por eso me gustó, porque el lector le importaba un bledo. Yo necesitaba esa distancia. Para mí leer todas las mañanas las sagradas escrituras es internarme en un desierto. Luego cierro el libro y vuelvo a ser contemporáneo. No es que el libro me diga algo para el día que me espera, soy yo el que se ha trasladado a otra parte. No es un ejercicio de acercamiento sino de distanciamiento. Lo mismo me pasa en la montaña cuando voy a escalar".
Revolucionario y activista incansable desde la época en que las ONG no se llamaban todavía así; aprendió de forma autodidacta el hebreo bíblico y el yídish.  Javier Rodríguez Marcos, uno de sus más firmes valedores señala acertadamente que "habla sólo de lo que de verdad importa. Sin contemplaciones".

domingo, 2 de diciembre de 2012

La vida de Pi

de Ang Lee

Esta película contiene algunas de las imágenes más esplendorosas de los últimos años, con un 3D que por primera vez nos muestra una imponente vena artística; pero en su conjunto se queda a mitad de camino, en tierra de nadie.

Pi es un niño indio cuyo padre es dueño de un zoo. Al surgir dificultades su familia decide embarcarse con todos los animales hacia Canadá. El barco se hunde en medio del Pacífico y Pi logra salvarse en uno de los botes; pero no está sólo. Le acompañará un tigre de Bengala con quien luchará y sobrevivirá durante 227 días. 














La película adapta la famosa novela de Yann Martel, Premio Booker 2002 y elige para ello una plasticidad visual suntuosa que por momentos apabulla por su belleza. 

La secuencia cósmica en que el tigre le cuenta a Pi lo que ve es visualmente prodigiosa. El lance del naufragio del barco es espectacular. El episodio de la isla antropófaga llena de suricatas  es fantástico; pero la película en su conjunto y la entidad de su historia quedan muy por debajo. Las partes son superiores al conjunto.

Todo el primer tercio del metraje dedicado a la infancia de Pi en la India resulta un tanto anodino. Como relato de formación está incompleto y su realismo mágico resulta un tanto cursi.
Asimismo reproducir en cine los esquemas literarios del libro va en su contra. Los intercalados con la entrevista entre el escritor y el superviviente son prosaicos y restan magia al relato.














La historia se pretende épica y el reto con que el tío de Pi fascina al escritor, "una historia que le hará creer en Dios", no es alcanzado. La lucha por la supervivencia y el respeto que alcanzan joven y tigre absorben todas las emociones, que no son pocas; pero no hay mayor trascendencia por mucho que se publicite.

Suraj Sharma responde con solvencia a un reto que por solitario no era fácil. 

Hay dos momentos que me gustan especialmente por la sugerencia que entrañan. Uno ocurre cuando el Pi adulto ya ha contado las dos versiones del naufragio, primero acompañado con animales y luego con personas. En ese momento les pregunta, tanto a los investigadores de la naviera como al escritor (y a nosotros mismos): ¿cuál de las dos historias prefiere?















El otro lo intuyo como una especie de clave. Cuando el tigre está parado en la barca, mirando al infinito mar y el firmamento, lo vemos desde atrás, escorado. El muchacho le exhorta entonces a que le cuente lo que ve y en ese momento explota ante él un número mágico de luces y colores donde se mezclan anhelos y recuerdos. Una serie de imágenes en las que Claudio Miranda -director chileno de fotografía- nos impacta y deslumbra como en un ejercicio de comunicación ultrasensorial sobre el vigor de la vida, la fogosidad del mundo y la vehemencia de nuestros creencias. Pues bien, en el plano final, Pi recuerda el momento en que el tigre huye de él hacia la selva y justo en el límite se para. El plano nos lo presenta igualmente desde atrás, escorado. Pero no se vuelve, como emplazándonos a completar la historia.

P.D. ¿Por qué 227 días exactamente?
Quizás porque si dividimos 22 entre 7 nos acercamos mucho a pi. Quién sabe.