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jueves, 13 de junio de 2019

ANOTHER DAY of LIFE - de Raul de la Fuente y Demian Nemow



El 11 de Noviembre de 1975 estaba prevista la independencia de Angola, pero los meses previos EEUU, de la mano de la CIA, y el ejército sudafricano intentaron apoderarse de un país rico en petróleo, gas y diamantes. Una falsa guerra civil se puso en marcha; lo que había en realidad era una ocupación encubierta. La guerra asoló el país durante décadas y ayudó a forjar un régimen semejante al cubano. Con la guerra de Vietnam finiquitada, las grandes potencias se lanzaron sobre un país insignificante en el tablero internacional para discutir la hegemonía mundial, convirtiendo a los angoleños en peones sacrificiales.

A pesar de que las colonias de Portugal en África ya se habían independizado, faltaba la joya de la corona. Sobre suelo angoleño las grandes potencias reprodujeron el terror de la Guerra Fría, con EEUU y el apartheid de Sudáfrica respaldando a UNITA, mientras que el MPLA gobernante recibía el apoyo de la antigua Unión Soviética y Cuba. El conflicto se alargó hasta 2.002, 27 años durante los que murieron al menos 500.000 personas.


La película tiene forma de puzzle y relata un aprendizaje y una ignomia, la de la invasión. En el puzzle se intercalan la narración clásica de un relato animado con aroma a novela gráfica y los testimonios, fotos y vídeos originales de la época. Con su quiebra de la narrativa se pretende subrayar la voluntad de documental. En esta parte se incluyen varias entrevistas a los supervivientes del conflicto, 40 años después y realzan el dramatismo y veracidad del relato. A estas piezas se suman unas visiones surrealistas que asaltan a Kapuściński en determinados momentos y que tienen una gran potencia visual: un cielo de nubarrones negros se descompone en pistolas y metralletas que llueven sobre los civiles que huyen. Un taxi que lleva al reportero al frente de pronto se encuentra flotando entre caminos y edificios suspendidos en el aire que se desbaratan como una realidad que se viene abajo. 






















El aprendizaje tiene que ver con el autor del libro en que se basa la película, el reportero polaco Ryszard Kapuściński, que permaneció 3 meses en Angola, entre septiembre y noviembre de 1975. Llegó allí como un simple reportero y salió con la fuerza de un escritor y la decidida ética de colocarse al lado de los más débiles. "No dejes que nos olviden" le pide un guerrillero antes de morir.

Kapuściński lo tenía claro: “Mi tema principal es la vida de los pobres. Si soñáis con ser periodistas no podéis ignorarlos. Los pobres constituyen el 80% de la población de este planeta. La pobreza no tiene voz. Mi obligación es lograr que la voz de estas personas sea escuchada".  Sus libros tienen una enorme fuerza. Evocan hechos y circunstancias rehuyendo lugares comunes y estereotipos. Transmite de forma genuina lo que él mismo ha vivido, casuchas llenas de cucarachas, callejones batidos por el fuego, peligro de muerte delante del fusil de un guerrillero. Y ante todo una mirada lúcida y el estilo de gran narrador. 


La película adopta el tono del género "corresponsales de guerra"*, cuya lista alberga películas excitantes donde conviven el conflicto moral del propio rol con la adrenalina de transmitir los muchos conflictos que han ensangrentado el siglo XX. A lo largo del metraje asistimos a la peripecia de Kapuściński, según el director "a la transformación de un hombre solo y perdido en una guerra caótica, una guerra en la que los bandos no se presentan sino esperan a que elijas el saludo entre 'hermano' o 'camarada' para decidir si te matan o no".


El reportero es capaz de arriesgar su vida con tal de cruzar el país y llegar hasta el mismísimo frente donde una pequeña partida aguanta el empuje de un potente ejército. El comandante Farrusco es toda una leyenda perdida en el remoto frente. Este viaje y este encuentro emula la travesía que Joseph Conrad relató en El corazón en las tinieblas (y que Francis Ford Coppola adaptó magistralmente a la pantalla en Apocalypse Now). El peregrinaje del corresponsal le cambiará definitivamente. El propio director lo ha reconocido: "Me atrajo mucho ese paralelismo con El corazón en las tinieblas, en cuanto a que Kapuscinski viajó al sur de Angola a buscar a un mítico comandante, Farrusco, el hombre que está al cargo de toda la frontera con Sudáfrica".

Las carreteras llenas de cadáveres pudriéndose, los asaltos indiscriminados del ejército sudafricano y la filosofía moral de Farrusco, un paracaidista portugués que llegó para asesinar pero acabó cambiando de bando; le harán tomar partido definitivamente.

