Febrero. Una invernal tarde de sábado me encuentro pegado a la tele viendo Señales. Es la tercera o cuarta vez que la veo desde su estreno en cine y acabo pensando que cuantas más veces la veo más me gusta. Y eso a pesar de que cuando salí del cine en su estreno quedé un tanto decepcionado.
Los éxitos fulgurantes (El sexto sentido) siempre van seguidos de decepciones y pontificaciones; pero los altibajos que haya sufrido el cine de Shyamalan no pueden esconder el gran talento que atesora este director y guionista. Su nómina de películas es grandiosa, aunque incluya bodrios como After Earth o films tan fallidos como Airbender, el último guerrero.
Los éxitos fulgurantes (El sexto sentido) siempre van seguidos de decepciones y pontificaciones; pero los altibajos que haya sufrido el cine de Shyamalan no pueden esconder el gran talento que atesora este director y guionista. Su nómina de películas es grandiosa, aunque incluya bodrios como After Earth o films tan fallidos como Airbender, el último guerrero.
-1992 - Praying with Anger
-1998 - Wide Awake
-1999 - El sexto sentido (The Sixth Sense)
-2000 - El protegido (Unbreakable)
-2002 - Señales (Signs)
-2004 - El bosque (The Village)
-2006 - La joven del agua (Lady in the Water)
-2008 - El incidente (The Happening)
-2010 - Airbender, el último guerrero (The Last Airbender)
-2015 - La visita (The Visit) A partir del exitazo de El sexto sentido, Shyamalan se nos presenta como un cineasta pletórico, en posesión de un estilo bien definido: primorosa puesta en escena, capacidad de originar máxima tensión con mínimos elementos, gran creador de atmósferas misteriosas, sutileza en el desarrollo de las tramas, inteligencia para abrazar los miedos y, sobretodo, una decidida apuesta por afrontar la fantasía desde el más puro realismo.
Aunque el éxito (económico) duró hasta Señales, en realidad muchos pensaron que tras la espléndida El sexto sentido, Shyamalan ya sólo se repetía y no ofrecía más que globos excesivamente inflados. Craso error.
En apariencia El sexto sentido explora el terror, del mismo modo que El protegido el mundo de los cómics o Señales la ciencia ficción. Pero sólo es eso, apariencia. Terror, cómic o ciencia ficción acaban siendo coartadas, el color de la trama. Porque de lo que Shyamalan nunca deja de hablar es de la complejidad de la existencia y de los miedos que ha de afrontar el ser humano. En El bosque ya no hay excusas y el director desarrolla toda una propuesta -lírica y fantástica- sobre los miedos y la protección que buscamos en los ritos y la comunidad. En este sentido, La joven del agua podríamos verla como una fábula que nos permite creer en la redención. El capítulo final de un cineasta que ya solo puede remitirse al mito y a la leyenda para hablar de estos acomplejados y siempre heridos seres humanos.
Finalmente El incidente es una vuelta de tuerca más a su mundo, pero rodada a destiempo y con unos intérpretes desangelados. Pese a ello, la película abunda en su manera de hacer cine, su timing, la composición de situaciones ambiguas, la amenaza inasible de algo más antiguo y poderoso que el indefenso ser humano. Pero divago.
Esta nota sólo quería acercase a un momento que considero seminal en el cine de este autor.
Recordemos que, en Señales, Graham Hess (Mel Gibson) es un revendo que ha renegado de Dios tras perder a su mujer en un accidente de tráfico. Con él vive su hermano Merrill (Joaquin Phoenix), un gran jugador de béisbol que no llegó a estrella.
Cuando vemos Señales todos nos volcamos en la intriga de extraterrestres sí o extraterrestres no. El trazo grueso de la cinta. Yo en cambio, cuanto más la veo más me olvido de los extraterrestres; y lo que capta mi atención es ese pequeño grupo que retrata Shyamalan. Los niños con sus miedos, los adultos con sus ansiedades y fracasos... y es entonces cuando más percibo la excelsa calidad de este cineasta: a través de ese montón de secuencias desnudas, sin música de apoyo y con los protagonistas susurrando, que son cautivadoras.
