Definitivamente la saga Predator ha virado y ya no presenta películas de ciencia ficción o terror como las precedentes. Predator - Badlands es una gozosa película de aventuras con todas las de la ley.
La película tiene todo lo que se espera de una película de aventuras clásica: Un héroe que está en entredicho habrá de emprender un viaje iniciático que pondrá a prueba su valor y determinación. En el trayecto afrontará todo tipo de pruebas y peligros recorriendo un territorio exótico y hostil. En algunos casos encontrará por el camino a algún que otro marginado al que se unirá para aprender juntos la fuerza del grupo y la lealtad. Aliados conseguirán su objetivo final, accediendo a un nuevo status.
Así ocurría en la Odisea que afrontó Ulises o en las singladuras que desafió Simbad. El joven D´Artagnan y el adolescente Jim Hawkins se embarcaron en la aventura de convertirse en adultos saliendo de la granja paterna como tuvo que hacer el propio Luke Skywalker.
Esto ya nos dice que el terror y la violencia adulta característicos de la saga rebaja aquí el tono hasta convertirse en una aventura casi juvenil.
Lo novedoso en esta Badlands es que nuestro héroe será quien hasta ahora era el monstruo de las historias, un implacable depredador que recorre el universo buscando presas desafiantes. Efectivamente Dek es un joven y enclenque Yautja (Predator) destinado a ser sacrificado, ya que su bárbaro clan tiene por costumbre eliminar al eslabón más débil por el que pueden aniquilarlos. Pero, inesperadamente, recibe la ayuda de su hermano mayor, quien defiende su derecho a una cacería primaria donde pueda demostrar hasta donde llega su fuerza y valor.
Para romper su imagen de debilidad Dek elige el mayor reto, enfrentarse al depredador más temido, el Kalisk, un monstruo invencible que reina en el mortífero planeta Genna. Allí todo es letal, desde la hierba y las plantas hasta el más pequeño animal. Dek recorrerá la senda del guerrero para demostrar su destreza y valentía redimiéndose ante su padre o muriendo en el intento.
El Kalisk no será su único enemigo en Genna, ya que la corporación Weyland-Yutani (la mítica compañía que opera tanto en Alien como en Predator) ha enviado a una fuerza de androides letales con el objetivo de capturar al monstruo y así poder replicar sus ventajas biológicas. Como buen Yautja, Dek no acepta la ayuda de nadie, pero las circunstancias serán tan extremas que le acabarán aliando con uno de estos androides, Thia (Elle Fanning). Aunque ella es diferente ya que tiene una mente científica y ha perdido las dos piernas tras un encuentro con el Kalisk. Completará el trío un pequeño y simpático monstruito. Los tres unidos demostrarán carácter, valentía y lealtad.
Dado que el monstruo ya no es un monstruo sino nuestro héroe un tanto vulnerable y la compañía que se va formando es de lo más estrafalaria, mi cabeza me llevó hasta Schrek, con su burro parlanchín y la princesa feúcha. Por ahí la película bordeaba el precipicio de un cuento infantil, pero unas buenas escenas de acción con unos necesarios toques de humor acabaron convirtiendo a esta pandilla de inadaptados en una entretenida película de aventuras al mejor estilo buddy movie (peli de colegas).
Con todo me ha gustado mucho más la primera parte, en la que vas descubriendo un planeta lleno de peligros mientras los desconocidos liman asperezas. En cambio la segunda mitad me ha parecido demasiado previsible, con una serie de enfrentamientos en que los androides se quedan en simples autómatas.
La saga Predator lleva con nosotros casi cuatro décadas. Se ha mantenido viva cambiando de tono y de época, cruzándose con Alien y dando arriesgados saltos cronológicos. Predator: Badlands llega como la séptima película principal de la saga y la novena si contamos los cruces con Alien. La historia se desmarca por completo de los anteriores episodios ya que transcurre en el mismísimo hogar de los predators, Yautja Prime, muy lejos de la Tierra donde solían buscar sus presas.
Cuando Disney adquirió los derechos de Predator, dentro del paquete de sagas propiedad de 20th Century Fox, buscó un director que revitalizase la franquicia y acertaron plenamente al darle la batuta a Dan Trachtenberg. Él supo dar un giro innovador a la saga dirigiendo Predator: La Presa (2022), donde se nos ofrece un sorprendente enfoque histórico llevando la acción hasta la Norteamérica del siglo XVIII. Posteriormente supervisó el largometraje animado Asesino de Asesinos que nos ofrece una interesante antología de intervenciones del depredador en tres periodos históricos distintos; la era vikinga, el Japón feudal y una batalla naval en la Segunda Guerra Mundial. Esta intromisión en territorios y épocas diversas parece enlazar mejor con el espíritu original de la primera, ya que subraya el contraste entre la trama de fondo que va por un lado y la irrupción violenta del depredador que la reorienta.





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