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viernes, 22 de noviembre de 2024

IDÉNTICO al SER HUMANO - de Kobo Abe



Esta novela corta resulta muy paradójica y entretenida. Kobo Abe nos propone un juego de espejos donde se confunden realidad y ficción, locura y cordura. Su lectura pretende seguir una estricta lógica pero nos acabará empujando a un terreno pantanoso lleno de dudas y a un impactante final.

El personaje principal tiene un programa de radio titulado 'Hola Marciano' donde adopta el punto de vista de un supuesto marciano para revelar el absurdo de nuestra existencia. 
"Pregúntese, por favor, si hay alguien que lee los Viajes de Gulliver de Swift como si fueran anécdotas reales. Si acaso lo hubiera, sin duda sería un demente con algo de imaginación. Desde el comienzo Swift creó un personaje ficticio, y de eso no hay ninguna duda. Mi marciano también —estará usted de acuerdo conmigo si ha escuchado siquiera una vez el programa— es un Mr. Gulliver moderno, habitante de una fábula, que, por así decirlo, observa con una óptica distinta el mundo humano para detectar sus aspectos cómicos, no descubiertos en estado normal... Al tratarse de una fábula, ¿por qué no acudir al marciano, ya definitivamente inexistente, en lugar de rebuscar algo más enigmático? 
El hombre se gana así la vida decentemente, pero el lanzamiento de un cohete espacial con destino Marte lo sume en la zozobra. Teme que la realidad sobre la inexistencia de vida en Marte pueda desbaratar su universo de ficción, obligando a cancelar su programa, lo que pondría en peligro su modesto modus vivendi. En esta tesitura mental el hombre recibe la extraña visita de un individuo que se presenta como un marciano auténtico, revestido de una apariencia "idéntica al ser humano". Procede del planeta rojo y su misión secreta es reclutar al guionista como embajador entre ambos mundos. Lo que se desencadena a continuación es un desconcertante diálogo en el que transitamos fácilmente de la lucidez al delirio.


Siguiendo este auténtico diálogo filosófico, tanto el protagonista como los lectores nos preguntamos si el visitante está realmente loco o de verdad es un marciano, por muy inverosímil que esto parezca. Con una prosa punzante y fluida Abe mantiene el interés en todo lo alto, intrigados como estamos por saber hasta dónde podrán llevarnos sus argumentos. Cada vez que el marciano parece desenmascarado, alumbra un nuevo razonamiento cuya lógica parece incontestable. Bajo los auspicios de "la apariencia no siempre es la realidad" o "la duda conduce a la verdad" asistimos perplejos al cuestionamiento de algo que nos parece axiomático, qué es el ser humano.
"Me encuentro en una situación demasiado anormal para convencer a alguien de la veracidad de mi relato. Aunque usted sea un “ser humano”, dudo que reconozca una esencia humana en mí.
     Puesto que el espejo torcido sólo refleja imágenes distorsionadas, toda la lógica se derrumba cuando proyecta una imagen correcta. Desde luego, no habría líneas paralelas si nos saliéramos del espacio euclidiano. Sin embargo, nuestra vida siempre se fundamenta en el marco de leyes empíricas...
     No, dejemos todo esto así. Estas excusas insignificantes terminarán volviéndome más sospechoso y vulnerable. Es inútil proclamarse cuerdo para disipar la sospecha sobre nuestra propia locura. Por el momento, me basta con que usted acepte que el espejo está torcido.
     Imagínese que le llegaran a pedir una evidencia física de que usted es un “ser humano” auténtico, seguro que se molestaría o se reiría sin hacerles caso. Un ser humano lo es porque sí, sin necesidad de demostrarlo, tal como el axioma de las líneas paralelas."
La tensión dramática y los giros narrativos nos arrastran en busca de un desenlace que amenaza con volverse en contra del protagonista. Todo es empezar; porque si cuestionar la humanidad de una persona puede parecer inane, la lógica del debate nos irá arrinconando hasta dejarnos casi sin espacio para refutar. A lo largo del libro la conversación se irá tornando más extraña hasta lograr sumir al protagonista en la duda sobre su propia identidad. 




Formalmente la novela se divide en tres partes con una presentación y un epílogo narrados por el protagonista que rodean a la parte central y principal del libro, donde se desarrolla el diálogo entre los dos personajes. Si recordamos que a Kobe Abe le apasionaba el teatro podemos ver esta parte como un acto listo para representarse.

De todos es conocido que Abe es considerado como el "Kafka japonés" y aquí queda probado. Con un impecable manejo de la alegoría y la sátira trenza un diálogo tan educado como exasperante entre dos seres extraviados que ponen sobre la mesa las obsesiones más habituales del autor; aquellas que lo han emparentado con Kafka o Beckett: el problema de la identidad, el desasosiego de no saber quién soy ni quién es el otro y hasta, en definitiva, el cuestionamiento de la noción de realidad. Obsesiones que también encontraremos en "El rostro ajeno" y "El hombre caja".

El desenlace nos ofrece ecos del final de una novela memorable, El Proceso, de Franz Kafka. En esos últimos capítulos el juego ilusorio planteado por el visitante comienza a envolver al protagonista como una niebla existencial, capaz de provocar un desdoblamiento de la realidad que nos conduce a un enigmático giro que amula al de la cinta de Moebius.

Así, en el párrafo final, el personaje principal se dirige al lector, como ya hizo en la primera parte del libro varias veces, y le suplica que le ayude a entender su propia historia: 
     “Sí, quiero saber: ¿todo esto será la consecuencia de una fábula sometida por la realidad o de la realidad rendida por una fábula? Me gustaría preguntárselo a usted, que está situado fuera de este tribunal. El lugar donde se encuentra, ¿pertenece a la realidad o a la fábula?…”


















👉  Serendipia_____________________________________________________
La lectura de Idéntico al ser humano me ha recordado a un cuento filosófico de Voltaire titulado Micromegas, aparecido en 1752. Este relato es considerado como una de las primeras obras de ciencia-ficción y describe la visita a la Tierra de Micromegas, un ser originario de un planeta de la estrella Sirio. En este relato Voltaire mencionó dos lunas de Marte (Fobos y Deimos), que no fueron descubiertas hasta 125 años después, en 1877, por el astrónomo Asaph Hall. Debido a esta coincidencia (serendipia), uno de los mayores cráteres en Deimos fue bautizado como «Voltaire».
Pues bien, yo creo que todo el mundo hasta visto las películas de las hermanas Wachowski, Matrix, donde las máquinas hacen vivir a los humanos en una realidad virtual y éstos salen al mundo real a través de una llamada, cuando descuelgan el teléfono. Pues bien, fíjense en este párrafo de la novela de Abe, escrita ¡en 1967!, cuando un presunto marciano intenta convencer de su origen a un humano.