Aparte del conflicto y el reportaje, éste es el asunto más peliagudo del relato. "Perdí la paz por el resto de mi vida", dice Artur, el periodista autóctono compañero de Kapuściński. Y con la paz se fue el anhelo de la imposible objetividad. ¿De qué lado anda un periodista que cubre una guerra desde la trinchera? ¿Puede cambiar la realidad de la que escribe? Esta misma pregunta le hicieron al reportero Ryszard Kapuściński en uno de sus cursos de periodismo en la Universidad. Un alumno le cuestiona si el hecho de que un periodista esté presente en un conflicto e informe sobre él no está variando o influyendo en ese conflicto. Muy interesante.
Aunque Kapuściński lo ataja con su compromiso con los más débiles, es verdad que la reflexión tiene un carácter casi cuántico: aunque el periodista fuese objetivo, el simple hecho de observar esos hechos y además transmitirlos, influye en los hechos.

Tiene muchas cosas interesantes esta película que sigue a un hombre apasionado y audaz que se horroriza ante la injusticia. La primera es que es clara y directa como un buen reportaje periodístico y logra reflejar con autenticidad la fragilidad de la vida, esos momentos en que te asomas al abismo de la guerra que quieres transmitir y te das cuenta de que tú mismo eres parte de ella. 

El relato se muestra tan épico como conmovedor. Farrusco, acorralado y en clara minoría le transmite al reportero la filosofía que desayuna con satisfacción cada mañana: "Un día más con vida".

La segunda es que alberga un terrible dilema moral sobre el oficio de periodista. La tercera es que nos acerca a un conflicto local quizás ya olvidado, pero cuyas consecuencias llegan hasta nuestros días

Otro asunto es el estilo y la estructura del film al que hay que dar un valor propio. De primeras resulta sorprendente que se haya realizado con técnicas de animación, pero "Vals con Bashir" ya nos demostró que la animación puede ser muy adulta en sus tratamientos y temas. El estilo y el color dorado de las tierras africanas me convence plenamente, lo mismo que los tiroteos y las escenas urbanas. No quiero olvidarme de la cuidada banda sonora en la que destaca el tema funk psicodélico Better change your mind (Mejor cambia tu mente), del nigeriano William Onyeabor.

El director Raúl de la Fuente, que recoge en su película la confusão de la que todo el mundo hablaba en aquellos tiempos, ve su cinta muy actual. Sólo hay que ojear los periódicos para ver que no han cambiado mucho las cosas: “Ahora vivimos una extraña repetición de esa guerra fría, con los mismos protagonistas. Confusão hoy significa Donald Trump, Vladimir Putin... Confusão significa población civil aniquilada en Siria ante la indiferencia de todos nosotros. Significa refugiados que sufren por todo el mundo. Es la misma historia”.














P. D.
La película presenta a Kapuściński como poco menos que un héroe. No es criticable; pero a día de hoy conviene añadir un contexto. En 2010 saltó una polémica sobre el trabajo de Kapuściński a cuenta del libro biográfico "La no-ficción de Kapuscinski" de su alumno y amigo Artur Domoslawski, Este libro revela que el maestro polaco no siempre actuó como un estricto periodista investigando las fuentes y relatando los hechos de forma fidedigna. El libro de Domoslawski ha sido criticado por varios motivos. Entre ellos, su forma de abordar las numerosas aventuras amorosas del escritor viajero, su tratamiento del pasado comunista y los contactos ocasionales de Kapuscinski con la policía secreta. Una explicación certera y equilibrada de esta polémica sobre la non-fiction en Kapuscinski la podemos leer en este excelente artículo de Timoty Garton Ash.  
Muchos avezados reporteros de todo el mundo han salido en defensa del gran maestro de periodistas. El mismo Domoslawski, a la vista del debate generado, opina que Ryszard Kapuscinski practicaba diversos géneros periodístico-literarios fronterizos cuando descuidaba los datos o las fuentes, pero en absoluto era un embaucador o un mentiroso.

domingo, 26 de julio de 2015

Del REVÉS - de Pete Docter

Inside/Out
EEUU, 2015












Pete Docter fue capaz de mirar más allá de nuestros miedos infantiles y mostrarnos el fascinante mundo de Monstruos S.A. Del mismo modo ha querido ver más allá del desorden emocional de una niña de doce años y mostrarnos sus procesos mentales de una forma muy viva y dinámica.

La película sigue las peripecias de Riley desde su nacimiento; pero más que centrarse en sus carreras y juegos, la pantalla nos muestra el interior de sus vivencias. Dentro de su cabecita está la sala de mandos donde habitan unos personajes cautivadores: Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco. Ellos son los protagonistas. 

La mente de Riley alberga un mundo de islas (la de los juegos, la de la familia, etc.) que resguardan lo más valioso de su personalidad; pero también un gigantesco laberinto donde se almacena la memoria a largo plazo, un tenebroso subterráneo donde se embosca el inconsciente y el pozo sin fondo de los recuerdos olvidados.



















