Mostrando entradas con la etiqueta cuentos de misterio y crimen. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuentos de misterio y crimen. Mostrar todas las entradas

martes, 31 de enero de 2023

EL ROSTRO en EL ESPEJO y otros relatos... - de Mary E. Braddon



La Biblioteca de Carfax sigue desempolvando autor@s de terror que permanecían olvidados para goce del buen aficionado. Y si se trata de cuentos de fantasmas nada mejor que bucear en la época victoriana.

Esta antología de Mary Elizabeth Bradddon contiene seis historias de terror gótico que bajo su terciopelo opulento y añoso nos descubren maldiciones, fantasmas y casas encantadas en la mejor tradición inglesa. Los relatos son excelentes ejemplos de cómo crear una atmósfera inquietante y situaciones perturbadoras que nos llevan inexorablemente hasta la aparición espectral.

Un aspecto que llama la atención es que todas sus protagonista son mujeres y otro que las apariciones o amenazas son asumidas por los protagonistas como algo fatal e inevitable. Lo que se contradice con el hecho de que Mary Elizabeth Braddon fuera en su época una mujer transgresora que vivió bajo sus propias normas.  

Uno de los elementos que se repite en varios relatos es el espejo, objeto que cuenta con una gran tradición en la literatura fantástica. El espejo no sólo nos devuelve y multiplica la realidad hasta el horror, según Borges; sino que también puede arrastrar con él una maldición antigua e incluso pueden constituir una puerta de acceso para monstruos y fantasmas. 


En los relatos de Braddon nos anuncian aquello que no queremos (o debemos) saber. En el primero, "El rostro en el espejo", a través del azogue se nos anuncia la inminencia de nuestra muerte, mientras que en el segundo, "Ella", una joven descubre, en el estudio de una villa italiana heredada, un espejo veneciano que le muestra su futura decrepitud. El contraste entre el escenario idílico de Orange Grove y la sensación de fatalidad es enorme.
"Ayer, durante el crepúsculo, levanté la mirada de mi libro y la posé de manera casual en el antiguo espejo veneciano que está enfrente de mi escritorio y, gradualmente, abriéndose paso sobre la borrosa superficie, vi una cara que me observaba."
La joven Lotta caerá en la misma amarga curiosidad que su abuelo por "saber qué es lo peor que esa visión de futuro puede mostrarme". Y eso que el diario de su antepasado ya recoge la advertencia del poeta Horacio: "Tu ne quaesieris, scire nefas" ("No quieras saber, porque no está permitido".
Este relato de una mansión que te absorbe la vitalidad me recordó, de algún modo, a otro extraordinario de Elia Barceló, La Maga.

El tercero es uno de los mejores del volumen, "La sombra en la esquina", y nos traslada a la casona de un terrateniente en medio del campo inglés, en la que el hacendado se suicidó. Ahora vive allí un heredero de mente científica que busca una explicación para la maldición que se abre camino desde un rincón de la habitación del suicida. No se trata de una presencia o un fantasma, sino de una opresión, una invasión psicológica que te arrastra a las simas de la desesperación.

En otros relatos la amenaza viene determinada por una maldición o una venganza, como en "El visitante de Evelyn", una historia de venganza más allá de la muerte mezclada con unos visos de tentación. Aquí encontramos al joven Hector de Brissac que recibe la maldición de su primo André tras batirlo en duelo: volverá de la otra vida para atormentarle e interponerse ante todo lo que le suponga felicidad. Cuando Hector se casa con la joven e inocente Evelyne, ésta no sospecha que un hombre fantasmal la acechará constantemente hasta que ella misma acabe obsesionada con él. Aquí podemos apreciar ese principio de modernidad que la autora plasmó en sus ficciones; puesto que la presencia primero supone amenaza, pero posteriormente convertirse en una sensual tentación que embruja a la virginal Evelyn. 
Vendré a ti cuando tu vida parezca brillar. Me interpondré entre tú y lo que ames con más intensidad y consideres más preciado. Mi mano fantasmal verterá una gota de veneno en la copa de tu felicidad. Mi sombría forma apagará la luz del sol de tu vida. Hombres con una voluntad de hierro como la mía pueden hacer lo que les plazca, Hector de Brissac, y es mi voluntad atormentarte desde la muerte."
Ese atisbo de modernidad y cientifismo del que he hablado se puede apreciar en uno de los mejores relatos del libro, "La buena lady Ducayne", en cuyo comienzo encontramos a la jovencita Bella, de 18 años, que quiere ayudar a la economía familiar, pero en vez de ponerse a buscar un marido de posibles, acude a la oficina de empleo de la señorita Torpiner. La alegría de Bella es enorme cuando le anuncian un trabajo como dama de compañía de Lady Ducayne ¡por 100 libras al año!...lástima que una sombra se cierna sobre el asunto: todas las damas anteriores han muerto a los pocos meses a pesar de su juventud y lozanía. 
"Las personas que viven tanto como ella se convierten en esclavos de la vida. Me atrevería a decir que es generosa con esas pobres muchachas pero no puede hacerlas felices. Ellas mueren a su servicio."
Es un retrato sin fantasmas pero con un indudable deseo de posesión por parte de esta anciana que roba, como un vampiro, el vigor de sus doncellas.  


Braddon fue una autora superventas en su época y una mujer independiente y empoderada avant la lettre. Muy crítica con la sociedad que le tocó vivir; utilizó sus novelas para poner en entredicho la rigidez de su época. 

Escribió casi noventa novelas, más de ciento cincuenta relatos cortos, nueve obras de teatro y una colección de poesía. Comenzó su carrera en la década de 1860 y escribió durante los cincuenta años siguientes, por lo que experimentó los avances sociales, políticos e intelectuales de la Gran Bretaña victoriana. "Se adscribió a la "escuela sensacionalista", un género que desestabilizó la época victoriana al remover los ideales de género, raza y clase de la clase media. Junto con "La mujer de blanco" de Wilkie Collins (1860) y "East Lynne"  de Ellen Wood (1861), "El secreto de Lady Audley" de Braddon (1862) completa el trío de novelas que cambiaron la trayectoria de la ficción inglesa para siempre".*

Es evidente que estos relatos resultan ajenos a su vena más provocadora, aunque hay destellos de los estudios científicos y psicológicos que tuvieron lugar con el cambio de siglo. En "La buena Lady Ducayne" es el doctor Parravicini quien utiliza la ciencia para prolongar la vida de la vieja dama; mientras que en "La sombra en el rincón", el nuevo propietario de la mansión Wildheath Grange afronta con mente científica los terrores que provoca la habitación de su antepasado suicida: "un gramo de pruebas es mejor que un kilo de argumentaciones", piensa antes de ocupar él mismo la habitación.  
Los fantasmas y la atmósfera inquietante siguen contando pero ya los protagonistas no son tan crédulos como a principios del siglo XIX. 

Las críticas al papel de la mujer y a las convenciones sociales aparecen en el relato "Su última aparición", en el que una bella y misteriosa actriz apenas se deja ver en público a pesar de su enorme éxito, lo que provoca todo tipo de rumores. Bárbara está casa con un crápula que la golpea y maltrata, pero cuando sir Phillip comienza a pretenderla para rescatarla no obtiene el respaldo necesario.
"Este capitán Montagu era un hombre valioso y conocía bien los teatros y a la mayoría de los actores, entre ellos, a Jack Stowell (el marido de Bárbara)
-Es un tipo de lo mejor -le aseguró a sir Philip-. Una compañía excelente.
-Puede ser -contestó el caballero-. Pero golpea a su mujer y yo pretendo devolverle el golpe.
-¿Acaso, Philip, vas a convertirte en Don Quijote y enfrentarte a molinos de viento?"
Pero lo que nos ha traído hasta aquí es ese ambiente tétrico que tan bien se refleja "El rostro en el espejo"
"Desde aquel suceso, el ama de llaves juraba que, siempre que había tormenta en el mar, el viento, como un alma en pena, aullaba y se lamentaba por los largos pasillos de la mansión y que un espantoso sonido de agua goteando se dejaba oír en la habitación donde el malaventurado cadáver había yacido en espera de su funeral. Existían también unos misteriosos aposentos cuyas puertas desaparecían cada cierto tiempo, por lo que durante meses no se podía acceder a ellos. Cuando finalmente las puertas reaparecían, los muros de las estancias estaban cubiertos con diabólicos dibujos y sus muebles distribuidos de forma extraña."