"Lo que sacó del bolso para deslizarlo sobre la mesa con la punta del dedo fue un coche de juguete, del tamaño de una caja de fósforos.
—Es un coche de maqueta, común y corriente.
—No, señor, no lo es... Es una obra de arte, Toy Art, realizada por verdaderos artistas del juguete. Su estética consiste en crear lo imposible, lo inexistente en la realidad.
Creo que ésta se titula El miedo de la existencia. Al enterarse de que aquí la tratan como una simple maqueta de juego, seguro se enfermarían, literalmente, de miedo.
—Hubieras traído una maqueta de verdad.
—No se me había ocurrido, desafortunadamente... De paso, mire esto también... aunque sé que no le va a convencer...
Entre los dedos apareció titubeante una foto en blanco y negro. Tenía el tamaño de la palma de la mano, con los bordes desgastados. Parecía un objeto ordinario que me costó trabajo reconocer.
—Esto... es una cabina telefónica...
—Déjeme decirle que no lo es, pese a su apariencia.
Se trata de la misma estación de transposición material, que es el sustento de la civilización marciana. Aquí la copiaron hasta en los detalles del diseño.
—Pero la forma del teléfono también es idéntica.
—Sí, me dejó boquiabierto cuando lo vi por primera vez aquí... Hasta la manera de usarlo es idéntica... Levanta el auricular, marca el número para llamar a la estación deseada y coloca una moneda en la ranura que está en el lado derecho. Empieza a funcionar el sistema antigravitacional y usted llega al destino de inmediato, ¡en un tris!."





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Kōbō Abe (安部 公房 Abe Kōbō), seudónimo de Kimifusa Abe, fue un escritor, dramaturgo, fotógrafo e inventor japonés que nació en Tokio en 1924 u murió en 1993.
Era hijo de un médico y estudió medicina en la Universidad de Tokio. Sin embargo, nunca ejerció la profesión, abandonándola para unirse a un grupo literario que tenía como objetivo aplicar técnicas surrealistas a la ideología marxista. En 1948 publica su primera novela, La señal de tráfico al final de la calle. En 1951 obtiene el prestigioso Premio Akutagawa por La pared: el crimen del señor S. Karma. Con La cuarta edad interglaciar (1959), inicia el camino de la “ficción científica”, que tan fructíferos resultados dará en sus novelas futuras.
Tras una breve militancia en el partido comunista, el unánime reconocimiento de sus novelas La mujer de arena (premio Yomiuri 1962) y El rostro ajeno (1964), lo convierte en uno de los escritores contemporáneos de referencia como afirmaron muy pronto Kenzaburo Oe y Yukio Mishima, entusiastas admiradores de su desconcertante universo. Otras novelas destacadas de su vasta obra narrativa son: El mapa quemado (1967), Amigos (Premio Tanizaki 1967), Idéntico al ser humano (1967), Hombre caja (1973), Encuentros secretos (1977) y El Arca Cerezo (1984).
En la década de 1960, colaboró ​​con el director japonés Hiroshi Teshigahara en las adaptaciones cinematográficas de La trampa, La mujer en las dunas, El rostro ajeno y El mapa en ruinas. En 1973, fundó un estudio de interpretación en Tokio, donde entrenó a intérpretes y dirigió obras. Fue elegido miembro honorario extranjero de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias en 1977.

lunes, 17 de mayo de 2021

EL LAGARTO NEGRO - de Edogawa Rampo



Esta novela tiene el regusto del folletín y de esas aventuras publicadas por capítulos (como lo fue ella misma) en las que se suceden situaciones extremas que enganchan al lector hasta la nueva entrega. También tiene ese sabor pulp y bizarro que proporcionan los giros imposibles, la maestría para el disfraz que ostentan los protagonistas y las maquinaciones y huidas tan audaces como inverosímiles. Pero de lo que no cabe duda es que se trata de una lectura tremendamente entretenida, con ese punto entre pervertido y siniestro que aporta una malvada de lujo, la señora Midorikawa, la hermosísima jefa del hampa en la ciudad Imperial.

El Lagarto Negro fue publicada en el año 1934 y comparte con las obras de Conan Doyle y de Edgar Alan Poe la creación de un detective imbatible por su arrojo y aguda inteligencia, el detective Kogorō Akechi. La archienemiga en este caso será la astuta y despiadada madame Midorikawa, líder criminal conocida como el Lagarto Negro, por el espectacular tatuaje que luce en su brazo. Esta perversa y hermosa mujer tiene la obsesión enfermiza de coleccionar los objetos más hermosos del planeta y un importante joyero de Osaka posee dos que le interesan sobremanera, el mayor diamante de Japón, la Estrella de Egipto, y una joven hija angelical.
"Lo que yo busco no es su dinero. Lo que yo deseo es reunir todas las cosas bellas de este mundo. Joyas, obras de arte, personas hermosas...
-¿Cómo? ¿Personas también?
-Sí. Una persona bella es superior a cualquier obra de arte."
Para enfrentarse a semejante reto el joyero ha contratado al famoso detective Kogorō Akechi, y es que la propia madame Midorikawa le ha avisado de sus intenciones; lo que da al enfrentamiento ese carácter de juego que a Holmes tanto excitaba. "Comienza la partida" solía decir cuando atisbaba un misterio a la altura de su intelecto.
"He sido yo quien lo ha puesto sobre aviso. Yo, ¿sabes, Jun-chan? no soy tan cobarde como para atacar por sorpresa. Jamás he robado sin avisar antes. Advierto a mis víctimas, como debe ser; dejo que se prevengan convenientemente y así nos batimos en igualdad de condiciones. Si no, para mí no tiene el menor interés. De hecho, más que el objeto sustraído, lo que vale la pena es el combate.
-Entonces ¿también los ha avisado esta vez?
-Sí. Les puse sobre aviso en Osaka... ¡Oh, sólo de pensarlo me retumba el corazón! Kogoro Akeshi será un digno contrincante. Me divierte mucho imaginar que voy a librar con él esta batalla singular." pág. 28
Aunque más que al detective victoriano, esta partida recuerda a las andanzas de Arsenio Lupin, por el carácter insólito y espectacular de muchas acciones, el gusto por el disfraz de ambos contendientes y lo rocambolesco de sus aventuras. Por ejemplo cómo logró el Lagarto Negro raptar a la joven cuando toda la casa estaba rodeada de vigilantes y el propio Akechi custodiaba el dormitorio desde la sala contigua. O dónde logró esconderse Akechi en el barco de madame Midorikawa cuando sus esbirros removieron cada rincón y sentina sin encontrarlo.

