domingo, 27 de octubre de 2019

V. - de Thomas Pynchon

Serie InCitaciones

El Blog de Guillermo Belcore, La Biblioteca de Asterión, fue el primero del que me convertí en asiduo hace ya un par de lustros. Belcore tiene un criterio claro y exigente. Enseguida detecta las imposturas. De él copié el gusto por las negritas de colores para los nombres propios y la inclinación a las Post-Datas. Como a él me seduce el policial en sus diversas variantes. No comparto, en cambio (aun reconociendo su valor), su fascinación por la literatura estadounidense y Vargas Llosa.
Más de la mitad de los blogs sobre libros y literatura dejan al autor y al libro de lado. Se centran en el bloguero y sus andanzas, en señalar si le gusta o no el libro y como mucho en comentar las tapas. Nada de esto hace Belcore, cuyo blog está muy lejos de simples comentarios y opiniones. Sus reseñas siempre tienen fundamento, atienden al valor de la obra, al estilo y al contexto. Son como la antesala de una sesuda crítica cuyo lugar sería otro. Nunca he encontrado ningún prejuicio. 
Hace poco el maestro Belcore publicó una brújula para navegar por el océano Pynchon. He aquí un extracto. 







Publicado en 1963, cuando el autor tenía 26 años, V. "no es un libro fácil, aunque es un libro fundamental. Después de otras siete novelas del eremita más famoso de la Alta Literatura, hoy se considera a V. como el mojón que marcó el advenimiento de la literatura posmoderna. En tren de enunciar alguna idea original, este artículo afirma que fue -en forma y contenido- el primer gran campanazo en las bellas letras de la modernidad líquida, tal como Zygmunt Bauman la describe en sus ensayos. Un diletante de 26 años -ex estudiante de Ingeniería, ex marinero, ex alumno de Vladimir Nabokov, ex redactor de folletos en la Boeing- desplegó una sorprendente panoplia de nuevos procedimientos para representar una era física y espiritualmente fragmentada, pesimista e individualista por demás.
...
Hay que advertir de entrada que las historias de Pynchon carecen de esas conclusiones dogmáticas que provienen de las ideologías del siglo XX. No hay teorías nítidas, pero sí relámpagos de lucidez que deslumbran. Verbigracia: "La gente lee las noticias que prefiere y cada cual lo hace obedeciendo a sus intereses, construyendo su propio nido de ratas en base a periodicuchos y bagatelas históricas", establece en la página 240. Pudo haberlo escrito esta mañana en Buenos Aires.

No resulta sencillo resumir la trama de V, porque la trama para la novela líquida es lo menos importante. Como el capitán Ahab con su ballena blanca, el aventurero inglés Herbert Stencil se empeña en encontrar a V, que puede ser una mujer, un concepto o un lugar:

"Como los muslos separados para el libertino, el vuelo de las aves migratorias para el ornitólogo, el filo cortante de su herramienta para el mecánico de serie, así era la letra V para el joven Stencil".

La búsqueda frenética lo obliga a reconstruir el pasado y conectarse con su padre Sydney, el diplomático y agente secreto del Foreign Office, muerto en 1919 cuando trataba de aplacar disturbios en Malta. La obsesión por V lleva a Stencil -además de La Valetta- a Nueva York, donde traba ligazón con La Dotación Enferma, una basca de jóvenes descontentos, inconformistas e inútiles. Conoce a Benny Profane, apenas retirado de la Armada, un pobre diablo sin oficio ni futuro, en busca de una identidad (todos nosotros personificamos una identidad, escribió Sartre y repite Pynchon).

Es realmente sorprendente cómo la composición de V es un reflejo certero de la sociedad baumaniana: se urdió en forma de red, con varios nodos dispersos y brillantes, en contraposición a la estructura firme, pesada, unidireccional de la novela decimonónica (hija de la modernidad sólida). 
Stencil y el desgraciado Profane son pues los dos caracteres principales; interactúan con una copiosa galería de personajes estrafalarios en las situaciones más grotescas (¿Qué esperanzas podemos tener hoy en día de entender una situación en un mundo siempre cambiante?). ¡Bienvenidos, entonces, a la protorrealidad pynchoneana! Una sátira inteligentísima de los desvaríos de la humanidad, una crítica no convencional a la cultura de Occidente.
La Valetta (Malta) ¿hay una V en el cielo?


REFLEJO DEL MUNDO
La tesis de este artículo, como se dijo, es que el joven Pynchon ha logrado redondear en V una forma de expresión literaria que corresponde a la ausencia de certezas (solidez) del mundo contemporáneo. Sobre ese arquetipo construyó toda su magnifica producción novelesca con una magnitud y complejidad que pocos literatos han igualado. Veamos algunas procedimientos:

1 - Progression de'effet: 
El catedrático de Berkeley Frederick Karl ha teorizado sobre la extraordinaria destreza de Pynchon para armar el sentido y los personajes de a poco, por acumulación de detalles, hasta que las piezas encajan. La obra toma forma en la mente del lector. El lector, por así decirlo, hace la novela. Es un desafío formidable para nuestra pasión por comprender; vagamos desesperados y hambrientos por las páginas tratando de encontrar una clave que resignifique lo leído. ¿Acaso no estamos haciendo lo mismo en la vida?

2 - Pasión aristotélica por la pluralidad del Universo: 
Ese entusiasmo, que Borges y Whitman también experimentaban, es otro rasgo diferencial de Pynchon. Al igual que el autor de El Aleph, cree que lo extraño es el sabor primordial de la existencia. Desde el peculiar grito de la hiena manchada en la costas malditas de Namibia hasta el choque de la existencia humana con los objetos inanimados (las cosas son malas, decía Sartre) sus textos están sobrecargados de conocimientos enciclopédicos, con especial preponderancia de las leyendas, las sociedades secretas, los múltiples escondrijos y resquicios de la Historia (se ha dicho que Pynchon es el campeón de la paranoia contemporánea). El profesor Thomas H. Schaubha percibido una irónica contradicción en la técnica: "la meticulosa ternura hacia los objetos que llaman su atención se contrapone con el fragmentado mundo que los rodea".