*Extracto del prólogo de Janine Hatter de la Universidad de Hull

jueves, 13 de enero de 2022

ONCE - de Patricia Highstmith





Patricia Highsmith nació el 19 de enero de 1921 en Ford Worth, Texas. No fue una hija querida como demuestra el hecho de que su madre intentó abortar bebiendo aguarrás durante su embarazo. La tormentosa relación que mantuvieron ambas marcaría a la escritora de por vida. Desde niña fue una lectora voraz y ya antes de cumplir 14 años había leído Crimen y castigo, de Dostoievski; Los falsificadores de moneda, de André Gide y, sobre todo, La mente humana, del padre de la psiquiatría norteamerican, Karl Menninger; quedando fascinada por la descripción de casos de enfermedad mental. Estas lecturas precoces sin duda influyeron en su obra, donde destacan los personajes torturados y obsesivos que, de pronto, pueden ser asaltados por la irracionalidad o la posibilidad de cometer un crimen sin mayor conflicto moral o mordisco de culpa. Cuando preguntaban a Highsmith por qué escribía, siempre respondía lo mismo: "Como todos los artistas, por salud". Se supone que mental.

En 1950, a los 26 años, publicó su primera novela, Extraños en un tren, adaptada sólo un año después al cine por el gran Alfred Hitchcock. En EEUU no gustaban sus historias turbias y pesimistas, ni sus análisis éticos. Tampoco sus ideas políticas de carácter comunista, por lo que en 1963 se trasladó definitivamente a vivir a Europa. Más fiel a sus mascotas que a las personas, Hisghsmith tenía aversión al trato humano. Uno de sus biógrafos, Andrew Wilson, llegó a escribir: "Podía ser una mujer monstruosa, violenta y bastante desagradable". La mejor compañía para la escritora eran sus gatos y un buen puñado de caracoles que en una época adoptó como mascotas. 

Esta afición por los gasterópodos se puede apreciar en dos cuentos incluidos en este volumen: "El observador de caracoles", en el que un hombre vulgar, solitario y voyeur se obsesiona con el acto de apareamiento de los caracoles hasta el extremo enfermizo de encerrarse en una habitación con cientos de ellos para examinarlos. Este observador minucioso podría ser una analogía de la propia Highsmith, escrutadora irreverente de los rincones más oscuros del alma humana.  Ante la aparición de la novela El cuchillo, en 1954, el diario The Observer dijo que Patricia escribía sobre los hombres “con la misma sabiduría con que una araña escribiría sobre las moscas”.


El otro cuento con caracoles es "En busca de Tal o cual Claveringi", un relato un tanto ajeno a la bibliografía de Hisgsmith ya que toma la forma de una pesadilla apocalíptica con un científico perseguido en una isla por unos caracoles gigantescos. No es infrecuente que los animales aparezcan en los cuentos de Highsmith que incluso tiene un volumen titulado "Cuentos bestiales". En muchos casos los animales se convierten en elementos alegóricos o precipitantes de la culpa o angustia de los protagonistas. 

En "La tortuga marina" el quelonio hace surgir un enfrentamiento violento e irracional entre un niño que cree recibir una mascota y su madre represora. El cuento posee un final magníficamente escalofriante. También en "La pajarera vacía" aparece un misterioso e inaprensible animal que logra sacar a relucir las insatisfacciones de una mujer en su matrimonio. 
"Ahora que el yuma estaba muerto, se daba cuenta de lo que había sucedido, o por lo menos ahora podía reconocerlo. El yuma había abierto el pasado, como si fuese un precipicio oscuro y amenazador. Le había hecho revivir la época en que perdió -voluntariamente- al niño y recordar la amarga pena de Charles entonces y su fingida indiferencia de más tarde. La había hecho revivir su culpabilidad. Se preguntaba si el animal había tenido el mismo efecto en Charles."



Otra de las líneas fuerza de estos relatos son las relaciones familiares. Highsmith es capaz de lograr que las más prosaicas escenas hogareñas se tensen hasta adquirir tintes de pesadilla. Las relaciones personales son un campo abonado para que la autora haga aflorar las frustraciones, resentimientos y venganzas que alimentan una convivencia prolongada. En "Gritos de amor" dos ancianas resentidas y solitarias descubren que después de muchos años viviendo juntas no se soportan. El roce continuo provoca irritaciones que van derivando en pequeñas venganzas hasta lograr dinamitar la relación. La ironía que introduce Highsmith es que finalmente las ancianas se odian tanto como se necesitan. 

También en "Cuando la escuadra llegó a Mobile" encontramos a una mujer harta de un matrimonio asfixiante. Un poco de cloroformo quizás será suficiente para deshacerse de su marido y huir hacia la libertad. Graham Green declaraba en el prólogo que este era su cuento preferido del libro, sin duda por el suspense y el intenso recorrido emocional que lleva a cabo esta mujer mientras huye, recordando su pasado, sus expectativas y esa sensación de fracaso que la rodeaba hasta casi asfixiarla.

Finalmente quisiera destacar tres relatos obsesivos y perturbadores en los que sus protagonistas se sumergen en una soledad y enajenación espantosa. En "Los pájaros a punto de emprender el vuelo" un tipo vive desvariando a la espera de una carta de la mujer a la que cree amar mientras calibra, ofuscado hasta la extenuación, cada palabra y cada gesto con la que responderá. En "Señora Afton, entre tus verdes laderas" asistimos a la extraña relación que mantiene una anciana con su psiquiatra, al que visita de forma vicaria a cuenta de su marido. Mientras que en "La heroína" una joven neurótica comienza a trabajar de institutriz para una familia mientras lucha contra una pulsión de ser una salvadora que la devora. El tema de la institutriz que entra en un hogar para colonizarlo y volverlo del revés me ha recordado a la excelente novela de Leila Slimani, Canción dulce.



Algunos de estos relatos se escribieron antes de su primera novela, pero la personalidad de Hisghsmith era tan acusada desde el principio que su estilo y enfoque ya está decantado: un profundo conocimiento de la naturaleza humana para hacer aflorar frustraciones y neurosis y una gran penetración psicológica para rastrear el mal en personas cotidianas que de pronto se asoman al crimen sin ninguna duda moral o remordimiento. También es habitual en ella la crueldad, el suspense y un humor de lo más macabro. 
  
"Poeta de la aprensión" es como la bautiza su amigo personal Graham Green, quien en un certero prólogo nos describe su universo:    

"Es una escritora que ha creado su propio mundo, un mundo claustrofóbico e irracional, en el cual entramos cada vez con un sentimiento de peligro personal, con la cabeza inclinada para mirar por encima del hombro, incluso con cierta renuencia, pues vamos a experimentar placeres crueles, hasta que, en algún punto, allá por el capítulo tercero, se cierra la frontera detrás de nosotros, y ya no podemos retirarnos, estamos condenados a vivir hasta el fin del relato con uno más de su larga serie de hombres buscados por la policía. (...)  Es un mundo sin finales morales, que no tiene nada en común con el mundo heroico de sus pares, Hammett y Chandler, y sus detectives."

Uno de los aspectos que más llama la atención en Hisghsmith es cómo la maldad surge de personajes y situaciones domésticas. La irracionalidad, la obsesión o una irresistible compulsión emocional hacen el resto. 






👉__________________________________________

Patricia Highsmith es una escritora inquietante porque crea personajes ambiguos, cuyos impulsos muchas veces carecen de lógica y en ocasiones explotan la hipocresía que reina en el mundo para construirse una fachada y medrar, como su famoso Tom Ripley. Pero también porque resulta perturbador el modo en que habla de cada uno de nosotros y ese fondo oscuro al que evitamos asomarnos. No hay más que comprobar con quién de sus personajes nos identificamos mientras la leemos. Ella asume que el crimen se encuentra escondido en el corazón de la vida cotidiana: cualquiera puede ser un asesino o una víctima. Sus historias no hablan de policías y ladrones; ni sus personajes y criminales son los sospechosos habituales. La naturaleza del mal en Highsmith es muy compleja y profundamente humana. Sus protagonistas son casi siempre seres normales envueltos en un torbellino criminal. Los temas alrededor de los que gira su obra son la culpa, la mentira y el crimen.