Al cumplir 12 años Riley va a tener que afrontar varios cambios. El primero, la mudanza de su familia desde Minnesota a San Francisco. El segundo, y no menor, la reorganización de su vida: colegio y amigos nuevos y, sobre todo, el paso a la pubertad.

La cinta es maravillosa porque es capaz de ilustrar con personajes y escenarios muy vívidos y minuciosos, algo tan abstracto como la memoria, las emociones y el subconsciente o la evolución psicológica que va desde la infancia a la adolescencia. 

Pete Docter encontró en su propia hija la inspiración de Riley; pero tiene razón en que, si algo define a su película, es la originalidad de su punto de vista. No está basada en nada que hayamos antes y nos acerca de forma dramatizada al complejo mundo del cerebro y los resortes de la personalidad. No en balde está en el ADN de Pixar un concepto de historias alejadas del lugar común, imaginativas, con agudos puntos de vista y atravesadas de humor. 

La cinta reúne momentos de humor espléndidos (cuando la madre intenta implicar a un despistado marido, ¡Ay, hombres!), también de un gran dramatismo (el sacrificio del amigo imaginario en el pozo de los recuerdos desechados) y sobre todo claves del comportamiento de una gran profundidad. 

Uno de los grandes logros es la personalidad con que han plasmado cada emoción, tanto en el guión como en el apartado visual. Sobretodo Alegría, un personaje rebosante de energía que inunda de luz todo a su alrededor (tanto física como anímicamente). La textura de su piel parece compuesta de corpúsculos de luz o doradas burbujas de champán.

Aunque siendo Alegría la protagonista, quien permanecerá en nuestro corazón es Tristeza. En ese sentido la película es muy adulta pues afronta con valentía las paradojas y conflictos que atraviesan nuestras vidas. Del mismo modo recordaremos al amigo invisible de Riley, un entrañable delfínelefantenubedealgodón, a punto ya de perderse en las estanterías de los recuerdos infantiles.

Seguramente esta película figurará en los archivos de todos los colegios del mundo, tal es su capacidad de mostrar de forma gráfica y amena la complejidad de las emociones. El neurólogo Javier de Felipe analiza en ElMundo.es el acierto de representar antropomórficamente el funcionamiento de nuestro cerebro y ensaya una definición de emoción: "una emoción es una manera de percibir el entorno. Una emoción es una interpretación del mundo externo." En el mismo artículo, María Jesús Sancho, psicóloga, nos confiesa que en algún momento le recordó a Alicia en el país de las maravillas

Es en este punto donde coloco una salvedad. Comparada con ese clásico de Disney u otros de Pixar como Monstruos S.A. o Up! echo en falta una historia de ficción más densa. 

Creo que una idea y un desarrollo brillantísimo se han encontrado dos lastres insalvables: Ser excesivamente discursiva (los personajes hablan y hablan como si estuviesen en la sesión de un terapeuta); y transcurrir en un espacio acotado.

Sé que puede parecer una perogrullada decir que una película basada en algo tan abstracto como las emociones, peca de ser excesivamente intelectual o abstracta; pero si la comparamos con la trilogía Toy Story, Wall-e o Up!, podremos apreciar la diferencia. En todas ellas hay ideas sobre la vida y la muerte, sobre la infancia, el valor o la solidaridad; pero situadas en el interior de un caudal denso, donde la peripecia, el conflicto y las relaciones siempre iban más allá de las puras ideas que contenían.

Eso mismo es lo que echo en falta en esta Inside/Out, donde se ve excesivamente la arquitectura de la trama y las ideas están más desnudas de lo deseable en una obra de ficción. 

Lo cual no quita para que la considere una obra maravillosa e imaginativa.

domingo, 4 de mayo de 2014

El VIENTO se LEVANTA - de Hayao Miyazaki

            The wind rises  -Japón 2014-



Miyazaki anuncia que ésta será su última película y no puedo evitar acudir a verla con devoción. Pronto me doy cuenta de que no habrá fantasía. El registro cambia hacia un relato histórico sin cambiar sus constantes: los sueños de un niño, el mundo de la aviación, la estética tan fresca como llena de color. Quedo confundido, un poco decepcionado.



La película se centra en el figura del genial ingeniero aeronáutico Jiro Horikoshi, creador del Zero, un avión de perfecta línea aerodinámica: el más potente, veloz y mortífero de los que surcaban el Pacífico durante la segunda guerra mundial.

Despedida agridulce leo por ahí. Buena película pero sin excelencia. Broche brillante pero sin el fulgor de sus obras maestras. No estoy de acuerdo. Miyazaki no nos ofrece su fantasía sino a sí mismo.
















