miércoles, 22 de diciembre de 2021

LOUISE GLÜCK, POETISA





EL VESTIDO

Se me secó el alma.
Como un alma arrojada al fuego,
pero no del todo,
no hasta la aniquilación. Sedienta,
siguió adelante. Crispada,
no por la soledad sino por la desconfianza,
el resultado de la violencia.

El espíritu, invitado a abandonar el cuerpo,
a quedar expuesto un momento,
temblando, como antes
de tu entrega a lo divino;
el espíritu fue seducido, debido a su soledad,
por la promesa de la gracia.
¿Cómo vas a volver a confiar
en el amor de otro ser?

Mi alma se marchitó y se encogió.
El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado
grande
para ella.
Y cuando recuperé la esperanza,
era una esperanza completamente distinta.



Del libro Vita nova (1999)
Traducción de Mariano Peyrou. 
Editorial Pre-Textos, 2014




Louise Glück es autora de catorce libros de poesía y de dos colecciones de ensayos, entre los que figura Proofs and Theories: Essays on Poetry, un compendio de ideas estéticas y anécdotas sobre la escritura que nos acerca a su quehacer poético.

Su poesía es un fiel testigo de su intimidad. Su estilo es transparente, honesto y valiente. Siendo minimalista y casi coloquial está dotado de una gran intensidad emocional. Glück parte siempre de una realidad doméstica y familiar (divorcio, amores esquivos, celos de la hermana, madre amorosa pero castradora, el simulacro de la familia feliz, la anorexia que sufrió de joven...) pero es capaz de dotarla de trascendencia y fuerza literaria. Ella misma ha dicho que sus poemas son autobiográficos pero despojados de anécdota y “convicción personal”. Sus propias vivencias se convierten así en el instrumento para buscar “el sonido de un ser auténtico”.

Muchos de sus poemas revelan aspectos íntimos de su vida narrados mediante los antiguos mitos griegos. Así, la disolución del matrimonio se aborda en el libro  Praderas (Meadowlands,1996) a través de la historia homérica de Penélope y Odiseo. También en Averno (2011) se recrea el descenso de Perséfone al inframundo para expresar la intensa relación con su madre, encarnada en una dominante Deméter. En alguna ocasión, la autora americana ha confesado que sus padres le leían pasajes homéricos antes de irse a dormir.

En sus poemas más íntimos, comparados a menudo con la poesía confesional de Sylvia Plath, la autora comparte las experiencias generalmente traumáticas que indeleblemente han marcado su existencia, como la maternidad, el divorcio, la hermana muerta, la anorexia adolescente, el deseo, la comida o la naturaleza.

En no pocas ocasiones encontramos versos potentes y sentenciosos que se graban en la memoria, como en el poema Madre e Hijo, donde leemos
Somos todos soñadores; no sabemos quiénes somos.
...
Soñamos; no recordamos.
O esos versos en que el dolor le hace desear ser una piedra:
 
        "Hace mucho tiempo, fui herida.
Aprendí
a existir, como reacción,
desconectada
del mundo: te diré
qué quería yo ser:
un artilugio capaz de escuchar.
Inerte no: inmóvil.
Un trozo de madera. Una piedra”.

También son memorables aquellos versos que hablan de la infancia y la memoria en el poderoso poema “Nostos”, donde un recuerdo infantil enganchado a un manzano de su jardín le hace evocar la felicidad de aquel periodo. “Nostos” es una expresión griega que puede traducirse como “regreso al hogar”. En el poema se 
evoca lo esencial, aquel paisaje puro donde nacieron nuestras emociones y que el paso del tiempo no hace sino alejar y corromper:

‘Miramos el mundo una sola vez en la infancia.
El resto es memoria’.



NOSTOS


Había un manzano en el patio
—esto debe haber sido
hace cuarenta años— detrás,
sólo praderas. Pilas
de azafranes sobre el pasto mojado.
Yo me paraba junto a esa ventana:
finales de abril. Flores
de primavera en el patio vecino.
¿Cuántas veces, en realidad, el árbol
floreció para mi cumpleaños,
el día exacto, no
antes ni después? Sustitución
de lo inmutable
por lo cambiante, lo que evoluciona.
Sustitución de la imagen
por la tierra incesante. ¿Qué
sé de este lugar?
El papel de ese árbol confundido por
décadas con un bonsai, las voces
que llegaban de las canchas de tenis —
Los campos. El olor a pasto crecido, recién cortado.
Lo que se espera de un poeta lírico.
Miramos el mundo una sola vez, en la infancia.
Lo demás es memoria.



El dolor y el autoconocimiento son los dos hitos entre los que transita la poesía de Glück. El territorio en que se mueve es el de la infancia y la vida familiar. El ensimismamiento de su poesía es sencillo y minimalista pero también de una "franqueza brutal". Sus poemas son diáfanos e inclementes, van directos al núcleo de la herida o del vínculo lastimado: los miedos infantiles, los traumas, la angustia, los odios, las pérdidas, el duelo y también, en ocasiones, el renacimiento. 
Aunque de forma esquinada también aflora la anorexia que sufrió la poetisa en su adolescencia y que le costó siete años de psicoanálisis poder superarla: “dejé de comer para matar a mi madre”, llegó a decir en una entrevista. A los 16 años casi se muere de inanición. Todo ello tiene que ver con la ambivalente y mordaz relación que mantuvo con su madre. En La Canción de Penélope leemos:

“Tampoco tú has sido del todo perfecta
con tu problemático cuerpo
has hecho cosas de las que no deberías
hablar en los poemas”

Glück nunca peca de autoindulgencia consigo misma, aunque suele utilizar la distancia y la ironía como cortafuegos del dolor en crudo. Así se puede apreciar en el poema Sirena:

“Me convertí en criminal al enamorarme.
(…)
Ahora me parece
que si sintiera menos sería
mejor persona”.
O también en Las Siete Edade
s con versos donde parece rechazar las tristes necesidades humanas:
“Hasta amé alguna vez, a mi manera
repugnante, humana
y como todo el mundo llamé a ese logro
libertad erótica"




SIRENA


Me convertí en criminal al enamorarme.
Antes de eso era camarera.
No quería irme a Chicago contigo.
Quería casarme contigo, quería
que tu mujer sufriera.
Quería que su vida fuese como una obra de teatro
en la que todas las partes son tristes.
¿Piensa una buena persona
de esta manera? Me merezco
que se me reconozca la valentía.
Me senté a oscuras en tu porche delantero.
Lo tenía todo clarísimo:
si tu mujer no te dejaba libre,
era la prueba de que no te amaba.
Si te amaba,
¿no querría que fueses feliz?
Ahora me parece
que si sintiera menos sería
una mejor persona. Era
una buena camarera,
era capaz de llevar ocho copas a la vez.
Solía contarte mis sueños.
Anoche vi a una mujer sentada en un oscuro autobús:
en el sueño ella llora, el autobús en el que va
se aleja. Con una mano
dice adiós; con la otra acaricia
un cartón de huevos lleno de bebés.
El sueño no supone la salvación de la doncella.


Del libro Praderas (Ed. Pre-Textos)
Traducción de Andrés Catalán.




Cada uno de los libros de Glück es una unidad en sí mismo que representa una estación significativa en su evolución. Ella misma reconoció: «Mis libros son muy distintos unos de otros. Sugeriría que no lean mi primer poemario. Yo diría que Averno sería un buen punto de partida, o mi último libro, Faithful and Virtuous Night».
Su estilo confesional es muy particular, casi oracular, como manteniendo una conversación consigo misma mientras explora sus emociones y sentimientos. Leerla significa acceder a revelaciones dolorosas, descarnadas y sin ápice de autocompasión. Su poesía habla de la decepción, el rechazo, la mortalidad, la traición y el amor unido siempre a su inevitable pérdida. 