 


La acción siempre es trepidante y la trama se convierte en una persecución constante trufada por todo tipo de artimañas. La novela se desarrolla en cuatro escenarios donde se producen escaramuzas y victorias parciales que rápidamente son enjugadas. El primero es un hotel de lujo donde Midorikawa logra raptar a la joven que al poco tiempo es rescatada por Akechi; el segundo es la mansión del joyero, el tercero es el barco donde Midorikawa traslada en secreto su botín y el último es la mismísima boca del lobo, la guarida de El Lagarto Negro, sede de su Museo del Terror. En todos y cada uno de ellos Akechi y Midorikawa ponen en juego su intrepidez y lógica detectivesca.

El carácter aventurero de la obra hace que nos bebamos las páginas como un refresco y volvamos a sentirnos como unos adolescentes siguiendo los lances de este entretenidísimo duelo. Porque en cada celada que se tienden lo que sale a relucir es la admiración y fascinación mutua que se profesan. Hasta se llegan a retar de forma temeraria, haciendo apuestas sobre quién de ellos ganará. La naturaleza aventurera del relato se subraya cuando el narrador se hace presente para llamar la atención del lector sobre algún asunto y así ganarse su complicidad.
"Estimados lectores, graben en su memoria las palabras de Akechi ¿podrá el famoso detective mantener su promesa? ¿No será de nuevo derrotado? Porque, si tal cosa llegara a suceder, no tendría otra salida que sacrificar su profesión."
Si la acción vibrante y las constantes argucias nos llevan en volandas por las páginas, el libro cuenta además con una atmósfera siniestra -la morgue, los clubs, los puertos y las guaridas- digna de las mejores películas de serie negra de los 40. A ello contribuye una pérfida y sensual Midorikawa que en la mayor parte de la novela ocupa el primer plano de la narración.

Edogawa Rampo es el seudónio de Tarō Hirai, quien fue un gran admirador de escritores de misterio occidentales como Edgar Allan Poe, Arthur Conan Doyle o Maurice Leblanc. De hecho su seudónimo se corresponde con la transcripción fonética al japonés de su estimado Edgar Allan Poe. Rampo fue el introductor y creador de historias de detectives en Japón y llegó a escribir 67 novelas y 76 relatos que gozaron de gran popularidad. A pesar de que murió en 1965 sus historias siguen reeditándose contantemente y son adaptadas una y otra vez al manga y la televisión. También fue el principal impulsor de la asociación de escritores japoneses de misterio, que, en su honor, creó el premio que lleva su nombre, el más antiguo y prestigioso de su país. 

Hay que recordar que existe otro autor japonés que también quiso emular la figura de Sherlock Holmes. Se trata de Okamoto Kido, (1872-1939), aunque situó a su detective samurai, Hanshichi, en una época remota, al final del período Tokugawa o Edo, entre 1840 y 1860. Kido también dota a su detective de las dotes deductivas de Holmes, pero aprovecha para hacer un retrato fascinante de la vida y costumbres feudales que se daban en la ciudad de Edo. 

Aunque no muy abundante, este recorrido de influencias criminales y detectivescas también se produjo desde Oriente a Occidente, como lo prueban el villano Fu-Manchú creado por Sax Rohmer, cuya primera aparición data de 1913, obteniendo un gran éxito tanto en sus adaptaciones al cine como al cómic. Y por supuesto uno de mis detectives favoritos, el Juez Di escrito por Robert van Gulik, un magistrado sumamente sagaz y educado que ejerce la judicatura en la capital imperial de China en el siglo VII. Van Gulik escribió sus casos basándose en manuscritos donde se relataban hechos criminales y sus actas de investigación.


☘☘ ☙ ☘☘

EDOGAWA RAMPO, escritor de misterio



Edogawa Rampo (1894-1965) fue el seudónimo de Hirai Taro, creador de la moderna literatura detectivesca y policial japonesa, además de máximo representante del género ero-guro, (erótico-grotesco), relatos con una presencia muy explícita del sexo, la violencia y la muerte planteados como revulsivo contra los tabús y el aburguesamiento de la sociedad. Durante las décadas de 1920 y 1930 Rampo se convirtió en el más popular de los autores de crimen y misterio en Japón.
Tras sufrir la censura durante la guerra (por lo occidentalizado de su obra), se dedicó al estudio y la promoción de la literatura criminal en su país, propiciando la creación de la Asociación de Escritores de Misterio de Japón. También a escribir una serie de novelas detectivescas juveniles pro­tagonizadas por su emblemático investigador Kogoro Akechi y el Club de los Chicos Detectives. Falleció en 1965 dejando tras de sí un prolífico legado literario de historias retorcidas, fas­cinantes y morbosas.

Rampo fue el rey bizarro de los relatos de misterio cuyas fronteras rompió para llevarlos hasta territorios poco frecuentados de terror y perversión. En sus narraciones siempre están presentes el erotismo, lo macabro y lo grotesco, junto a una fantasía muchas veces enfermiza. Su lectura alberga una paradoja. Por un lado son narraciones sencillas y trasnparentes cuya inocencia nos remite a la época inaugural del género detectivesco; pero por otro contienen osadías y tratamientos de lo más moderno, como las perversiones sexuales o la homosexualidad. 
Su estilo es ágil y desenfadado, los giros de sus tramas extremos; la sorpresa y lo insólito asaltan sus páginas como en la mejor novela folletinesca. El carácter osado y pulp de sus obras hizo que se multiplicaran las adaptaciones al manga, el cine y la televisión.
He aquí una referencia de las obras presentes en el mercado español.

