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domingo, 14 de agosto de 2022

DONEVAL - de Graham Dunstan Martin



Este libro es un auténtico tesoro de la literatura fantástica que lamentablemente languidece en el Desván de los Libros Olvidados. Teniendo como precedentes a Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis y al Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, Doneval recrea un universo propio de fantasía épica con un tono juvenil que lo acerca al primero, pero con un tratamiento del lenguaje y la moral que lo hace heredero del segundo.

El protagonista del libro es Evan, un joven pastor de dieciséis años que lleva sus cabras al mercado y antes de entrar en el castillo de Villatrampa es capturado por los soldados y llevado ante el alcalde. Según parece lo han detenido porque reúne las características del Elegido, un paladín que salvará al reino según una antigua profecía. El vaticino es muy preciso, El Elegido entrará en la ciudad conduciendo siete cabras, seis blancas y una negra, llevará un pie descalzo, unas flores de ajo adornarán su sombrero y se presentará empapado en mitad de un día de sol abrasador. Su destino será rescatar la Corona de la Unidad, escondida en el vecino y enemigo reino de Oscuria.
Pero hay algo que no encaja.

Evan no se considera un héroe, sino el centro de una insólita añagaza. Según se acercaba al castillo alguien le robó un zapato y posteriormente le añadieron una cabra negra a su blanco rebaño. Si está mojado es sólo porque al pasar junto al pozo alguien lo empujó y un mendigo al que ayudó le prendió una ramita de ajo florido en el sombrero. Todo le parece un montaje, pero al alcalde no parece incomodarle el artificio. Esta tensión entre magia y realidad es uno de los logros más conseguidos del libro.


n tiempos remotos los actuales reinos de Ruino y Oscuria constituían un único reino pero, al perderse la Corona de la Unidad, el Nigromante del Reino Prohibido (Oscuria) atacó a Ruino. El mago Fijante logró vencer a las huestes del Nigromante encerrándolo con hechizos en unas grutas de Oscuria. Pero la fuerza de esta magia se está desvaneciendo y Evan tiene que penetrar en el Reino Prohibido para renovar el hechizo sobre el Nigromante y rescatar la Corona de la Unidad. El mago Falsardo es el nieto de Fijante y quien encarga a Evan la misión sin importarle si es de verdad el Elegido.
"Es posible que el hechizo de mi abuelo ya no sea lo que era. También los hechizos pierden fuerza con el paso de los años, y otra vez el miedo anda suelto por el reino. Las cosas no marchan como debieran. El mal se está filtrando otra vez en Ruino como se filtra el agua por la calafateadura de una barca vieja. El río Rabión se ha secado, y en el sur se pasa hambre. En las cercanías de la frontera de la montaña las simientes se niegan a germinar. Hay casos de brujería y de mal de ojo. Hay noticias de trasgos en las aldeas próximas a Mediorrío, y han bajado dragones de las montañas (eso dicen) y se han llevado a mujeres y niños.» pag. 35-36
La misión de Evan será encontrar la Corona de la Unidad y reunir a los dos reinos, pero para ello deberá iniciar un peligroso viaje hasta lo más profundo de Oscuria donde la Corona está escondida bajo los hechizos de Maldeseo, nieto del Nigromante. Una aventura en la que se cruzará con brujas, dragones y gigantes.

 

La primera Tarea será encontrar la Tumba del Nigromante escondida en los túneles de una fantasmal ciudadela. Allí deberá cambiar la espada de madera que tiene clavada por una nueva que renovará el hechizo. Lo que nadie le informa es que para completar el conjuro deberá producirse un derramamiento de sangre y que Doble (un ser idéntico a él) estará escondido allí para asesinarlo. Evan logrará salir victorioso del encuentro y llegar al castillo del mago Brincante, donde comenzará a reunir una pequeña comitiva de aliados con los que hacer frente a los peligros que le esperan.

Brincante es mago y señor de Pedregales y aunque vive en Oscuria no es malvado. De hecho instruirá a Evan en la Historia de los reinos y los rudimentos de la magia; pero, sobre todo, le entregará la auténtica y poderosa espada del Nigromante, Doneval.
"—Esta espada está hecha en Oscuria. Hermosa labor, ¿verdad? Pero no es eso lo más curioso. Mira aquí, en la hoja. ¿Ves esas letras? ¿Lo puedes leer?
—No, señor, son palabras extrañas…, de otra lengua, seguramente.
—Exacto. Es la lengua antigua de Oscuria. Eso que pone ahí es el nombre de la espada: «Doneval» (Giftwish en el original) que en nuestra lengua actual quiere decir «Don y deseo» o «Acción y deseo». Está claro que procede del mismísimo Reino Prohibido, y las espadas con nombre son cosa importante. Esta hoja es famosa. Yo he consultado el Libro, y ésta es la misma espada que portaba el Nigromante viejo, el que fue muerto en Mediorrío y está enterrado en la ciudadela, cuando invadió Ruino hace tantísimos años. Es la espada del Nigromante, hijo. Y ahora es tuya."
Evan saldrá de Pedregales pertrechado con Doneval y acompañado por doce soldados. En su siguiente etapa encontrará a Favila, una jovencita criada por la Bruja Malidiera que se convertirá en su inseparable compañera. Juntos afrontarán un viaje erizado de peligros en el que se deberán enfrentar a criaturas de pesadilla y castillos que desaparecen en parajes donde hasta las rocas, los caminos y los árboles se vuelven contra ellos... aunque no estarán solos, pues recibirán la ayuda de un anillo mágico que puede manipular el clima y de dos fabulosos dragones.

Doneval es un libro con personalidad propia que rinde homenaje a los mitos y leyendas celtas pero a la vez sabe trascenderlos. Aunque la índole de sus personajes y su historia es arquetípica (el viaje que aquilata al héroe), la forma en que Dunstan Martin lo plasma tiene peculiaridades tan cautivadoras como originales. Sin ir más lejos Evan no es un héroe al uso, dotado e invencible; sino un muchacho común lleno de dudas que afronta una tarea titánica sin mucha preparación (como la propia vida). De hecho muchos tildan al personaje de insulso, frente a la fuerza y el colorido de sus acompañantes. Brincante acierta al enfocar al chico hacia sí mismo y no hacia un hueco destino. 
—¿Queréis decir que todo ha sido preparado con engaño, pero que aun así… se lo endosaron sin saberlo a la persona indicada?
—Exactamente. Eso mismo quiero decir.
—¿Pero cómo sabéis que fue eso lo que hizo Fijante?
—No lo sé. Es sólo una posibilidad. Y está bien que yo no esté del todo seguro, ni tú tampoco. Porque no sería bueno acometer esta Tarea pensando que el destino está escrito. Hay que creer en uno mismo, no en el destino. Nunca se llegará al final del camino si se cree haber llegado ya.
Aunque destinado a una audiencia joven, en ningún caso el autor se muestra condescendiente, ni sus protagonistas están ajenos a la incertidumbre. Cada aventura que afrontan les obliga a reflexionar sobre sus intenciones y la mejor forma de afrontarla. Evan cuestiona tanto su propio rol como el de la magia, mientras que Favila es un personaje empoderado avant la lettre (la obra fue escrita en 1978), siendo capaz de salvarse a sí misma cuando vienen mal dadas. 