Los relatos son la parte menos reconocida de su obra, relegados por la fama de sus novelas; pero los 10 volúmenes que conforman sus narraciones harán disfrutar a cualquier aficionado. 
-Once (Eleven, también conocida como The Snail-Watcher and Other Stories, 1970)
-Pequeños cuentos misóginos (Little Tales of Misogyny, 1974)
-Crímenes bestiales (The Animal Lover's Book of Beastly Murder, 1975)
-A merced del viento (Slowly, Slowly in the Wind, 1979)
-La casa negra (The Black House, 1981)
-Sirenas en el campo de golf (Mermaids on the Golf Course, 1985)
-Catástrofes (Tales of Natural and Unnatural Catastrophes, 1987)
-Los cadáveres exquisitos (1995, selección de relatos escritos entre 1960 y 1990)
-Pájaros a punto de volar: Póstumamente se reunieron, en dos volúmenes, sus relatos inéditos. La colección se titula en inglés Nothing That Meets the Eye: The Uncollected Stories, 2002. Esta es la primera parte  y reúne relatos escritos entre 1938 y 1949.
-Una afición peligrosa Es el segundo volumen de sus relatos inéditos, Nothing That Meets the Eye: The Uncollected Stories. Aquí aparecen los relatos escritos entre 1950 y 1970. Los dos volúmenes abarcan casi cincuenta años de producción literaria.

lunes, 17 de mayo de 2021

EDOGAWA RAMPO, escritor de misterio



Edogawa Rampo (1894-1965) fue el seudónimo de Hirai Taro, creador de la moderna literatura detectivesca y policial japonesa, además de máximo representante del género ero-guro, (erótico-grotesco), relatos con una presencia muy explícita del sexo, la violencia y la muerte planteados como revulsivo contra los tabús y el aburguesamiento de la sociedad. Durante las décadas de 1920 y 1930 Rampo se convirtió en el más popular de los autores de crimen y misterio en Japón.
Tras sufrir la censura durante la guerra (por lo occidentalizado de su obra), se dedicó al estudio y la promoción de la literatura criminal en su país, propiciando la creación de la Asociación de Escritores de Misterio de Japón. También a escribir una serie de novelas detectivescas juveniles pro­tagonizadas por su emblemático investigador Kogoro Akechi y el Club de los Chicos Detectives. Falleció en 1965 dejando tras de sí un prolífico legado literario de historias retorcidas, fas­cinantes y morbosas.

Rampo fue el rey bizarro de los relatos de misterio cuyas fronteras rompió para llevarlos hasta territorios poco frecuentados de terror y perversión. En sus narraciones siempre están presentes el erotismo, lo macabro y lo grotesco, junto a una fantasía muchas veces enfermiza. Su lectura alberga una paradoja. Por un lado son narraciones sencillas y trasnparentes cuya inocencia nos remite a la época inaugural del género detectivesco; pero por otro contienen osadías y tratamientos de lo más moderno, como las perversiones sexuales o la homosexualidad. 
Su estilo es ágil y desenfadado, los giros de sus tramas extremos; la sorpresa y lo insólito asaltan sus páginas como en la mejor novela folletinesca. El carácter osado y pulp de sus obras hizo que se multiplicaran las adaptaciones al manga, el cine y la televisión.
He aquí una referencia de las obras presentes en el mercado español.

LOS CRÍMENES DEL JOROBADO
Editorial QUATERNI, 
Esta novela realmente siniestra te atrapa con su intriga, misterio y crímenes terribles. Se trata de una obra inclasificable ya que en ella encontramos un enigma de cuarto cerrado que, de pronto, se convierte en una mezcla de novela de aventuras y terror habitada por monstruos, piratas y una isla que recuerda a la del doctor Moreau. De hecho el título original es "Koto no Oni" (La isla de los monstruos).
A pesar de haber sido publicada hace cien años no ha perdido ni un ápice de su carácter provocador y sigue siendo una novela terrorífica, sádica y atroz que se desarrolla entre seres deformes y asesinatos inducidos. También resulta muy contemporánea al tratar sin tapujos temas como la homosexualidad.
La novela narra la historia de Minoura Kinnosuke, a quien le es arrebatado el amor de su vida en un brutal asesinato. Ante la incapacidad de la policía para desentrañar el clásico tropo del asesinato en habitación cerrada, Minoura se lanza a resolverlo junto con su amigo Miyamagi Kokichi, detective aficionado, quien también se ve afectado por los asesinatos que están ocurriendo. Juntos darán con la pista de los horrendos planes del Jorobado, cuya pretensión es crear una sociedad de fenómenos repugnantes, enemigos acérrimos de la raza humana.
Su investigación los conducirá de misterio en misterio en un periplo lleno de aventuras y giros inesperados. El propio narrador, muy acostumbrado a hacerse presente en el relato, lo describe así:
"Aunque les parezca increíble a los lectores, toda la serie de acontecimientos que da inicio a mi narración se desarrollaron a lo largo de solo dos meses. Me veo obligado a avisarles de que se encontrarán con asesinatos, amor y comportamientos extraños de una maldad que nadie habría imaginado hasta ahora. Algunos dirán que es una novela de detectives; otros, que es una novela de miedo; y otros, simplemente, que es una novela extraña."
La novela entretiene y fascina siguiendo la estela de unos crímenes atroces, pasiones extremas y villanos de una maldad avasalladora.

EL EXTRAÑO CASO DE LA ISLA PANORAMA
(Editorial SATORI)
En esta novela se aprecian retazos de Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne, y de El jardín de los suplicios, de Octave Mirbeau. También del jardín-museo que Raymond Roussel
 narró en Locus Solus.
La novela nos sumerge en una mente obsesionada por la creación de una utopía ignorando los peligros que entraña; aunque la utopía que guía al protagonista no es de carácter político. Su pertinaz sueño es crear una obra de arte de proporciones colosales fundamentada en la naturaleza, los árboles, las piedras y todo bicho viviente que pulula por la tierra. El narrador mismo nos acerca a esa ambición:
"Igual que los músicos usan sus instrumentos para crear música, los pintores sus lienzos y pinturas o los poetas las palabras, él se serviría del sueño de la naturaleza creada por los dioses, no solo para transformarla a su antojo, sino para dar forma a sus ideales estéticos. En otras palabras, pretendía convertirse en un dios".
Hirosuke Hitomi es un escritor mediocre que vive obsesionado con la idea de crear una gigantesca obra de arte, un paraíso utópico en el que recluirse del mundo. Este sueño lo persigue desde niño aunque carece de la fortuna necesaria para llevarla a cabo; pero cuando fallece un antiguo compañero de universidad inmensamente rico, con el que guarda un inquietante parecido físico, se le presenta una oportunidad. Decide suplantarlo fingiendo una suerte de entierro prematuro a causa de una catalepsia no diagnosticada.
Ya con el control de las finanzas, Hirosuke comienza la realización de su disparatado proyecto en el que se encuentra un escoyo imprevisto, la hermosa viuda de su amigo, Chiyoko, la fruta prohibida de su delirante paraíso.
Panorama no kidan’, es el título original de este relato grotesco, hermoso y perturbador. Nada es lo que parece en Panorama, este paraíso sobrecoge y maravilla al mismo tiempo. La mezcla de misterio, hechos macabros y esa vorágine de escenarios artificiales de la isla Panorama están muy relacionados con la corrupción de la belleza. Las descripciones de los escenarios y trampantojos salidos de la insana imaginación de Hitomi se suceden revelando el mecanismo más tenebroso de la historia, el propio cerebro de Hitomi, que lo sacrificará todo para conseguir su objetivo.
Aunque el relato contiene algunos ingredientes de misterio, se acerca más al género que encumbró a Rampo, el ero-guro nansensu (erótico-grotesco-absurdo). El argumento mezcla los conceptos de muerte y amor con una galopante crisis de identidad para conseguir un relato perturbador.
El estilo de Rampo es ágil, muy colorido y sobre todo eminentemente pictórico: formas, texturas, olores y colores, además de la disposición de los objetos adquieren una importancia capital en la historia. Una de las mejores habilidades de Rampo es crear tensión a través de la ambientación que rodea a sus personajes.
Existe una adaptación al manga llevada a cabo por el magistral Shuehiro Maruo que le llevó a ganar el Premio Osamu Tezuka 2009. Está editado en España por ECC Ediciones en diciembre de 2016.
RELATOS JAPONESES DE MISTERIO E IMAGINACIÓN
(Editorial JAGUAR)
Tras sufrir censura durante la 2ª Guerra Mundial, acusado de una obra occidentalizante, en los años 50 Rampo recopiló sus mejores relatos y los reunió en este volumen, una colección ideal para acercarse al perturbador universo del escritor nipón. 
Entre ellos destaca “La butaca humana”, la extraordinaria historia de un ebanista que se oculta dentro de una butaca para disfrutar del contacto femenino. También “El test psicológico”, donde se percibe el influjo de Crimen y Castigo de Dostievski. Aunque no hay que olvidar relatos tan extraordinarios como "La oruga", "El viajero con el cuadro de las figuras de tela" y "El infierno de los espejos", donde la influencia macabra de Poe prevalece sobre la atracción por el misterio de Rampo.
"La oruga" es un relato negrísimo en el que se mezclan el rechazo y la atracción mórbida por lo monstruoso y lo deforme. De una gran crueldad, resulta aún más terrible por lo que sugiere que por lo que se nos cuenta directamente.
"El viajero con el cuadro de las figuras de tela" es perfecto en la recreación de una  atmósfera onírica e irreal a través de algo tan común como subir a un vagón de tren e iniciar un viaje. 