LOS CRÍMENES DEL JOROBADO
Editorial QUATERNI, 
Esta novela realmente siniestra te atrapa con su intriga, misterio y crímenes terribles. Se trata de una obra inclasificable ya que en ella encontramos un enigma de cuarto cerrado que, de pronto, se convierte en una mezcla de novela de aventuras y terror habitada por monstruos, piratas y una isla que recuerda a la del doctor Moreau. De hecho el título original es "Koto no Oni" (La isla de los monstruos).
A pesar de haber sido publicada hace cien años no ha perdido ni un ápice de su carácter provocador y sigue siendo una novela terrorífica, sádica y atroz que se desarrolla entre seres deformes y asesinatos inducidos. También resulta muy contemporánea al tratar sin tapujos temas como la homosexualidad.
La novela narra la historia de Minoura Kinnosuke, a quien le es arrebatado el amor de su vida en un brutal asesinato. Ante la incapacidad de la policía para desentrañar el clásico tropo del asesinato en habitación cerrada, Minoura se lanza a resolverlo junto con su amigo Miyamagi Kokichi, detective aficionado, quien también se ve afectado por los asesinatos que están ocurriendo. Juntos darán con la pista de los horrendos planes del Jorobado, cuya pretensión es crear una sociedad de fenómenos repugnantes, enemigos acérrimos de la raza humana.
Su investigación los conducirá de misterio en misterio en un periplo lleno de aventuras y giros inesperados. El propio narrador, muy acostumbrado a hacerse presente en el relato, lo describe así:
"Aunque les parezca increíble a los lectores, toda la serie de acontecimientos que da inicio a mi narración se desarrollaron a lo largo de solo dos meses. Me veo obligado a avisarles de que se encontrarán con asesinatos, amor y comportamientos extraños de una maldad que nadie habría imaginado hasta ahora. Algunos dirán que es una novela de detectives; otros, que es una novela de miedo; y otros, simplemente, que es una novela extraña."
La novela entretiene y fascina siguiendo la estela de unos crímenes atroces, pasiones extremas y villanos de una maldad avasalladora.

EL EXTRAÑO CASO DE LA ISLA PANORAMA
(Editorial SATORI)
En esta novela se aprecian retazos de Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne, y de El jardín de los suplicios, de Octave Mirbeau. También del jardín-museo que Raymond Roussel
 narró en Locus Solus.
La novela nos sumerge en una mente obsesionada por la creación de una utopía ignorando los peligros que entraña; aunque la utopía que guía al protagonista no es de carácter político. Su pertinaz sueño es crear una obra de arte de proporciones colosales fundamentada en la naturaleza, los árboles, las piedras y todo bicho viviente que pulula por la tierra. El narrador mismo nos acerca a esa ambición:
"Igual que los músicos usan sus instrumentos para crear música, los pintores sus lienzos y pinturas o los poetas las palabras, él se serviría del sueño de la naturaleza creada por los dioses, no solo para transformarla a su antojo, sino para dar forma a sus ideales estéticos. En otras palabras, pretendía convertirse en un dios".
Hirosuke Hitomi es un escritor mediocre que vive obsesionado con la idea de crear una gigantesca obra de arte, un paraíso utópico en el que recluirse del mundo. Este sueño lo persigue desde niño aunque carece de la fortuna necesaria para llevarla a cabo; pero cuando fallece un antiguo compañero de universidad inmensamente rico, con el que guarda un inquietante parecido físico, se le presenta una oportunidad. Decide suplantarlo fingiendo una suerte de entierro prematuro a causa de una catalepsia no diagnosticada.
Ya con el control de las finanzas, Hirosuke comienza la realización de su disparatado proyecto en el que se encuentra un escoyo imprevisto, la hermosa viuda de su amigo, Chiyoko, la fruta prohibida de su delirante paraíso.
Panorama no kidan’, es el título original de este relato grotesco, hermoso y perturbador. Nada es lo que parece en Panorama, este paraíso sobrecoge y maravilla al mismo tiempo. La mezcla de misterio, hechos macabros y esa vorágine de escenarios artificiales de la isla Panorama están muy relacionados con la corrupción de la belleza. Las descripciones de los escenarios y trampantojos salidos de la insana imaginación de Hitomi se suceden revelando el mecanismo más tenebroso de la historia, el propio cerebro de Hitomi, que lo sacrificará todo para conseguir su objetivo.
Aunque el relato contiene algunos ingredientes de misterio, se acerca más al género que encumbró a Rampo, el ero-guro nansensu (erótico-grotesco-absurdo). El argumento mezcla los conceptos de muerte y amor con una galopante crisis de identidad para conseguir un relato perturbador.
El estilo de Rampo es ágil, muy colorido y sobre todo eminentemente pictórico: formas, texturas, olores y colores, además de la disposición de los objetos adquieren una importancia capital en la historia. Una de las mejores habilidades de Rampo es crear tensión a través de la ambientación que rodea a sus personajes.
Existe una adaptación al manga llevada a cabo por el magistral Shuehiro Maruo que le llevó a ganar el Premio Osamu Tezuka 2009. Está editado en España por ECC Ediciones en diciembre de 2016.
RELATOS JAPONESES DE MISTERIO E IMAGINACIÓN
(Editorial JAGUAR)
Tras sufrir censura durante la 2ª Guerra Mundial, acusado de una obra occidentalizante, en los años 50 Rampo recopiló sus mejores relatos y los reunió en este volumen, una colección ideal para acercarse al perturbador universo del escritor nipón. 
Entre ellos destaca “La butaca humana”, la extraordinaria historia de un ebanista que se oculta dentro de una butaca para disfrutar del contacto femenino. También “El test psicológico”, donde se percibe el influjo de Crimen y Castigo de Dostievski. Aunque no hay que olvidar relatos tan extraordinarios como "La oruga", "El viajero con el cuadro de las figuras de tela" y "El infierno de los espejos", donde la influencia macabra de Poe prevalece sobre la atracción por el misterio de Rampo.
"La oruga" es un relato negrísimo en el que se mezclan el rechazo y la atracción mórbida por lo monstruoso y lo deforme. De una gran crueldad, resulta aún más terrible por lo que sugiere que por lo que se nos cuenta directamente.
"El viajero con el cuadro de las figuras de tela" es perfecto en la recreación de una  atmósfera onírica e irreal a través de algo tan común como subir a un vagón de tren e iniciar un viaje. 