A la tensión entre magia y realidad señalada más arriba hay que añadir la subversión de expectativas que con frecuencia el autor practica. Por ejemplo la capa de invisibilidad que Malidiera le regala a Evan le permite moverse sin ser detectado, pero tiene que vigilar su uso porque también es una trampa que puede hacerle desaparecer. Ni el héroe, ni la magia, ni los dragones o los gigantes son lo que esperamos en una obra de este tipo. Tampoco las reflexiones y debates que abordan los protagonistas que igual razonan sobre el valor de la autenticidad y la conveniencia de la simulación o recapacitan sobre la superación del maniqueísmo y la necesidad de los contrarios. Todo ello sin olvidar un maravilloso canto hacia el poder del lenguaje. 


Me llama la atención la filosofía de vida y el sentido moral que en la obra se elucida, tan sencillo como complejo: nadie es bueno o malo en términos absolutos. Los protagonistas se encuentran un mundo que va más allá de cualquier maniqueísmo. Así tendemos a ver a Ruino como el reino del "bien", frente a Oscuria que representaría el "mal". Pero en cuanto Evan penetra en ese reino desconocido rápidamente se da cuenta -y nosotros con él- de que allí las cosas están lejos de ser tan simples.
―¿Por qué crees tú que el río se ha secado y las cosechas se están perdiendo? Porque el río, que sale del Reino Prohibido, al final ha quedado también bloqueado por el hechizo. ¿Y cómo crees tú que hay que reforzar el hechizo? Mediante un sacrificio humano, como tú mismo averiguaste. Pero el sacrificio humano es malo. Y no se puede decir que el mago y sus amigos se portaran contigo como es debido, ¿verdad? Yo no estoy seguro de que sean muchos mejores que el mismísimo Nigromante. Está muy bien eso de no dejar pasar el mal. Pero no dejarlo pasar cometiendo otros males no es no dejarlo pasar; es dejarlo entrar por una puerta trasera, secreta y peligrosa. pág. 108
Doneval es otro ejemplo. Siendo la espada del Nigromante no por ello es perniciosa, ya que depende de quién la use y sus intenciones. Así lo expresa el mago Brigante cuando duda si aceptar a Favila en el grupo de Evan, toda vez que ha sido instruida por la bruja Malidiera: "como tú misma sabes, magia negra o blanca ¿Qué más da? Todo está en cómo se utilicen." De este modo Evan y Favila descubrirán y asumirán la necesidad de los contrarios o, lo que es lo mismo, que la luz es tan necesaria como la oscuridad. Ahí está Maldeseo, por ejemplo, que sólo es sombra e ilusión y por eso es perverso y falso. Aunque también Falsardo comete el error de querer ser solamente luz y por eso perdió una parte esencial de sí mismo, su sombra. 
—Pero yo no entiendo— intervino Evan— que Falsardo pudiera llegar a ser tan malo. Debería haber sido tan puro, tan — aquí hizo una mueca— tan absoluto.
—Pues por eso mismo Evan, —dijo Brincante sonriendo—. Incluso ahora que lo dices, no puedes por menos de sentirlo. Porque la oscuridad son dudas, incertidumbres. Si destierras la duda, si crees que estás en lo cierto todas veces y no corres riesgo de equivocarte, fíjate el mal que podrías hacer. Fíjate el mal que hizo Falsardo.
—Pero ¿por qué perdió toda su magia?
—La oscuridad son también las profundidades de la mente —dijo Favila—; esas partes de la persona que no son pensamiento puro, inteligencia pura, sino el ser humano que vive y que respira; lo que se es, más que lo se sabe. El corazón y las pasiones: el amor, la alegría, y sospecho que también el temor y el odio. La potencia vital que actúa en los lugares ocultos de la mente. Al despojarse de eso, Falsardo exorcizó su propia magia.
Y si dejas fuera la magia, ¿Qué pasa entonces? Que la magia se venga, que te  convierte en un monstruo de tinieblas.

Esta ambivalencia que nos constituye -el bien y el mal- acaba permeando todo el libro alumbrando sustanciosas dualidades. No sólo hay dos reinos y dos magos, si no que Evan tiene a su Doble y pronto descubrimos que Favila es la gemela estelar de la princesa Estrella de Ruino. Hasta el mensaje de la espada Doneval es dual pues puede significar ACCIÓN o DESEO. Este tema de los dobles o doppelgängers está más desarrollado aún en la segunda parte de esta dilogía, titulada precisamente Favila

Tampoco la magia de este mundo es tal como la esperamos. En estos reinos tiene un carácter netamente práctico y racional, además de estar directamente relacionada con la autenticidad. Durante una cena Evan cuestiona al mago Brincante que no le haya enseñado ningún conjuro, ni le haya dejado usar las botas de siete leguas para evitar las trampas y batallas de la travesía. Brincante le explica que la magia no es solo pronunciar fórmulas, sino que hay que vivirla y sentir su significado en el corazón. Esto hace que sólo Evan y Favila sean aptos para recuperar la Corona de la Unidad y decir el hechizo: son los únicos que han hecho el viaje y vivido lo necesario para que la magia obre su efecto. 

así llegamos al concepto de viaje, epítome de esta seductora obra y de tantas obras clásicas, en la que un inopinado protagonista, tras superar diversas pruebas, acaba convirtiéndose en un auténtico héroe. 
"Vos no recorristeis todo el camino. ¿No habríais podido sacaros de la manga unos cuantos pares más de botas de siete leguas para todos?
—Sí —dijo el mago—, habría podido. Pero no habría servido de nada. Porque ni siquiera la corona surte efecto si no se vive su significado. Este viaje, amigo mío, es su significado. Tienes que hacer el viaje, verdaderamente, tú y no otro. Nadie lo puede hacer por ti, como no puede hacer un rey que sus servidores coman por él. ¿Que un mago te lo hiciera todo más fácil con sus botas de siete leguas? No, eso no valdría de nada. La corona estaría muerta para ti, sería una mera obra de arte, una cosa bonita de metal y cristal, sin otra utilidad que la de ser comprada y vendida en un comercio.
—¡Y, naturalmente, eso es lo que es una obra de arte para la mayoría de la gente! —dijo Favila—. Algo que se pone en la pared para presumir. Dinero en la bolsa. Una cosa bonita, sin duda, pero que no habla."
El viaje de Evan y Favila es, sin duda, un viaje hacia el conocimiento y la autenticidad frente a las apariencias.

La historia, como se ve, es original y la prosa limpia y precisa, sin dar la espalda a la argumentación o la paradoja. No falta el humor que corre a cargo de un mago glotón como Brincante o de una nomenclatura de territorios y personajes de lo más pintoresca, donde no sólo está Doneval ―en el original Giftwish, compuesto por las palabras gift-regalo y wish-deseo―, sino también Montecenizo, el castillo de la Bruja Malidiera, el castillo de Cortacabezas, el tétrico paraje de Yermotriste o el castillo Medianoche del mago Maldeseo, que aparece y desaparece porque "tiene sus raíces, sus cimientos, en otro mundo distinto", a espaldas del nuestro. Este juego de unir dos sustantivos que en inglés es tan habitual, tiene en la traducción un correlato muy acertado.