3 - La novela como museo: 
Pynchon tiene una especial preocupación por la Historia y por el papel que desempeña el hombre en ella. Es, a su modo, un filósofo del fenómeno del tiempo. "No combatas a la Historia, trata de coexistir con ella", nos alecciona. Es decir, los acontecimientos no ocurren, simplemente ya están ahí y nosotros tropezamos con ellos; o no, si logramos imponer nuestra voluntad a lo inanimado. Cabe destacar que en V los capítulos están ordenados en forma discontinua; pasado y presente se yuxtaponen, fluyen como en la vida real. Saltamos de Norfolk en 1956, a El Cairo en 1898. V, la inicial mágica, es el signo de la continuidad temporal. Bajo el rutilante manto de una deliciosa artificiosidad, el autor neoyorquino siente la necesidad de reprobar pretéritas aberraciones como el colonialismo genocida en la Deutsch-Südwestafrika. Le dedica cincuenta páginas al exterminio del pueblo herero; en una granja corrupta escenifica la colisión de ideas de la República de Weimar. Si Alemania encarna en el ideario pynchoniano la depravación política, Inglaterra es la perfidia y Francia la decadencia fetichista. 

4 - Parodias basadas en lo que los otros han inventado anteriormente: 
Si hay algo que caracteriza a la prosa de Pynchon es que evita la seriedad (¡otro signo de nuestro tiempo!), lo cual no implica que no desarrolle temáticas serias. En su paleta de hipercolores, están presentes las bufonadas, la sátira, el teatro del absurdo, la ironía, el sainete, las escenas de vaudeville, los materiales literarios de distinta procedencia como las canciones, el diario personal o las anécdotas de los marineros. Todo se recicla, como acostumbra a infligirnos el arte de masas posmoderno. El acumulado de incidentes es impresionante. ¿De dónde saca tantas subhistorias?, uno no puede sino preguntarse asombrado. V tiene -las palabras son de George Steiner- esa vitalidad acrecentada que distingue a las obras de arte.
...

Se ha dicho que, básicamente, existen dos clases de escritores. Algunos, como Paul Auster, son para todos. Otros novelistas, más complejos y ambiciosos, forman su propio grupo de lectores. Es el caso de Pynchon. Cabe preguntarse a esta altura del partido, por qué no se lo ha reconocido como el sublime cartógrafo de nuestros tiempos tumultuosos. ¿Porque es agotador?


Guillermo Belcore
Calificación: Excelente


PD: En este blog elogiamos otras obras de Pynchon:
1 - http://labibliotecadeasterion.blogspot.com/2010/09/contraluz.html
2 - http://labibliotecadeasterion.blogspot.com/2014/12/al-limite.html
3 - http://labibliotecadeasterion.blogspot.com/2015/04/mason-y-dixon.html
4 - http://labibliotecadeasterion.blogspot.com/2012/04/un-lento-aprendizaje.html








Con Pynchon no caben medias tintas. O lo odias o eres un fanático. Sus libros son exigentes, pero de alto valor. Sumergirte en su lectura consciente, puede proporcionarte un extraño momento de éxtasis. Se ha llegado a decir que Pynchon era J.D. Salinger. También que era un programa informático e incluso una camarilla de autores acumulando capas en un mismo libro.
La ficción de Pynchon es como una droga. El mundo que maneja, trufado de paranoia, conspiraciones y sombrías agencias gubernamentales es tan persuasivo que el fanático comienza a ver signos por todas partes.

V. relata la búsqueda que emprenden por separado Herbert Stencil y Benny Profane, encarnaciones respectivas de lo racional y lo mundano, con el fin de aprehender la naturaleza de V, uno de los mayores whodunits de la literatura universal.
La búsqueda abierta, ontológica y hermética permite al autor desplegar una summa enciclopédica, articular una hipernovela compuesta por siete grandes relatos ambientados en escenarios históricos diversos y regidos por normas compositivas autónomas, que glosan y resignifican el pasado, el presente y el futuro de todo un aparato civilizatorio y cultural.

Stencil descubre la consonante V en cualquier parte, Profane se tropieza con ella a cada paso. Pynchon la convierte en un santo grial que reverbera en la ortografía, el arte, la política, el urbanismo o la tipografía con que presenta cada capítulo.

C a p í t u l o  u n o
En el que Benny Profane,
un desgraciado y un
yoyó humano,
alcanza su
apoqui-
ro
V

No olvidemos que la letra V representa una intersección de dos líneas en un punto. 
Sus capítulos son como un tortuoso laberinto. De pronto en uno se narra el descenso a las alcantarillas de Manhattan para cazar cocodrilos y en otro una terrible masacre bantú en la actual Namibia. En uno se produce una profunda reflexión sobre la horizontalidad y la verticalidad en la arquitectura y en otro se nos insinúan los secretos mecanismos que existen para controlar el mundo.
Los dos protagonistas de caracteres tan dispares, también convergen en un punto. 
E incluso cuando levantas la cabeza del libro abierto, te das cuenta de que tiene la forma de una V....
V. es difícil, sí, pero nunca aburrido y el placer literario que te proporciona es único. 

miércoles, 23 de octubre de 2019

MIENTRAS DURE LA GUERRA - de Alejandro Amenábar

España,2019


S.O.S. Lo estamos perdiendo.
Estamos perdiendo a Amenábar. Uno de los cineastas más dotado de su generación, apasionado del cine (como demostró con Tesis), audaz en sus propuestas (como demostró con la innovadora Abre los ojos) y con un talento contrastado (como demostró con Los otros); se está perdiendo en sus últimas películas en un academicismo tan pulcro como frío. Películas bien rodadas que se ven con agrado, pero que ni te provocan, ni emocionan.


Todo comenzó con Agora (2009), sobre las terribles revueltas cristianas que arrasaron con la Biblioteca de Alejandría (más propiamente del Serapeo) y con la matemática Hipatia. Una superproducción magníficamente rodada, llena de ideas y situada en un momento histórico de verdadera encrucijada. Todo estaba medido y cada plano fijado; pero se echaba en falta un más profundo vuelo dramático. Siguió con Regresión (2015) con Ethan Hawke. Una buena idea inicial centrada en unos hechos verdaderamente inquietantes; pero que no logró aterrizar en algo concreto y se quedó en humo. Y ahora con Mientras dure la guerra pasa otro tanto.