LA MIRADA PERVERSA
(Editorial SATORI)
Edogawa Rampo además de pionero de los relatos de misterio fue también el exponente máximo del 'ero-guro', transliteración al japonés de la expresión erotic-grotesque; género muy explícito en su fascinación por lo macabro y donde se combina sin complejos la sexualidad más abyecta con el crimen más refinado. La sangre, las parafilias y el fetichismo son de uso corriente en estos textos, llegando a tratar elementos más extremos y subversivos como la desfiguración o la violación.  
El volumen incluye: «El que pasea por el revés del techo», «Pulgarcito baila», «El infierno de los espejos», «Un amor inhumano», «La oruga» y «El hombre que viaja con un cuadro en relieve»Seis historias del más enfermizo y fascinante Rampo, con la base común de la obsesión. El universo que nos descubre Rampo es una pesadilla habitada por personajes deformes y/o extraños fascinados por lo monstruoso y lo bizarro. 
Esta edición de Satori reúne los seis relatos citados, seleccionados y traducidos directamente del japonés por Daniel Aguilar en sus versiones íntegras y sin censura.
Destaca, por supuesto, "La oruga", que también aparece en el anterior volumen; un relato morboso hasta la extenuación. Un veterano de guerra ha quedado horriblemente mutilado y reducido a un tronco sin extremidades que no puede hablar. Su mujer cuida de él pero la relación se torna enfermiza cuando ella descubre que ese amasijo grotesco despierta un extraño deseo sexual que la impulsa a torturarlo. El texto, escrito en 1929, fue el único de Rampo que sufrió la censura militar, seguramente por la identidad del protagonista.
Otro relato que también incluido en el volumen anterior es "El infierno de los espejos", la historia de la obsesión de un hombre por la naturaleza reflectante de los espejos. En su exaltación ordena construir una esfera de dicho material para poder meterse dentro, asunto que nos recuerda al Poe de "Entierro prematuro"; aunque en esta ocasión Rampo se explaya con las posibilidades de los  fenómenos ópticos, las ilusiones y trampantojos. 
"El hombre que viaja con un cuadro en relieve", tiene un tono romántico y gótico. Es una muy curiosa historia de un cuadro que contiene un gran secreto y que recuerda a alguno de los relatos de terror de Henry S. Whitehead.
"El que pasea por el revés del techo" supone el relato detectivesco más clásico, con un protagonista que planea el asesinato perfecto, pero comete un pequeño error. Tiene ecos del Auguste Dupin de su admirado Poe. 
"Pulgarcito baila" también tiene como referente a Poe y su narración "Hop-Frog". Narra la venganza de un enano de circo por todas las vejaciones a las que le sometieron sus compañeros. 
"Un amor inhumano" narra la enfermiza historia de amor de un hombre con una muñeca con la que se encierra en el trastero. La historia cobra un giro cuando su mujer descubre lo que está ocurriendo. 
Los cuentos de Rampo exploran los límites de la psicología y la cordura humana y están poblados por seres deformes, voyeurs asesinos y amores sádicos.

LA BESTIA CIEGA
Editorial SATORI
Moju, título original de la obra, es una de las cumbres del ero-guro; una sucesión de episodios de extremada perversión, sadomasoquismo y delirio solo apta para lectores de estómago fuerte y espíritu desprejuiciado. Cuenta la historia de un asesino en serie invidente obsesionado con el cuerpo femenino, sus formas y texturas. Haciéndose pasar por masajista, secuestra, somete y desmiembra a hermosas mujeres, abandonando después sus cuerpos de formas estrafalarias y con toques de humor negro.
Al principio, se conformará con sofocar sus instintos sexuales, pero el ansia de dominación le llevará a traspasar todas las fronteras imaginables… llegando a rozar el éxtasis con obscenas orgías de sangre que el propio Rampo calificaría de "carnicerías biomórficas". 
El atroz humor negro del relato no consigue disfrazar su ferocidad y su flagrante perversión erótica.
Se trata de una obra que fue editada por primera vez en 1931 pero que, durante la postguerra, Rampo renegó del ero-guro y fue él mismo quien ofreció una versión modificada de este relato para futuras ediciones, eliminando los pasajes más siniestros y de difícil asimilación. Sin embargo, esta edición de Satori mantiene el relato íntegro y original, traduciendo la primera versión. 

LOS CASOS DEL DETECTIVE AKECHI
(Editorial SATORI)
Este volumen es un recopilatorio de las primeras historias del famoso detective creado por Rampo, cuya primera aventura, "El asesinato de la cuesta D", apareció en 1925. Aunque el escritor no parecía muy satisfecho con su creación, enseguida se hizo popular, lo que le impulsó a escribir nuevas aventuras.
En esta colección se nos presentan las tres primeras aventuras de Kogoro Akechi, un detective solitario, residente en una casa de huéspedes (muy típica en la época) y rodeado de libros de misterio. No es raro que el detective se refiera a estos detectives clásicos cuando en los casos hace gala de sus deducciones, siempre sorprendentes y casi irreales. 
El enemigo más usual del detective Akechi es el famoso «Monstruo de las veinte caras» (Kaijin ni-ju menso). El Monstruo de Edogawa es un criminal no violento que roba no porque necesite dinero sino para demostrar lo brillante que es. En sus enfrentamientos ambos se demuestran un gran respeto mutuo. 
En su ánimo de emular a los clásicos, Rampo introduce en los relatos un personaje secundario a semejanza de “Watson”, como contrapunto a las pesquisas de Akechi. Aunque nunca se trata de la misma persona. En cada misterio estos personajes aportan su sentido común, solamente para ser deslumbrados por las increíbles deducciones de Akechi.
En el primer caso "El asesinato de la Cuesta D." Akechi se enfrenta a un asesino que parece haberse esfumado de la escena del crimen, un típico caso de asesinato en habitación cerrada. 
La segunda historia es "El Fantasma" y nos muestra otro de los grandes puntos de conexión entre Conan Doyle y Edogawa Rampo, su fascinación por lo esotérico. Aquí nos presente el caso de un fantasma que atosiga y hace la vida imposible a un empresario de éxito. Aunque evidentemente, todo tiene una explicación lógica a la que se llega con un sorprendente giro argumental. 
El último y más largo relato es "Pulgarcito", uno de los más terribles criminales: un vengativo enano que, despreciado por las mujeres debido a su espantosa deformidad, idea un truculento plan para saciar sus apetitos.