Así que entre la cita de Valéry que el maestro coloca en su portada "¡El viento se levanta! ¡Hay que intentar vivir!" y la reflexión que repite el ingeniero Caproni, con el que se encuentra Jiro en sus sueños, "los aviones son un sueño y una maldición", encuentro el hilo de una obra muy personal, más en el sentido del hombre que del artista. Del hombre que reflexiona sobre los sueños de la infancia, la vida y la muerte. No en vano toda la película rezuma una dulce melancolía.

En alguna entrevista el director ha reconocido que tenía la historia de Horikoshi "encerrada en su corazón" desde que era joven. Hayao Miyazaki nació en Tokio en 1941. Su infancia estuvo marcada por las secuelas de la guerra. Heredó de su padre la pasión por la aviación. Después de 22 años trabajando en Toei Animation como animador, guionista y realizador, en 1985 fundó con su amigo Isao Takahata el Estudio Ghibli. Este nombre lo tomó de unos aviones italianos que se utilizaron en la Segunda Guerra Mundial.

Los aviones, el viento y los sueños transitan la película por doquier. Sus partes más fantasiosas transcurren en verdes praderas mecidas por el viento y en cielos azules que surcan los aviones entre nubes de algodón. Son los espacios de los sueños de Jiro. En ellos se encuentra con Giovanni Battista Caproni, otro ingeniero aeronáutico, pionero y soñador. Su figura le reafirmará en la persecución de sus sueños, de modo que Jiro se dedicará en cuerpo y alma a concebir su avión.













Es fácil señalar la contradicción que aflora entre el pacifismo de Miyazaki y la construcción de un avión tan perfecto como letal. Sin obviarlo el director lo deja en un segundo plano. Le interesa el alma de Jiro, su pasión. Caproni reflexiona sobre cómo los sueños de uno, otros los pueden convertir en pesadilla: "Los aviones son un sueño y una maldición", le dice a su discípulo. También cuando el italiano le felicita ante un cielo sembrado de Zeros, Jiro le responde "ninguno de ellos volvió".

Nadie puede elegir el tiempo que le toca vivir. El Zero no es la película sino la pasión que lo creó.

El asunto central son los sueños y la vida como una mar siempre recomenzando. El viento que Valéry invoca en El Cementerio Marino, no es la única metáfora de la película. Jiro conoce a la joven Nahoko Satomi en un albergue de montaña donde se trata su tuberculosis. Allí encontramos también a un tal Castorp que, como Caproni, ejerce de mentor espiritual de Jiro. Un personaje y un entorno que nos remiten a La Montaña Mágica de Thomas Mann. Esa montaña que representa la existencia permanentemente cercada por la muerte, escenario de un combate interminable. 















De modo que el viejo director se despide con una película rebosante de humanismo, buscando inspiración en una novela sobre la que el propio Mann nos ilustra:
"Lo que aprende [Hans Castorp] es que la salud más perfecta se adquiere mediante las profundas experiencias de la enfermedad y la muerte, del mismo modo como el conocimiento del pecado constituye una condición previa para la redención. «Para vivir», dice en una ocasión Hans Castorp a Madame Chauchat, «para vivir hay dos caminos: uno es el común, el directo y correcto. El otro es tremendo, conduce a través de la muerte y es el camino genial». Esta concepción de la enfermedad y la muerte como estación de paso necesaria en el camino hacia el conocimiento, la salud y la vida, convierte a La montaña mágica en una novela de iniciación."
Miyazaki se inspira en la novela y establece un evidente paralelismo entre el clima prebélico de la misma y el que vive Horikoshi. Del mismo modo ocurre con su protagonista. Sitúa a Jiro en la estela de esos jóvenes héroes buscadores (the quester legend) que como el propio Hans Castorp de la novela o el Perceval del ciclo artúrico, marchan en busca del Grial. Todos ellos son descritos en sus inicios como gente sencilla e incluso cándida, pero logran mostrarse decididos y capaces a la hora de perseguir sus sueños y acceder a la nobleza.
"Hans Castorp como buscador del Grial [...] seguramente no lo vieron así al leer su historia, y si yo mismo lo pensé, no fue otra cosa que pensamiento. Tal vez  (algunos) vuelvan a leer el libro bajo esta perspectiva. Se darán cuenta entonces de lo que es el Grial, el conocimiento, la iniciación, aquello que no sólo constituye el objetivo del necio héroe, sino del propio libro. Lo encontrarán en el capítulo titulado "Nieve", donde Hans Castorp, perdido en mortales alturas, sueña su poema-sueño sobre el hombre. El Grial que, a pesar de no encontrarlo, intuye en el sueño provocado por la cercanía de la muerte, antes de que se vea arrastrado, desde sus alturas, hasta la catástrofe europea, es la idea del hombre, la concepción de una humanidad futura que haya atravesado el conocimiento más profundo, la enfermedad y la muerte. Porque el hombre mismo es un secreto, y toda humanidad descansa en el respeto al secreto del hombre."
El autor de El viaje de Chijiro, La Princesa Mononoke, El Castillo ambulante y Ponyo en el acantilado, se despide pues con una película de introspección ética más allá de cualquier fantasía. Dividida en tres partes, la infancia de Jiro, la universidad y su incorporación a Mitsubishi y la historia de amor con Nahoko Satomi (sin duda la parte más intensa y emotiva); nos ofrece en su conjunto una película densa y adulta, quizás un poco larga pero de indudable poso humanista.