LA MIRADA PERVERSA
(Editorial SATORI)
Edogawa Rampo además de pionero de los relatos de misterio fue también el exponente máximo del 'ero-guro', transliteración al japonés de la expresión erotic-grotesque; género muy explícito en su fascinación por lo macabro y donde se combina sin complejos la sexualidad más abyecta con el crimen más refinado. La sangre, las parafilias y el fetichismo son de uso corriente en estos textos, llegando a tratar elementos más extremos y subversivos como la desfiguración o la violación.  
El volumen incluye: «El que pasea por el revés del techo», «Pulgarcito baila», «El infierno de los espejos», «Un amor inhumano», «La oruga» y «El hombre que viaja con un cuadro en relieve»Seis historias del más enfermizo y fascinante Rampo, con la base común de la obsesión. El universo que nos descubre Rampo es una pesadilla habitada por personajes deformes y/o extraños fascinados por lo monstruoso y lo bizarro. 
Esta edición de Satori reúne los seis relatos citados, seleccionados y traducidos directamente del japonés por Daniel Aguilar en sus versiones íntegras y sin censura.
Destaca, por supuesto, "La oruga", que también aparece en el anterior volumen; un relato morboso hasta la extenuación. Un veterano de guerra ha quedado horriblemente mutilado y reducido a un tronco sin extremidades que no puede hablar. Su mujer cuida de él pero la relación se torna enfermiza cuando ella descubre que ese amasijo grotesco despierta un extraño deseo sexual que la impulsa a torturarlo. El texto, escrito en 1929, fue el único de Rampo que sufrió la censura militar, seguramente por la identidad del protagonista.
Otro relato que también incluido en el volumen anterior es "El infierno de los espejos", la historia de la obsesión de un hombre por la naturaleza reflectante de los espejos. En su exaltación ordena construir una esfera de dicho material para poder meterse dentro, asunto que nos recuerda al Poe de "Entierro prematuro"; aunque en esta ocasión Rampo se explaya con las posibilidades de los  fenómenos ópticos, las ilusiones y trampantojos. 
"El hombre que viaja con un cuadro en relieve", tiene un tono romántico y gótico. Es una muy curiosa historia de un cuadro que contiene un gran secreto y que recuerda a alguno de los relatos de terror de Henry S. Whitehead.
"El que pasea por el revés del techo" supone el relato detectivesco más clásico, con un protagonista que planea el asesinato perfecto, pero comete un pequeño error. Tiene ecos del Auguste Dupin de su admirado Poe. 
"Pulgarcito baila" también tiene como referente a Poe y su narración "Hop-Frog". Narra la venganza de un enano de circo por todas las vejaciones a las que le sometieron sus compañeros. 
"Un amor inhumano" narra la enfermiza historia de amor de un hombre con una muñeca con la que se encierra en el trastero. La historia cobra un giro cuando su mujer descubre lo que está ocurriendo. 
Los cuentos de Rampo exploran los límites de la psicología y la cordura humana y están poblados por seres deformes, voyeurs asesinos y amores sádicos.

LA BESTIA CIEGA
Editorial SATORI
Moju, título original de la obra, es una de las cumbres del ero-guro; una sucesión de episodios de extremada perversión, sadomasoquismo y delirio solo apta para lectores de estómago fuerte y espíritu desprejuiciado. Cuenta la historia de un asesino en serie invidente obsesionado con el cuerpo femenino, sus formas y texturas. Haciéndose pasar por masajista, secuestra, somete y desmiembra a hermosas mujeres, abandonando después sus cuerpos de formas estrafalarias y con toques de humor negro.
Al principio, se conformará con sofocar sus instintos sexuales, pero el ansia de dominación le llevará a traspasar todas las fronteras imaginables… llegando a rozar el éxtasis con obscenas orgías de sangre que el propio Rampo calificaría de "carnicerías biomórficas". 
El atroz humor negro del relato no consigue disfrazar su ferocidad y su flagrante perversión erótica.
Se trata de una obra que fue editada por primera vez en 1931 pero que, durante la postguerra, Rampo renegó del ero-guro y fue él mismo quien ofreció una versión modificada de este relato para futuras ediciones, eliminando los pasajes más siniestros y de difícil asimilación. Sin embargo, esta edición de Satori mantiene el relato íntegro y original, traduciendo la primera versión. 

LOS CASOS DEL DETECTIVE AKECHI
(Editorial SATORI)
Este volumen es un recopilatorio de las primeras historias del famoso detective creado por Rampo, cuya primera aventura, "El asesinato de la cuesta D", apareció en 1925. Aunque el escritor no parecía muy satisfecho con su creación, enseguida se hizo popular, lo que le impulsó a escribir nuevas aventuras.
En esta colección se nos presentan las tres primeras aventuras de Kogoro Akechi, un detective solitario, residente en una casa de huéspedes (muy típica en la época) y rodeado de libros de misterio. No es raro que el detective se refiera a estos detectives clásicos cuando en los casos hace gala de sus deducciones, siempre sorprendentes y casi irreales. 
El enemigo más usual del detective Akechi es el famoso «Monstruo de las veinte caras» (Kaijin ni-ju menso). El Monstruo de Edogawa es un criminal no violento que roba no porque necesite dinero sino para demostrar lo brillante que es. En sus enfrentamientos ambos se demuestran un gran respeto mutuo. 
En su ánimo de emular a los clásicos, Rampo introduce en los relatos un personaje secundario a semejanza de “Watson”, como contrapunto a las pesquisas de Akechi. Aunque nunca se trata de la misma persona. En cada misterio estos personajes aportan su sentido común, solamente para ser deslumbrados por las increíbles deducciones de Akechi.
En el primer caso "El asesinato de la Cuesta D." Akechi se enfrenta a un asesino que parece haberse esfumado de la escena del crimen, un típico caso de asesinato en habitación cerrada. 
La segunda historia es "El Fantasma" y nos muestra otro de los grandes puntos de conexión entre Conan Doyle y Edogawa Rampo, su fascinación por lo esotérico. Aquí nos presente el caso de un fantasma que atosiga y hace la vida imposible a un empresario de éxito. Aunque evidentemente, todo tiene una explicación lógica a la que se llega con un sorprendente giro argumental. 
El último y más largo relato es "Pulgarcito", uno de los más terribles criminales: un vengativo enano que, despreciado por las mujeres debido a su espantosa deformidad, idea un truculento plan para saciar sus apetitos.