LA BESTIA ENTRE LAS SOMBRAS
Ediciones JAGUAR
Esta novela breve es una de las más interesantes de Rampo por cuanto plantea un un misterio metaliterario narrado en primera persona por un autor de misterio, con autorreferencias a los relatos del propio Ranpo. 
Narra la historia de Shundei Oe, un escritor de historias detectivescas que se ve involucrado en los misteriosos e inquietantes sucesos que le ocurren a Shizuko Oyamada, una lectora y amiga suya, quién se ve acosada por su antiguo amante Ichiro Hirata, también escritor de misterio. 
Ella le refiere las cartas que recibe, donde aparecen detalles tan precisos de su vida cotidiana que la dejan aterrada. El narrador se involucra de tal modo que se vuelve obsesivo, poniendo en marcha una serie de acontecimientos que le hacen cuestionarse sus dotes racionales.
En el primer capítulo el narrador llama la atención sobre dos tipos distintos de historias de detectives. Los que se centran en el análisis de la evidencia física, la identificación de pistas y la deducción de su significado y, por otro lado, los que se centran en la psicología de la mente criminal... El narrador insiste en que es del primer tipo, mientras que su adversario es, por supuesto, del segundo: un escritor cuya identidad real se oculta bajo un seudónimo, y cuya persona real es notablemente esquiva, cuyo tema es una psicopatología peligrosa y que, desde el punto de vista del narrador, parece ser un psicópata peligroso. en su propio derecho.
Un narrador poco fiable nos llevará por una senda llena de trampas hasta un final sorprendente y trágico. 
EL LAGARTO NEGRO
Editorial SALAMANDDRA

Esta novela narra el duelo del detective Akechi con uno de sus más temibles adversarios: la hermosa y pérfida madame Midorikawa, apodada El Lagarto Negro, por el tatuaje que luce en el brazo. Ella supone todo un reto para Akechi porque no sólo le iguala con su aguda inteligencia, sino porque sus motivaciones son distintas de los criminales comunes. No busca el simple beneficio económico, para ella el placer superior es salir victoriosa del reto intelectual que supone llevar a cabo el crimen más imposible. Dada su admiración por Akechi el duelo será de altura. 
Reseña en este blog








Fuentes: artículos de 
Sergio Vera en el Blog Elemental de ElPaís.com,  
* Carolina Pou en la revista digital EcosdeAsia.com

miércoles, 9 de octubre de 2019

PENSAMIENTOS al VUELO - de Yoshida Kenkõ

Encuentro esta InCitación en el estupendo blog del escritor y crítico Juan Francisco Ferrer. Reproduzco unos extractos.



"En la literatura japonesa clásica existe un género original que se llama "zuihisu" y que consiste en reflexiones fragmentarias que guardan relación con la vida y el entorno del autor. El nombre del género significa, en ideogramas chinos, pensamiento libre o espontáneo. Este modelo de escritura aspira a atrapar en el papel la esencia fluida de la vida usando la habilidad del pincel y la tinta. Insribir con estilo suelto las ideas y sensaciones del yo como respuesta a la volatilidad de la experiencia y la fugacidad del tiempo. 

El primer maestro de esta modalidad literaria fue una mujer, una gran cortesana del período Haian (s. X), la famosa Sei Shõnagon, autora de una memorable colección de anotaciones titulada "El libro de la almohada". En el siglo XII, con los cambios históricos y sociale,s ya no fue un cortesano en activo sino uno caído en desgracia y reconvertido en ermitaño budista, Kamo no Chõmei, quien escribió retirado del mundanal ruido otro paradigma del género ("Pensamientos desde mi cabaña"), donde se fijan los rasgos de un modo de vida (soledad, desapego, contemplación mística, humor, meditación trascendental) que se transforma en método de escritura. Otro maestro de este programa moral y artístico fue Yoshida Kenkõ (1284-1350).

En el breve prefacio a este fabulosos libro ("Pensamientos al vuelo"), Kenkõ expone con desenfado los princios de su escritura. Podrían glosarse así: apartado del mundo, contando con ocio suficiente y plácida serenidad, me entretengo pintando estos signos de tinta que representan ocurrencias que cruzan veloces por mi cabeza como las aves por el cielo y los peces por las aguas del río y me sorprenden hasta a mí mismo por su audacia e ingenio. La leyenda no desmentida cuenta que los papeles emborronados por Kenkõ decoraban las paredes de su humilde cabaña en el bosque, esto le permitía usarlos como recordatorio de sus enseñanzas e ideas.

La mirada desengañada de la vida urbana y cortesana delata un escepticismo que aflora en numerosas anécdotas y observaciones críticas respecto de la degradación cultural y la necedad del poder. Como budista convencido, aunque irónico, Kenkõ celebra la frágil belleza de los seres y las cosas como expresión natural de su caducidad e intrascendencia."




Detalle de una obra de Yamamoto Shunkyo




















◑☀☀◐

Kenkõ era hijo de un alto funcionario del Gobierno y él mismo se convirtió en un hombre poderoso dentro del Palacio Imperial. Algo le impulsó al retiro: quizás una decepción amorosa, quizás una disputa política o quizás una revelación. En los 243 textos del libro se puede apreciar una mirada centrada en lo esencial.



7

Si nunca desaparecieran las gotas de rocío en Adashino, si se mantuviera siempre inmóvil el humo sobre la colina de Toribe y viviésemos eternamente, sin cambio ni transformación, ¿nos conmovería el frágil y delicado encanto de las cosas? Las cosas son bellas precisamente porque son quebradizas y pasajeras.

La efímera no llega a ver la noche del día en que nació. ¿Y no muere la cigarra del estío sin conocer la primavera ni el otoño?

¡Qué afortunados los que puedan vivir despacio y despreocupados aunque sea un solo año! Pero si uno no se siente insatisfecho y no se conforma con el paso de las horas, todo el tiempo, aunque viva mil años, le parecerá tan breve como una noche, como un sueño.

No podemos vivir para siempre en este mundo. ¿Qué sentido tiene, por tanto, esperar la decrepitud de la vejez? Cuanto más larga es la vida, tanto mayor es la confusión. Morir antes de cumplir los cuarenta es el mejor modo de vivir sin tener que saborear la vergüenza. Pasada esa edad, uno ya no se ruboriza de su fealdad y no ve objeción para alternar con uno u otro. En el ocaso de sus días uno mima a sus hijos y nietos, y desea algunos años más para verlos prosperar. El apego al mundo es cada vez mayor, más arraigado, mientras se va perdiendo la capacidad para sentir el encanto de las cosas frágiles y efímeras. ¡Qué lástima!

viernes, 18 de octubre de 2013

Rubaiyat de Omar Khayyam


1
Despertaos, despertaos, durmientes, que la aurora
arrojó ya la piedra al piélago nocturno
ahuyentando a los astros, y el Cazador de Sombras
prendió en un haz de Luz la Torre del Silencio.

7
El tiempo, inexorable, va fluyendo ¿qué ha sido
de Bagdad y de Balk? Un leve roce puede
matar la rosa. Bebe , y al mirar las estrellas
medita en las culturas que se tragó el desierto.

17
¿Al mundo, a qué venimos? ¿Por qué nos vamos?
¿Qué quiere esta existencia que nos ha sido impuesta?
Arden las almas y se convierten bajo su peso
en ceniza, pero yo no veo la hoguera.