También es cierto que la exposición de estos duelos, pérdidas y decepciones puede suponer el acceso a un mayor conocimiento de sí misma, convirtiéndose en motor del cambio. El poema El Iris Salvaje comienza con un “Al final de mi sufrimiento / había una puerta”. Este es un poema profundamente metafórico que describe lo que significa vivir, morir y renacer de nuevo desde la perspectiva de una flor. Un ciclo que se repite pero que tiene una puerta al final, una luz al final del túnel. El poema se puede leer tanto como renacimiento físico o emocional.

De un modo semejante, en El triunfo de Aquiles, de 1985, el héroe griego sólo triunfa cuando acepta su mortalidad. Precisamente en este libro encontramos el poema 'Mock orange', uno de los más antologados y que ha sido interpretado como un himno feminista. En él un arbusto en flor se convierte en metáfora de la desilusión con el sexo, el romance y la dominación masculina.


NARANJA FALSA


No es la luna, te digo.
Son estas flores
que iluminan el patio.

Las odio.
Las odio como odio el sexo
la boca del hombre
sellando mi boca, el cuerpo
del hombre paralizando mi cuerpo—
y el llanto que siempre se escapa,
bajo, humillante
premisa de unión—

En mi mente esta noche
escucho la pregunta y la respuesta correspondiente
fusionadas en un sonido
que aumenta y aumenta y después
se escinde en las viejas yo,
los cansados ​​antagonismos. ¿Lo ves?
Nos dejaron en ridículo.
Y el aroma de naranja falsa
se filtra a través de la ventana.

¿Cómo puedo descansar?
¿Cómo puedo estar tranquila
cuando existe todavía
ese olor en el mundo?



Finalmente conozcamos cómo concibe ella la poesía y su forma de escribir:
“Los poemas por los que me he sentido atraída más intensamente durante toda mi vida son poemas del tipo que he descrito, poemas íntimos o de confabulación, poemas a los que el oyente o lector hacen una contribución esencial, como destinatario de una confianza o un clamor, a veces como co-conspirador. «No soy nadie», dice Dickinson. «¿Tú también eres nadie? / Entonces hay un par de nosotros, no lo digas … ”. O Eliot: “Vámonos, entonces, tú y yo, / Cuando la noche se extienda contra el cielo / Como un paciente eterizado sobre una mesa …”. Eliot no está convocando a la tropa de boyscout. Le está pidiendo algo al lector.”

Para ella la voz lacónica y despojada con que escribe es un asunto principal:
“Me atraen las elipsis, lo no dicho, la sugerencia, el silencio elocuente y deliberado. Lo que no se dice, para mí, ejerce un gran poder: a menudo desearía poder hacer un poema completo con este vocabulario. Es análogo a lo invisible, por ejemplo, al poder de las ruinas o las obras de arte dañadas o incompletas”.

Su producción abarca casi cinco décadas de dedicación:

Firstborn (1968)                              House on the Marshland (1975)
The Garden (1976)                         Descending Figure (1980)
The Triumph of Achilles (1985)       Ararat (1990)
The Wild Iris (1992)                        Meadowlands (1996)
Vita nova (1999)                             The Seven Ages (2001)
October (2004)                               Averno (2006) 
A Village Life (2009)                       Faithful and Virtuous Night (2014).







En Ararat  Glück examina la compleja naturaleza de la dinámica familiar:
PRIMER RECUERDO

Hace mucho tiempo, fui herida. Viví
para vengarme
de mi padre, no
por lo que él fue
sino por lo que fue de mí: desde el principio,
desde niña, creí
que el dolor quería decir
que no me amaban.
Que amaba, quería decir.
Ararat (1990) es una colección de poemas en la que la autora confronta su experiencia con los mitos de Eros y Tánatos. Ararat es la montaña en la que se posó el arca de Noé tras el diluvio, una vez salvada del castigo divino. En turco Ararat significa "montaña del dolor"; pero también es el nombre del cementerio de Long Island donde está enterrada la hermana de Louise Glück. Por eso los poemas hablan de duelo, separaciones definitivas y estrategias para afrontar la angustia.

La poeta vaga por el cementerio de Ararat, se acerca a las tumbas de personas conocidas, queridas u odiadas, examina el cuidado o descuido de los entierros y las flores, la actitud de los familiares; se transforma, en definitiva, en un testigo de las emociones y los vínculos. No esconde el desprecio hacia un padre débil y ausente, ni el odio hacia una madre demasiado rígida o la envidia hacia su hermana. Según el crítico Dwight Garner, del New York Times, es "el libro de poesía estadounidense más brutal y doloroso publicado en los últimos años".
El poema Una Novela comienza así: “Nadie podría escribir una novela sobre esta familia: / demasiados personajes que se parecen. Además, todas son mujeres; / solo había un héroe. // Ahora el héroe está muerto."


AMANTE DE LAS FLORES


En nuestra familia, todos aman las flores.
Por eso las tumbas nos parecen tan extrañas:
sin flores, sólo herméticas fincas de hierba
con placas de granito en el centro:
las inscripciones suaves, la leve hondura de las letras
llena de mugre algunas veces…
Para limpiarlas, hay que usar el pañuelo.

Pero en mi hermana, la cosa es distinta:
una obsesión. Los domingos se sienta en el porche de mi madre
a leer catálogos. Cada otoño, siembra bulbos junto a los escalones de
ladrillo.
Cada primavera, espera las flores.
Nadie discute por los gastos. Se sobreentiende
que es mi madre quien paga; después de todo,
es su jardín y cada flor
es para mi padre. Ambas ven
la casa como su auténtica tumba.

No todo prospera en Long Island.
El verano es, a veces, muy caluroso,
y a veces, un aguacero echa por tierra las flores.
Así murieron las amapolas, en un día tan sólo,
eran tan frágiles…


Del libro Ararat (1990)
Traducción de Abraham Gragera López. 
Editorial Pre-Textos, 2008




En El iris salvaje (The Wild Iris, 1992, Premio Pulitzer) la naturaleza aparece más hermosa que nunca pero también indiferente al dolor humano. La naturaleza se aparta de toda religión y se convierte, por sí misma, en una dulce divinidad. Glück recuerda aquí a Emily Dickinson para quien su jardín constituía todo su mundo y el de su poesía. Desde su contemplación dará cuenta de toda su existencia.

Praderas (Meadowlands,1996) enfoca los conflictos maritales tras las máscaras mitológicas de los protagonistas de La Odisea (Circe, Odiseo, Telémaco y Penélope). El lenguaje es muy preciso y brutal dando cuenta de los detalles del fracaso y la decepción.
 
Vita Nova (1999) le valió a Glück el prestigioso Premio Bollingen de la Universidad de Yale y sus poemas suponen todo un examen de las secuelas de un matrimonio roto. Dante escribió Vita Nuova después de la pérdida de su amada Beatriz y en él hablaba de la renovación vital que supone conocer a la persona amada y perderla; pero Glück se centra en la pérdida. El libro es una reflexión sobre la profunda herida que deja la ruptura. 

Las siete edades (The Seven Ages, 2001) 
recorre la vida de la autora, desde sus primeros recuerdos hasta la contemplación de la muerte. "Al final sólo nos quedó el tiempo como tema", escribe Louise Glück en el primer verso de Membrillo, uno de los poemas del libro.
Hay mucha nostalgia y sobre todo una profunda indagación de la memoria como parte esencial de la vida. 