Amenábar vuelve a situar su relato en una encrucijada histórica, la rebelión militar contra la República en España. Para navegar por ese avispero ideológico sigue a un pensador lleno de contradicciones, Miguel de Unamuno: primero vasquista, luego españolista, posteriormente marxista y finalmente valedor de la rebelión militar. La película podría haber hablado en profundidad de la historia de España y su laberinto o del reflejo que aquella época tiene en la España actual, o haber profundizado en una personalidad tan paradójica y contradictoria como la de Miguel de Unamuno; pero se queda en una ilustración tan lustrosa como académica de un hecho muy conocido sin aportar nada nuevo. 

Cuando se anunció el estreno de la película, me sorprendió el asunto que trataba. Me parecía ajeno al mejor cine de Amenábar; pero instantes después recordé que Mar adentro me produjo la misma impresión. Antes de ir a verla pensaba, "¿qué tiene que decir el director respecto a este asunto? Parece difícil aportar algo al tema." Sin embargo cuando salí de ver Mar adentro tuve que asumir que el talento de Amenábar le permitía elegir con libertad los temas que quisiese y saltar del thriller o el terror al drama con toda tranquilidad. Relatando el caso de Ramón Sampedro demostró una enorme lucidez y una sensibilidad fuera de duda para afrontar asuntos tan vitales y espinosos como complejos.

Así que aquí estamos, en la España del verano de 1936, cuando se producen los primeros hechos de la sublevación militar contra una república contrahecha. Franco salta de África a España mientras el célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la rebelión militar. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca. La película recorre en paralelo los pasos de Franco para hacerse con el mando único de la guerra y los de Unamuno recibiendo los parabienes de los rebeldes mientras comienza a percibir la deriva sangrienta y represora del conflicto.

De Franco se refleja una estrategia para proclamarse caudillo. De Unamuno apenas una pose y un forzado tinte dramático, después de su famosa alocución a los falangistas en el Paraninfo de la Universidad. La película está construida para llegar a ese "venceréis porque tenéis la fuerza, pero no convenceréis", demostradamente inexacto históricamente, pero que recoge perfectamente el espíritu de D. Miguel. Poco más tiene la cinta.

En uno de sus peripatéticos paseos con un antiguo alumno ya catedrático, los dos profesores se enzarzan en una discusión eterna entre izquierdas y derechas. Amenábar los deja allí discutiendo mientras se aleja su cámara. En esas seguimos.

Es un plano muy significativo que también habla de nuestra época actual; pero también un simple apunte en medio de una postal de época. Muchos querrán verla como algo pertinente a la época que vivimos, con la irrupción de la extrema derecha como un fantasma antiguo y la exhumación de los restos de Franco, a punto de salir del Valle de los Caídos. Para mí poco tienen que ver. Que coincidan en estos días la película, la exhumación y los berridos de Vox no los vincula necesariamente. La sociedad española ha cambiado y pasado página mal que les pese a una minoría de retrógrados.
Unamuno en el Paraninfo, al lado de Carmen Polo, en la celebración del Día de la Raza


La visita que Amenábar nos propone a esos primeros días de la sublevación militar cuida el detalle. Aquel primer despliegue militar en la plaza de España de Salamanca, la restitución como rector de Unamuno, la desaparición del amigo Atilano Coco, pastor protestante y masón; el fusilamiento del alcalde Castro Prieto y la petición de ayuda de su viuda a Unamuno, la elección de la bandera rojigualda monárquica, la celebración del Día de la Raza, la liberación de Toledo como simple propaganda y hasta la afición de Don Miguel por la figuras de origami están perfectamente expuestas; pero no hay profundidad, ni desgarro.

Cuando te empieza a interesar el debate interior del escritor vasco, se queda dormido recordando una idílica tarde de juventud con su novia. Cuando comienza a interesarte la guerra subterránea que por el poder entablan Franco y la Junta de Burgos (quizás el asunto más atractivo y desarrollado), todo queda en un chascarrillo del General Cabanellas (Tito Valverde) tildando al general de "Franquito el cuquito". 
Ahí encuentro una trama de verdadero interés. 
El General Cabanellas era republicano y masón, dirigió la Junta de Defensa Nacional y fue el único general golpista que se opuso al poder absoluto que reclamaba Franco. Cabanellas clamaba ante los otros generales, "Franquito el cuquito, si le das algo ya no lo suelta": Si ustedes le dan España, va a creerse que es suya y no dejará que nadie lo sustituya en la guerra o después de ella, hasta su muerte”. Por eso incluyó en el nombramiento de Generalísimo una frase clave: "mientras dure la guerra". A la hora de pasar el documento a la firma de toda la Junta, esta frase desapareció misteriosamente. 








La película es un buen episodio para ilustrar el Canal Historia y poco más. Karra Elejalde, como Unamuno, lo intenta pero no logra poner de pie el personaje; mientras que Eduard Fernández se luce dotando de energía a su Millán-Astray, lo mismo que Patricia López Arnáiz interpretando a una hija de Unamuno  con gran presencia. 


domingo, 20 de octubre de 2019

DIA de LLUVIA en NUEVA YORK - de Woody Allen

EEUU, 2019


Las luces en la sala se apagan, la pantalla se funde a negro después del anuncio número mil trescientos y empieza a sonar el piano mientras aparecen las letras blancas que repiten tipografía desde hace décadas. En el diseño de producción Santo Loquasto, en la fotografía el gran Vittorio Storaro....Desde los primeros segundos ya sabemos que empieza una película de Woody Allen. O la misma película que Allen rueda cada año desde hace más de treinta. Una sinfonía armoniosa que se eleva a lo clásico si encima aparece la Gran Manzana. El idilio perfecto. 

Que más da su aparente sencillez, que se trate de una comedia romántica en estos tiempos tan ásperos, que la joven pareja no esté pegada a sus móviles, que los personajes siempre sean de clase media-alta o que vivan en una ciudad de película, cuyas aceras, restaurantes y jardines sólo salen en sus films. 
Qué más da. 
La película rezuma elegancia y naturalidad. A una situación aparentemente banal (una pareja de universitarios van a pasar un fin de semana en Nueva York) Allen la sabe inyectar sencillez, ironía, ingenio, humor y romanticismo a raudales.