22
Créeme, bebe vino. El vino es vida eterna,
filtro que nos devuelve la juventud. Con vino
y alegres compañías, la estación de las rosas
vuelve. Goza el fugaz momento que es la vida.

37
Entre impiedad y fe tan solo un soplo existe,
así como también separa un simple soplo 
dudas y convicciones. Goza el soplo presente,
que está la vida entera en el soplo que pasa.

42
Natura crea la rosa y la destruye luego,
tornándola a la tierra. Si polvo en vez de agua
aspirasen las nubes, hasta el último día
del mundo, llovería sangre de enamorados.

58
Si dejaste pasar tus días a la vera
de tu amor; si de todos los placeres del mundo
gozaste, puedes irte.  Comprenderás entonces
que toda tu existencia ha sido sólo un sueño.

59
El día que yo muera se acabarán las rocas,
los labios, los cipreses, las albas, los crepúsculos,
la pena y la alegría. Y el mundo habrá dejado 
de ser, que su existencia está en nosotros mismos.

81
Las alas de la noche reposan sobre el alba.
Se habla de aquel que crea al ser y lo destruye.
No comprendo la obra del Creador. Dame vino
del que enternece el pecho y alegra la memoria.

83
Nos prometen el vino, la aguamiel y un edén
con huríes de ojos de jade. Si nos damos
al vino y a las bellas, no está mal, que es el premio
que allá en el paraíso nos está reservado.

98
La Rueda, que con todo termina, acabar puede
con tu alma y la mía. Vaciemos ya las copas
y vamos a tumbarnos en el césped, pues pronto
sobre nuestras cenizas ha de crecer la hierba.















135
Cierra tu libro y piensa. Mira impasible al Cielo
y a la Tierra. Da al pobre la mitad de tus bienes,
perdona las ofensas, no le hagas daño a nadie
y apártate a un rincón si quieres ser dichoso.

136
Descubrir quise en vano el Cielo y el Infierno
más allá de la Tierra y aun del infinito.
Pero una voz me dijo: ¡Necio! Cielo e Infierno,
hasta el fin de los siglos, viven sólo en tí mismo.


141
Te basta saber que todo es un misterio:
la creación y el destino de la Tierra y el tuyo.
Sonríe, pues, ante ellos. No sabrás nada más
cuando hayas franqueado las puertas de la Nada.

154
Tuve grandes maestros. Llegué a estar orgulloso
de mis progresos. Cuando recuerdo que fui sabio,
me comparo a ese líquido que llena el vaso y toma
su forma, y a ese humo que el viento desvanece.

170
A través de lo ignoto, mi alma tuvo empeño
en descorrer el velo del más allá. De pronto
volvió y me dijo esto. "¿Sabes? He comprobado
que el cielo y el infierno se encuentran en mí misma".

175
Igual que una linterna mágica es esta Rueda
en torno de la cual vamos todos girando:
la lámpara es el sol, el mundo la pantalla,
nosotros las imágenes que pasan y se esfuman.

179
El dedo del destino tan solo una palabra
escribió antes de irse. Nada, ni inteligencia,
ni amor, ni compasión, hará que se retracte.
No hay lágrimas bastantes para poder borrarla.

197
Se nos da un breve instante para gustar del agua 
en este ardiente páramo. Ya el astro de la noche 
palidece. La vida va a llegar a su término: 
el alba de la Nada. Vamos, pues, date prisa.

219
¿Qué es el mundo? Una parte pequeña del espacio.
¿Qué es la ciencia? Palabras. ¿Y qué son las naciones,
las flores y las bestias? Sombras. ¿Y tus continuos
tus inquietos cuidados?  Sólo nada en la nada.


243
En iglesias, mezquitas y sinagogas, sólo
se refugian los débiles que temen al infierno.
Aquel que bebe vino, en su pecho no siembra
las dañosas semillas del ruego y el espanto.



Admitamos que hayas resuelto el enigma de la creación. ¿Cuál es tu destino?
Admitamos que hayas podido despojar de todos sus vestidos a la Verdad. ¿Cuál es tu destino?
Admitamos que hayas vivido cien años dichoso y que vayas a vivir otros cien más. ¿Cuál es tu destino?


¡Cuán pobre el corazón que no sabe amar, que no puede embriagarse de amor! Si no amas, ¿cómo te explicas la luz enceguecedora del sol y la más leve claridad que trae la luna?
Sabes que no tienes poder sobre tu destino.


Lámparas que se apagan,
esperanzas que se encienden.
Aurora. Lámparas que se encienden,
esperanzas que se apagan. Noche.


Omar Khayyam fue amigo íntimo de Ibn Sabbah y su figura prolifera en las páginas de la admirable novela Alamut.  Su lectura me ha desvelado muchos aspectos históricos y del islam; pero sobre todo un concepto filosófico radical y furiosamente escéptico. Quisiera aprovechar esta coyuntura para recordar alguno de los Rubaiyat que Khayyam  escribió allá por el siglo XI. Leyéndolos parece increíble que su aliento de libertad y hedonismo provenga de la profundidad de los siglos. Como dice José Gibert en el prólogo de mi edición: "ninguna otra literatura puede ofrecer algo comparable a la fascinadora belleza de tales versos elogiando los placeres terrenales, ni a las mordientes diatribas  con que fustiga a las convenciones dualistas, ni a las expresivas rebeldías  contra el malévolo y fatal Destino  que lleva a la muerte todo lo bueno y hermoso de este mundo."
Pesimista, irreverente hasta lo blasfemo, epicúreo y atormentado, Khayyam acaba siendo un moralista y un metafísico: la vida es lo más hermoso y...vano. La naturaleza nos desdeña y sigue impertérrita sus ciclos. El hombre está prisionero del Tiempo que lo consume y sólo posee el presente, ¡su copa de vino! Pero aunque el yo se disgregue en el polvo, no olvidemos que el cielo y el infierno sólo existe dentro de nosotros: somos esencia de divinidad.

domingo, 13 de mayo de 2012

Hombres salmonella en el Planeta Porno

de Yasutaka Tsutsui


Gamberro e iconoclasta pero muy lúcido. Tsutsui puede plantear un cuento titulado El último fumador y presentarnos un paisaje social apocalíptico con un hombre en la cima de un edificio esperando el linchamiento o uno titulado El mundo se inclina, sobre un isla artificial  que por las corruptelas a la hora de la construcción se está inclinando y amenaza con girar sobre sí misma mientras la alcaldesa lo niega todo y encarcela o dispara a quien denuncie esta situación insostenible.