Octubre (October, 2004) es un libro que consta de un único y extenso poema alrededor de los atentados del 11 de septiembre de 2001. La autora recurre a los mitos griegos para explorar temas como el sufrimiento y los traumas individuales y colectivos.

Averno (2006) toma el mito de Perséfone como piedra de toque. Los poemas del libro giran en torno a los vínculos entre madres e hijas, los propios miedos de la poeta a envejecer y una narrativa sobre una Perséfone moderna. Glück se aprovecha de las fuentes del mito para luchar con algunos de nuestros miedos más antiguos: la pérdida del amor, el olvido, el quebrantamiento del cuerpo y la destrucción del espíritu.

En los poemas de Una vida de pueblo (A Village Life, 2009) abundan los ambientes rurales y el retrato de los ciclos de la naturaleza que parecen abolir el tiempo, mientras distintos personajes nos muestran  su devenir existencial, como ese granjero que quema hojas secas o esas mujeres que cocinan y envejecen: “Cuando miras un cuerpo, ves una historia. / Una vez que ese cuerpo ya no es visto, / se pierde la historia que trataba de contar”. 
La poetisa construye historias e imágenes con delicadeza para introducir, hacia el final, un giro que busca provocar la reflexión.

Su último libro publicado es Noche fiel y virtuosa (Faithful and Virtuous Night, 2014) en él Glück abandona las máscaras mitológicas de su obra anterior para mirar desde la vejez directamente al horizonte de la muerte. La niñez y la vejez, la realidad y la ficción, la blancura de la nieve y la oscuridad de los jardines, el rey Arturo y el psicoanálisis se unen en una circularidad de viajes, paseos y libros donde el sujeto despliega, con un tono onírico, su aceptación de la muerte, resignada, audaz y curiosa al mismo tiempo.








☙☘❧







CÍRCULO QUEMADO



Mi madre quiere saber
por qué, si tanto odio
la familia,
fundé una y la saqué adelante. No le contesto.
Lo que odiaba
era ser una niña,
no poder elegir
a quién amar.
No amo a mi hijo
del modo en que pensé que le amaría.
Pensé que yo sería
el amante de orquídeas que descubre
trillium rojo creciendo
a la sombra de un pino
y no lo toca, no necesita
poseerlo. Pero soy
el científico
que se acerca a esa flor
con una lupa
y no la deja,
aunque el sol dibuje un círculo
quemado en torno
de la flor. De esta forma
más o menos,
me quería mi madre.
Debo aprender
a perdonarla,
puesto que soy incapaz
de perdonar la vida de mi hijo.


Del libro Ararat (1990)
Traducción de Abraham Gragera López
Editorial Pre-Textos, 2008



UNA FANTASÍA


Voy a decirte algo: cada día
muere gente. Y eso es sólo el principio.
Cada día, nuevas viudas nacen en las funerarias,
nuevos huérfanos. Se sientan, mano sobre mano,
e intentan tomar decisiones sobre su nueva vida.
Luego van al cementerio, algunos
por vez primera. Tienen miedo de llorar,
de no llorar también. Alguien se vuelca
con ellos, les dice qué hay que hacer:
pronunciar unas palabras,
echar algo de tierra en la tumba abierta aún…
Y después todo el mundo vuelve a casa,
y la casa se llena de visitas,
con la viuda sentada en el sofá, majestuosa,
la gente que hace cola y se aproxima:
unos cogen su mano, otros la abrazan.
Ella encuentra qué decirle a cada uno,
da las gracias, les da las gracias por haber venido.
En el fondo, quiere que se marchen.
Quiere volver al cementerio,
al cuarto del paciente, al hospital. Sabe
que no es posible. Pero es su única esperanza,
querer volver atrás. Tan sólo un poco,
no hasta su boda, no hasta el primer beso.

Del libro Ararat (1990)
Traducción de Abraham Gragera López
Editorial Pre-Textos, 2008




EL IRIS SALVAJE


Al final de mi sufrimiento
había una puerta.

Escúchame bien: aquello que llamas muerte
recuerdo.

Sobre mí, ruidos, ramas de un pino moviéndose.
Luego nada. El débil sol
parpadeaba sobre la superficie seca.

Es terrible sobrevivir
como conciencia
enterrada en la oscura tierra.

Luego se acabó: aquello que temes, ser
un espíritu, incapaz de
hablar, terminar abruptamente, la rígida tierra
se inclina un poco. Y lo que pensé eran
aves lanzándose sobre los bajos arbustos. 
Tú que no recuerdas
tu paso desde el otro mundo
podría decírtelo otra vez: lo que sea
que regrese del olvido vuelve
para encontrar una voz:

desde el centro de mi vida vino
una gran fuente, sombras de azul intenso
en celeste agua de mar.

Del poemario El Iris Salvaje
Traducción de Eduardo Chirinos
Editorial Pre-Textos




LA CANCIÓN DE PENÉLOPE 
 
Pequeña alma, siempre desvestida,
haz esto que te ordeno, trepa
por los estantes de las ramas del abeto;
aguarda en la copa, atenta, como un
centinela o un vigía. Pronto llegará a casa;
te corresponde a ti ser
generosa. Tampoco tú has sido del todo
perfecta; con tu problemático cuerpo
has hecho cosas de las que no deberías
hablar en los poemas. Así que
llámalo a través del mar abierto, del mar resplandeciente
con tu canción oscura, con tu avariciosa,
forzada canción: apasionada,
como María Callas. ¿Quién
no te desearía? ¿A qué apetito
demoníaco no corresponderías? Pronto
regresará de allí por donde transcurra su viaje,
bronceado por el tiempo fuera de casa, reclamando
su pollo asado. Ah, tendrás que darle la bienvenida,
tendrás que sacudir las ramas del árbol
para captar su atención,
pero con cuidado, con cuidado, no sea
que desfiguren su hermoso rostro
demasiadas agujas al caer.


Del poemario Praderas (2017)
traducido por Andrés Catalán
Editorial Pre-Textos

 


EL DILEMA DE TELÉMACO


Nunca me decido
sobre qué poner
en la tumba de mis padres. Sé
lo que él quiere: él quiere
'amado', lo que ciertamente resulta
muy exacto, sobre todo
si contamos a todas esas
mujeres. Pero
eso dejaría a mi madre
en la intemperie. Ella me dice
que en realidad no le importa
lo más mínimo; ella prefiere
ser descrita
por sus logros. No tendría yo mucho
tacto si les recordara
que uno
no honra a sus muertos
perpetuando sus vanidades, sus
auto-proyecciones.
Mi propio criterio me recomienda
exactitud sin
palabrería; son
mis padres y, en consecuencia,
los visualizo juntos,
a veces me inclino por
'marido y mujer, a veces por
fuerzas contrarias'.



 

CONFESIÓN


Decir que nada temo
sería faltar a la verdad.
La enfermedad, la humillación,
me atemorizan.
Tengo sueños, como cualquiera.
Pero aprendí a ocultarlos
para protegerme
de la plenitud: la felicidad
atrae a las Furias.
Son hermanas, salvajes,
que no tienen sentimientos,
solo envidia.

 

Del poemario Ararat (1990)
Editorial Pre-Textos
Traducido por A. Grajera López

 


MADRE E HIJO

Todos somos soñadores; ninguno sabe quién es.

Alguna máquina nos hizo; la máquina del mundo,
la familia que restringe.
Después, de vuelta al mundo, pulidos por suaves látigos.