Por nuestra parte, como lectores, podemos jugar a identificar entre la la multitud de elementos característicos de la literatura fantástica (hombres lobo, gigantes, capas de invisibilidad) los que homenajean claramente a Tolkien, como los detallados mapas de Ruino y Oscuria que abren los dos libros, la presencia de los anillos mágicos que maneja Favila, la importancia de las lenguas o los gigantes de roble que nos recuerdan sin remedio a los Ents, sobre todo porque también ellos perdieron a sus esposas.

Aunque subvierta muchos de sus arquetipos, como se ha dicho más arriba, el autor no duda en insertar su obra en la tradición de la fantasía épica y para que no quede duda de que el relato pertenece a una edad legendaria y remota comienza así: 
"Un día, hace ya muchos años, antes de que el primer herrero forjase la primera espada de hierro, antes de que las aguas del mar cubrieran Leonís y de que el último de los dragones volviera a las estrellas, arrastrando tras de sí la cola iluminada como un cometa..."



No puedo terminar sin referirme al tratamiento del lenguaje que el autor introduce en su obra. Siendo filólogo, como J.R.R. Tolkien, Dunstan Martin establece una preciosa relación entre el lenguaje de la magia y la poesía e incluso es capaz de inventarse la lengua en la que los magos practican su arte, el Hechices. También hay referencias a la perdida Lengua Antigua que se hablaba cuando el reino era uno y que ahora sólo hablan los magos, dragones y gigantes por ser las criaturas más antiguas. Todo ello acaba dotando a la obra de un encanto especial.
—Pero —dijo Evan—, si el lenguaje de la magia hay que vivirlo y sentirlo, ¿por qué no se usa nuestra propia lengua? ¿No es eso lo que vivimos y sentimos más de cerca?
—Sí, desde cierto punto de vista —dijo Favila, entrando en la conversación—. Pero no desde otro. Dime, Evan, ¿tú al hablar normalmente vas pensando en lo que significan las palabras?
—Claro.
—¡Qué va! —dijo Favila riendo—. Cuando vas al mercado de Villatrampa y pides una libra de mantequilla, ¿al pedirla sientes en la mano el peso de la libra? Cuando dices «mantequilla», ¿sientes la dorada mantequilla sobre la lengua?
—Hombre, no —dijo Evan—. Sí, tendrás razón. ¿Pero quieres decir con eso que una lengua distinta puede ser mejor?
—¡Sí, para que sientas el sabor de la mantequilla!
—¿Y eso por qué?
—Pues precisamente porque no es la lengua acostumbrada. Todos los sabores y colores, todos los aromas y texturas del mundo los llevamos aprisionados en el fondo del alma, tapados por el lenguaje. Verás, es que el lenguaje es como el dinero. Es un montón de moneditas que se pueden cambiar y permutar sin pensar. Tú, cuando sopesas un real en la mano, ¿piensas «Esto es una hogaza de buen pan negro»? No. Por la misma razón, cuando empleas la palabra «pan» no piensas en la cosa en sí, en los granos de cebada sobre la lengua, en el hambre que se te alza en el estómago. No. Lo único que haces es tirar la palabra «pan» sobre el mostrador como se tira una moneda. Es un mero indicador, no es una cosa de verdad.
—¿Pero por qué es mejor una lengua desconocida?
—Como te digo, precisamente porque es desconocida. Porque obliga a la mente a salir de sus hábitos. De su hábito de olvidar cómo es verdaderamente la realidad. Si has aprendido a vivir esa nueva lengua, sus palabras te llevarán directamente a la realidad, directamente a las cosas y los sentimientos reales que indican.
—Sí, es igual que la poesía —dijo Brincante—. En realidad es eso lo que es la poesía. La poesía reconstruye mediante las palabras el verdadero mundo real, sin desgastar. Aquel en el que se vivía de niño, cuando el mundo era nuevo y cada gusto y cada sensación se saboreaban hasta el fondo.

Pues eso, saboreémosla hasta el fondo.









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Mi edición es, por supuesto, la de Austral-Juvenil que cuenta con una espléndida traducción de María Luisa Balseiro y una ilustraciones y letras capitulares de Juan Carlos Eguillor que dan al libro el carácter de un manuscrito medieval. He utilizado algunos ejemplos en esta entrada.

domingo, 3 de octubre de 2021

El JARDÍN SECRETO - de Frances Hodgson Burnett




Seguro que os ha pasado y quizás en no pocas ocasiones: Ese momento en vuestra vida en que de pronto os encontráis con un libro o una película en donde os reconocéis en vuestra situación actual y su visionado o lectura os provoca un clic, una comprensión instantánea del problema que te ayuda a resolver el nudo que te está asfixiando. La ficción te da la clave para resolver una situación convulsa y real. El destino ha querido ponerme en una encrucijada. Después de unos meses de acoso laboral que me había provocado un episodio de intensa ansiedad, ésta había derivado en una obsesión vengativa. Me encontraba en un círculo vicioso donde sólo pensaba en desquitarme. Nunca en mi vida había sentido un odio tan profundo por alguien y la obsesión ocupaba todas la horas del día y de la noche, provocándome un insomnio pertinaz y enfermizo.

Pero la fortuna es caprichosa y puso a la vez en mis manos este libro y la serie La víctima, de la que pronto hablaré aquí. Pareciera que un terapeuta me hubiera puesto deberes. Las dos historias me enseñaron que el odio y la amargura se alimentan de sí mismos y cuanto más los cebas, más te poseen y te destruyen. Convierten tu vida en una pesadilla. Necesitaba un clic para liberarme y esta sencilla novela sobre unos niños resentidos y aquella serie sobre una madre que sólo vive para vengarse del asesino de su hijo adolescente, me han ayudado a pasar página y asumir que odiando sólo cavamos hacia abajo en el pozo en que nos encontramos.
Ya lo dijo Nelson Mandela: "Al salir por la puerta hacia mi libertad supe que, si no dejaba atrás toda la ira, el odio y el resentimiento, seguiría siendo un prisionero". Hay que pasar página, no condenarse a sí mismo y reiniciar tu vida con sus retos e ilusiones.

El jardín secreto es un pequeño y sencillo clásico que habla del paso de la niñez a la juventud y de cómo bregamos con eso tan difícil e ignoto que es la vida. 



El libro relata la historia de dos niños que, abandonados por sus padres, reaccionan comportándose de forma tiránica y cruel. Mary Lennox es una niña feúcha y mandona que vive en la India donde su padre trabaja para el gobierno inglés. Sus padres no le hacen mucho caso y abandonada al cuidado de los criados se ha convertido en toda una tirana. Pero, de pronto, un terrible brote de cólera arrasa la ciudad y mata a sus padres. Sola en el mundo, la pequeña es enviada a la mansión que su tío Archibald Craven posee en los fríos páramos del norte de Inglaterra. La vida no le sonríe. Al solitario caserón se une que su tío está amargado por haber perdido a su hermosa mujer y viaja constantemente, dejando abandonado a su hijo, un niño desdichado y colérico del que se dice que pronto morirá.

Niño y niña viven en la misma mansión sin verse, compartiendo un espacio frío y remoto en un mundo que les da la espalda. Su amargura viene de lejos. Ambos fueron ocultados de pequeños por ser enfermizos y feúchos. Ahora el niño está encerrado en una recóndita habitación donde está prohibido entrar; mientras que la niña vaga solitaria por una gigantesca mansión que cuenta con más de cien puertas cerradas a cal y canto. La soledad y la rabia hacia un mundo que los condena, convierte a estos niños en unos seres rencorosos y vengativos. Pero como dijo el poeta Robert Frost: "Puedo resumir en tres palabras todo lo que he aprendido de la vida: la vida sigue". Y será la vida en forma de personas sencillas y de una naturaleza que más que nunca se convierte en el diapasón de nuestras emociones, la que encauzará la experiencia vital de estos pequeños. 