Sobrado de lucidez y sabiduría cinematográfica, el neoyorkino nos cautiva de nuevo con algo tan esencial como las preocupaciones existenciales de sus personajes y los conflictos de sus relaciones personales: Todo ello a través de charlas vivísimas y maliciosas sobre sexo, religión, filosofía, historia o arte.






















Una pareja de novios universitarios tiene la oportunidad de pasar el fin de semana en Manhattan. Ella trabaja en el periódico de la universidad y tiene concertada una entrevista con un cineasta minoritario y torturado. Su novio hará de guía. Es neoyorkino y encima se llama Gatsby (Timothée Chalamet). Nació y vivió al lado de Central Park, es brillante e inteligente pero un poco "extravagante" según su novia. No tiene claro qué quiere estudiar, ni qué hacer con su vida. Tiene pasión por los garitos que cuentan con un piano y se le dan muy bien las timbas. 

Lo que no sospechan es que N. York "tiene su propia agenda" y el lluvioso fin de semana se convertirá en una ginkana de encuentros, desencuentros y equívocos, que pondrán a prueba su relación y madurez. 

Ashleigh (Elle Fanning) se encuentra con un cineasta (Liev Schreiber) en plena crisis creativa que quiere destruir su siguiente película antes de estrenarla. Después de invitarla a un pase privado huye desconsolado. Ella y el guionista (Jude Law) salen tras él. Finalmente sólo Ashleigh llega a los estudios donde se tropieza con el galán Francisco Vega (Diego Luna) que se encandila de ella y la invita a cenar. Los paparazzi los persiguen, etc, etc.; mientras Gatsby se encuentra con la hermana pequeña (Selena Gómez) de una antigua novia. Tiene un humor muy ácido y resulta que le recuerda muy bien, etc, etc. 

Tal y como se prometían el fin de semana resultará excitante, pero de lo más imprevisible; lo cual les ayudará a tomar conciencia de lo que en verdad quieren ser. 



Con los años, Woody Allen se ha ido desprendiendo de accesorios y su cine se ha vuelto esencial. Todo lo que ocurre en pantalla es interesante para conocer el personaje, sus inseguridades y su evolución. La cinta podría incluirse en un subgénero que él domina como nadie, una pareja llena de expectativas y dudas que va rebotando por las calles de Nueva York. Annie Hall, Manhattan, Hannah y sus hermanas y Misterioso asesinato en Manhattan, pertenecen a este subgénero y todas son maravillosas.

Salgo encantado de la sala. La película es romántica, optimista y luminosa. Elle Fanning flota en su papel de niñita inocente y tontorrona que ansía experimentar la vida. Timothée Chalamet es un Woody Allen jovenzuelo, pero sin necesidad de psicoanalista. Aprueba sin estudiar, gana una pasta en las timbas y liga fácilmente. Está harto de su madre, dice de ella que es una "adicta a la cultura": tienes que ver esta exposición, tienes que asistir a este concierto, no dejes de leer a....
Del mismo modo Woody es un adicto a ciertos temas: a la cultura (en esta ocasión toca visita al MET y una exposición de los impresionistas), al cine y sus enjambres (¡Ay esos directores/autores!) y a los eternos conflictos que se viven en las relaciones personales. 








P.D.
He ido a ver la película por sí misma. Olvidándome de las denuncias por abuso sexual que su hijastra, Dylan Farrow, presentará contra Woody Allen; o de las reacciones de algunos de los actores de esta misma película. Rebecca Hall, Selena Gómez y Timothée Chalamet, donaron sus sueldos a la plataforma Time's Up (fondo de defensa legal contra el acoso sexual en Hollywood). Además aseguraron que nunca más trabajarían con Allen. Algo a lo que se han sumado actores y actrices como Colin Firth, Natalie Portman o Michael Caine. Otros artistas, entre los que se encuentra Diane Keaton, le han mostrado su apoyo. El tema es confuso porque no ha habido sentencia sobre él y la denuncia se produjo en medio de un conflictivo divorcio.
La película se ha estrenado con más de un año de retraso, después de que Amazon Studios se negara a distribuir la cinta tras las acusaciones. La película es la número 50 en la filmografía de Woody Allen y permanece inédita en Estados Unidos.

lunes, 14 de octubre de 2019

JOKER - de Todd Phillips

EEUU,2019




Se acabó.
Ya no hay tintas, ni páginas.
Joker ha aterrizado en la realidad con la figura descompuesta de Arthur Fleck.

Si Christopher Nolan con su fantástica trilogía sobre Batman, dejó atrás las páginas y los decorados para emboscarse en una ciudad real a la búsqueda de su Caballero Oscuro; Todd Phillips ha hurgado en los arrabales de un sórdido Brooklyn de los 80, para encontrar los orígenes de su Joker: un ser atormentado y disfuncional, con un fuerte desequilibrio mental.

Sin ninguna duda la película es un visceral estudio de personaje que escarba en las patologías de un perdedor supino en busca de redención. Su terrible descubrimiento es que la liberación de su estado de postración le llega a través de la violencia. Ahí es donde la película da un tajo a la moral imperante, que permite a la sociedad menospreciar a los desposeídos e inadaptados. "La peor parte de tener una enfermedad mental es que la gente espera que no te comportes como tal", escribe Arthur Fleck en su bloc de notas.

Antes de ver la película leí algunos artículos que subrayaban ecos de El Rey de la Comedia (Martin Scorsese). Al fin y al cabo Arthur Fleck es un comediante patético y sin gracia que sueña con ser el invitado estrella del talk show televisivo que conduce un exitoso Murray Franklin (Robert de Niro). Pero para mí, la referencia más poderosa apunta al clásico Taxi Driver, también de Scorsese. Aquel marginado social, Travis Bickle, que todas las noches recorría una ciudad mefítica y que en el insomnio de su habitación intentaba reafirmarse ante un espejo, es un potente antecedente de este Arthur Fleck, representante de todos los perdedores (losers) que el salvaje sueño americano va dejando tirados en la cuneta.