Soñamos; no recordamos.

La máquina de la familia: pelaje oscuro,
selvas del cuerpo de la madre.
La máquina de la madre: blanca ciudad dentro de ella.

Y antes de eso: tierra y aire.
Musgo entre las piedras, briznas de hojas y de hierba.

Y antes, células en una gran oscuridad.
Y antes de eso, el mundo tras un velo.

Para esto naciste: para silenciarme.
Células de mi madre y de mi padre, llegó el momento
de ser fundamentales, de ser la obra maestra.

Yo improvisé, nunca recordé.
Ahora es tu turno de entrar en acción;
tú eres el que pide saber:

¿Por qué sufro? ¿Por qué soy ignorante?
Células en una gran oscuridad.
Alguna máquina nos hizo;
es tu turno ahora de exigirle, de volver a preguntarle:
¿para qué existo? ¿Para qué existo?



Del poemario Las siete edades (2011)
traducido por Mirta Rosenberg
Editorial Pre-Textos 



LAMIUM



Así se vive cuando tienes un corazón helado.
Como yo: entre sombras, arrastrándose sobre la roca fría,
bajo las copas inmensas de los arces.

El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre él, hasta cubrirlo todo.
Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.

No todos necesitan de la luz
en igual medida. Algunos
creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.

Pero esto ya lo sabes.
Tú y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es frío.


Del poemario El iris salvaje 
Traducción de Eduardo Chirinos
Editorial Pre-Textos




PUESTA DE SOL 
 
En el mismo instante en que se pone el sol,
un granjero quema hojas secas.

No es nada, este fuego.
Es cosa pequeña, controlada,
como una familia gobernada por un dictador.

Aun así, cuando arde,
el granjero desaparece;
es invisible desde el camino.

Comparados con el sol, aquí todos los fuegos
son breves, cosa de aficionados;
se acaban cuando se consumen las hojas.
Entonces reaparece el granjero, rastrillando cenizas.

Pero la muerte es real.
Como si el sol hubiera terminado lo que vino a hacer,
hubiera hecho crecer el campo y entonces
hubiera inspirado la quema de la tierra.

Así que ahora puede ponerse.

 


Del poemario Una vida de pueblo (2020)
traducido por Adalber Salas
Editorial Pre-Textos


 

LAS SIETE EDADES
 
En mi primer sueño el mundo parecía
lo salado, lo amargo, lo prohibido, lo dulce
En mi segundo sueño descendía,

era humana, no veía nada de nada
bestia como soy

debía tocarlo, contenerlo

me escondí en la arboleda,
trabajé en los campos hasta que quedaron yermos

un tiempo
que nunca volverá-
el trigo seco en gravillas, cajones
de higos y aceitunas

Hasta amé alguna vez, a mi manera
repugnante, humana

y como todo el mundo llamé a ese logro
libertad erótica,
por absurdo que parezca

El trigo cosechado, almacenado; seca
la última fruta: el tiempo
que se acumula, sin usar,
¿también termina?



Del libro Las siete edades (2001)
Traducción de Mirta Rosenberg.
Pre-Textos, 2011


 

UNA AVENTURA


1.
Se me ocurrió una noche mientras quedaba dormida,
que había terminado con esas aventuras amorosas
de las que fui largo tiempo esclava. ¿Acabada para el amor?
mi corazón murmuró, a lo que respondí que muchos densos descubrimientos
nos aguardaban, esperando, al mismo tiempo, que no se me pidiera
nombrarlos, porque no podría. Pero la convicción de que existían,
¿en realidad servía de algo?



2.
La siguiente noche trajo el mismo pensamiento,
esta vez vinculado a la poesía, y en las noches que siguieron
otras varias pasiones y sensaciones, de la misma forma,
se apartaron para siempre, y cada noche mi corazón
protestaba por su futuro, como cuando a un pequeño se le priva de su juguete favorito.
Pero estas despedidas, dije, son el curso de las cosas.
Y una vez más aludí al vasto territorio
que se abre ante nosotros con cada despedida. Y con esa frase me convertí
en un caballero glorioso que marcha hacia el crepúsculo, y mi corazón
se convirtió en el corcel sobre el cual cabalgaba.



3.
Yo estaba, como sabrás, ingresando al reino de la muerte,
aunque por qué este paisaje era tan convencional
no sabría decir. Aquí también los días eran muy largos
mientras los años cortos. El sol se hundía tras la distante montaña.
Las estrellas brillaban, la luna oscilaba. Pronto
los rostros del pasado aparecieron frente a mí:
mi madre y mi padre, mi pequeña hermana; ellos no habían, al parecer,
terminado lo que tenían que decir, aunque ahora
podía escucharlos porque mi corazón estaba tranquilo.



4.
En este punto alcancé el precipicio
aun no la senda, la vi descender hacia el otro lado;
aun habiéndose igualado al terreno, continuaba a esta altura,
tan lejos como el ojo puede ver, aunque gradualmente
la montaña que la sostenía se disolvió del todo
así que me encontré a mí misma cabalgando firmemente sobre el aire.
Por todas partes los muertos me alentaban, la alegría de encontrarlos
desaparecía por la labor de responderles.



5.
Así como todos fuimos de carne,
ahora éramos tiniebla.
Así como antes éramos objetos con sombra,
ahora éramos sustancia sin forma, químicos vaporizados.
Sho, sho, decía mi corazón,
o quizá no, no. Era difícil saber.



6.
Aquí acabó la visión. Estaba en mi cama, el sol de la mañana
se elevaba, el edredón de plumas
se apilaba sin criterio sobre la parte inferior de mi cuerpo.
Tú estuviste conmigo;
había una hendidura en la almohada de a lado.
Habremos escapado de la muerte,
o ¿sería esta la vista desde el precipicio?


Del libro Noche fiel y virtuosa
(Faithful and Virtuous Night,2014)
Traducción Andrés Catalán
Editorial Visor, 2020




PARÁBOLA


Tras renunciar en primer lugar a las posesiones
mundanas, como enseña San Francisco,
a fin de que nuestras almas no se vieran distraídas
por la ganancia y la pérdida, y a fin también
de que nuestros cuerpos tuvieran la libertad de desplazarse
fácilmente por los pasos montañosos, tuvimos después
que debatir
hacia qué lugar o por dónde viajaríamos, siendo la
segunda pregunta
si debíamos tener un propósito, en contra de lo cual
muchos de nosotros defendimos con uñas y dientes que
tal propósito
equivalía a las posesiones mundanas, esto es, que suponía
una limitación o restricción,
mientras que otros dijeron que esta palabra nos
consagraba
como peregrinos en lugar de trotamundos: en nuestra
cabeza, la palabra se traducía
como un sueño, algo que se busca, de modo que si nos
concentrábamos la veríamos
resplandecer entre las piedras, y no
pasaríamos por delante sin verla; cada
nueva cuestión fue debatida en profundidad, las razones
iban y venían,
de modo que, según algunos, perdimos flexibilidad y
ganamos resignación,
como soldados en una guerra inútil. Y la nieve nos caía
encima, y soplaba el viento,
que amainó más tarde; donde hubo nieve, aparecieron
muchas flores,
y donde brillaron las estrellas, se alzó el sol sobre la línea
de los árboles
y volvimos a tener una sombra; esto ocurrió muchas veces.
También lluvia, también inundaciones a veces, también
avalanchas, en las que
algunos nos perdimos, y periódicamente parecíamos
alcanzar un acuerdo, con las cantimploras
colgadas de los hombros; pero siempre ese momento
pasaba, así que
(tras muchos años) seguíamos aún en esa fase inicial, aún
en los preparativos del viaje, pero habíamos cambiado
pese a todo;
podíamos comprobarlo en los demás; habíamos
cambiado aunque
nunca nos hubiéramos movido, y uno dijo: ah, ved
cuánto hemos envejecido, viajando
del día a la noche solamente, sin dar un paso adelante o
al costado, y esto parecía
milagroso en cierta forma. Y quienes creían que
debíamos tener un propósito
creyeron que este era el propósito, y quienes sentían que
debíamos seguir siendo libres
a fin de conocer la verdad sintieron que esta había sido
revelada.