De forma directa y clara los leves misterios de este imperecedero clásico van tomando forma: desde el llanto desesperado que resuena por los corredores de la mansión, hasta la aparición de un viejo jardinero gruñón o la de un petirrojo cantarín que parece conocer más de un secreto. Todo confluirá hacia ese misterioso muro que esconde una puerta tras el follaje, condenada desde hace más de diez años. 



Pero no pensemos que es una historia mágica y ñoña. Nada más lejos de la realidad. La magia del relato la aportan los personajes, con su sufrimiento y posterior sanación. Mary Lennox no es la típica niña buena de un cuento de hadas. De hecho el relato comienza así: "Cuando mandaron a Mary Lennox a vivir con su tío a la mansión de Misselthwaite, todo el mundo dijo que era la niña más desagradable que jamás hubiera visto". Es una niña déspota y sin pelos en la lengua. En la India no tenía reparo en insultar a la criada llamándola "cerda" o "hija de cerda", sabiendo que era el peor insulto para un indio. 
Su reacción ante esto es aislarse y convertirse en una persona hosca y poco amigable. "No lloró, pues no era una niña afectiva y jamás se preocupaba de los demás. Pero estaba asustada y también resentida porque nadie se acordaba de su existencia”.
Por su parte el sufrimiento de su primo Colin es la amenaza de muerte que lo mantiene desahuciado en una habitación en la que está prohibido entrar. Ambos niños están intimidados por la enfermedad y la depresión; siendo su reacción de ira y furia. Será el contacto con las gentes sencillas y su trabajo diario, además de con la naturaleza y sus ritmos y estaciones, el asidero que encontrarán para aliviar su dolor e iniciar su crecimiento.

Al principio Mary atormenta a la doncella que le asignan, Martha; pero luego comienza a interesarse por las historias que ésta le cuenta, particularmente las de su angelical y rudo hermano Dickon, de 12 años, que es capaz de comunicarse con los animales. El misterio adquiere la categoría de reto, cuando Martha le refiere la historia del jardín amurallado. Era el jardín predilecto de la difunta Sra. Craven, pero después de su muerte el marido ordenó condenar la puerta y enterrar la llave en el campo. Mary está decidida a entrar en ese lugar mágico en el que su tía encontraba paz y consuelo. 



Llama la atención cómo la niña encuentra en el páramo -antes adusto y fiero- el estímulo que necesita para liberarse de su rencor y volar. Este cambio radical lo provoca el pequeño Dickon con su vitalidad y energía, ayudado por un petirrojo alegre y provocador:
"En ese momento le estaba sucediendo algo muy positivo; en realidad, le habían sucedido cuatro cosas positivas desde que llegó a Misselthwaite: le había parecido que podía entender al petirrojo y que él la entendía a ella; había aprendido a correr al aire libre hasta que entraba en calor; tenía apetito a todas horas por vez primera en su vida; y, por último, había aprendido a apiadarse de los demás. Iba por el buen camino". p.59
En el relato la naturaleza juega un papel esencial. Es la razón del cambio que dota a Mary de un vigor desconocido. Parece decirnos que para crecer primero tenemos que enraizarnos. Los niños exploran juntos el jardín, cortan las ramas muertas y plantan semillas para revitalizarlo. Transformándolo se transforman a sí mismos en personas más felices y saludables. La niña abandona el tono imperioso que utilizaba en la India y aprende a escuchar y a relacionarse con todo lo que la rodea. El petirrojo hace que Mary empiece a reír, a jugar y a comer hasta convertirse en una niña preciosa. También el páramo, con su paisaje agreste y frío, fortalece a Mary y despierta en ella sentimientos de compasión: “El frío del Páramo le estaba limpiando las telarañas de su joven cerebro y, poco a poco, todas las cosas que la rodeaban comenzaron a llamar su atención”.

El Jardín Secreto es un relato inspirador, un espacio que representa la transformación de la naturaleza y también de nuestro interior. Un lugar de descubrimiento y sanación en el que los niños acompasan sus sentimientos a la regeneración de plantas y flores. Podría decirse que el jardín representa ese espacio de nuestra intimidad que a veces nos es desconocida y que cuando lo encontramos nos ayuda a crecer y nos acompaña en la soledad. Así llega a percibirlo Mary: “El jardín le parecía extraño y le daba la sensación de estar a cientos de millas del resto del mundo; pero no se sentía sola”. 



La historia de estos primos conspira contra el orden establecido (el médico de Colin insiste en protegerlo e inmovilizarlo) y también contra nuestros propios temores. La primera vez que Mary se encuentra con el petirrojo le llama la atención que esté solo, como ella. En ese momento reflexiona que "estar sola era precisamente una de las cosas que más la hacían sentirse contrariada". Pero el jardín le ayuda a experimentar el ciclo de las estaciones, la poda, el ensuciarse las manos con la siembra. Allí pasa las horas absorta en el trabajo y descubre la intimidad, "la soledad acompañada" que proporciona la naturaleza. 

El secreto del jardín es proporcionar la cadencia  de la vida. Yo lo relaciono con el clásico tropo del "locus amoenus" que viene desde Homero y Virgilio pasando por Petrarca hasta llegar a Garcilaso de la Vega y al Shakespeare de Sueño de una noche de verano: un lugar grato y deleitoso que nos ayuda a superar el dolor y descubrir el calor de las relaciones humanas; donde la naturaleza se convierte en el antídoto de la depresión y la tristeza.
"Los pensamientos, los simples pensamientos, son tan poderosos como las pilas eléctricas, tan beneficiosos para uno como la luz del sol o tan perjudiciales como el mismo veneno. Así pues, permitir que penetre en la mente un pensamiento triste o negativo es tan peligroso como dejar que entre en el cuerpo un germen de escarlatina. Y si se permite que una vez dentro se quede allí, es posible que no nos podamos deshacer de él en la vida." pág. 290
Busquemos nuestro jardín secreto.

martes, 6 de abril de 2021

El ARCHIVO - de V. E. Schwab



El Archivo al que se refiere el título es una dimensión paralela a la realidad donde se almacenan todas las vidas y recuerdos de quienes van muriendo. Todos los muertos se convierten en Historias que quedan depositadas y ordenadas en infinidad de anaqueles. Para custodiar el Archivo están los Bibliotecarios y por si una Historia se despierta e intenta escapar a través de los Estrechos están los Guardianes y las Brigadas.... porque a veces las Historias se despiertan y se vuelven peligrosas.
"Vamos en coche en dirección norte para poder estar en casa para mi cumpleaños, aunque yo preferiría quedarme contigo a soplar las velas. Ben duerme en el asiento trasero, y durante todo el camino de vuelta, me cuentas historias acerca de tres lugares.
El Exterior, sobre el que no gastas demasiado tiempo porque es todo lo que nos rodea, el mundo normal, el único que la mayoría de la gente conoce.
Los Estrechos, un lugar de pesadilla, de pasillos sucios y susurros distantes, de puertas y de una oscuridad espesa como el hollín.
Y el Archivo, una biblioteca de muertos, vasta y templada, de madera, piedra y cristales de colores, y una sensación de paz en toda su extensión.
Mientras conduces y hablas, una mano guía el volante y la otra juega con la llave que llevas en el cuello.
-Lo único que los tres lugares tienen en común -dices- son las puertas. Puertas para entrar y puertas para salir. Y las puertas necesitan llaves." pág 16
La novela alumbra un mundo nuevo y original lleno de misterios y Schwab traza en él una aventura de ritmo trepidante donde continuamente se traspasa la delgada línea que hay entre pasado y presente, entre confianza y traición. Pero, sobre todo, asistimos al paso de la jovencita protagonista -Mackenzie- hacia la edad adulta a través de experiencias traumáticas y pérdidas insoportables.

