lunes, 8 de mayo de 2023

LA UTILIDAD de LO INÚTIL - de Nuccio Ordine




Nuccio Ordine es un ensayista y profesor de literatura italiano, experto en Giordano Bruno. Recibirá el próximo mes de Octubre el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023. Ordine es un acérrimo defensor del saber y la cultura por sí mismas y cree que una mente bien amueblada de filosofía, Arte y Literatura (las tan denigradas Humanidades) no solamente hacen mejor al individuo, sino a la sociedad entera. Este profesor nacido en 1958 alcanzó el estrellato con la publicación en 2013 de 'La utilidad de lo inútil' (Acantilado), todo un manifiesto contra la mercantilización de la universidad y en defensa del saber porque sí. El autor critica la mercantilización de nuestras vidas y la supremacía en nuestro tiempo del tener y el aparentar sobre el ser.
El libro posee unos chispazos reveladores contra la Universidad profesionalizadora y la tiranía de lo útil y rentable que nos conduce al temible pensamiento único, recortando la libertad de pensamiento y matando la curiosidad intelectual que, paradójicamente, es la que ha producido los mayores avances de la Humanidad.
El título de ese libro, "La inutilidad de lo inútil", según ha explicado el autor, hace referencia a Aristóteles: un día le preguntaron para qué servía la filosofía, y éste respondió que era inútil.

En el Introducción del libro nos explica el objeto de su pensamiento:
"He querido poner en el centro de mis reflexiones la idea de utilidad de aquellos saberes cuyo valor esencial es del todo ajeno a cualquier finalidad utilitarista. Existen saberes que son fines por sí mismos y que —precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada, alejada de todo vínculo práctico y comercial— pueden ejercer un papel fundamental en el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad. En este contexto, considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores.
Pero la lógica del beneficio mina por la base las instituciones (escuelas, universidades, centros de investigación, laboratorios, museos, bibliotecas, archivos) y las disciplinas (humanísticas y científicas) cuyo valor debería coincidir con el saber en sí, independientemente de la capacidad de producir ganancias inmediatas o beneficios prácticos."

(,,,) 

"No por azar en las últimas décadas a las disciplinas humanísticas se las considera inútiles, se las margina no sólo en los programas escolares sino sobre todo en los capítulos de los presupuestos estatales y en los fondos de las entidades privadas y las fundaciones. ¿Para qué gastar dinero en un ámbito condenado a no generar beneficios? ¿Por qué destinar fondos a saberes que no aportan un rápido y tangible rendimiento económico?
Lo sublime desaparece cuando la humanidad, precipitada en la parte baja de la rueda de la Fortuna, toca fondo. El hombre se empobrece cada vez más mientras cree enriquecerse."



He querido reproducir uno de sus epígrafes por lo imponente y claro de su metáfora. 




Iris Scout


¿QUÉ ES EL AGUA? 
UNA ANÉCDOTA DE FOSTER WALLACE


Al inicio de cada año académico me gusta leer a mis alumnos un pasaje de un discurso pronunciado por David Foster Wallace ante los graduandos del Kenyon College, en Estados Unidos. El escritor —muerto trágicamente en 2008, a los cuarenta y seis años— se dirige el 21 de mayo de 2005 a sus estudiantes refiriendo una breve historia que ilustra de manera magistral el papel y la función de la cultura:

Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez más viejo que nadaba en dirección contraria; el pez más viejo los saludó con la cabeza y les dijo: «Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?». Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin uno de ellos miró al otro y le dijo: «¿Qué demonios es el agua?».

El mismo autor nos brinda la clave de lectura de su relato:
El sentido inmediato de la historia de los peces no es más que el hecho de que las realidades más obvias, ubicuas e importantes son a menudo las que más cuesta ver y las más difíciles de explicar.

Como les sucede a los dos peces más jóvenes, no nos damos cuenta de qué es en verdad el agua en la que vivimos cada minuto de nuestra existencia. No tenemos, pues, conciencia de que la literatura y los saberes humanísticos, la cultura y la enseñanza constituyen el líquido amniótico ideal en el que las ideas de democracia, libertad, justicia, laicidad, igualdad, derecho a la crítica, tolerancia, solidaridad, bien común, pueden experimentar un vigoroso desarrollo.

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