Del Libro Noche Fiel y Venturosa (2014)
Traducción de Andrés Catalán
Editorial Visor (2020)






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Nacida en Nueva York en 1943 y educada en el Sarah Lawrence College y en Columbia, Louise Glück ha ganado casi todos los galardones a los que un poeta norteamericano puede aspirar: el Premio Nacional de la Crítica, el Premio Pulitzer en 1993 por El Iris Salvaje, el premio de los lectores de la revista The New Yorker, el National book Award en 2014 por Faithful and virtuous night, el Premio Bollingen, el Premio Nacional Bobbit otorgado por la Biblioteca del Congreso de los EE. UU., el Premio William Carlos Williams que otorga la Asociación de Poetas de los EE.UU., y algunos otros como los de las instituciones Guggenheim y Rockefeller o la Medalla Nacional de Humanidades que le entregó el presidente Barack Obama en 2.015. Todo ello fue coronado en 2.020 con la adjudicación del Premio Nobel de Literatura.

La mayoría de sus libros han sido traducidos al español y publicados en la editorial Pre-Textos, que ella misma eligió después de quedar fascinada por la edición de un libro de Mark Strand en 2004. A esta ejemplar editorial valenciana debemos el conocimiento de la poesía de Glück en español con acendradas traducciones de diversos poetas: Abraham Gragera, Eduardo Chirinos, Mariano Peyrou, etc. Lamentablemente la concesión del Nobel hizo que Glück cambiara de representante y, por un problema menor, retiró los derechos a la editorial Pre-Textos para venderlos al mejor postor. La inversión y el cuidado con que Pre-Textos nos la ha acercado durante estos años no merecía este trato.

viernes, 17 de diciembre de 2021

AÑOS de SEQUÍA - de Jane Harper


Esta novela supuso un debut asombrosamente cualificado de una autora que venía del periodismo y que había encontrado en la Australia vaciada el territorio adecuado para sus trágicas historias.

Aaron Falk es un agente federal, experto en delitos económicos, que trabaja en Melbourne y debe regresar a su pueblo para el funeral de quien fue su mejor amigo, Luke Hadler. Falk huyó del pueblo tras sufrir acoso y quizás no hubiese vuelto si el padre de Luke no le hubiese enviado una nota tan rotunda como inexcusable:
"Luke mintió. Tú mentiste. Ven al funeral."
Al parecer, Luke se había volado la cabeza con su escopeta después de matar a su esposa Karen y a su hija. Toda la pequeña comunidad de Kiewarra está conmocionada. Los indicios apuntan a un suicidio por desesperación y problemas financieros a causa de la pertinaz sequía que desde hace años asola las granjas. Cuando Falk llega al pueblo las viejas heridas vuelven a supurar y en su cabeza las calles y gentes del presente se mezclan con las de aquel último verano maravilloso y trágico. Luke y él junto con sus amigas Ellie Deacon  y Gretchen disfrutaban de una vida que se expandía ante ellos; pero hacia el final del verano Ellie apareció ahogada en el río donde habitualmente se bañaban. También se achacó a un suicidio.
"Habían deducido quién era: el periódico llevaba tres días publicando su foto. Eleanor Deacon, dieciséis años de edad; desaparecida desde el viernes por la noche, cuando no había regresado a casa. Su padre le había concedido una noche para dejar que se le pasara el impulso adolescente que la había llevado a desaparecer, pero al ver que el sábado tampoco regresaba, dio la alarma.
El tiempo que los de emergencias tardaron en llegar al río se les hizo eterno. Se llevaron el cadáver al hospital y enviaron al banquero a casa. No tardó ni un mes en mudarse de nuevo a la ciudad.
El médico que examinó el cadáver de Ellie Deacon declaró que la causa de la muerte había sido ahogamiento. Tenía los pulmones llenos de agua del río. Según sus observaciones, llevaba varios días sumergida; lo más probable era que desde el mismo viernes. En el informe escribió que tenía magulladuras en el esternón y en los hombros y abrasiones en manos y brazos. Eran lesiones compatibles con las causadas por los escombros y los restos que arrastra la corriente. Tenía cicatrices previas en los antebrazos, posibles indicios de autolesiones. En el último momento, incluyó en el informe que no era virgen."
Mal Deacon, el padre de Ellie, y su sobrino Grant Dow acusaron a Aaron de estar implicado en la muerte de la chica por una nota aparecida en un vaquero de la joven, donde ella misma había escrito la fecha en la que finalmente murió y debajo un apellido: "Falk". El padre y el primo de Ellie no dejaron de acosarlo hasta que su padre decidió cortar por lo sano y huir con su hijo a la capital. 























La relación presente/pasado está muy bien engranada a través de numerosos flashbacks que se insertan en la narración y también por detalles como otra nota manuscrita que en el presente encuentra Falk, mientras lee un libro que la mujer de Luke había sacado de la biblioteca. 
La cogió y la miró con los ojos entrecerrados. Era un resguardo de la biblioteca que decía que Karen Hadler había cogido ese ejemplar en préstamo el lunes 19 de febrero. Cuatro días antes de su muerte, pensó Falk. Ella usaba ese papel como marcapáginas, y a él le resultó muy deprimente darse cuenta de que aquel thriller mediocre tal vez fuese lo último que había leído en su vida. Falk estaba arrugando ya el papel cuando vio el trazo de bolígrafo en la parte de atrás.
Curioso, alisó el resguardo y le dio la vuelta. Esperaba una lista de la compra, pero lo que leyó le aceleró el pulso al instante. Intentó eliminar mejor las arrugas y lo colocó debajo de la lamparita para iluminar la letra continua y redondeada de Karen.
En algún momento durante los cuatro días transcurridos desde que sacó el libro de la biblioteca y que la asesinasen a la entrada de su casa, Karen Hadler había escrito dos líneas detrás del resguardo. La primera era una sola palabra anotada con prisas, pero la había subrayado tres veces.
Grant??
Para que la intriga sea total, debajo de la palabra "Grant", Karen había escrito el número de teléfono de Falk. Grant es el sobrino de Mal Deacon y ahora multitud de implicaciones empiezan a dar vueltas en la cabeza del investigador.

En el pasado se dijo que Ellie se había suicidado, igual que ahora Luke; pero nadie sabe la verdad de lo ocurrido porque hay demasiadas mentiras que la nublan. Incluso Falk tuvo que mentir, con la ayuda de Luke, porque era cierto que estaba citado con Ellie en el río el mismo día en que apareció ahogada.

El trazado del libro es la investigación de este múltiple crimen, pero la verdadera fuerza del relato se encuentra en la presencia agobiante de un territorio inhóspito y la desesperación de unos personajes que lidian con la frustración y los problemas no resueltos del pasado. La prolongada sequía que ha provocado pérdidas sucesivas de cosechas y ganado alimentan el pesimismo de unos granjeros desquiciados, el consumo de alcohol y la violencia.