En la novela están muy presentes los temas de la muerte y del pasado. Mackenzie se ha preparado desde niña para ser Guardiana. Su abuelo Da le enseñó el oficio y los recovecos de El Archivo y ella lo tiene muy presente; a lo largo de la novela aparecen epígrafes en negrita donde Mac recuerda sus conversaciones y enseñanzas. Pero además de a su abuelo, Mac ha perdido recientemente a su hermano pequeño Ben y todavía está de duelo. El otro asunto es el pasado y cómo puedes aprender de él o manipularlo. Para cotejarlo los Guardianes tienen una capacidad única, pueden "leer" la historia de objetos y personas cuando entran en contacto con ellos. Así  Mackenzie puede conocer el pasado de las personas o lo que ha ocurrido en una habitación con sólo tocarlos.  


Comienza la novela con el trasladado de los padres de Mackenzie a una nueva ciudad, allí vivirán en El Coronado, un antiguo hotel transformado en apartamentos, donde regentarán una cafetería. Las habitaciones de El Coronado guardan oscuros misterios y asesinatos que empujarán a Mac a investigar uno de los más horribles crímenes cometidos allí, el de la joven Regina. Pero esta investigación tendrá que compatibilizarla con su trabajo de Guardiana. El Coronado es un lugar perfecto, con su laberinto de pasillos y puertas, para acceder a los Estrechos, esos oscuros y polvorientos pasillos de la otra dimensión, donde van a parar las Historias que se escapan del Archivo y quieren llegar al Exterior. 

Capturar Historias puede ser muy peligroso. En principio están confusas y no saben qué ocurre, pero al poco tiempo tienden a colapsar y cuando están enfurecidas pueden causar tu muerte.
"Cuando las Historias están lo bastantes desbordadas, empiezan a ver a otras personas cuando te miran. Ven a quienquiera que anhelen o necesite u odien o amen o recuerde, y eso lo vuelve todo mucho más confuso todavía. Los hacer caer más rápido en la locura." pág. 29
Por muchos motivos Mackenzie se encuentra en una encrucijada. No sólo añora a su abuelo sino que recientemente ha muerto su hermano pequeño y Mac lucha cada día con la tentación de recuperar su Historia. ¿Podría encontrarlo en el Archivo y hacerlo revivir?. Aunque el momento es el menos adecuado; en esos momentos el Archivo está sometido a una gran perturbación; cada día son más las Historias que se escapan a los Estrechos y Mackenzie no da abasto. 


Además Mackenzie ha conocido en los Estrechos a Wesley y Owen. El primero es un Guardián que ha acudido a ayudarla pero el segundo es una Historia de lo más extraña. Por un lado nunca se "desborda" y por otro le pide ayuda a Mackenzie para que reconstruya los momentos previos a su muerte, cuando su hermana Regina le dejó una serie de mensajes secretos escondidos por el edificio que todavía no ha podido reunir. Mackenzie comparte con Owen la pérdida de un ser querido y su relación con él siempre será extraña y atormentada.
"-Era 1953. Mi familia vivía en el Coronado desde hacía ya dos años. Regina tenía quince. Yo, dieciocho y acaba de mudarme; solo -dice Owen con los dientes apretados-, justo un par de semanas antes de que pasara. No lejos, pero ese día hubiese dado lo mismo que fueran países o mundos de distancia, porque cuando me necesitó, yo no estaba allí.
Las palabras me atraviesan. Son las mismas que me he dicho a mí misma miles de veces cuando pienso en el día que Ben murió." pág. 193
Uno de los puntos fuertes de Victoria Schwab son sus fascinantes ambientaciones. Ya lo hizo en las trilogías Sombras de Magia, con esos cuatro Londres paralelos, y La Ciudad de los Fantasmas, con ese Edimburgo lleno de fantasmas, pasajes y torreones. Mientras que aquí crea toda una dimensión con el misterioso Archivo y sus Estrechos que tiene su correlato exterior en El Coronado, un edificio antiguo que guarda su propia historia. Victoria Schwab construye todo este mundo de muertos e Historias con sus propias normas y categorías perfectamente articuladas; como que los Bibliotecarios son los únicos que pueden leer las Historias o que los Guardianes poseen llaves singulares para abrir puertas en los Estrechos: unas llevan de vuelta al Archivo, otras conducen al Exterior y las hay que se abren a lugares remotos y vacíos. 


La novela está narrada en primera persona y eso hace que el desarrollo del personaje protagonista sea extraordinario. Ante nuestros ojos sufre y evoluciona, revelándonos sus miedos y anhelos. Los recuerdos con su abuelo refieren todo un aprendizaje; pero tanto sus padres como los dos chicos de los Estrechos están un tanto desdibujados. Sin embargo la historia está muy bien trabada y el misterio que rodea al sombrío Owen acabará siendo determinante. 

El libro se bebe en dos tardes gracias a una escritura muy funcional y cinematográfica. Aunque tiene una continuación -El vacío- este primer volumen está cerrado perfectamente. De hecho, la segunda parte de esta bilogía parece pensada a posteriori, ya que tanto el escenario como los misterios y aventuras que narra son menos potentes y más previsibles. 








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Victoria E. Schwab (1987) es una de las autoras más exitosas de la literatura juvenil y fantasy. Con sólo 20 años ya se encaramó al número 1 del New York Times. Comenzó su carrera literaria en 2011 y ha cosechado éxitos enormes como la saga Villanos (2013), una historia retorcida de amistades, celos, traición y venganza entre Víctor y Eli, antiguos amigos convertidos en enemigos. Otro éxito fue la trilogía Sombras de Magia, protagonizada por Kell, un Antari, mago de sangre que puede viajar entre universos paralelos, y Lila, una ladrona callejera que quiere convertirse en pirata y experimentar grandes aventuras. Sus peripecias transcurren entre los cuatro Londres que conviven en dimensiones paralelas: Black London (destruido por el mal uso de la magia), Grey London (el que conocemos), Red London (del que es Kell) y White London (gobernado por los sádicos gemelos daneses). 
Posteriormente Schwab publicó la bilogía de El Archivo y continuó sus éxitos con La vida invisible de Adeline LaRue (Umbriel), sobre una muchacha que vive en la Francia de 1714 y escapa de un matrimonio arreglado gracias a un pacto con un desconocido que se hace llamar Lucas, que no es otro que mefistófeles. esta obra representa un cambio de paradigma en la autora y revitaliza el viejo mito de Fausto en clave femenina y con personajes de la comunidad LGBT. 
También hay que destacar la saga de La Ciudad de los Fantasmas, sobre las peripecias de Cassidy Blake en Edimburgo, una adolescente que se ve envuelta en una épica batalla entre fantasmas y humanos mientras descubre que puede ver más allá del "velo" que separa el mundo humano del espectral. 