LA BESTIA ENTRE LAS SOMBRAS
Ediciones JAGUAR
Esta novela breve es una de las más interesantes de Rampo por cuanto plantea un un misterio metaliterario narrado en primera persona por un autor de misterio, con autorreferencias a los relatos del propio Ranpo. 
Narra la historia de Shundei Oe, un escritor de historias detectivescas que se ve involucrado en los misteriosos e inquietantes sucesos que le ocurren a Shizuko Oyamada, una lectora y amiga suya, quién se ve acosada por su antiguo amante Ichiro Hirata, también escritor de misterio. 
Ella le refiere las cartas que recibe, donde aparecen detalles tan precisos de su vida cotidiana que la dejan aterrada. El narrador se involucra de tal modo que se vuelve obsesivo, poniendo en marcha una serie de acontecimientos que le hacen cuestionarse sus dotes racionales.
En el primer capítulo el narrador llama la atención sobre dos tipos distintos de historias de detectives. Los que se centran en el análisis de la evidencia física, la identificación de pistas y la deducción de su significado y, por otro lado, los que se centran en la psicología de la mente criminal... El narrador insiste en que es del primer tipo, mientras que su adversario es, por supuesto, del segundo: un escritor cuya identidad real se oculta bajo un seudónimo, y cuya persona real es notablemente esquiva, cuyo tema es una psicopatología peligrosa y que, desde el punto de vista del narrador, parece ser un psicópata peligroso. en su propio derecho.
Un narrador poco fiable nos llevará por una senda llena de trampas hasta un final sorprendente y trágico. 
EL LAGARTO NEGRO
Editorial SALAMANDDRA

Esta novela narra el duelo del detective Akechi con uno de sus más temibles adversarios: la hermosa y pérfida madame Midorikawa, apodada El Lagarto Negro, por el tatuaje que luce en el brazo. Ella supone todo un reto para Akechi porque no sólo le iguala con su aguda inteligencia, sino porque sus motivaciones son distintas de los criminales comunes. No busca el simple beneficio económico, para ella el placer superior es salir victoriosa del reto intelectual que supone llevar a cabo el crimen más imposible. Dada su admiración por Akechi el duelo será de altura. 
Reseña en este blog








Fuentes: artículos de 
Sergio Vera en el Blog Elemental de ElPaís.com,  
* Carolina Pou en la revista digital EcosdeAsia.com

viernes, 5 de marzo de 2021

LOS IDUS de MARZO y otras... - de Ernest W. Hornung












Recién estrenada en Netflix la miniserie Lupin, basada en el ladrón de guante blanco francés creado por Maurice Leblanc, no me resisto a retomar este pequeño volumen que recoge algunas de las aventuras de su antecesor inglés, J. W. Raffles, caballero victoriano y ladrón. Ernest W. Hornung publicó tres volúmenes de relatos a partir de 1899 y obtuvieron tal predicamento que en 1907 Maurice Leblanc lo emuló con su personaje Lupin.

Abundando en familiaridades Mr. Hornung fue cuñado de Arthur Conan Doyle, creador del inmortal Sherlock Holmes, personaje del que Raffles es un reflejo aunque menos virtuoso. Conan Doyle, por cierto, le afeaba a su cuñado presentar a un ladrón con el porte y la educación de un caballero: "No debes convertir al criminal en héroe", llegó a escribirle. Incluso se ha llegado a argumentar que la publicación de los volúmenes de Raffles podrían haber llevado a Conan Doyle a resucitar a Sherlock Holmes en 1901 con The Hound of the Baskerville, después de haberlo hecho morir en las cataratas de Reichenbach en The Final Problem, en 1893.

Es evidente que Hornung sigue el modelo de los cuentos detectivescos escritos por Conan Doyle, pero siendo así que el temperamento de los dos escritores era muy distinto, sus dos héroes habrían de diferir. Uno, detective a la caza de criminales; otro, ladrón audaz y elegante. Uno, recluido en su piso compartido; otro, manteniendo una gran vida social. En el prólogo podemos leer: "El siglo XIX toca a su fin, y la frívola belle époque, con su mentalidad lúdica y liberal, choca frontalmente, con el puritanismo y la rigidez victoriana imperante en Inglaterra; y ese mismo combate moral y estético se reproduce en el trato personal y familiar de estos dos escritores; Conan Doyle, conservador y mojigato, y Hornung, liberal y cínico. También, por supuesto, en sus grandes personajes: Holmes y Raffles.

Aunque quizás sus personajes no difieran tanto.
"No pronostico ninguna violencia. La violencia, es una confesión de terrible incompetencia."
Por ejemplo tanto Raffles como Holmes son unos perfectos caballeros, evitan la violencia y el asesinato, son maestros del disfraz, cada uno tiene un ayudante que recoge y publica sus aventuras y, estando cada uno a un lado de la ley, ambos son defensores del orden establecido y fieles súbditos de la reina. Raffles incluso arriesga su vida para salvar el honor inglés cuando, en El regalo del Emperador, se embarca en un vapor alemán para robar una perla de valor incalculable que el monarca alemán quiere regalar al "rey de las Islas Caníbales" por burlarse de la reina Victoria. 
Como se puede apreciar hasta hay un tufo de xenofobia respecto a los adversarios de Raffles; entre los que encontramos marinos alemanes, condes italianos, contrabandistas de diamantes sudafricanos y australianos que se han enriquecido con la especulación.


El paralelismo más claro se da en los ayudantes que tienen cada uno. El Watson de Raffles es Harry "Bunny" Manders, un viejo compañero de colegio que aparece en su primera aventura, Los idus de marzo; el cual arrastra graves problemas económicos por haber extendido cheques sin fondo para pagar deudas de juego. Desesperado pide ayuda a Raffles, momento que éste aprovecha para declararle su estilo de vida y convencerle para que se convierta en su cómplice. Bunny desempeñará con respecto a Raffles la misma función que el doctor Watson asume con Holmes: es el testigo y narrador de sus diversas aventuras; también su contrapunto, ya que su ingenuidad y ausencia de imaginación hacen más notoria la sagacidad de sus compañeros.  

Quizás la diferencia más notable se encuentre en el plan narrativo. En los relatos de Raffles no seguimos un encadenamiento de pistas que nos lleven a resolver un misterio, como ocurre en las investigaciones de Holmes; sino que la intriga viene dada por la resolución de los problemas que surgen al ejecutar su acción acción depredadora.

En Los idus de marzo la pareja de ladrones se estrena robando una joyería de Londres, mientras que en Una representación teatral se enfrentan a un taimado contrabandista de diamantes que se protege rodeado por un verdadero "séquito de cafres" que les acaba poniendo en un brete. Uno de los que me ha gustado especialmente es Le premier pas que recoge el primer golpe de Raffles cuando estaba de visita en Australia. Una banda de asaltantes, tan fiera "como una segunda banda de Kelly", y una confusión sobre su persona le brindan la oportunidad de cruzar al otro lado de la ley, al hacerse pasar por el nuevo director de un banco. Un asesinato con premeditación es todo un juego de caballeros donde Raffles decide matar a un rufián que lo ha descubierto, pero se mete por medio un joven endeudado. En Quien ríe último, Raffles se enfrenta a Corbucci, "uno de los jefes máximos de la Camorra" que le lleva hasta el mismísimo borde la muerte. El último y quizá el mejor, Atrapa un ladrón, nos ofrece un duelo de inteligencia de Raffles contra un par, también ladrón de guante blanco; pero culpable de la felonía (en el peculiar sistema moral de Raffles) de robar a sus anfitriones. ¡Hasta ahí podríamos llegar! Estos dos últimos tienen las mismas cualidades de intriga, astucia y aventura que podemos encontrar en los relatos de Sherlock Holmes.

Y es que el hecho de que el protagonismo se centre en el ladrón resulta bien curioso. Pero con Raffles lo verdaderamente relevantes es que es un caballero. Ni Raffles ni Bunny parecen tener la firme convicción de que robar está mal en sí mismo, incluso puede servir como justicia social: "la distribución de la propiedad está mal de todos modos", llega a decir. De todos modos estas historia sobre un ladrón son menos antisociales que muchas historias modernas escritas desde el ángulo del detective.

Raffles vive en el hotel Albany, muy próximo a Regent Street y tiene abiertas las mejores casas y reuniones sociales de Londres gracias a su educación y a ser un gran jugador de criquett. Aunque gran parte del trabajo de Hornung ha caído en el olvido, sus historias de Raffles continúan siendo populares gracias a una gran destreza narrativa y a haberse convertido en testimonio de una época: un fin de siècle caracterizado por el refinamiento, la morbidez y el dandismo; donde triunfaban Oscar Wilde y su filosofía del arte por el arte.

Raffles demuestra en cada aventura un ingenio y una audacia incomparable, incapaz de evitar un buen desafío.
"El arte por el arte es un vil juego de palabras, pero confieso que me atrae. En este caso, mis motivos son absolutamente puros, ya que dudo de que estemos jamás en condiciones de vender unas piedras tan peculiares. Pero si no intento algo con ellas..., después de esta noche ya nunca podré ir con la cabeza alta."