Los adolescentes de antaño son los adultos de hoy y Aaron tiene que enfrentarse al rencor y al odio que su regreso suscita entre algunos de sus vecinos. Hasta el río en donde se bañaban ha desaparecido y es sólo una cicatriz polvorienta en el terreno. Falk sólo quiere asistir al sepelio y escapar de nuevo de un pueblo donde parece que sólo ocurren desgracias; pero los padres de Luke le instan a que investigue las cuentas y los posibles problemas financieros de su hijo para intentar esclarecer los hechos. Aunque los indicios apuntan a la ruina y al suicidio, nadie cree que eso vaya con el carácter de Luke. Por si fuera poco, un par de detalles no encajan. Ha dejado con vida a su hija Charlotte, de 13 meses y, además, la munición empleada no es la habitual que solía utilizar.




Las pesquisas chocan con el desprecio de los lugareños hacia quien vuelve triunfante de la ciudad, pero aún mantiene una deuda del pasado con ellos. Así, el ambiente se torna opresivo. Allá donde mire Falk sólo encuentra desesperación. El paisaje inhóspito y desolado parece determinar un destino aciago para sus habitantes. La propia autora se refiere a ello en sus entrevistas:
“Comunidades donde la gente no se fía del prójimo y donde hay odio y resquemor se encuentran en cualquier parte, pero yo quería situar la novela en Australia. Allí, el clima es esencial y las familias luchan mucho, en un ambiente muy aislado, para salir adelante. Son como la frontera con un mundo inhóspito, zonas aisladas, en las que la gente está a expensas del clima, donde no hay mucho que hacer.”
El ambiente es opresivo y los parajes que transita inhóspitos y desolados. La sequía parece una maldición bíblica y la naturaleza crepita reseca, a la espera de cualquier yesca para incendiarse. Lo mismo que los granjeros, cuya desesperación sólo espera un mal gesto para que la violencia estalle.

Esta situación del extranjero que llega a un pueblo condenado que lo recibe con animadversión es un clásico. Se ha repetido en varios western y en thrillers rurales como la película Deliverance (John Boorman, 1972) que Falk cita en un momento en que se vuelve a sentir acosado por la aparición de unas octavillas acusatorias repartidas por todo el pueblo. Incluso el bar donde se desarrolla una gran parte de la vida social recuerda mucho a los  saloons del salvaje oeste. Allí tienen lugar las acusaciones, las peleas y los retos. Allí se encontrará Falk con su enemigo desde la edad juvenil, Mal Deacon, "ahora más viejo, más gordo y con el leve olor a enfermedad crónica en el horizonte, la amargura parecía filtrarse por sus poros".


Allá donde mire Falk sólo encuentra desesperación. Incluso cuando visita la escuela donde trabaja Gretchen, ésta le muestra el terrible dibujo de un niño representando el campo con hierba reseca y marrón cubierto con vacas muertas.

Años de sequía está narrado en tercera persona con un estilo directo y un ritmo sosegado de creciente tensión. Los capítulos son cortos y están entreverados con pequeños textos en cursiva por donde se cuela el traumático pasado que nos ayuda a poner todo en contexto. Todo ello nos sumerge en una comunidad rural llena de secretos, mentiras y miedos. Los libros de Jane Harper siempre tienen un comienzo abrupto y violento del que se deriva la posterior investigación. A menudo los crímenes que relata surgen de un accidente culpable o de la debilidad moral de un personaje; pero siempre es esencial una poderosa atmósfera y un escenario inhóspito y aislado. En su investigación Falk se irá topando con la desconfianza y la culpa de esa pequeña comunidad tal y como lo expresa su autora:
"Lo que realmente me interesa es menos el crimen en sí, sino el efecto dominó, cómo estos eventos impactaron en todas estas personas y cambiaron sus relaciones y las hicieron pensar de manera diferente entre sí o pensar de manera diferente sobre sí mismos".
Más que en giros sorprendentes, la investigación avanza en tensión estrechando el círculo de la culpabilidad y las mentiras.





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Años de sequía fue el primer libro publicado por Jane Harper y también el inaugural de la serie protagoniza por Aaron Falk, continuada con Naturaleza Salvaje (Force of Nature, 2017). Además Harper es autora de otros dos libros de género criminal El hombre perdido (The Lost Man, 2018) y The Survivors (2020).
Jane Harper nació en Manchester (Reino Unido), se mudó a Australia cuando tenía ocho años y luego regresó a Inglaterra a los 14, donde llegó a graduarse en Historia y Literatura Inglesa por la Universidad de Kent. Empezó a trabajar como periodista y con 28 años emigró definitivamente a Melbourne, donde vive con su familia.
Reese Witherpoon y Bruna Papandrea adquirieron los derechos de Años de sequía para adaptarlo a la gran pantalla

AÑOS de SEQUÍA - de Robert Connolly




La película tiene un poso clásico muy de agradecer en estos tiempos de películas hipervitaminadas y thrillers ruidosos y huecos. También se muestra agradecida a una gran novela (la primera de Jane Harper) que adapta con enorme consistencia, tanto en el desarrollo de la trama como en la evolución de los personajes.

El comienzo es brutal y marcará el resto de la película. La mujer y la hija de Luke Hadler aparecen asesinadas en su granja, mientras que él mismo es encontrado muerto en el campo. Los indicios hacen pensar que los problemas financieros de Luke con su explotación, tras una década de sequía, le han asfixiado. Pero muy pocos en el pueblo creen esto de verdad, ahora bien, todos están perplejos. Por su parte Aaron Falk (Eric Bana) es un agente federal de Melbourne, experto en delitos financieros, que en su juventud fue el mejor amigo de Luke. Dado que tuvo que salir del pueblo de mala manera no piensa volver ni para el entierro; pero una nota del padre de Luke le obliga a ello:
"Luke mintió. Tú mentiste. Ven al funeral."
El regreso al pueblo provoca en Aaron toda una ebullición de recuerdos de su último verano allí. Luke y él tenían toda la vida por delante y disfrutaban de cada instante con sus amigas, Ellie y Gretchen; pero todo acabó abruptamente cuando Ellie Deacon (Bebe Bettencourt) apareció ahogada en el río. El padre de la chica  siempre acusó a Aaron de la desgracia y le hizo la vida imposible, por eso su padre se lo llevó fuera de allí. Al regresar ahora todo el mundo le mira con recelo, pero los padres de Luke le ruegan que se quede unos días y estudie las cuentas de la granja, para comprobar si había motivo para la desesperación de su hijo. 





El regreso a Kiewarra supone una prueba emocional durísima para Falk, ya que reabre en él viejas heridas. No deja de pensar que las muertes de Luke ahora y de Ellie en el pasado no pueden explicarse como simples suicidios. El agente deberá enfrentarse a los prejuicios en su contra y a la ira reprimida de una comunidad que agoniza por una persistente sequía. La violencia soterrada está a punto de aflorar y en medio de todo esto Falk deberá investigar. Para ello se aliará con el sargento Raco, de la policía local. Ambos quieren rasgar la superficie de esta comunidad hostil y cerrada para descubrir sus secretos y mentiras.

Kiewarra lleva años castigado por la sequía. La economía se ha hundido y la población se ha amargado. El río en el que jugaban de pequeños ahora no es más que una cicatriz de terreno llena de polvo. Este ambiente aislado e inhóspito se convierte en un personaje más de la película, cuya estructura se basa en alternar la investigación actual de Aaron con los recuerdos de aquel infortunado verano de juventud. Las dos épocas acabaron en tragedia y ahora Falk tiene la oportunidad de revelar la turbia verdad que esconde cada muerte.

