Todd Phillips realmente consigue fijar los pasos que llevan a Arthur a convertirse en Joker. Éste es el trazo principal de la película. El director nos conduce con habilidad por los abismos de su alma atormentada: "No he tenido ni un minuto de felicidad en mi vida", le reconoce amargamente a su madre. Y, "No sabía si realmente existía", reflexiona en otro momento. Es uno de esos seres invisibles para la sociedad, que se arrastra por las aceras sin que una mirada se pose en él: un ser sufriente y abandonado a su destino hasta por unos servicios sociales recortados. Por más que su madre le apode Happy y que esté volcado en hacer reír a los demás, siempre termina siendo él el foco de las burlas.

Este es uno de los más lúcidos atrevimientos de la película, la subversión de los caracteres clásicos. Empatizamos con un Joker que busca su lugar en un mundo sin piedad. En cambio acabamos odiando al ricachón cínico que es Thomas Wayne, padre del futuro Batman, tradicionalmente presentado como filántropo y gran mecenas de una Gothan que se hunde en su propia corrupción. Es un fascista explotador. Todos los que no han triunfado son unos payasos, llega a proclamar prepotente.
En este sentido Joker es un síntoma y un desgarro.

Hay otros tres aspectos de la película que me gustaría subrayar. Uno es, por supuesto, la antológica interpretación de Joaquin Phoenix, otro la planificación de cada plano para llenarlos de contenido y, finalmente la muy cuidada banda sonora. 

De la interpretación poco más cabe decir. Es el pilar de la película. Parafraseando a Flaubert, el actor puede decir, "Joker soy yo", por cómo se ha apropiado del personaje. Lo logra además, escapando por la tangente de la alargada sombra que proyecta el soberbio Joker de Heath Ledger. Los dos son magníficos y nada comparables, pues pertenecen a distintos universos. La transformación física de Phoenix, sus ataques incontrolados de risa, sus pausas y miradas provocan incomodidad y llegan a resultar escalofriantes. Vemos cómo se va cargando la bomba de un tipo solitario, humillado y ofendido.

Pero lo que me fascina es la cuidadosa planificación de cada plano y secuencia, preñándolos de significado. La vida del pobre Arthur Fleck ocupa el primer tercio de la película: El trabajo de mierda como payaso de alquiler, los servicios sociales indiferentes a sus problemas mentales ("Cada semana me pregunta usted lo mismo, si he tenido pensamientos negativos. Señorita, yo sólo tengo pensamientos negativos"), la ciudad que como una gorgona se lo traga cada noche. En varias ocasiones vemos a Arthur subir unas empinadas escaleras para acceder a su bloque de apartamentos. Es una metáfora de su vida. Una cuesta arriba constante. Cada día. Pero cuando Arthur libera su bestia y se convierte en Joker, volvemos a las escaleras, aunque ahora es de día y no aparece subiendo sino bajándolas por primera vez en toda la cinta: el día es luminoso, él mismo luce un traje de color rojo y no arrastra los pies sino que baila desenfrenadamente al ritmo del tema Rock and Roll part 2. 


Otra escena plena de intención es cuando huye del metro después de que le diesen una nueva paliza y él reacciona asesinando a tres brokers agresivos. Está asustado, huye enloquecido y se encierra en un water público escondido. Coge aire, su cabeza da vueltas; pero poco a poco sus pies trazan unos pasos de baile. Ante el mugriento espejo marca unos rítmicos movimientos y se presenta de frente, abriendo los brazos. Acaba de nacer Joker, un Arthur liberado de miedos y mentiras. Ya sabe quien es: un perdedor, un desequilibrado mental. Y un acto de violencia lo ha redimido.

Posteriormente lo ratificará en pleno prime time, ante Murray Franklin, quien le pregunta:
-"¿Crees que la muerte de esos tres hombres es graciosa?
-Sí, y estoy cansado de fingir que no lo es."

Respecto a la lectura política de la película no nos engañemos. Es verdad que habla de nuestra época, de su falta de honestidad y empatía. "¿Por qué son todos tan groseros y carentes de humanidad?", grita ante la audiencia, como podríamos gritar la mayoría de nosotros. Pero las revueltas sociales que se producen con gente portando máscaras de payaso o la reverencia con que rescatan a Joker del coche policial donde está magullado, son simplemente el viento de cola que le acompaña. Incluso diría que esta línea del relato está introducida de una forma simplista y precipitada. Sólo la histeria de nuestra época, de censuradora corrección política, puede haber promovido alertas tan exageradas como la del ejército norteamericano: si vas al cine "identifica en el entorno dos rutas de escape". Aunque bien es cierto que la masacre de Aurora durante el estreno de El Caballero Oscuro: la leyenda renace, está ahí. 

Pero Joker no es político, ni lidera revuelta alguna. Es un loco malvado que se recrea en el mal. En ningún cómic donde aparece tiene la profundidad dramática y realista con que lo ha dotado Phillips. Quizás la encrucijada del asunto esté ahí.

El Joker-Ledger es más poderoso porque es un personaje de ficción incrustado en un mundo narrativo que necesita del engranaje de su crueldad, vesania e indiferencia. Los mismos pecados que critica Arthur Fleck. Podemos pensar que el aterrizaje de Joker en la realidad quizás se ha vuelto contra él. Lo convierte en un Joker valioso pero de un sólo acto, de imposible recorrido. 


Arthur Fleck justo antes de escuchar Send in the Clowns, de Sinatra.

Por su parte la banda sonora es brillantísima. Hildur Gudnadóttir  aporta una música llena de expectativas; mientras que la selección de canciones dota a la cinta de un vistoso aire retro, donde encajan temas clásicos -de Frank Sinatra o Jimmy Durante- como si hubiesen sido escritos para la ocasión. Las más evidentes son, por supuesto, Smile de Jimmy Durante o Send in the Clowns de Frank Sinatra que un broker canta malévolamente junto a sus amigotes antes de dar una paliza a Arthur.

No olvidemos que en That´s life, Sinatra canta cosas como "algunas personas disfrutan pisoteando un sueño" o "he sido marioneta, indigente, pirata, poeta, peón y rey" y "si descubro que he caído de bruces, me levanto y me reincorporo a la carrera". That´s life.