_______________________________________________
Las aventuras de Raffles gozaron de amplia difusión en revistas populares de gran circulación. Incluso fueron adaptadas al cine, en donde Raffles ha sido protagonizado por John Barrymore, Ronald Colman y David Niven. Graham Greene llego a adaptarlas para el teatro, con el título de The Return, of A. J. Raffles. 
E. W. Hornung reunió las historias de Raffles en tres volúmenes: 
Raffles, the Amateur Cracksman (1899) donde se recogen las siete primeras historias de Raffles.
Fue seguido por A Thief in the Night (1905) y por Mr. Justice Raffles (1909). A ellos puede agregarse Stingaree, que registra anécdotas similares cuya acción transcurre en Australia. 
Para George Orwell, que escribió un ensayo crítico sobre él, sólo la primera colección mencionada tiene "la atmósfera verdadera" y, en consecuencia, es la única plenamente satisfactoria. De ella se han tomado los cuentos de la presente selección. 

viernes, 4 de diciembre de 2020

LA MAGA y otros CUENTOS CRUELES - de Elia Barceló


Durante el primer confinamiento de esta pandemia varias editoriales regalaron libros y cómics electrónicos para ayudar al personal a sobrellevarla. Me pareció una idea genial que abundaba en la solidaridad que inundó la red para mostrar el apoyo necesario entre unos y otros. Para esas horas de encierro (y para cualquier hora) nada mejor que la literatura de género y Elia Barceló practica muchos y con gran destreza. Uno de los libros que me descargué entonces fue esta recopilación de relatos de la autora alicantina que actualizaba la editorial gaditana Cazador de RatasEn el prólogo ella misma nos cuenta cómo afrontó la enorme variedad de los textos recopilados, resolviéndola con la apostilla "cuentos crueles"; la cual nos remite con acierto a Villiers de L´Isle Adam y también al Barbey d´Aurevilly de Las diabólicas.

Barceló nunca decepciona y muestra esa capacidad imaginativa que ella admiraba en Cortázar y esa familiaridad con lo fantástico que me recuerda a Stephen King. Autora de más de 50 cuentos, en los 14 que nos entrega encontramos historias netamente fantásticas, otras de terror, algunas de misterio, otras de crimen y hasta un par de ciencia ficción. Una gozada muy entretenida y escrita con gran pericia.

Un extra del volumen es que, al final de cada relato, la autora nos confiesa las circunstancias de su génesis y desarrollo, así como los aspectos que más le gustan o a qué autor homenajea. En ningún caso estas observaciones son fútiles. Por ejemplo tras el relato Tinta violeta Barceló nos revela su preocupación por el narrador, que es central en su forma de concebir la escritura.
"Cualquiera que me conozca a través de conferencias, artículos o talleres sabe que el narrador, la instancia narradora, siempre ha sido el elemento que más me preocupa o, al menos, me ocupa a la hora de plantear un relato o una novela." 
Todo ello se corrobora en estos cuentos crueles donde se juega mucho con el lector a través de relatos epistolares, narradores inverosímiles y puntos de vista sorprendentes que introducen una vuelta de tuerca en historias que creíamos reconocer. Así ocurre en el cuento Alana, donde la autora se aventura a reinventar cuentos tan populares como Caperucita Roja o la Bella Durmiente. 

También experimenta con el narrador en el referido Tinta violeta, donde consigue escribir un relato en segunda persona (o mejor, en una primera persona que se dirige a un personaje del relato con el que el lector se identifica) tal como hiciera Cortázar en "Reunión con un círculo rojo". Este relato es uno de los mejores. El meticuloso mecanismo de notas y cartas misteriosas que recibe la protagonista y que la conducen inexorablemente a la perdición, me recuerda la atroz venganza postmorten que un suicida deja montada en la estupenda novela de Fernando Marías "Esta noche moriré". Del mismo modo en Desde mi ventana la autora juega, además de con el guiño a la película de Hitchcock, con los prejuicios y estereotipos del lector para contarnos una historia de corte criminal en la que una mujer es observada a diario a través de su ventana. Todo parece un inocente juego de erotismo y transgresión hasta que se produce un horrible crimen.

Muchos cuentos contienen, además, una veta lírica que mezclada con la fantasía o la ciencia ficción nos provoca un gozo añadido. Así ocurre con La quinta ley, que nos lanza a un futuro tan lejano que ha olvidado los robots. La historia del anciano guía de un museo de ciencias a punto de cerrar, junto a su robot de ultimísima generación está cargada de nostalgia y amor por un mundo desaparecido que homenajea a Isaac Asimov y sus leyes de la robótica. Además Barceló plantea una cuarta y quinta ley que son una hermosa declaración. También tienen ese toque lírico Cobarde y La llegada. El primero es un relato postapocalíptico, con una humanidad buscando el sentido de su agónico esfuerzo por sobrevivir. La llegada, por su parte, es un cuento totalmente realista que según va llegando al final se vuelve amargamente fantástico. Ambos relatos bucean en los anhelos más profundos del ser humano. 

Oscuro, como un cristal es otro excelente relato donde se mezclan varios planos de realidad y ficción con la ayuda de un juego de espejos: el que se produce entre la realidad de la protagonista y una película que se está proyectando. 
"No recuerdo cómo surgió la idea, pero sé que es un cuento que me gusta mucho porque en él está la nostalgia de un pasado que no conocía junto con mi amor al cine, a los cines de mi infancia, y está también otro de mis amores: la mezcla entre varios planos de realidad y de ficción: el histórico de la época en que se rodó la película, el mundo real en el que se mueve el protagonista, la historia que cuenta el guión de la película, la relación entre el hombre y la mujer, cada uno preso de su propio mundo..."
Tinta violeta, La decisión de una dama y La maga son cuentos epistolares que se van construyendo sobre cada misiva. En La decisión de una dama la protagonista decide acabar con su vida y escribe una serie de cartas en las que comunica la decisión a sus seres queridos. Julia es una mujer que lo tiene todo pero se siente vacía. Ha sido una mujer florero que nunca ha decidido nada, pero cuando empieza al enviar estas cartas para anunciar su inminente suicidio encuentra que, en ese preciso momento, es el centro de todo. Qué extraña paradoja. 


En Ritos Barceló sigue una técnica que suele practicar, juntar dos ideas sin aparente conexión para encontrar un nuevo destello. En este caso mezcla un rito atávico con la invasión de turistas en un pueblo del Mediterráneo. Un cuento muy oscuro y trágico que transcurre en un lugar luminoso, como velada crítica al turismo avasallador: Santa Rosa es un pueblo costero, hospitalario y alegre que vive, apartado de los grandes centros mediterráneos, en invierno de la pesca y en verano del turismo, "pero hay una regla. Una regla tácita que prácticamente no plantea problemas: el fin de temporada es el treinta y uno de agosto. Ninguna pensión acepta huéspedes después de ese día, ningún piso se alquila para septiembre, ningún forastero es invitado a las fiestas patronales que empiezan el día uno con el adorno colectivo de las calles del pueblo. Su fiesta es suya." Y solo suya.

La Maga es el relato final y más largo. Se podría decir que trata de una casa maldita en la que no hay fantasmas, ni amenaza mortal, todo lo contrario. La casa te cuida y te premia... si te entregas a ella. Al tratarse de un relato epistolar la autora puede desvelar poco a poco una relación tóxica y maligna de la que su propietaria no se percata. El contraste entre las cartas entusiastas que emite la residente y la posesión diabólica que prospera acentúa el terror sibilino de la historia. 

Lectura muy amena e inquietante. 

martes, 1 de diciembre de 2020

CUENTOS del OCASO - de Rhoda Broughton




¡Qué enorme contraste puede suponer leer hoy estos cuentos de horror victorianos, donde los monstruos sólo se entrevén y priman la atmósfera y el miedo, frente al terror actual más visceral y directo. Pero la lectura de estos Cuentos del ocaso, publicados en 1873, es deliciosa y sus protagonistas, siendo completamente encantadoras, nunca son melindrosas. Los textos están escritos con brío e ironía, sin afectación alguna, y son capaces de crear atmósferas sobrecogedoras y fantasmales con un manejo impecable de la tensión y el miedo. 

Estos cuentos tienen el encanto de las veladas nocturnas en las que alguien refiere una historia de fantasmas mientras se recrea en las terroríficas emociones que suscita. Cabe destacar que nunca hay una explicación total del fenómeno o un desvelamiento del mal. En El hombre de la nariz un ser maligno se aparece a una joven en varias ciudades de Europa sin que nunca sepamos quién es. Un relato que nos hace asomar a lo oculto y al mesmerismo. 

