Astra es una reportera idealista y free lance que vive en un mundo futuro agonizante, partido por un muro. De un lado se encuentra una sociedad fuertemente tecnologizada, opresiva y moribunda. De otro la desolación es total por lo que sus habitantes han iniciado un viaje de regreso a la naturaleza. Astra cruza el muro buscando un reportaje sobre las formas de supervivencia, pero acaba tropezándose con una primicia explosiva: los alienígenas han llegado en secreto para recolectar las semillas del género humano, pero han ido más lejos y uno de ellos se ha emparejado con una humana dejándola embarazada. ¿Será este el futuro de la Humanidad? A la idealista reportera le tienta aprovechar esta exclusiva sensacionalista capaz de rendirle grandes beneficios; pero está segura de que el revuelo que provocará dará al traste con esta insólita esperanza. Todo un dilema moral.
Esta obra distópica tiene un gran calado social. El mundo que describe no parece muy alejado del nuestro con su tecnología desbocada, fake news y colapso medioambiental, incluida la desaparición de las abejas. La tecnología ha invadido hasta tal punto nuestra forma de vida que la ha asfixiado, motivo por el cual una parte de la población ha decidido vivir al otro lado del muro, donde se busca una vida más austera y natural, alejados de esa dependencia extrema.
La exploración que inicia Astra es de lo más intrigante. Poco se sabe del otro lado aparte de las típicas insidias: el aire está envenenado, la humanidad se ha sumido en la barbarie, la miseria y la muerte acechan por doquier. Esta leve intriga nos introduce en un mundo terminal, que atesora múltiples capas entre las que encontramos una crítica al periodismo sensacionalista, a la tecnología abrumadora e invasora de la intimidad y al consumismo desaforado; mientras entona una canto al mestizaje y a la vida natural.
Los autores han compuesto un volumen con una serie de informaciones fragmentarias que el lector tendrá que integrar. Están las noticias, lo que piensa Astra, los rumores que corren, las exigencias de su editor, lo que realmente ve, lo que finalmente escribe... la estructura de la obra va ofreciendo informaciones que se acumulan como celdillas para que compongamos una visión de conjunto que sin duda es visionaria y profunda.
David Aja y Ann Nocenti forman un tándem conjuntado y ganador. El trabajo gráfico del vallisoletano Aja es irresistible. Aporta como metáfora esas celdillas hexagonales que (mediante magistrales zooms) aparecen de forma recurrente a lo largo de todo el libro, estableciendo una profunda relación entre la forma y el fondo: la desaparición de las abejas parece anunciar la desaparición de la humanidad. Además capta perfectamente ese mundo plomizo y decadente que ha imaginado Nocenti, una guionista que aporta una gran conciencia ecológica y social como ya demostrara en su reconocida etapa en Daredevil.
Gráficamente es una obra con una personalidad muy acusada que proviene de una restringida coloración bitono -sólo se utiliza negro y verde caqui- que aporta un realismo brutal. Si a eso se añade que la imagen tiene mucho grano, como si de un reportaje periodístico se tratara; el conjunto nos traslada una sensación aciaga, la de un mundo degradado y postrero.
La serie constó de 4 números o actos, que es como los denominan los autores. Los primeros números se publicaron en agosto/septiembre de 2018 y con algún parón lograron concluirla en 2020; aunque debido a la pandemia de la Covid se publicaron en 2021. El volumen publicado por Astiberri recoge la obra completa y es formidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.