Pero la secuencia totémica la consigue el director en la presentación de Joker en sociedad: esa bajada por la escalera bailando al ritmo de "Rock And Roll Part 2" de Gary Glitter, será recordada durante décadas. Lo que no sabemos es si la elección fue simplemente musical o con todas las consecuencias, ya que su cantante y compositor fue condenado a 16 años de cárcel en 2015 por abuso sexual infantil. Hay que tener en cuenta que el tema, usado en Full Monty y en numerosos eventos deportivos de EEUU (en la Super Bowl y por equipos de la NFL que la utilizaban como himno de anotación) dejó de utilizarse para no herir sensibilidades.

También tiene su historia chunga el cantante del tema "My name is carnival", Jackson C. Frank. Cuando tenía once años, explotó un horno en su escuela de Nueva York, por lo cual murieron 15 de sus compañeros. Cuando Frank estaba en el hospital, en grave estado y recuperándose de las quemaduras, aprendió a tocar la guitarra. Alcanzado el éxito, tuvo la desgracia de que su hijo murió por fibrosis quística. Frank entró en un período de depresión y finalmente fue internado en una institución mental. Fue tratado por esquizofrenia paranoide, por traumas que había sufrido de niño.

Dejo para el final, la ambigüedad con que culmina la historia.
Después de que Joker se autoinculpara en el programa de Murray y Gothan se volviese loca inundada de máscaras de payasos, volvemos a ver a Arthur Fleck en una habitación siguiendo terapia. La doctora es la misma que aparece al principio del film, aunque algo envejecida. Arthur está absorto y de pronto se ríe. La terapeuta le pregunta el motivo. "Tú no lo entenderías", le responde.

Dado que durante la película hemos visto muchas escenas bajo el punto de vista de Arthur (entrando en el estudio de televisión de Murray Franklin o siendo acompañado por su vecina Sophie Dumont -Zazie Beetz-), demostrándose luego que no eran más que ensoñaciones; está claro que el narrador es de lo menos fiable. Y si lo juntamos todo con la habitación y la terapeuta que se repiten al principio y al final... la duda nos corroe. "Tú no lo entenderías". ¿El Príncipe Bromista nos ha embromado durante toda la película?.





Joker no se basa en ningún cómic, su desarrollo dramático es idea del director Todd Phillips; pero si quieres más Joker píllate estos dos tomos ya lengendarios, el de Alan Moore/Brian Bolland y el de Brian Azzarello/Lee Bermejo.

sábado, 12 de octubre de 2019

LA HISTORIA de AMOR del SIGLO - de Märta Tikkanen














"La historia de amor del siglo" (Libros del Innombrable, 2010) da cuenta de la relación de una pareja, la propia autora y su marido, el exitoso escritor y artista gráfico, Henrik Tikkanen, cuyo amor se ve truncado por el alcohol.
El libro se publicó en Finlandia, en 1978, y fue uno de los grandes éxitos literarios. En pocos años se vendieron más de 80.000 ejemplares. Probablemente lo que enganchó a los lectores fue el descarnado tono de confesión personal de sus poemas.
En cada página podemos encontrar los problemas cotidianos de una pareja rota, los conflictos que acarrea el alcoholismo y finalmente la toma de conciencia de una vida propia que se ha de recomponer. La poesía de Tikkanen es muy desnuda y esencial. Carece de disfraz alguno. Su lenguaje es directo y cotidiano. Quizás eche de menos una mayor elaboración artística. En las páginas se aprecian con nitidez los trazos y los colores que se aplican son primarios. Pero ahí reside precisamente su fuerza y legitimidad: los poemas son tan directos y lúcidos como cuando te paras ante el espejo antes de ducharte. Bajo la cruda luz blanca en el rostro se aprecia todo el cansancio, el odio, el recuerdo desvaído del amor, la angustia, la rabia y la culpabilidad.

En muchos de los poemas se reconoce la derrota mirándola de frente y eso me parece de una enorme valentía. Porque Märta Tikkanen no habla desde la impotencia o la resignación, sino desde una dolorosa lucidez y una enorme fortaleza; la de quien ha superado la violencia machista y el abandono. Su propia experiencia. 

Lo que se expresa es tan nítido que el poemario ha sido adaptado a la escena tanto en Finlandia, Suecia, Alemania, Suiza o España.

El traductor Francisco J. Uriz, nos explica en el Prólogo que "El libro está dividido en tres partes: la primera recoge los problemas cotidianos que el alcoholismo del marido causa a la familia; la segunda, la más importante, es la historia del amor, y la tercera relata el apoyo, la comprensión y el consuelo que recibe la protagonista de otras mujeres, lo que la lleva a tomar conciencia de su identidad, de que ella es un ser humano con vida propia. Es como el último SOS, el último intento de llegar a comunicarse con el otro: ¡Mírame, soy un ser humano! ¡Yo existo, los hijos también! ¡Míranos al menos una vez! ¡No somos más importantes que tú, pero sí tan importantes! ¡Escúchame!"