Juega también la autora con la veracidad de sus historias. Varias de ellas concluyen con un "esta es una historia real" o "Lo que he escrito es literalmente verdad, aunque no me sucedió a mi" con el que finaliza Bajo la capa, un intenso cuento de suspense que transcurre en absoluto silencio y en el cuarto cerrado de un compartimento de tren. 

También ¡Atiende! Era un sueño, quizás el más famoso de los relatos de Broughton, se remata con un "los hechos narrados en esta historia ocurrieron en Irlanda. La única libertad que me he tomado es trasladarlos a Inglaterra". En él una mujer visita a su mejor amiga para conocer a su marido y su nuevo hogar; pero la primera noche que pasa allí tiene un sueño premonitorio sobre un sangriento crimen que amenaza con cumplirse. 

La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad es un relato epistolar en el que una mujer recomienda una propiedad a una amiga. El intercambio de cartas va reflejando el crescendo de terror que descubren en esa casa encantada.

El último y más largo de la colección es El pobre y apuesto Bobby, y se centra en un fantasmal visitante que regresa desde el mar para poder decir adiós a su amada.


Estos crímenes, visiones y fantasmas están aderezados por ese estilo tan british donde brilla la fina ironía, la ligera crítica de costumbres ("No pretendo ofenderte de ninguna manera, pero creo que las jóvenes muchachas en aquellos tiempos éramos menos remilgadas y más puramente delicadas que las de hoy en día") y esos hábitos tan reconocibles de viajeros impenitentes como es el Bradshaw (famosa guía que no faltaba en ningún equipaje y que contenía todos los horarios de trenes y barcos del mundo).

El Prólogo de Janine Hatter, de la Universidad de Hull, nos ayuda a situar a Rhoda Broughton y lo que aportó:
"Los relatos de fantasmas de finales del siglo XVII y principios del XVIII recurren a los parajes remotos, las mujeres histéricas y los hombres racionales, y presentan al fantasma como el ente revelador. Sin embargo, Rhoda Broughton ofrece relatos victorianos que amplían el canon de las típicas historias de fantasmas a través de cuentos perspicaces, divertidos y profundos." pág. 12
Los relatos ocurren a y están narrados por mujeres que muestran una independencia y libertad de acción notables. Recordemos que la autora nació en Gales en 1840, permaneció siempre soltera y escribió ininterrumpidamente durante casi sesenta años, manteniéndose a sí misma y a su hermana. Fue amiga de Henry James y sobrina política de Sheridan Le Fanu, quien le ayudó a publicar sus novelas; la segunda de las cuales, Cometh Up as a Flower, gozó de extraordinaria popularidad provocando una gran controversia social al presentar a heroínas transgresoras con los usos sociales. De nuevo el Prólogo nos ofrece el contexto de la época.
"Debido a ser un género descuidado, cultivado además por el sexo reprimido, los relatos cortos de fantasmas escritos por mujeres emergieron a lo largo del siglo XIX como un subgénero. Autoras como Margaret Oliphant, Mary Elizabeth Braddon y Charlotte Riddell contribuyeron a establecer este nicho de mercado como un género por derecho propio, y Rhoda Broughton no es una excepción. El hecho de ser doblemente marginalizadas, por género y sexo, dotó a estas autoras de voz para examinar los terrores victorianos subyacentes. Sus experiencias como mujeres victorianas desprovistas del derecho a votar, con escasas posibilidades para ganar su propio dinero o gestionar sus propiedades reflejan exactamente el fantasma del abandono y la marginalidad. Mujeres y fantasmas eran colocados como "el otro" en la sociedad a través de su asociación con el ambiente doméstico, la irracionalidad y los puntos de vista alternativos (los fantasmas eran percibidos normalmente por los sirvientes, los niños o las mujeres lo que revela una afinidad diferente de las experiencias racionales tradicionalmente masculinas). pág. 14-15
Un libro deliciosamente terrorífico.

martes, 9 de julio de 2019

NIDO de PESADILLAS - de Lisa Tuttle

                          Editorial Nevsky Prospects, 2015


En general abomino de las etiquetas en literatura y sobre todo de las etiquetas basadas en el género. Decir "literatura femenina" me parece como hacer una raya en el agua. No tiene sentido. A la calidad de una obra le es indiferente el género. Pero hay que reconocer que los relatos de Lisa Tuttle poseen un enfoque y un foco netamente femenino. Muchas de las pesadillas que encontramos en este libro son una metáfora del monstruo masculino que acecha, suplanta o parasita a la mujer. Otras son metáforas de sus fobias y miedos más cervales. Además, prácticamente la totalidad de los personajes protagonistas son mujeres, algo que me hace relacionarlos con los perturbadores relatos de Shirley Jackson. 

Tal y como señala el gran Jesús Palacios en el Prólogo del libro, 
"la mayoría de los protagonistas de estas historias son mujeres perdidas en un mundo de hombres, víctimas de construcciones sociales masculinas, que agreden, de una u otra forma, su individualidad y búsqueda de identidad propias. Son mujeres abandonadas, madres solteras, hermanas e hijas reprimidas, cuyas vidas sufren la presión constante de necesidades imperiosas que chocan con los roles que les han sido asignados contra su voluntad, y de los que raramente consiguen escapar, sin atreverse a identificarlos o mirarlos cara a cara. Pero no son simples víctimas inocentes de un horror que aparece bruscamente en su existencia, invocado a través de sus miedos y frustraciones patológicas. Son también vehículos para lo monstruoso y lo perverso, que retorna, como todo lo reprimido, bajo formas terribles y devastadoras"

Según transcurren los relatos nos vamos dando cuenta de que la autora no plantea el terror como una serie de sustos o descripciones gore; sino que su arma es la sutileza, esa delicada línea de sombra que va rasgando la normalidad para dar paso a la pesadilla y el escalofrío. Terror atmosférico en estado puro. Inseguridad, miedos y fobias netamente femeninas encuentran su acomodo en estas historias que se generan en una subjetividad atormentada y en ocasiones obsesiva. De algún modo, la irrupción de lo extraño, la amenaza que altera las vidas de sus protagonistas, siempre aparece como correlato de un problema interno.

Esta subjetividad de base en muchos relatos se complementa con las referencias clásicas de otros: las antiguas deidades celtas que encontramos en «La otra madre», los demonios del chamanismo de los nativos americanos en «El dios caballo», las referencias precolombinas con sus ritos sacrificiales en «Sun City» o los laberintos paganos que conectan el mundo de los vivos y los muertos en «Recorriendo el laberinto». En este último se produce un cruce entre dimensiones donde ritos paganos y ruinas ancestrales se cuelan amenazadores en nuestra realidad. Su calidad y textura evoca, para mí, los relatos de M. R. James, con sus clérigos y catedráticos perdiéndose por remotos páramos.
El laberinto de Mogor

La confluencia de distintas dimensiones temporales que se produce en ese laberinto, también la encontramos en "La Extraña" y en "Cuando un amigo te necesita", uno de los relatos más hermosos del volumen que lleva un paso más allá el concepto de amigo invisible.
"Sigo buscando. Los primeros años de mi vida están tan bien documentado por la cámara laboriosa de mi padre, que la ausencia de Jane me resulta imposible. Ella era, después de todo, mi mejor amiga; y todos mis otros amigos, incluyendo aquellos que no puedo identificar después de tanto tiempo, aparecen en las imágenes en blanco y negro corriendo, sentado, de pie, haciendo muecas, llorando, riéndose, jugando a mi alrededor. Páginas tras página de fiestas de cumpleaños, juegos y disfraces, montando en bicicleta, comiendo helados, yo y mis amigos: Shelly, Mary, Betty, Carl, Julie, Howard, Bubba y Pam. Pero no Jane, quien ocupara todos mis recuerdos."
Es interesante comprobar que ya en 1986, año de publicación del libro, Tuttle no tuvo miedo de ser políticamente incorrecta enhebrando varios relatos alrededor de la maternidad como algo mutilador para las expectativas vitales de la mujer. «La memoria de la madera», «La otra madre» o «El señor de los caballos» presentan un acercamiento a este tema que durante años parecía intocable.

La colección se abre con “Nido de Bichos” y se cierra con “El Nido”. En ambos relatos se juega con el aislamiento de las protagonistas, tanto social como geográficamente. 