Unos personajes heridos y broncos, unido a un escenario inclemente que condiciona sus vidas son los fuertes de la película. El clima extremo y la naturaleza indomable conducen a estas personas a la frustración y la violencia. El padre de Luke resume muy bien el sentirse desplazado:
“Pronto las granjas se automatizarán con máquinas con GPS. Tendremos granjas sin personas”
Richard Connolly conduce la historia con buen pulso, dando tiempo a Falk para empaparse de los miedos y problemas que aquejan a cada personaje. La película se beneficia de una novela muy bien trazada y logra reproducir con precisión el desarrollo de las dos líneas temporales. La realización y las interpretaciones son sobrias y los saltos en el tiempo están perfectamente acompasados. 

Eric Bana cultiva una pose melancólica en su personaje que dota a la cinta de un poso amargo. 



Antes de salir el libro a la venta la productora Bruna Papandrea ya se hizo con los derechos. Es australiana y en 2012 se unió con Reese Witherspoon para fundar Pacific Standard, una productora orientada a la creación de películas y series donde el papel de la mujer sea relevante. Sus dos primeros proyectos fueron Gone Girl y Wild. Aunque en 2016 anunciaron el fin de esta asociación les dio tiempo a concluir la punzante serie Big Little Lies , adaptación de la novela de Liane Moriarty, sobre las turbulentas vidas de cuatro mujeres de clase media, en apariencia apacibles.
En 2017 Papandrea lanzó su actual compañía de producción, Made Up Stories, para dar continuidad a su interés por promocionar el trabajo de las mujeres en el mundo del cine en cualquiera de sus estamentos.

domingo, 5 de diciembre de 2021

EL ENIGMA de LAS ARENAS - de Erskine Childers


Esta novela fue publicada en 1903 y supuso el nacimiento de la moderna novela de espías, del mismo modo que se considera a La piedra lunar, de Wilkie Collins, como la inauguración de la novela policial. Se trata de una novela tan realista y detallada que sus revelaciones tuvieron consecuencias reales. Anticipó una posible invasión de Inglaterra en los años de creciente tensión política que precedieron a la Gran Guerra e identificó las debilidades defensivas de la isla.  El propio Winston Churchill admitió que esta novela fue una de las que contribuyeron a dar forma a un estado de opinión en cuanto al peligro militar alemán, lo que llevó al Almirantazgo a establecer nuevas bases en el Mar del Norte (como Scapa Flow o Invergordon).

El funcionario Charles Carruthers acepta la invitación de su amigo Arthur Davies para realizar un viaje de placer en su yate recorriendo las islas Frisias, mientras practican la caza de patos. Pero cuando llega al barco se da cuenta de que allí no cabe el deleite ni el entretenimiento. Las comodidades del balandro son espartanas y los intereses de Davies están lejos de las playas y los campos de caza. Pronto tendrá que confesar a su amigo sus verdaderos planes: investigar a un traidor inglés que está ayudando a los alemanes y explorar el territorio de las islas alemanas en el Mar del Norte para revelar los preparativos secretos de una posible invasión. 



Carruthers y Davies son unos personajes muy british, amigos desde sus tiempos de juventud en Oxford; el primero es un aburrido funcionario del Foreign Office y el segundo un excéntrico fanático de la navegación como lo era el propio Childers. Trabajaba durante el día en la Cámara de los Comunes y por la noche se afanaba en esta novela, a la que agregó una subtrama romántica (Carruthers se enamora precisamente de la hija del traidor inglés) por sugerencia de su hermana Dulcibella. Como homenaje a ella ése es el nombre que luce el yate de la aventura.

Se puede decir que es un relato apasionante montado sobre elementos mínimos. Se trata de una exploración a campo abierto en territorio enemigo por lo que cada encuentro con otro barco o cada acechanza a un puerto supone una amenaza y un peligro. Davies sólo tiene sospechas pero acaba reuniendo suficientes indicios que le conducen a revelar el complot. 
"Por lo general estábamos completamente solos, pero de cuando en cuando nos encontrábamos con galeotas como el Johannes, que bordeaban entre las arenas, y un par de veces descubrimos una flota de esas embarcaciones ancladas en un paso, esperando la marea. Sus bodegas cargadas tenían seis o siete pies; la nuestra, sólo cuatro, sin la orza de deriva, pero tomábamos su calado medio como criterio de todas nuestras observaciones. Es decir, tratábamos de averiguar cuándo y cómo podía navegar por las arenas un barco de seis pies y medio de calado." pág. 172
Para dar mayor veracidad a sus hipótesis, la novela se presenta como una experiencia real de "Carruthers" y "Davies", los cuales piden ayuda a Erskine Childers para dar forma al relato de sus averiguaciones. Así lo expresa el Prefacio del Autor:
"Me pidieron ayuda y yo se la di al instante. Se acordó que yo escribiera el libro; que "Carruthers" me diera su diario y me contara con más detalle y desde su propio punto de vista, todas las fases de la "búsqueda", tal como solían llamarla; que míster "Davies", se reuniera conmigo con sus mapas y cartas de navegación e hiciese lo mismo, y que toda la historia se escribiese tal como saliera de labios del primero, con sus extravagancias y errores, con su lado claro y su lado misterioso."

Islas Frisias


La obra pretende una veracidad geográfica tan grande que muchas de sus páginas tienen la apariencia de un informe náutico y topográfico, con abundancia de datos sobre la profundidad de los canales y su navegabilidad, las mareas y corrientes o las posibilidades de atraque. Los detalles e informes son tan concienzudos que a menudo saturan y ralentizan la narración. 
"Parecía conocer todos los buques de memoria. Tuve que hacerle volver al tema. -Pues bien, piensa en Alemania como en una nueva potencia naval -prosiguió-. Y la siguiente cuestión es: ¿Cómo es su línea costera? Muy extraña, como sabes. Dinamarca la divide en dos, la mayor parte queda al este de este país y da al Báltico, que prácticamente es un mar interior con la entrada bloqueada por las islas danesas. Para eludir ese obstáculo, el Káiser Guillermo construyó el canal de gran calado que va desde Kiel al Elba; sin embargo puede destruirse fácilmente en tiempo de guerra. La zona más importante de la línea costera es la que está la oeste de Dinamarca y que da al Mar del Norte. Ahí es donde Alemania saca la cabeza al mar abierto por decirlo así. Ahí es donde nos hace frente a nosotros y a Francia, las dos grandes potencias navales de Europa occidental, y ahí es donde están sus puertos mayores y su comercio más rico.
Pero enseguida te parecerá que es ridículamente pequeña comparada con el enorme país que se extiende a sus espaldas. Desde Borkum al Elba sólo hay setenta millas en línea recta. Añade a eso la costa oeste de Schleswig, unas ciento veinte millas; en total, digamos, doscientas. Compáralo con la costa de Francia e Inglaterra. ¿No es lógico que cada centímetro de ella sea importante?"
Pág. 114.
Dado que transcurre en su mayor parte a bordo de un barco el relato desgrana puntualmente los hechos como si de un cuaderno de bitácora se tratara, ofreciéndonos todo tipo de datos, planos, cartas de navegación y singladuras. El estilo está más enfocado a la precisión geográfica que al entretenimiento, aunque la expectativa de descubrir tanto al traidor como el secreto del complot y la pasión del narrador mantienen la tensión en todo lo alto. Los protagonistas llevan a cabo acciones encubiertas que nos mantienen en vilo como arribar a un pequeño puerto en medio de la noche sin que se note que son extranjeros, abordar furtivamente un barco para conocer su procedencia o sorprender una conversación subrepticia en una taberna escondida.