En 1984, para la versión que su marido acabó de ilustrar poco antes de su muerte, la autora escribió el siguiente epílogo:
"Escribí La historia de amor del siglo entre las Navidades de 1975 y el final del otoño de 1977.
Escribía los poemas exclusivamente para mí. Siempre ha sido ésa mi manera de tratar de entender las cosas y seguir adelante. Cuanto mayor era la diferencia entre lo que sentí y lo que me permitía pensar, más importante se iba haciendo el luchar con las palabras y capturar lo que no se dejaba atrapar.
Noche tras noche, sentada en mi sofá rojo, una vez que la vida se había calmado a mi alrededor, me quedaba mirando fijamente la farola de la calle enmarcada por las desnudas ramas del sauce, siguiendo la caída de los copos de nieve que revoloteaban y parecían no querer cesar nunca. Jamás ha nevado tanto como en el invierno de 1975-76.
La mayor parte de mi obra ha girado en torno a las relaciones entre dos personas que están (demasiado) cerca una de otra, entre dos seres que dicen que se aman.
Intenté ponerle un cerco al amor. Qué es o, al menos, qué no es para mí el amor. El libro trata también de la fortaleza y la debilidad, de la libertad y la dependencia, de necesitar y ser necesitado. No de "falta de amor sino de desesperación de amor", como dicen dos de las líneas centrales de lo que mucho más tarde sería un libro.
Anteriormente había disfrazado mis pensamientos sobre el amor bajo diferentes apariencias. En los poemas de "La historia de amor del siglo no me he disfrazado en absoluto". Los escribí porque no pude dejar de hacerlo. Los escribí para poder creer, para tener la fuerza de creer que el amor existe a pesar de todo.
Nadie iba a leer jamás lo que estaba escribiendo.
Fue una casualidad que me animasen a publicar una selección de los textos. Una tarde me los puse debajo del brazo y se los leí a unas personas que no conocía y que no me conocían, gentes a las que nunca más iba a volver a ver. Aquella noche regresé a casa trastornada. Comprendí con toda claridad lo que de alguna manera había sabido desde el principio: que estos problemas no eran solamente míos, que eran los problemas de otras muchas personas. Luego se publicó el libro.
Todavía me sigue pareciendo casi incomprensible que justamente estos poemas que eran sólo míos hayan obtenido una acogida tan favorable. Han sido traducidos y se han publicado en muchos idiomas, se han leído por la radio, se han representado en teatro y en televisión en muchos países y yo he encontrado muchas personas en lugares distantes con las que he tenido la oportunidad de discutir los temas en torno a los que giran los poemas.

¿Qué es amor? ¿Cómo vivir unos con otros?
Porque sin el otro, nosotros no queremos ni podemos vivir.
A veces uno se ve obligado a luchar por su amor, sea lo que sea. Es lo que yo he hecho con estos poemas.
En la desesperación del amor."






Para mí
El amor no puede ser nunca
Dos que se quedan acurrucados
En un rincón
Mientras la vida pasa de largo rugiendo.
Para mí
El amor tiene que ser siempre
Muchos que luchan hombro con hombro
-tú también, yo también-
Ahí fuera en mitad de todo
En plena vida.

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Amor y amor -
como si el amor fuese solamente uno
un único uno
un amor de forma determinada y
establecida y aprobada

el amor entre dos
que se funden uno en otro
hasta que ninguno de ellos se distingue
el amor entre dos
que le vuelven la espalda al mundo

el amor que hace inalcanzable
e irresponsable
el amor que está amurallado
y se siente autosuficiente
el amor que sabe lo que vale
sólo cuando deja a otros fuera

Ese amor no fue nunca el mío
ese amor está muerto






 ᣀᣀ✦⧫✦ᣀᣀ







A mi me fue fácil
al principio
bastaba con amar
Era bien fácil
amar
cuando una siempre había estado rodeada
de amor
y cuando había aprendido muy temprano
que el amor era lo más grande
y lo más alegre
y lo mejor que había

Mientras hubo amor
todo fue bien
Pero luego se convirtió en odio
y el odio estaba prohibido
cuando yo era pequeña

¿Cómo proceder
con un odio
que no puede existir?

No se dicen palabras feas
No se blasfema
No se pega
No se grita
No se dan portazos, desde luego
No se deja traslucir nada en la cara
No se tira ninguna cosa
naturalmente

Hay que tratar de ser verdaderamente amable
cuando se odia

Hay que tragarse el odio
comérselo
no manifestarlo
no admitir nunca su existencia

A mí no me fue fácil
odiar
pero lo fatal fue 


no hacerlo.


            ᣀᣀ✦⧫✦ᣀᣀ



Te quiero tan desmedidamente
dijiste
nadie ha podido amar nunca como yo
He construido una pirámide con mi amor
dijiste
te he colocado sobre un pedestal 
muy por encima de las nubes
Ésta es la historia de amor del siglo
dijiste
existirá para siempre
será admirada durante toda la eternidad
dijiste

A mí me fue difícil dormir
las primeras setecientas treinta noches
después de haber comprendido
lo desmedidamente que tú amas
tu amor

            ᣀᣀ✦⧫✦ᣀᣀ




Hubo un tiempo
en que yo escondía las botellas
y vaciaba rápidamente
las escurriduras
en las macetas y en los ceniceros
o las tiraba por la ventana
tan pronto como te volvías de espaldas

Ahora eso me importa un bledo
Cuanto más rápidamente te eches lo tuyo al cuerpo
más pronto te apagas
y antes puedo continuar
con lo que me gusta hacer
en lugar de tener que estar escuchando
tus monólogos
leerles a los niños
leer yo
o simplemente dormir por mi cuenta
 
además no se necesita
esperar mucho ahora
cuando basta un dedal
para que te emborraches
y vomites inmediatamente y te apagues


Märta Tikkanen
Es práctico
se ahorra tiempo

y dinero







             ᣀᣀ✦⧫✦ᣀᣀ

                  
                



ME CUENTAS
Lo de que te quedabas dormido junto a la puerta
ya dentro de casa
apoyando la cabeza sobre el perro muchas noches
lo de que anduviste en bicicleta llorando
el día que se murió tu perro
que el perro significaba más
para ti
que tu padre y tu madre
que siempre andaban borrachos
y que nunca estaban en casa
ni tampoco sabían
qué hacer contigo

Es triste
y lloras

Estoy sentada en una silla frente a ti
y tengo tiempo de pensar en muchas cosas
porque la historia no es corta
y no es la primera ver
que la oigo

tú sigues contando
y yo allí en la silla me pregunto
por qué no dices nada
de las noches en que tus hijos
no se han atrevido a acostarse
sino que han ido a esconderse detrás de la esquina
para vigilarte y así no correr riesgos
papá no habrá empezado a beber
otra vez ¿verdad?
¿cómo está papá?
aquí no huele a coñac ¿verdad?
¿seguro seguro que no habrá bebido
esta noche?

Mientras tú lloras hasta caer dormido
porque hay que tenerte tanta lástima
por eso de haber tenido un padre
alcohólico

yo sigo sentada preguntándome cuándo logrará
mi odio
quemarte y convertirte en
ceniza blanca

mientras tú estás ahí tumbado gimoteando
sin pensar ni por un momento
que tus hijos también tienen
un padre

            ᣀᣀ✦⧫✦ᣀᣀ




Al PRINCIPIO se tiene una sensación agradable
francamente vertiginosa e incomprensiblemente
maravillosa
de que a pesar de todo también hay gentes que ven
detrás de la fachada
que saben
y se dan cuenta

Pero después todo se vuelve
todavía más difícil

Luego viene la pregunta:
¿Por qué no te vas?