P.D.
*Sobre el mismo tema Miyazaki ya había realizado un manga. En ambos casos se ha basado en la novela "El viento se alza" de Tasuo Hori.
*  Las dos citas de Thomas Mann pertenecen a una Conferencia dictada a los estudiantes de la Universidad de Princeton (USA) el 10 de mayo de 1939. Reproducida en la Revista ADAMAR.

viernes, 5 de julio de 2013

Monstruos University

de Dan Scanlon













La saga Toy Story ha redondeado una trilogía magistral dando tiempo al tiempo y cuadrando historias renovadoras y redondas que se basaban cada vez en un salto a un escenario totalmente nuevo y el hallazgo de originales y potentes contrincantes. 

Monstruos University da el salto de la Fábrica de sustos a la Universidad pero los contrincantes y la peripecia tienen bastante menor envergadura que su antecesora. Ni el arrogante y cornúpeta Johnny Wortington como presidente de la hermandad Roar Omega Roar, ni la estirada rectora Hardscrabble pasan de ser meros comparsas en una entretenida y atractiva aventura sí, pero que queda lejos de la original.

Es divertida pero no rompedora, tiene una animación preciosa e hiperrealista pero no asume riesgos y se dedica a repetir clichés. La aparición de esta franquicia  fue una campanada. Con ella traspasamos la puerta del armario de donde salen los monstruos y nos sumergimos en una trepidante aventura vuelta del revés (como en Shreck), donde una niñita sembraba el pánico en el planeta de los Monstruos. 

Pero esta segunda película, una precuela de la primera, simplemente aprovecha aquellos escenarios y personajes principales para trazar una aventura con poca enjundia. 

Sully y Wazowski tienen su primer encuentro en la universidad. El uno por sobrado y el otro por carencia de monstruosidad la acaban pifiando y aterrizan en la hermandad más residual del planeta, la OK. Pero Mike Wazowski no se rinde y tiene un plan para ganar con su hermandad los Juegos de Sustos anuales. Con buen ritmo y una animación maravillosa, la película se resiente sin embargo, por centrarse en los manidos afanes de superación y de juego en equipo que acaban resultando poca cosa. El perfil de los compañeros frikis, además, es muy liviano y se echa en falta un malvado de envergadura.

Con todo ello, la película es entretenida y tiene una factura técnica sobresaliente. El grado de virtuosismo que Pixar no deja de elevar en cada propuesta es pasmoso. Lo mejor está en el último tercio del programa. Concluidos los Juegos de Sustos quedan los dos amigos cara a cara y ahí la cinta eleva su apuesta. El monstruo azul y su ojazo amigo cobran la densidad que recordábamos y se oscurece el tinte dramático de su aventura. 


No dejo de pensar que Monstruos S.A. fue una creación maravillosa, la puesta de largo de un mundo totalmente nuevo, con reglas y personajes perfectamente definidos: la energía provenía de los sustos, éstos se generaban en una fábrica, la cual consistía en puertas de acceso a las habitaciones de los niños....
Y la trama principal era una niña que se colaba desde el otro lado, precisamente para romper esas reglas. También había un complot urdido por el mismísimo Presidente de la fábrica, acompañando a  todo las insidias del lagarto Randall, o las trepidantes persecuciones por el almacén de puertas... Demasiado para comparar con tan poco.  

jueves, 28 de marzo de 2013

Los Croods

de Kirk DeMicco y
   Chris Sanders





Parece ser que la prehistoria es muy adecuada para explicarnos como género humano y hasta ella nos traslada esta entretenidísima aventura. Allí nos encontraremos con los Croods, una familia de neandertales que sobreviven con mucho esfuerzo y eso sí, sin aventurarse muy lejos de su protectora caverna.

La película es muy divertida y mantiene un ritmo endiablado ya desde su mismo comienzo, en el que asistimos a una típica jornada de búsqueda del sustento en forma de un gran partido de fútbol americano. Padres, hijos y hasta la abuela contra un montón de animales persiguiéndose y pasándose un gigantesco huevo.

Las normas de Grug, el jefe de la familia, son muy estrictas. Todo está prohibido. Sólo se sale de la cueva para buscar comida. Sólo se sobrevive si se permanece escondido y sobretodo sin buscar ni intentar nada nuevo. Todo ello será cuestionado por Eep, la inquieta adolescente que busca nuevos retos. En una de sus escapadas encontrará a Guy ("Chico") un cromañón con variadas habilidades entre las que cuenta hacer fuego.