El éxito de Schwab está llevando sus obras a las pantallas: Adeline LaRue está a punto de convertirse en película, mientras que Sombras de Magia y las Crónicas de Cassidy Blake se convertirán en series. 




* Las imágenes que ilustran el texto pertenecen al videojuego Medium, creado por el estudio Bloober Team  

sábado, 12 de diciembre de 2015

Una ARRUGA en el TIEMPO - de Madeleine de l´Engle

















En el blog eltemplodelasmilpuertas.com encuentro este libro olvidado y me lanzo a por él.



"¿Cómo es posible que una novela que habla de física cuántica, que es un clásico en Estados Unidos, que ya ha sido llevada a la pantalla y que es sólo la primera de la serie de más éxito de su autora se haya convertido ya en un libro olvidado? Quizá la respuesta sea que nos llegó demasiado pronto. Quizá se deba a que se trata de una historia original, extraña, diferente, ecléctica y casi inclasificable. Quizá los jóvenes lectores españoles no estuviesen preparados para leerla entonces... pero tal vez lo estemos ahora.


Una arruga en el tiempo cuenta la historia de Meg Murry, una chica con problemas para adaptarse en el colegio; tiene un carácter peculiar, es muy inteligente y además es hija de una pareja de científicos. Su padre desapareció tiempo atrás en extrañas circunstancias, pero su madre no ha perdido la esperanza de volverlo a ver. Además Charles Wallace, su hermano pequeño, a quien la gente del pueblo toma por un retrasado, es en realidad un extraordinario niño prodigio que, a sus cuatro años, ya piensa y razona mucho mejor que la mayoría de los adultos. Su mente posee una percepción muy sensible que le permite ver más allá de las apariencias. Es por esto por lo que Charles Wallace resulta ser el primero en adivinar que detrás del trío de extravagantes ancianas conocidas como la señora Qué, la señora Cuál y la señora Quién se esconde un increíble secreto que puede llevar a ambos hermanos hasta otros mundos. Es así como Charles Wallace, Meg y su amigo Calvin O’Keefe descubren lo que es un teseracto, es decir, una arruga en el tiempo, y guiados por estas tres mujeres emprenden un viaje a través de diversos planetas en busca de su padre desaparecido. En ellos conocerán a gente sorprendente, recorrerán paisajes misteriosos y se enfrentarán a grandes peligros, para encontrarse finalmente con que el mayor defecto de Meg puede ser su mejor aliado y el más preciado don de Charles Wallace puede suponerle su perdición. ¿Hasta dónde les llevará la “arruga en el tiempo”? ¿Encontrarán al desaparecido señor Murry? ¿Qué es el enigmático ELLO, y de qué está formada esa misteriosa nube de oscuridad que amenaza a algunos de los mundos?
Una arruga en el tiempo es una novela difícil de definir. Se podría decir que es una mezcla de fantasía y ciencia-ficción con toques “New Age”. Fue publicada en inglés por primera vez en 1962 y en su trama ya aparecían conceptos manejados por la física cuántica, que entonces sonarían extraños a los jóvenes lectores pero que no resultan tan desconocidos para el lector actual. Quizá debido a esto el libro pasó nada menos que por las manos de veintiséis editores antes de ver la luz. Pese a ello, una vez publicado se convirtió en un clásico por derecho propio, con más de 70 ediciones hasta el momento. La historia no tardaría en crecer hasta convertirse en la llamada Serie de Kairos, compuesta por dos tetralogías: por un lado, The Time Quartet o “primera generación”, que comprende los títulos A Wrinkle in Time (1962), A Wind in the Door (1973), A Swiftly Tilting Planet (1978) y Many Waters (1986), y tiene como protagonistas a los hermanos Murry; y por otro, la “segunda generación”, cuyos personajes pricipales son los O’Kefee, y que está formada por las novelas The Arm of the Starfish (1965), Dragons in the Waters (1976), A House Like a Lotus (1984) y An Acceptable Time (1989). El primer título fue publicado por Alfaguara en el año 1988, pero actualmente está descatalogado, y nos tememos que los otros libros de la serie ni siquiera llegaron a publicarse en España. Disney llegó a rodar una película para televisión basada en esta primera novela, pero tampoco llegó a España, aunque por lo visto en este caso no nos perdíamos mucho: hasta la propia autora reconocía que la película era mala.

Ilustración de Zuzanna Celej para la edición de Círculo de Lectores
Hace muy poco que Madeleine L’Engle pasó a ser una “autora de ayer”: falleció en 2007 tras una carrera repleta de éxitos literarios. Es conocida en Estados Unidos precisamente por su extensa bibliografía compuesta sobre todo por novelas de fantasía para jóvenes. Sin embargo, sus años de gloria coincidieron con una época en la que en España no se publicaba mucha literatura fantástica, lo cual podría explicar por qué resulta tan desconocida para nosotros. Además de ser escritora, trabajó como profesora y como bibliotecaria y siempre fue una voraz lectora y una mujer de mente abierta a la que le interesaban mucho los avances científicos, algo que se ve reflejado en su obra. Sin embargo, esto no estaba reñido con unas profundas creencias religiosas: Madeleine L’Engle era episcopaliana, una rama del cristianismo que cree en la salvación universal debida a la bondad infinita de Dios. Y ciertamente hay un matiz religioso en su obra, que se aprecia también en Una arruga en el tiempo; esto provocó reacciones contradictorias ante sus libros: mientras que algunos críticos la acusaban de ser demasiado religiosa, había librerías cristianas que prohibían sus obras por todo el país.

Polémicas aparte, Una arruga en el tiempo sigue siendo, a pesar del medio siglo que ha pasado desde que se escribió, una novela ágil, amena, emocionante y, sobre todo, tremendamente original en algunos aspectos. Ojalá pudiésemos arrugar el tiempo y regresar a la época en la que era fácil de encontrar en todas las librerías. Y si no, pues sólo nos queda desear que después de un breve salto al futuro podamos volver a verla “rescatada”, pero esta vez acompañada del resto de libros de la saga. Desde la Tierra hasta Camazotz, desde Marte hasta Uriel. Los mundos de Madeleine L’Engle aún merecen ser explorados."




Camazotz es un extraño mundo donde todos actúan de una forma semejante:  "En Camazotz todos somos felices porque todos somos semejantes. Las diferencias crean problemas"

Posteriormente los dos hermanos y su amigo Calvin llegarán a un mundo sin luz:
"-¿Qué es eso de la oscuridad? ¿Qué es eso de la luz? No lo comprendemos. (...) Nos han dicho que nuestra atmósfera es lo que ellos llaman opaca, que por lo tanto las estrellas no son visibles, y luego se han sorprendido de que conozcamos las estrellas, de que conozcamos su música y los movimientos de su danza mucho mejor que los seres como vosotros, que os pasáis horas estudiándolas a través de lo que llamáis telescopios. Nosotros no entendemos qué significa eso de ver.
-Bueno, se trata de la apariencia de las cosas -dijo Meg, impotente.
-Nosotros no conocemos la apariencia de las cosas, como dices tú -dijo la bestia-. Nosotros sabemos lo que las cosas son. Debe ser algo muy restrictivo, eso de ver."