Infinidad de veces he estado a punto
de marcharme

si este período no es
el último
entonces me voy

si los que van a pagar el pato
son los niños
entonces me voy

si además empieza
a mentir
entonces me voy

y si alguna vez me pone la mano encima
a mí
entonces me voy

cuando los niños
ya no puedan más
entonces sí que tengo que irme

Y todo eso pasó
Sin embargo no me fui

¿Por qué?



            ᣀᣀ✦⧫✦ᣀᣀ




UNA VEZ te desperté
en mitad de la noche
y te pedí
que me abrazases
cuando ya no me atrevía
a confiar en mí misma

–Trata de dormir
me dijiste dándote
media vuelta­­

Te volví a despertar
No me atreví a no hacerlo

Te incorporaste
y me miraste
luego desapareciste
en el blanquecino amanecer del cuarto de estar

Llevabas un vaso de whisky
a medio beber
en la mano
cuando volviste

–Joder
esto de que yo no pueda ser débil nunca
me dijiste

Luego te lo bebiste
Luego te acostaste
Luego te dormiste

Del camino del amanecer
hasta la mañana
no hay nada
que decir

De ti y de mí
tampoco hay
mucho más
que decir

            ᣀᣀ✦ᣀᣀ




EN PLENO CENTRO de unas bajas presiones
pertinaces lluvias por todos lados
las nubes de tormenta se amontonan más allá del bosque
la lluvia espera el momento de empezar a descargar

Como al principio de una borrachera
largos días húmedos por todos los lados
todavía puedes dormir cuando te quedas dormido

Nunca está nuestra casa tan calma

miércoles, 9 de octubre de 2019

PENSAMIENTOS al VUELO - de Yoshida Kenkõ

Encuentro esta InCitación en el estupendo blog del escritor y crítico Juan Francisco Ferrer. Reproduzco unos extractos.



"En la literatura japonesa clásica existe un género original que se llama "zuihisu" y que consiste en reflexiones fragmentarias que guardan relación con la vida y el entorno del autor. El nombre del género significa, en ideogramas chinos, pensamiento libre o espontáneo. Este modelo de escritura aspira a atrapar en el papel la esencia fluida de la vida usando la habilidad del pincel y la tinta. Insribir con estilo suelto las ideas y sensaciones del yo como respuesta a la volatilidad de la experiencia y la fugacidad del tiempo. 

El primer maestro de esta modalidad literaria fue una mujer, una gran cortesana del período Haian (s. X), la famosa Sei Shõnagon, autora de una memorable colección de anotaciones titulada "El libro de la almohada". En el siglo XII, con los cambios históricos y sociale,s ya no fue un cortesano en activo sino uno caído en desgracia y reconvertido en ermitaño budista, Kamo no Chõmei, quien escribió retirado del mundanal ruido otro paradigma del género ("Pensamientos desde mi cabaña"), donde se fijan los rasgos de un modo de vida (soledad, desapego, contemplación mística, humor, meditación trascendental) que se transforma en método de escritura. Otro maestro de este programa moral y artístico fue Yoshida Kenkõ (1284-1350).

En el breve prefacio a este fabulosos libro ("Pensamientos al vuelo"), Kenkõ expone con desenfado los princios de su escritura. Podrían glosarse así: apartado del mundo, contando con ocio suficiente y plácida serenidad, me entretengo pintando estos signos de tinta que representan ocurrencias que cruzan veloces por mi cabeza como las aves por el cielo y los peces por las aguas del río y me sorprenden hasta a mí mismo por su audacia e ingenio. La leyenda no desmentida cuenta que los papeles emborronados por Kenkõ decoraban las paredes de su humilde cabaña en el bosque, esto le permitía usarlos como recordatorio de sus enseñanzas e ideas.

La mirada desengañada de la vida urbana y cortesana delata un escepticismo que aflora en numerosas anécdotas y observaciones críticas respecto de la degradación cultural y la necedad del poder. Como budista convencido, aunque irónico, Kenkõ celebra la frágil belleza de los seres y las cosas como expresión natural de su caducidad e intrascendencia."




Detalle de una obra de Yamamoto Shunkyo




















◑☀☀◐

Kenkõ era hijo de un alto funcionario del Gobierno y él mismo se convirtió en un hombre poderoso dentro del Palacio Imperial. Algo le impulsó al retiro: quizás una decepción amorosa, quizás una disputa política o quizás una revelación. En los 243 textos del libro se puede apreciar una mirada centrada en lo esencial.



7

Si nunca desaparecieran las gotas de rocío en Adashino, si se mantuviera siempre inmóvil el humo sobre la colina de Toribe y viviésemos eternamente, sin cambio ni transformación, ¿nos conmovería el frágil y delicado encanto de las cosas? Las cosas son bellas precisamente porque son quebradizas y pasajeras.

La efímera no llega a ver la noche del día en que nació. ¿Y no muere la cigarra del estío sin conocer la primavera ni el otoño?

¡Qué afortunados los que puedan vivir despacio y despreocupados aunque sea un solo año! Pero si uno no se siente insatisfecho y no se conforma con el paso de las horas, todo el tiempo, aunque viva mil años, le parecerá tan breve como una noche, como un sueño.

No podemos vivir para siempre en este mundo. ¿Qué sentido tiene, por tanto, esperar la decrepitud de la vejez? Cuanto más larga es la vida, tanto mayor es la confusión. Morir antes de cumplir los cuarenta es el mejor modo de vivir sin tener que saborear la vergüenza. Pasada esa edad, uno ya no se ruboriza de su fealdad y no ve objeción para alternar con uno u otro. En el ocaso de sus días uno mima a sus hijos y nietos, y desea algunos años más para verlos prosperar. El apego al mundo es cada vez mayor, más arraigado, mientras se va perdiendo la capacidad para sentir el encanto de las cosas frágiles y efímeras. ¡Qué lástima!