Aunque la cohabitación entre neandertales y cromañones no está documentada, hay indicios de que pudieron coincidir en Europa del Norte hace casi 30.000 años. La película provoca atinadamente su encuentro como forma de conflicto. Los Croods son más primitivos que el cromañón Chico. Están muy bien diferenciados tanto en el diseño de sus figuras como en sus habilidades intelectuales. Los Croods aparecen más toscos y elementales. Eep no es precisamente una esbelta barbie, pero no por ello carece de encanto y atractivo. Es una muchacha intrépida que no se conforma y busca una vida mejor. Su imagen intentando capturar la luz del sol nos habla de sus anhelos.
Finalmente un terremoto destruirá su caverna y hasta el temeroso Grug tendrá que iniciar una nueva singladura. La tierra se mueve.

El sustrato de la película es la lucha entre lo viejo y lo nuevo, la resistencia al cambio, el valor de las ideas frente al inmovilismo.

Los dos directores han sabido dotar a la cinta de un ritmo trepidante y aventurero. Chris Sanders ya tenía nuestro reconocimiento por dos películas tan deliciosas como "Lilo y Stitch" y "Cómo entrenar a tu dragón"; pero aquí nos ofrece además un espectáculo visual extraordinario, con unos fondos espectaculares que van desde los paisajes rocosos del principio hasta las selvas abigarradas y multicolores que atraviesan los protagonistas antes de llegar a la montaña, que es su objetivo final. 














El mundo animal no le va a la zaga, tanto en su diseño como en su presentación. Hay múltiples y raras hibridaciones en pleno proceso evolutivo: pájaros piraña, tortugas voladoras, ballenas con patas, etc. Con todos ellos se cruzarán los Croods en su empeño por "llegar al sol", tras una enorme montaña. Entremedias mil peligros les acecharán, animales mortíferos, abismos, lagos de alquitrán y la propia Tierra resquebrajándose por la deriva de los continentes.

A todo harán frente aprendiendo a conjugar la fuerza de Grug con la inteligencia de Chico.

Más allá del tan manido conflicto familiar, lo interesante de la película son los deseos de cambio, el impulso de conocer  y explorar el mundo.   

En definitiva, entretenimiento puro, película de aventuras muy divertida y con una realización espectacular.

sábado, 12 de enero de 2013

Rompe Ralph

-Wreck-It Ralph-
de Rich Moore



Aunque son muchas películas por medio, Rompe Ralph  me retrotrae a aquella genialidad que supuso la aparición de Toy Story; lo que me lleva a pensar que,  aunque le ha costado, por fin Disney ha entendido en qué se basa la calidad y el éxito de Pixar: historias muy bien trabadas  que no tienen miedo a traspasar las fronteras adulto/infantil y héroes de personalidad muy acusada y nada condescendientes. Todo ello sin faltar el humor malévolo e incluso negro. 

Del mismo modo que en aquella nos asomábamos al mundo de los juguetes cuando están solos, ahora la cámara penetra en los secretos de los videojuegos cuando el salón de recreativos está cerrado.

Ralph está harto de ser el malo del juego y que todas las medallas se las lleve el arreglatodo Fix-It Félix. Quiere ser el héroe y para conseguirlo iniciará un periplo que le llevará por varios videojuegos. 

Un malvado como héroe es algo muy novedoso en Disney y eso requiere terapia. ¡Logradísima la escena de los Malos Anónimos! Allí se encuentra Ralph con el malvado de Street Fighter o el Robotnik de Sonic. "Soy un malo y eso es bueno, jamás seré bueno y eso es malo. No me cambiaría por nadie", es el mantra que repite este grupo.

La historia está hilvanada con primor y sentido aventurero. Su calidad narrativa es altísima. Hay un desarrollo milimétrico de varias tramas que confluyen en un final  dramático. Los 30 años que acusa un Ralph cansado, la antigua traición de Turbo que sobrevuela toda la cinta, el apocalipsis que provoca un ciberbicho que se cuela con Ralph. La acción y el humor son constantes. La película va y viene por distintos juegos hasta que todos los personajes aterrizan en Sugar Rush, donde la partida llegará hasta el final. Insert coin.

El trazo de los personajes posee chispa, en especial la pizpireta Vanellope que con su mezcla de audacia y desvalimiento nos gana el corazón. Pero también la sargento Calhoun que procedente de un "shooter" amalgama esa imposible mezcla de chica dura y femineidad.


Fantástica es la forma en que cada videojuego aporta sus propias reglas y las interacciones entre ellos, "si mueres fuera de tu juego no te regeneras".