Podríamos pensar que la señales no se refieren tanto a las que sirven de baliza para los extraterrestres; sino a esos hechos extraordinarios que nos dicen quienes somos y si pertenecemos a un grupo o a otro de los que revela el padre Hess a su hermano Merrill, mientras observan las luces extraterrestres:
-Mucha gente creerá que es el fin del mundo.
-Tienes razón.
-¿Crees que podría serlo?
-Sí.
-¿Cómo puedes decir eso?
-¿No es la respuesta que esperabas?
-¿No podrías fingir ser como eras... y animarme un poco?
-El mundo tiene dos tipos de personas y... cuando ocurre algo afortunado, los del primer grupo lo consideran más que suerte, más que casualidad; lo consideran una señal, una prueba de que hay alguien ahí arriba cuidando del ser humano. La otra gente lo considera pura suerte, un feliz giro del azar. Seguro que la gente del segundo grupo está observando esas catorce luces contra el cielo. Para ellos la situación está mitad mitad. Puede ir mal o bien; pero en el fondo sienten que pase lo que pase están solos y eso... les llena de temores. Sí, es lo que piensan. Pero luego, hay cantidad de gente del primer grupo que cuando observan esas luces están viendo un milagro y en el fondo sienten que, pase lo que pase, habrá alguien ahí arriba para ayudarles y eso les llena de esperanza. Lo que debes preguntarte es ´¿en qué grupo estás tú?´. ¿Eres de los que ven señales o de los que ven milagros?. O ¿eres de los que creen que la suerte de la gente es aleatoria?. O plantéatelo así ¿es posible que no existan las coincidencias?
-El mundo tiene dos tipos de personas y... cuando ocurre algo afortunado, los del primer grupo lo consideran más que suerte, más que casualidad; lo consideran una señal, una prueba de que hay alguien ahí arriba cuidando del ser humano. La otra gente lo considera pura suerte, un feliz giro del azar. Seguro que la gente del segundo grupo está observando esas catorce luces contra el cielo. Para ellos la situación está mitad mitad. Puede ir mal o bien; pero en el fondo sienten que pase lo que pase están solos y eso... les llena de temores. Sí, es lo que piensan. Pero luego, hay cantidad de gente del primer grupo que cuando observan esas luces están viendo un milagro y en el fondo sienten que, pase lo que pase, habrá alguien ahí arriba para ayudarles y eso les llena de esperanza. Lo que debes preguntarte es ´¿en qué grupo estás tú?´. ¿Eres de los que ven señales o de los que ven milagros?. O ¿eres de los que creen que la suerte de la gente es aleatoria?. O plantéatelo así ¿es posible que no existan las coincidencias?
...
-Hace tiempo fui a una fiesta. Yo en el sofá con Randa McKeney . Ufff. Estaba allí sentada guapísima, mirándome, y cuando quise ir a besarla me dí cuenta de que tenía un chicle en la boca. Giré la cara, me saqué el chicle y lo metí en un vaso de papel junto al sofá y me volví hacia ella... Randa McKeney vomitó por todo el sofá. Entonces entendí que había sido un milagro. Si justo al besarla ella hubiese vomitado, me habría marcado de por vida. Jamás lo habría superado. Je, je. A mí me van los milagros y esas luces son un milagro.
-Pues ya ves.
- Y tú ¿de cuál eres?
-¿Te sientes más animado?
-Ahora sí.
-Entonces qué más da.
...
-Nunca te dije las últimas palabras de Colleen antes de que la dejasen morir. Me dijo, "Ve" y sus ojos se humedecieron. Y entonces dijo, "batea fuerte". ¿Sabes por qué lo dijo?
-Nunca te dije las últimas palabras de Colleen antes de que la dejasen morir. Me dijo, "Ve" y sus ojos se humedecieron. Y entonces dijo, "batea fuerte". ¿Sabes por qué lo dijo?
-...
-Porque las neuronas de su cerebro bullían mientras morían y, de repente, le vino a la memoria algún recuerdo de nosotros en un partido tuyo..... No existe nadie que nos proteja Merrill. Estamos muy solos.
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