miércoles, 20 de septiembre de 2023

The BEAR - creada por Christopher Storer




The Bear es la historia de un restaurante de bocatas caótico y bullicioso que siempre está al borde del colapso. Se llama The Original Beef of Chicagoland y su encantador y adicto propietario, Mikey, se lo ha dejado en herencia –tras suicidarse- a su hermano pequeño, Carmen “Carmy” Berzatto.

El caso es que el restaurante está en las últimas y su organización es desquiciante. Además es pequeño y sucio. La pintura de las paredes y las máquinas de videojuegos no se han tocado desde los ochenta; y por si fuera poco, el equipamiento y toda la instalación eléctrica apuntan ruina. Todo está a punto de claudicar... pero Carmy (Jeremy Allen White) se lo toma como un reto/homenaje a su hermano y pretende reflotarlo.

En The Beef  reina una atmósfera sofocante. Todo allí es vocinglero y paradójico. La media docena de empleados siguen un “sistema” que les lleva directamente al caos y a enfrentarse a gritos entre ellos constantemente; pero cuando Carmy intenta reorganizarlo ponen el grito en el cielo alegando: “¡no me toques el sistema!”. Y eso que Carmy es un reputado chef que viene de dirigir el mejor restaurante de Nueva York. Por lo que sea, Mikey nunca dejó que Carmy trabajase en The Original Beef, en cambio ahora el joven se siente obligado a mantener abierto el tinglado de su hermano. Quizás lo menos paradójico es que, aunque trabajen jornadas agotadoras de diez horas diarias, no logren que el negocio sea rentable.



La historia podría ser una más sobre un negocio que se va a pique, pero sus personajes, las problemáticas que desarrolla y sobre todo la sazón con que está cocinada esta miniserie la convierten en un producto más que notable. Y cuando digo sazón quiero decir una forma sabrosona de mezclar los ingredientes para trasladarte el agobio y el sinsentido de un trabajo atosigante. Las cocinas siempre parecen una olla hirviendo a punto de explotar. Este ambiente excitado y los mil problemas que surgen cada día son puestos en pantalla con un ritmo frenético y furioso que acaba siendo marca de la casa. Planos cortos y rápidos. Primerísimos planos donde aflora una tensión demencial. Música rock a tope. Gritos. Sudores. Algo que se rompe. Y cuando parece que todo va a funcionar nuevos problemas. Un no parar. 

En la realización se mezclan eléctricamente el caos del día a día con los recuerdos y las neuras de un Carmy al que los ataques de ansiedad tienen contra las cuerdas. Viendo algunos capítulos me he llegado a sentir verdaderamente agobiado por el estrés que retrata y eso que la playlist es de lo más apetecible con gente como Wilco, Pearl Jam, Van Morrison, R.E.M. o Sufjan Stevens.

Por supuesto también nos provoca la empatía con estos aspirantes a perdedores. La serie insiste en la idea de un equipo mal avenido que se precipita al vacío hasta que descubren que han de confiar en los demás y trabajar en equipo. 



Los puntos de conflicto que desarrollan estos ocho capítulos son innumerables, pero en todas las salsas siempre están Sidney Adamu (Ayo Edebiri), la jovencita recién llegada del Instituto Culinario de América, y Richie (Ebon Moss-Bachrach), el mejor amigo de Mikey, que ejerce de encargado del local y arreglatodo. La vieja y la nueva guardia luchando por el poder.

Sidney llega al inicio de la serie para hacer sus prácticas en el que era el restaurante favorito de su padre, al que la traía de pequeña para comer esos bocatas de ternera tan grasientos como sabrosos. Ella será el gran apoyo de Carmy en su cruzada por organizar racionalmente el restaurante, aunque sus ritmos diferirán y acabarán, ¡cómo no!, enfrentándose.

Richie por su parte las ha visto de todos los colores en el restaurante. La simple supervivencia les consume toda su energía sin poder salir a flote. ¡Pero si Richie ha llegado a trapichear con drogas en el callejón trasero para que el negocio sobreviviera durante la COVID! Es el rey del chapuceo y de puentear los problemas.... hasta que una visita de la Inspección rebaja la calificación del negocio a C de catástrofe.




Marcus (Lionel Boyce) es un secundario de lujo, de esos que el espectador agradece. Mantiene la calma en el caos y se esfuerza por hacer bien su trabajo... pero consume demasiado tiempo con el ensayo y error. Carmy apoya en principio su dedicación a tartas y postres, pero la vorágine constante en la que vive The Original Beef acaba llevándoselo por delante e incluso llega a despedirse.

La serie propone emociones fuertes exponiendo de forma genuina las dificultades del mundo de la restauración, lo que hace aflorar una paradoja más. La mayoría de la plantilla asume que dedicarse a la cocina y trabajar en ese restaurante es un verdadero infierno; pero en cambio es allí donde encuentran lo que realmente necesitan: un lugar en el mundo que dé sentido a sus vidas y un grupo de personas que supla la ausencia de una familia normal. Así que veremos cómo a The Beef y sus currantes la vida les va a dar una segunda oportunidad.

Aunque cada episodio dura sólo 30 minutos la lista de catástrofes es interminable. En el catering por el cumpleaños de un niño se les caen pastillas de ansiolíticos en el zumo por lo que todos los niños acaban dormidos en el césped. Un problema de electricidad se carga el compresor de las cámaras frigoríficas lo que les obliga a improvisar para salvar la carne almacenada. El tío Cicero (Oliver Platt) visita a Carmy para proponerle la compra del negocio... e informarle de que prestó 300.000 dólares a Mikey que nunca le devolvió. Incluso las buenas noticias los empujan al precipicio. Una crítica positiva en una revista les inunda de pedidos hasta el punto de casi reventar definitivamente al famoso y lengedario The Original Beef of Chicagoland.

El auténtico y original Mr. Beef en Orleans Stree -Chicago-


Como curiosidad hay que decir que tanto la fachada como el interior del restaurante se basa en un negocio auténtico y original denominado The Original Mr. Beef en Orleans, por la calle donde se sitúa en River North, Chicago. El creador de la serie era cliente habitual y amigo del dueño por lo que filmó allí la mayor parte del episodio piloto.​

Estás invitado.
Métete en esta jaula de grillos.
Te aseguro que no saldrás indemne de su ritmo frenético.




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