 


Se podría decir que la novela tiene una combustión lenta. Las técnicas y datos de navegación que lastran su ritmo en la parte central desaparecen en un último tercio donde la acción se acelera y nuestros protagonistas deben arriesgarse a jugar al ratón y el gato con los alemanes; lo que nos lleva en volandas hasta un final fascinante.

Aunque El enigma de las arenas fue un éxito de ventas instantáneo, Childers nunca escribió otra novela. Se dedicó a redactar manuales de estrategia militar antes de ingresar en política y convertirse en un ferviente nacionalista irlandés.






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La apasionante vida de Childers añade un escalofrío a la lectura de este libro pionero. Podemos reconocer al autor en el protagonista de esta aventura y conmovernos ante sus valerosas acciones en defensa de su país ahora que sabemos que Childers murió siendo considerado un traidor por el gobierno británico. La paradoja definitiva nos la ofrece su muerte, ya que fue ejecutado en 1922 por orden del Estado Libre de Irlanda al que entregó su lealtad. Childers llegó a un punto en el que los irlandeses lo veían como un maldito inglés, mientras que para los británicos era un perfecto traidor. 

Robert Erskine Childers era hijo del erudito orientalista británico Robert Caesar Childers y fue el padre del cuarto presidente de Irlanda, Erskine Hamilton Childers. Nació en Londres pero creció en Irlanda donde con los años se convirtió en un ferviente nacionalista defensor de la independencia de Irlanda. 
Childers pasó de ser un entusiasta partidario del Imperio Británico, sirviendo en la Guerra de los Bóers y siendo condecorado en la Primera Guerra Mundial; a ser un vehemente partidario de la independencia irlandesa y miembro del IRA. Fue amigo íntimo de Michael Collins, el líder nacionalista irlandés. Su compromiso con la causa llevó a Childers a practicar el contrabando de armas, con su yate de vela Asgard, para nutrir de armamento y munición a los Voluntarios Irlandeses. Esas armas se usaron más tarde en el Levantamiento de Pascua en 1916 que declaró unilateralmente la independencia de Irlanda.
En 1921 se firmó el Tratado Anglo-Irlandés que puso fin a la guerra e instauró el Estado Libre Irlandés. El tratado dividió profundamente a los irlandeses y Childers se opuso a él vehementemente situándose en tierra de nadie y siendo vigilado tanto por irlandeses como por ingleses. Finalmente fue arrestado por las fuerzas del Estado Libre por portar un arma de fuego que, irónicamente, había sido un regalo de Michael Collins. Fue acusado ante un tribunal y sentenciado a muerte. 
El día de su ejecución Childers estrechó la mano de cada miembro del pelotón de fusilamiento. Incluso bromeó con uno de ellos: "Da un paso o dos hacia adelante, muchacho. Será más fácil de esa manera". Le ordenó a su hijo que estrechara la mano de cada uno de los hombres que firmaron su sentencia de muerte. También le estimuló a dedicarse a la política irlandesa. En 1973, Erskine Hamilton Childers Jr. fue elegido cuarto presidente de Irlanda. Lamentablemente murió en el cargo un año más tarde.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

LA VÍCTIMA - creada por Rob Williams





Un profundo drama, un despiadado thriller legal-policial y un debate moral de envergadura son los cimientos de esta magnífica miniserie de cuatro apasionantes capítulos. Su desarrollo posee una intensidad dramática y una complejidad emocional como pocas veces se ve.

Los dos primeros capítulos nos ofrecen un cuestionamiento ético sobre el papel de las víctimas y su derecho a la acusación indiscriminada. El tercero y el cuarto nos hacen asomarnos a los abismos de la culpa y el perdón.

Anna Dean (una gran Kelly Macdonald) vive obsesionada con el asesinato de su hijo de 9 años, Liam. El chico que lo mató, Eddie Turner, de 13 años, fue juzgado y condenado a siete años de reclusión. Para garantizar su reingreso en la sociedad y dada su condición de menor, su identidad se protegió bajo un estricto anonimato. Cumplida la pena impuesta por el juez ha salido de la cárcel y se supone que el anonimato le ha ayudado a rehacer su vida; pero Anna Dean lo está buscando obsesivamente para exponer su culpabilidad públicamente. Quiere saber la identidad actual del asesino de su hijo, el motivo del crimen y cómo fueron aquellos últimos momentos... también si pudo haber hecho algo para evitar su muerte. Al otro lado está Craig Myers (James Harkness), conductor de autobús y padre de familia, que ve cómo su vida da un vuelco cuando Anna Dean asegura que él es el criminal Eddie Turner.

El crimen hundió a Anna y destruyó su familia. Su marido acabó alcoholizado y llegó a ingresar en la cárcel. Ahora ambos han rehecho sus vidas cada uno por su lado, pero Anna está dedicada en cuerpo y alma a revelar la identidad del asesino alegando que sigue siendo un peligro para la sociedad. Incluso ha llegado a contratar a una detective privada para lograr identificarlo. A pesar de no conseguir más que indicios Anna se lanza a por todas y publica en internet la fotografía y la dirección de Craig Myers, identificándolo como Eddie Turner, junto al mensaje "Don´t let evil live" (no dejes que el mal viva).























La noticia corre como la pólvora y Myers sufre un intento de asesinato cuando una noche regresa a su casa. Mientras se recupera en el hospital el agente de policía Steven Grover (John Hannah) identifica a Anna Dean como la instigadora del ataque por lo que es acusada de incitación a la violencia e intento de asesinato. Ella misma ve el juicio como una oportunidad para revelar definitivamente la identidad del asesino de su hijo.

La serie explora un territorio escabroso y resbaladizo como pocos que gira alrededor del deseo de venganza y la incógnita de la reparación: cuándo y cómo salda su deuda un asesino. La historia retrata con tal sutileza y complejidad al victimario y a la víctima que logra interpelar al espectador, haciéndole partícipe del conflicto.
Todos se coinvierten en víctimas.
Víctima es Anna Dean que sólo ansía una venganza que la está minando.
Víctima es Craig Myers que sufre varias palizas y ve cómo la vida y la familia que ha construido se resquebraja.
Víctima es Christian (Cal MacAninch), el exmarido de Anna y padre de Liam, incapaz de superar el duelo por la muerte de su hijo y al que Anna logra exaltar incitándolo a la venganza. 



La serie cuenta con suspense y algún giro sorprendente que aporta la investigación para descubrir quién es el verdadero Eddie Turner; pero el debate del juicio es más jugoso y plantea cuestiones éticas muy actuales, como la utilización de las Redes Sociales como arma inquisitorial, los juicios paralelos, cómo se repara el asesinato de un hijo o cómo conjugar los derechos de las víctimas con los derechos del culpable que ha cumplido su castigo. Todas estas cuestiones ponen al espectador contra las cuerdas porque lo fácil es acusar, pero más difícil es establecer certezas morales.

Lo que te pide el cuerpo es venganza, pero ¿adónde lleva ese camino? Anna Dean me recordó en muchos momentos el final de El secreto de tus ojos: perseguir la condena perpetua de alguien te acaba condenando también a ti a cadena perpetua.

El desenlace es formidable. El auténtico Eddie Turner se cita con Anna bajo el mismo puente donde ocurrió el asesinato. Un desenlace que anuncia tragedia y que posee una lucidez incuestionable. Como ejemplo hagamos el ejercicio de pensar quién de los dos dice esta frase:

"No puedo vivir con esto cada minuto de cada día. ¿Cómo sigo adelante?"