Sin duda una película brillantísima que une al inconformismo de Ralph y la fe en sí misma de Vanellope, un sentido homenaje al mundo de los videojuegos y de aquellas máquinas recreativas que nos iniciaron en los bits. Volvemos a ver a Sonic, la Serpiente, Pac-Man, etc.


De regalo se nos proyecta "Paperman", un delicioso cortometraje animado, al que sólo encuentro el problema de versionar el que hace unos años nos regaló Patrick Hugues, "Señales".

jueves, 3 de enero de 2013

El alucinante mundo de Norman

-ParaNorman-
de Chris Butler y Sam Fell













Me gustan estas apuestas bizarras que siendo de animación  rompen sus límites previstos. Hablar de muertos, maltrato escolar o la ceguera de la masa social que arrambla con todo en una película dirigida al público infantil me resulta refrescante.  

Norman vive en un pueblecito famoso por la caza de brujas que se produjo hace 300 años. Es un chico solitario que se pasa las tardes viendo películas de terror. Los demás le tildan de friki por el don que tiene de ver muertos. Su único amigo es Neil, otro niño maltratado por el matón Alvin por ser gordo. 



Llegado el momento su tío Prenderghast buscará a Norman para avisarle que en la noche del aniversario de la bruja se producirá una hecatombe que sólo él podrá prevenir. La muerte repentina del viejo, dejará a los dos niños solos ante el peligro. 
Cuando reviven los zombies de los miembros del tribunal que juzgó a la bruja, el pueblo se vuelve loco y sólo Norman será capaz de eludir sus prejuicios y resolver el embrollo.

La película está rodada con la técnica de stop-motion y nos la presenta Laika Entertainament, la misma productora que nos trajo "Los mundos de Coraline", basada en la deliciosa novela de Neil Gaiman. Parece que a pesar de los fastos digitales, la artesanal stop-motion está en auge como demuestran los recientes estrenos de Piratas del equipo Aardman, el Frankeweenie de Tim Burton  o la española O Apostolo de Fernando Cortizo.















La historia es claramente de género y sus personajes son arquetípicos, pero eso no resta valor a la película que se mueve con frescura por estos derroteros con unos resultados muy visuales y divertidos. Además aporta unos magníficos escenarios expresionistas y una entrañable mirada hacia los frikis: El niño que conoce la maldición y al que nadie hace caso, su hermana tontuela, el gordito gracioso o el matón cabezahueca.

Tiene un puñado de escenas muy logradas como la inicial de Norman con su abuela que tiene una presentación muy sutil o el camino de éste hacia el colegio saludando a todos los muertos del pueblo a los que sólo él puede ver. 
Aunque si tuviese que elegir una escena me quedaría con la lucha de Norman con el cadáver de su tío Prenderghast que desprende una comicidad clásica.

Travis Knight es el animador jefe de LAIKA y en sus entrevistas defiende la capacidad visual de la stop-motion, una técnica que cuenta ya con 100 años de historia. Willis Harold O´Brien fue quien acabó de pulir la técnica y junto al escultor Marcel Delgado creó el primer "King Kong", dirigido por Merian C. Cooper y Ernst B. Shoedsack en 1933. Los armazones metálicos articulados que creó para esta película todavía se usan hoy.

La animación de "El alucinante mundo de Norman" ha sido posible gracias a 178 marionetas individuales y miles de expresiones faciales. 
Travis afirma que "la diferencia esencial con otras técnicas es la luz. Las tres dimensiones son reales, la luz moldea los objetos. Es, sin duda, una técnica más humana que cualquier otra".


La película cuenta con un guión de Chris Butler (que ha participado en los storyboards de Los mundos de Coraline, La novia cadáver y El valiente Despereaux), y está dirigida por el propio Butler y Sam Fell (director de Ratónpolis y antiguo animador de Aardman).


sábado, 5 de mayo de 2012

Arrugas

de Ignacio Ferreras

Con qué delicada mano acompaña Paco Roca (autor del cómic original) a este grupo de personas por el erial de la vejez. La película narra la llegada de Emilio a una residencia de ancianos una vez que se le ha diagnosticado Alzheimer. Allí compartirá habitación con Miguel, un vivaracho argentino que aunque lleva 30 años en España no ha perdido ni un ápice su acento.


La enfermedad gana terreno en Emilio y Miguel se embarcará con él en esta nueva peripecia. Él nos dirá las verdades de la vejez y la vida, nos hará reir y ofrecerá consuelo a cada uno de los viejecitos en su demencia. El grupo de personajes es de lo más variopinto, la mujer que imagina estar viajando en el Orient Express camino de Estambul, el locutor de radio al que se le acabaron las palabras, la mujer que busca permanentemente un teléfono para llamar a su familia y volver a casa, etc.