"La intención había sido alejarse de su marido durante un tiempo, castigarle por una infidelidad reciente, y por ese motivo había buscado un lugar al que poder escaparse, un lugar que pudiera permitirse, y un lugar en el que Danny no pudiera encontrarla."

También en los dos, tanto la casa como la mujer se erigen en símbolos acosados por la invasión y corrupción masculinos. En el primero la invasión es parasitaria, ocupando y anulando a la mujer. Es fantástico el modo en que Lisa Tuttle nos insinúa el desenlace.
"Había algo fascinante en la forma en la que los pequeños enemigos se movían, cada uno atento a la maniobra del otro, deteniéndose cuando debían, alejándose y volviendo a la embestida. La araña, sobre sus piernas delicadas, le pareció a Ellen actuar con más nerviosismo, mientras que la avispa no cesaba en su empeño con determinación. Aunque no le gustaban ni las arañas ni las avispas, Ellen esperaba que ganara la primera.
De pronto la avispa atacó; la araña dio un vuelco, contrayendo las piernecillas como si fueran los dedos de un puño, y las dos se fundieron en una pelea cuerpo a cuerpo.
—Ah, ahora es cuando la tiene —murmuró el hombre. Ellen vio que estaba completamente fascinado por la batalla a muerte.
Volviendo la vista al suelo, comprobó que la araña estaba inmóvil, mientras que la avispa continuaba describiendo círculos alrededor de su víctima.
—El bicho la ha matado —dijo Ellen.
—Así es, ella, la avispa, lo ha matado —puntualizó Peter—. Y la araña no está muerta, está paralizada. La avispa se está cerciorando de que la picadura y el veneno la tienen completamente bajo control antes de continuar. Ahora excavará un agujero dentro de la araña, y después depositará un huevo dentro de su cuerpo. La araña no será capaz de hacer nada, se limitará a quedarsee inmóvil, a ser la casa de su enemigo, a esperar a que se abra el huevo y la avispa empiece a devorarla."

Por su parte "El Nido", último del volumen, resulta hermosamente metafórico: un nido monstruoso se va construyendo en el desván de la casa donde viven retiradas dos hermanas. Mientras una lo rechaza como una abominación, la otra se siente fascinada. El monstruo (o el hombre) amenaza y se inmiscuye en el retiro idílico (quizás incestuoso) de dos hermanas.

"Necesidad" es un delicado drama romántico con tintes sobrenaturales. Una universitaria, otra vez una mujer sola, lejos de su hogar y de su prometido, conoce a un extraño y obsesivo joven con el que parece congeniar. Para él supone un salvavidas en una vida desesperadamente solitaria. La autora sabe pulsar muy bien las emociones en esta historia centrada en la necesidad humana de amistad y empatía.
"La memoria de la madera" me recuerda a los episodios de The Twilight Zone donde la compra de un objeto maldito introduce el terror en una casa. Otra vez la maternidad y la responsabilidad que conlleva y otra vez un niño, en este caso obsesionado con abrir el arcón de marras, trae, desde el pasado, el olor putrefacto de un crimen horrible.



"La otra madre" junto a "Volando a Bizancio", "Los dos nidos" y "Sun City" son mis favoritos. "La otra madre" nos recuerda inevitablemente a la obra maestra de Henry James, "Otra vuelta de tuerca", y es un prodigio de construcción narrativa. Un madre vive con sus hijos junto a un lago. Es pintora pero su entrega a la maternidad ha cercenado sus aspiraciones artísticas. Un día vislumbra al otro lado del lago un mujer de blanco que de pronto desaparece. En las siguientes horas recupera la pasión febril por pintar: "No he trabajado tan deprisa ni con tanta seguridad en mi vida", le dice a una amiga. En la escena que pinta aparece un cerdo blanco, un pájaro blanco, un espino blanco y la figura encapuchada que sería Cerridwen, la Diosa Blanca de los galeses, representación tanto de las musas de la creación como de la muerte. El simbolismo vuelve a ser muy potente y la lucha interior de esta madre vuelve a cobrar vida en forma de pesadilla.

Los relatos de Lisa Tuttle resultan psicológicamente muy perturbadores, porque nacen de miedos y pulsiones muy íntimas. El último que quiero reseñar es "Volando a Bizancio", centrado en las inseguridades y neurastenia de una escritora. Inevitablemente rememoro la reciente lectura de un relato de Carmen María Machado, "La residente". En “Volando a Bizancio” Sheila es una joven escritora que ha tenido éxito con su primera novela de ciencia ficción. Esto le ha valido para huir de un pueblo miserable y una vida mediocre. Un día es requerida para un congreso en una pequeña ciudad de Texas. Lo que parecía un placentero viaje para una conferencia y una firma de libros se convierte en una trampa opresiva. Los miedos y obsesiones que había volcado en la novela empiezan a encarnarse a su alrededor de una forma asfixiante.

Me fascina el drama del escritor enfrentado a sus miedos y obsesiones. Existen varios relatos referidos a esto, "La casa enloquecida" de Richard Matheson o "Ventana secreta, jardín secreto" de Stephen King (adaptada al cine como La ventana secreta, con Johnny Depp). También hay películas como Adaptation (2002, Spike Jonze) o Barton Fink de los hermanos Coen. Añadiré un punto de vista más sugerente sobre la página en blanco que se lo debemos a Isak Dinesen.

Pero lo interesante aquí es cómo Sheila es atacada por el "síndrome del impostor" y cómo las organizadoras del evento, el pueblo y su montaña se van convirtiendo en la reencarnación de su novela arrastrándola hacia la aceptación de una mediocridad irrespirable.

Terrorífica.









▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Lisa Tuttle es una de las escritoras norteamericanas más destacadas de terror y fantasía del siglo XX. Aunque la mayoría de su obra contiene elementos de terror o de fantasía oscura, también ha escrito novelas de suspense psicológico (Gabriel y The Pillow Friend), ciencia ficción (Lost Futures) y novelas de corte contemporáneo con elementos de la mitología celta o de fantasía (The Mysteries y The Silver Bough)
Futuros perdidos se centra en la existencia de infinitas realidades paralelas. Clare Beckett es una mujer de treinta y pocos años acosada por las consecuencias de una negligencia juvenil. Angustiada por este oscuro episodio se dedica a imaginar cómo habría sido su vida si hubiera tomado decisiones distintas. El problema surge cuando sus ensoñaciones adquieren tal consistencia que llega a experimentar otras vidas hasta confundirse con sus recuerdos reales y atentar a su cordura. Esta novela de apenas 200 páginas destila la esencia de Tuttle en cada página. La insatisfacción, el deseo de encajar en una realidad que sólo le produce infelicidad, las ensoñaciones y fobias que cobran vida de forma terrorífica y un laberinto mental que nos adentran directamente en la angustia y la locura.
Las historias de "Recuerdos del Cuerpo" inciden en ese estilo atmosférico de la autora donde se llega al terror a través de la inquietud y la alucinación. El subtítulo es una perfecta descripción de estos relatos donde prima el deseo y la transformación. Algunos de sus cuentos son excelentes. Me quedo con los más clásicos "El Gabinete de los Espíritus", sobre el nuevo mueble antiguo de una mujer que puede ser una puerta de entrada a una sesión de la era victoriana y  "La otra habitación", sobre un hombre que regresa a la casa de su difunto abuelo para descubrir si la "habitación oculta", obsesión de su infancia, era real o imaginaria. Pero sin olvidar los extraordinarios "Lujuria de lagarto", "En piezas sueltas",un descenso a los abismos de la locura de una mujer que cada vez que se acuesta con un hombre se despierta con un fragmento del mismo; "En alas de la pesadilla" y "La Tumba de Jamie".
Lisa Tuttle Gracia (1952, Houston, Texas) ha publicado más de una docena de novelas, siete colecciones de cuentos, y varios títulos de no ficción, incluyendo un libro de referencia sobre el feminismo en 1986. Tuttle ganó el Premio John W. Campbell como Mejor Escritor Novel en 1974. Recibió el Premio Nebula en 1982 al Mejor Cuento con La flauta de hueso. Y el Premio BSFA en 1989 por el relato corto In Translation. Su primera novela, Refugio del viento (Windhaven), fue una colaboración con George R.R. Martin, autor de Juego de Tronos, publicada en 1981.