La serie Lost, muy dada a colar en sus planos libros con un alcance misterioso, nos descubrió a Sawyer leyéndolo en el episodio 18. 

jueves, 24 de septiembre de 2015

El CORREDOR del LABERINTO -


Recién estrenada (en cine) la segunda parte de esta saga, Las Pruebas, ya se puede avanzar que esta trilogía (+precuela) presenta una sugerente idea inicial que se va diluyendo rápidamente según avanzan los tomos y las cintas.

De inicio nos encontramos, in media res, con unos chicos aislados en "el claro", una especie de isla rodeada de altos muros que esconden mortales laberintos: Los muros que delinean sus calles cambian de un día para otro y por sus recodos acechan informes monstruos. La llegada del "chico especial" Thomas, hará cambiar las cosas y finalmente lograrán encontrar la salida. 

En el segundo libro y película, Las pruebas, salen al mundo exterior, un mundo apocalíptico donde la humanidad ha sido diezmada por un virus que transforma a las personas en una especie de zombis, "los raros". Detrás del laberinto está la organización CRUEL, que utiliza a estos jóvenes como cobayas para encontrar una cura. Por su parte un puñado de hombres libres se ha refugiado en las montañas. Ambas facciones anhelan contar con el grupo de jóvenes huidos del laberinto; son inmunes al virus y pueden ser la esquiva solución a sus males. 

Los libros son sencillos, pero absorventes y entretenidos. Su acción te lleva en volandas. El primero aprovecha dos misterios. El de la caja, un montacargas que asciende desde un pozo incógnito e introduce cada vez a un muchacho en este mundo cerrado. Y el de la salida del laberinto. Entremedias asistimos a la organización social de esta pequeña comunidad de muchachos: los corredores, los recolectores, los sanitarios, de cocina, etc. 

Entre el juego y la seriedad juvenil, esta nueva sociedad que entre todos van creando elude reflexiones mayores, como las que se producían, por ejemplo, en otra isla de autogobierno juvenil, "El señor de las moscas", de William Golding. En esta obra maestra un grupo de niños tienen que sobrevivir en una isla, lo que les obliga a refundar una sociedad en la que se retratada la condición humana y la naturaleza del mal, sobretodo asociada al ejercicio del poder. 

La primera película adaptaba con solvencia el libro. El terrible ejercicio de supervivencia y el misterio del mundo exterior que los condenaba mantenía la tensión. Pero esta segunda es repetitiva y carece de enjundia. Correr, correr y correr. Los guionistas han pensado que si los muchachos se pasan el día corriendo, el suspense se da por supuesto; pero no es así. Todo resulta banal. El laboratorio donde descubren a sus compañeros entubados o el enfrentamiento con los "raros", afectados por "la quemadura", apenas tienen entidad. No son más que excusas para seguir corriendo sin parar. 

El novel director Andrés Muschietti, autor de la magnífica Mamá, ideó un cortometraje de tres minutos que enamoró a Guillermo del Toro. Éste se ofreció a producirle un largo y el propio Muschietti reconoció que la mayor dificultad que afrontó fue "tener que dar respuesta a las situaciones planteadas". Muschietti consiguió dar fuste a aquella germinal idea, nos ofreció un hilo narrativo coherente y un desarrollo que enriquecía los planteamientos iniciales.

Dashner por su parte, parece que encontró una situación de partida muy interesante; pero no consiguió darle continuidad. Tanto Las pruebas como La cura mortal parecen de relleno y están lejos del interés inicial. Todo el batiburrillo de zombies, robots asesinos y lazos de amistad y resistencia en un mundo apocalíptico parece un refrito sin fin.






Salgo del cine reflexionando sobre las exitosas sagas juveniles, al estilo de Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins, El Corredor del Laberinto o  "Across the universe" de Beth Revis. Me llaman la atención algunas similitudes que comparten. Me pregunto si podemos rastrear en ellas un sustrato de la visión que los jóvenes tienen del mundo.

Probemos:
-La acción que presentan transcurre en futuros distópicos. 
-Los mundos son más bien agonizantes y la sociedades que los pueblan están fuertemente jerarquizadas, sometidas a un líder absoluto y dictatorial.
-Todo está perfectamente organizado, pero de forma rígida y cerrada. Los roles de las personas están muy definidos y suelen ser castrantes. Más parecen cárceles que otra cosa.
-Siempre aparece un joven carismático (aunque en el caso de El corredor del Laberinto no se sabe el por qué de su carisma) que decanta la rebeldía y ejerce de líder mesiánico, motor del cambio.


Según esto los jóvenes se ven en un mundo agónico, sometidos a rígidas normas que viven como una cárcel. Se les obliga a una normalización castrante que les hace soñar con la aparición de un líder que seguir en pos de la libertad. Como se ve, todo un diggest de psicología social y construcción de identidad clásica.

Quizás el acierto de la película "Los juegos del hambre: En llamas", la mejor adaptación cinematográfica hasta ahora; haya sido contar con una heroína como Jennifer Lawrence que dota al personaje de una cierta complejidad y sobretodo de una emotividad muy superior a la de este corredor extenuante.

Es verdad que se habla de democracia, amistad, ética, organización social y rebelión... pero estos libros son lo que son, puro entretenimiento. Sin más. Para encontrar otras profundidades hemos de visitar otros caladeros; obras como la citada, Rebelión en la granja,  1984  o Un mundo feliz.

martes, 24 de junio de 2014

El RITUAL - de Margaret Mahy












En una época de verdadero hartazgo en cuanto a sagas juveniles que repiten las más manidas fórmulas de éxito, se hace verdaderamente difícil encontrar algo nuevo y fresco. Paradójicamente fui a encontrarlo en una librería de viejo, El Libro Errante de Málaga, y por sólo 5 euros.
El ritual está descatalogada desde antes de que se pusiesen de moda las redundantes trilogías de amores vampíricos y distopías varias. Pero a cambio, el que la encuentre, disfrutará de una historia con ecos clásicos que se desarrolla con mucha naturalidad y gran ritmo.

Laura es una adolescente que tiene premoniciones aunque nadie le hace caso. Su sentido especial le avisa cuando a su alrededor se va a producir algo extraordinario. Cuida de su hermano pequeño, Jako, de tres años, y tiene una madre bastante disfuncional. Un día, al volver del colegio, se paran a mirar el escaparate de una tienda de juguetes y antigüedades. La regenta Carmody Braque y mediante una añagaza logra imprimir su marca en la mano de Jacko. Este inocente gesto pondrá al pequeño al borde de la muerte. El Sr. Braque es un súcubo que aprovechará este vínculo para absorber su esencia vital.

Jacko se consume sin que nadie acierte a remediarlo. Está siendo vampirizado, pero la única que sabe lo que pasa en realidad es Laura y para defender a su hermano necesitará ayuda. Su sentido especial le guía hasta un extraño compañero de instituto, Sorry, un brujo rebelde que no se acepta como tal.

El relato hace referencia a Alicia a través del espejo puesto que Laura, para acercarse a Carmody y vencerlo, habrá de cruzar el umbral de sus percepciones y transformarse.
La madre y la tía de Sorry le servirán de guías en el ritual para acceder al mundo de las brujas, enfrentarse a Carmody y recuperar a su hermano.