En un tierno remedo de "Alguien voló sobre el nido del cuco", los dos ancianos tendrán su momento de rebelión. Más que contra la residencia, contra su propia condición. En una secuencia escapan del geriátrico para correr una aventura a lomos de un descapotable buscando el último aliento de libertad. 
Otra secuencia ocurre en la piscina. Emilio se tira a ella en un intento de retomar sus hábitos de nadar dos veces por semana. Miguel lo secunda y flotando los dos boca arriba le promete cuidar de él.
La amenaza latente está en el piso superior, a donde envían a los desahuciados. Miguel inventará mil trucos para que los médicos no sospechen el deterioro de Emilio. No puedo dejar de acordarme de un relato en cierto modo espeluznante de Dino Buzzati, "Siete pisos". En él los enfermos, cuanto más terminales, van bajando desde el séptimo hasta el primer piso
"Giuseppe Corte se quedó en la ventana, inmóvil, mirando fijamente las persianas cerradas del primer piso. Las miraba con una intensidad morbosa, tratando de imaginar los secretos fúnebres de aquel primer piso terrible, donde confinaban a los enfermos que ya iban a morir. Y se sentía aliviado sabiéndose lejano de ese piso".

La película es una tierna mirada sobre la vejez que no esconde el dolor y el desamparo. Es amable sin ser edulcorada y compasiva que no sensiblera. El guionista y dibujante reflexionaba sobre su obra

"Arrugas surge de la necesidad de hablar de la vejez, un tema escasamente tratado tanto en el cine como en la literatura. El actor Michael Caine se quejaba precisamente de ello cuando le entregaron un Oscar al mejor actor secundario y Arrugas trata sobre lo que sienten estas personas mayores alejadas en la vida de los papeles principales."

La película adapta milimétricamente el magistral cómic de Paco Roca galardonado con el Premio Nacional del Cómic en 2008.
La animación es minimalista y elegante. No necesita más. La fuerza está en la historia. El director Ignacio Ferreras posee gran experiencia internacional, destacando su trabajo como animador en el largometraje de Sylvain Chomet The Illusionist, maravillosa obra que retoma el mundo y los personajes de Jacques Tati.


Paco Roca alcanzó la consagración con Arrugas. Después de El Juego Lúgubre una visión sobre Dalí, Los Hijos de la Alhambra y El Faro (sobre la Guerra Civil), en 2009 publicó Las Calles de Arena tanto en Francia como en España. En su última obra por ahora, "El Invierno del Dibujante" (Astiberri, 2010),  vuelve la mirada hacia sus colegas del cómic en la España de los años 50.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La Princesa Mononoke - de Hayao Miyazaki










¿Por qué me gusta tanto esta película? Me siento de nuevo a verla y me llama la atención la fantasía de la historia, su tinte ecologista, la maravilla del dibujo, pero sobre todo el concepto de aventura y lucha.


Sus cinco minutos iniciales nos sumergen plenamente en ese mundo remoto donde una aldea es atacada por un jabalí endemoniado. Asitaka salva a su aldea pero recibe el estigma de una maldición. Ahora debe partir, buscar su destino y "mirar sin odio".


La historia es compleja en su desarrollo aventurero -Asitaka portador de una maldición, las batallas de los samurais enfrentados a Lady Eboshi por la Ciudad de Hierro, Mononoke, los lobos y nada menos que el Espíritu del bosque-. Pero también es compleja en su desarrollo moral.
Los antagonismos son viscerales y las luchas titánicas. La Ciudad de Hierro lucha por ocupar el bosque, los señores samuraris por ocupar la Ciudad. Mononoke y sus lobos en defensa del bosque. Todo ello no es óbice para que al final de todas las batallas, Lady Eboshi reconozca, "es increíble, esa chica salvaje y sus lobos nos han salvado a todos". 

La película huye de maniqueísmos y nos presenta una aventura caleidoscópica. Mononoke defiende a Asitaka ante los lobos, Asitaka defiende a Lady Eboshi ante Mononoke y anteriormente ha salvado a Mononoke en la Ciudad de Hierro. 
Asitaka, el héroe,  "mira sin odio".

Lady Eboshi en principio parece la malvada a quien la Princesa Mononoke ardientemente desea matar. Su Ciudad de Hierro necesita el mineral del subsuelo  y arrasa el bosque por conseguirlo. Pero ha creado esa ciudad para recoger a mujeres procedentes de burdeles y a leprosos. Allí les ofrece la libertad y la dignidad de su propio trabajo en la fundición.

La película tiene aliento épico. La Ciudad de Hierro es una nueva Troya asediada por los samurais que desean su riqueza. Lady Eboshi es ayudada de incógnito por un general y una partida de soldados enviados por el Emperador.  En paralelo se juega el destino del Bosque y sus criaturas.  El escenario por momentos es grandioso y las imágenes inolvidables.