Las situaciones pueden parecer en principio  descabaladas o extravagantes, pero Tsatsui las desarrolla con rigor dramático y absoluta seriedad. Su crítica a la sociedad siempre es certera y nunca carece de ingenio. Hombres salmonella en el planeta porno es el culmen de este volumen. Allí viven plantas que te acarician hasta el orgasmo y todo tipo de animales cuyo instinto más intenso es copular con cualquier otro animal  incluido el novedoso ser humano que acaba de aterrizar. Las implicaciones de la personalidad de cada uno y sobretodo los mecanismos de la sociedad circundante son expuestos con progresión ejemplar e incluso con gran aparato científico en psicología, etnografía o fisiología.

Rumores sobre mí  es un relato que juega con la angustia de ser el centro absoluto de atención mediática. De evidentes connotaciones orwellianas, Tsatsui nos presenta a un ser anodino cuyas conversaciones y encuentros aparecen notoriamente en los medios con gran publicidad e inmediatez.

La lectura siempre comienza con la sensación de que el asunto no es muy trascendente, pero el autor sabe hurgar en los personajes y las tramas hasta conseguir una consistencia inusitada. La ligereza en ningún caso es sinónimo de superficialidad. Me ha recordado a Philip K. Dick, cuya redacción apresurada no impide disfrutar de un autor enorme y original.

El límite de la felicidad es un relato claustrofóbico sobre la superpoblación y en El Bonsai Dabadaba  se juega con una planta que produce sueños eróticos, cruzándose los vecinos en los sueños de unos y otros hasta conformar un verdadero bodevil que subvierte las inhibiciones y el statu quo.



El autor declara "siempre he dicho que la existencia es un gran escenario cómico y que todos los seres humanos somos actores y personajes de una opera bufa".

El libro, que sirve de presentación del autor en España, concluye con una entrevista a este hombre polifacético donde los haya: actor, escritor, estrella de TV, autor teatral y músico. De su boca conocemos la enorme influencia que el surrealismo ha tenido en su obra (en la cual son una constante los sueños)  y su inclinación natural por el humor. Llega a decir, "me gustaría ser traducido en países donde la gente sepa reírse".

Maestro de la metaficción y de la ciencia ficción de la que opina "pocas formas literarias permiten hacer una crítica tan rotunda a la civilización". Se declara admirador de Robert Sheckley.

En su novela Paprika estaban ya los argumentos de películas tan impactantes como Matrix, Avatar u Origen, todas ellas muy posteriores.

jueves, 16 de febrero de 2012

La mujer de la arena

de Kôbô Abe

¡Qué agobio de novela! Un hombre se pierde en una aldea remota y miserable ubicada en un arenal frente al mar. Lo que acepta como hospitalidad se torna una trampa para atarle al villorio. Las casuchas sobreviven de mala manera a los vientos  y a la arena que amenazan sepultarlo todo. Hay que palear constantemente para retirar la arena. La vida adquiere un ritmo grosero, casi bestial. 

La literatura de Kôbô Abe tiene una característica desoladora respecto al género humano. Somos esclavos. De la naturaleza. de las costumbres, de los hábitos. De la presión social. El pueblo funciona como una cooperativa donde los mayores nutren un mecanismo de opresión para hacer pervivir una situación sin sentido.
"Cuando los campesinos compran más tierras con el fruto de su trabajo, eso significa que tienen que trabajar más que antes. A fin de cuentas, las preocupaciones y el trabajo no tienen fin, y lo único que obtienen es la posibilidad de tener más quehacer que antes...Sin embargo, el campesino al menos obtiene alguna ganancia de su arroz y de sus patatas. Comparado con eso, palear arena es como tratar de amontonar  piedras en el Río del Infierno, de donde los diablos se las llevan apenas uno las echa.
-Bueno, ¿y que pasa finalmente con el Río del Infierno?
-Nada...es un castigo del Infierno precisamente porque no pasa nada." pág. 162
Las casas están en unos pozos que se mantienen en lucha permanente con la arena. Esta situación de sometimiento obliga al hombre a plantearse radicalmente su vida. Hay otro pozo en otra novela japonesa, "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" de Murakami. Aunque en este caso la estancia en el pozo es voluntaria, en ambos se aprecia la permanencia en un pozo exterior como un acceso al pozo de tu interior.


La narración de una vida tan miserable y sin expectativas resulta un símbolo del papel del hombre en el mundo. O la visión del ser humano en el engranaje de la sociedad.
"Es cierto que la arena no es apta para la vida.  No obstante ¿Es acaso razonable la condición inmóvil para la existencia?,  ¿No es porque uno trata de aferrarse a una determinada condición por lo que surge esa desagradable competencia entre los hombres? Si uno abandonara esa posición fija para dejarse arrastrar por el movimiento de la arena, con seguridad la competencia cesaría."pág 23

Encontramos una reflexión sobre la sociedad
"La cara de la aldea se le presentaba al descubierto a través de la mujer. Hasta ese momento se suponía que la aldea, unilateralmente, era el verdugo; o tal vez una planta carnívora sin voluntad propia, o una voraz anémona de mar, y se suponía que él era una pobre víctima que casualmente había caído en la trampa. Pero desde el punto de vista de los aldeanos, eran ellos los abandonados, y naturalmente no veían razón para sentir ninguna obligación hacia el mundo exterior." pág. 190
Esta reflexión también alcanza al rol del escritor
"El decir que uno quiere convertirse en escritor  no significa más que el egoísmo de querer diferenciarse de los demás, que son títeres, convirtiéndose en titiritero" pág 102
y llega hasta conformar una visión de la humanidad
"Los incendiarios son el uno por ciento, los borrachos de mal carácter, también el uno por ciento, los retrasados mentales, el uno por ciento; los maniáticos sexuales, el uno por ciento; los megalómanos, el uno por ciento; los estafadores empedernidos, el uno por ciento; las mujeres frígidas, uno por ciento; los terroristas, uno por ciento; paranoicos, uno por ciento...
-Desearía que dejaras de soltar estupideces.
-Bien, escúchame con calma. Los que sufren vértigo, los drogadictos, los histéricos, los asesinos maniáticos, los sifilíticos, los deficientes mentales..., suponiendo que hay el uno por ciento de cada uno de ellos, sobre el total representarían un veinte por ciento... De ser posible enumerar otras ochenta anormalidades, y por supuesto se puede, se constituiría una prueba estadística de que la humanidad es cien por cien anormal."pág 186
El final nos puede parecer desolador o esperanzado. Depende de tu condición.


P.D. En este otro blog encontrarás una reseña muy documentada del libro.