Narrado con encanto y naturalidad, sin efectismos baratos, ni historias de amor ridículas; el relato versa sobre la amistad y la aceptación de uno mismo.

Margaret Mahy introduce lo fantástico de una forma muy natural, como en sordina, y capta muy sutilmente las relaciones entre los jóvenes, sus sentimientos y frustraciones. Los diálogos son espontáneos, las discusiones familiares están cargadas de ironías y puyas.

El libro despliega una excelente caracterización de los personajes, desde los adolescentes que comienzan a descubrir al sexo opuesto, hasta los adultos que, en el fondo, están tan perdidos como ellos.

Margaret Mahy, 1936-2012, es una autora neozelandesa cuya obra más conocida en España es El secuestro de la bibliotecaria, publicado en 1978 con la famosas ilustraciones abocetadas de Quentin Blake. Se trata de un ingenioso relato que se acerca con humor a la introducción de los lectores en el mundo de los libros. 

Reeditado permanentemente, quizás su éxito se deba a la sencillez y simpatía con que está contado. No olvidemos que la bibliotecaria secuestrada, al abrir el cofre de las historias logra cambiar a los malvados.

Otra de sus obras es El catálogo del universo, perspicaz historia sobre cómo enamorarte de tu mejor amigo.


También en Espacios peligrosos hay niños y familias. Anthea ha sufrido la pérdida de sus padres, muertos en un misterioso accidente. Este dolor le hace evadirse de lo cotidiano, que le resulta extraño, e ingresar en otra dimensión: Viridian. La familia Wakefield y el mundo de Viridian se conectan a través de dos niños fantasmas, Grifo y Leo, y dos niñas reales, Anthea y Flora. Poco a poco, Anthea descubrirá los peligros que entraña Viridian y necesitará la ayuda de sus amigos para escapar.

En El aparecido (medalla Carnegie 1982) Barney Palmer, un niño de ocho años, recibe las visitas del “fantasma” de su tío abuelo Cole, que la familia creía muerto. Estas apariciones acercan a Barney a la realidad de su familia, algunos de cuyos miembros poseen dones mágicos. Entre el tío abuelo Cole y la bisabuela de Barney, decidida a combatir la magia, se establecerá una pugna que acabará afectando a toda la familia.

Los relatos fantásticos de Margaret Mahy abundan más en el humor y la amistad que en atmósfera opresivas. La autora recibió en 2006 el Premio Hans Christian Andersen, el más importante de la literatura infantil y juvenil.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Un monstruo viene a verme

de Patrick Ness
sobre una idea de Siobdan Dobb







Tiene razón el monstruo de este libro cuando dice que "las historias son criaturas salvajes, muy salvajes, y salen disparadas en la dirección que menos esperas".

Conor es un niño que tiene una pesadilla recurrente y cuya madre padece cáncer. Las visitas de su abuela y un grupo de compañeros maltratadores del cole son las otras pesadillas que rodean a Connor.
En esta situación una noche se despierta ante un nuevo terror, el tejo de la vieja rectoría ha echado a andar para plantarse en el jardín de su casa. Ha ocurrido a las 00:07 de la madrugada en punto y así será cada noche que reciba su visita.

El monstruo no es uno cualquiera. Es muy antiguo y sólo en contadas ocasiones echa a andar. Connor se revelará contra él,  lo que le cuenta le confunde y lo que le exige le hace huir. Busca la verdad.


-¿Que quién soy? -rugió de nuevo-. ¡Soy la espina dorsal que sostiene las montañas! ¡Soy las lágrimas que lloran los ríos! ¡Soy los pulmones que respiran el viento! ¡Soy el lobo que mata al gran ciervo, el gavilán que mata al ratón, la araña que mata a la mosca! ¡Soy el gran ciervo, el ratón, la mosca que son comidos! ¡Soy la serpiente del mundo que se devora la cola! ¡Soy todo lo que no está domesticado y no se puede domesticar! -Acercó a Conor uno de sus ojos-. Soy esta tierra salvaje, y he venido a por ti, Conor O´Malley.
-Pareces un árbol.
El monstruo lo apretó hasta que Conor empezó a gritar. 
-No echo a andar todos los días, muchacho, solo cuando es cuestión de vida o muerte. Y espero que se me escuche.
El monstruo aflojó la presión y Conor pudo respirar de nuevo. 
-Vale, ¿y qué quieres de mí?
El monstruo esbozó una sonrisa diabólica. El viento se aplacó y sucedió la calma.
-Por fin -dijo-. La razón por la que he echado a andar.
Conor se puso tenso, de pronto tenía miedo.
-Esto es lo que pasará, Conor O´Malley -continuó el monstruo-: vendré a ti de nuevo otras noches y... -Conor sintió que se le encogía el estómago, como si se estuviera preparando para recibir el golpe- te contaré tres historias. Tres historias de otras veces en las que tuve que echar a andar.
Conor pestañeó. Luego volvió a pestañear.
-¿Me vas a contar historias?
-Así es -dijo el monstruo.
-Bueno... -Conor miró a un lado y a otro sin dar crédito-. ¿Y qué clase de pesadilla es esa?
-Las historias son lo más salvaje de todo -retumbó la voz del monstruo-. Las historias persiguen y muerden y cazan.
-Eso dicen siempre los profesores -dijo Conor-. Y tampoco los cree nadie.
-Y cuando haya terminado mis tres historias -continuó el monstruo, como si Conor no hubiera hablado-, tú me contarás a mí una cuarta.
Conor se revolvió en la mano del monstruo.
-No se me dan bien las historias.
-Tú me contarás a mí una cuarta -repitió el monstruo-, y será la verdad.
-¿La verdad?
-No una verdad cualquiera. Tu verdad." pág 45 y 46 
Es una historia sobre la soledad y el sentimiento de culpa. En la pesadilla, Conor siempre está sujetando a alguien de la manos, pero al final se le resbala y cae al precipicio.
Una historia contada con pasmosa sencillez para alcanzar una honda complejidad. El papel que juega el tejo en la historia es el de catalizador de los sentimientos de Conor. 


Es un libro atípico. Ameno y muy emotivo. Siendo para jóvenes toca asuntos profundos, cuenta historias que no siempre son lo que parecen. Las historias curan, dice el tejo.

Es curioso que según se acerca el desenlace y el terror se acentúa, la novela alcanza un intenso lirismo.  Sin duda es una historia conmovedora que te acaba atenazando las entrañas. Tiene un final desgarrador. A mí me puso un nudo en la garganta. Suscribo plenamente el alegato aparecido en The Independent: "valiente y hermoso, lleno de compasión, un Monstruo viene a verme funde lo doloroso y lo intuitivo, lo simple y lo profundo. El resultado tiembla de vida."



"Crees que te cuento historias para darte lecciones? -dijo el monstruo-. ¿Crees que he salido andando del tiempo y de la mismísima tierra para darte lecciones de amabilidad?
...
Muchas cosas que son verdad parecen falsas." pág. 74


Además la editorial Debols!llo ha creado un seductor minisite de la obra y nos entrega una preciosa edición en tapa dura y papel cuché con las fantásticas ilustraciones de Jim Kay asomando entre las páginas. Todo por 14,95 €. Una joya.