lunes, 21 de diciembre de 2020

LA MUCAMA de OMICUNLÉ - de Rita Indiana


Novela eléctrica y polifónica donde se convoca a la santería, deidades afroantillanas, realidades paralelas, tecnología integrada en el cuerpo, miseria, sexo, mucho sexo, drogas y unos personajes desportillados habitantes de un Caribe pastoso a punto de putrefacción.

También es una novela de fascinantes conexiones entre el pasado, el presente y un futuro poco halagüeño. De hecho comienza en un futuro próximo -en 2027- y gira alrededor de dos personajes, Acilde Figueroa y Argenis, dos pobres infelices que serán tocados por el dios Olokun, "una criatura marina que camina hacia atrás en el tiempo", cambiando drásticamente sus destinos. 

Acilde es la mucama de Esther Escudero, una santera que asesora al Presidente de la República Dominicana. Esther fue iniciada como Omicunlé, servidora de Yemayá, la diosa del mar, y el oráculo le reveló que su casa recibiría al elegido y que gracias a éste, ella encontraría la muerte. Esther ha asumido esa calamidad futura, pero Acilde está ajena a todo, no sabe que fue admitida en la casa por ciertas marcas que la señalaban. Antes de trabajar para Esther se prostituía para reunir dinero y pagarse el cambio de sexo con el Rainbow Bright, un tratamiento bioquímico arrollador que metamorfoseará su cuerpo en el de un hombre. Cuando Eric, la persona de confianza de Esther, le acaba de ayudar con la transformación sexual, la inicia en el vudú dominicano como Omo Olokun, el elegido.  

Por su parte Argenis vive un par de décadas antes que Acilde y es otro joven dominicano sin futuro, obligado a sobrevivir. Tiene un enorme talento para las artes plásticas, pero subsiste atendiendo una línea de tarot telefónico. De allí lo rescata un mecenas para incorporarlo a una comunidad de artistas, el Sosúa Project en Playa Bo, donde tiene un accidente de buceo con unas anémonas misteriosas que le provocan un desdoblamiento de conciencia: vive a la vez una doble vida siendo plenamente consciente en ambas; en 2001 en la colonia artística y como un bucanero de la colonización en 1590.
"Elizabeth saca un CD de Morcheeba y lo pone en el equipo de sonido de la terraza, Roque le muestras las modestas instalaciones donde curten el cuero de las vacas que cazan tierra adentro. Mientras Malagueta se hurga los dientes con un palillo de madera, Argenis siente el olor a orina, humo y cuero de ese otro lugar. ¿Qué coño es esto? Contrario a los sueños con transiciones extrañas y agujeros en el tiempo y en las cosas, esta historia que se desarrolla en su interior es coherente y lineal." pág.77 
Anémona Condylactis Gigantea
Este desdoblamiento temporal, que rememora el cuento de Cortázar "La noche boca arriba", es el mismo que experimenta Acilde desde que fue iniciado como Omo Olokun, también por contacto con la mística anémona. Él transita simultáneamente por 1590, 1991 y 2027. 
Todo ello provoca una catarata de historias, subtramas y encrucijadas que se traduce en un libro tan vertiginoso como excitante y burlesco. La multiplicidad de líneas temporales permiten, además, a la autora llevar a cabo un repaso de la historia de su país, desde la época colonial hasta el dictador Trujillo y lanzando un dardo envenenado hacia el futuro en forma del ficticio presidente Said Bona: un populista que se apoya en las premoniciones de Esther para formar un régimen totalitario de izquierda que declaró el vudú dominicano como religión oficial y se alió con otros gobiernos de la región en la Alianza Bolivariana.
"El carisma de este hombre, que se había echado al bolsillo la voluntad del país durante quince años, surtía el mismo efecto en él que en las masas que había seducido a golpe de videos de youtube en los que criticaba al gobierno y usaba el español dominicano que se hablaba en la calle. Ya en el poder se declaró socialista, firmó una caterva de tratados con los miembros de la Alianza Bolivariana Latinoamericana, quienes perseguían el sueño de la Gran Colombia desde sus estados totalitarios. Encarceló a todos los ex funcionarios corruptos con cargos reales; y a los líderes de la oposición, con cargos inventados." pág. 113
Hay tres asuntos que destacan como sustrato y crítica en el libro, la política caribeña, los desastres medioambientales y una reflexión sobre el arte moderno que cifra su origen en el mismísimo Goya, cuya presencia es recurrente en las ponencias y debates de la colonia por lo rupturista de sus propuestas:
"El ejercicio buscaba problematizar la noción de contemporaneidad en el arte y analizar la forma en que Goya, hacía ya dos siglos, al articular sus observaciones filosóficas y formales, se había divorciado de las expectativas de las obras encargadas por sus clientes e inaugurado el arte moderno." pág. 75


"Dejaron la sala a oscuras cuando cerraron las cortinas. Iván encendió el proyector y apareció en la pared el grabado 66 de Los caprichos. «En esta serie de grabados —además de hacer una fusión de técnicas— Goya presenta una sátira subjetiva que no se amarra a una sola lectura, desestabiliza los paradigmas sociopolíticos de su tiempo a partir de personajes y situaciones que oscilan entre lo pintoresco local y lo mitológico universal.»" pág. 78
Incluso Argenis había elegido Psichyc Goya como nombre de batalla en su trabajo de tarot. Sin embargo cuando llega a la colonia se percata de que su obra está hueca porque simplemente reproduce la tradición: "Despierte, Goya, póngase las pilas, usted tiene una técnica impecable, pero no tiene nada que decir, mire a su alrededor, carajo, ¿usted cree que la cosa está para angelitos?".
"Al día siguiente, durante la primera clase de historia del arte, la profesora Herman había decidido empezar por lo que se había producido durante los últimos diez años, la década de los noventa. Marina Abramovic, Jeff Koons, Takashi Murakami, Santiago Sierra, Damien Hirst, Pipilotti Rist. La profesora Herman lo explicaba todo muy bien, incluyendo los precios de las piezas y las referencias de cada artista. A Argenis le bajó el azúcar. Tuvo que excusarse y caminó con la vista borrosa hasta el minimarket. ¿Dónde diablos había estado? Se sintió pobre, ignorante y, sobre todo, confundido. Las obras que había visto, aunque a veces ni siquiera estaban hechas por el autor sino por una fábrica de juguetes en China, se ajustaban en forma y vitalidad a la época a la que pertenecían, como las de Velázquez o Goya a la suya. Recordó el cafetín asqueroso en el que tertuliaba enajenado con pintores de dientes negros que habían compartido con él los secretos de Leonardo, Rembrandt y Durero.
Tremenda mierda.
pág. 38
Por otro lado tanto los desastres de la política como los medioambientales están relacionados entre sí por una gestión desastrosa del presidente que ha dejado estéril el mar Caribe, convertido "en una batida de mierda".
Pero ahora Said Bona estaba en aprietos. Tras aceptar almacenar armas biológicas venezolanas en Ocoa, el maremoto de 2024 había arrasado con la base que las albergaba y dispersado su contenido en el mar Caribe.
Desaparecieron especies completas en cuestión de semanas. La crisis ambiental se extendió hasta el Atlántico.
Mientras su gestión perdía puntos, Said se esmeraba en culpar a los Estados Unidos y a la Unión Europea de haber fabricado el tsunami con el fin de desestabilizar la región
. pág. 114 

 

El mar parece dar una continuidad telúrica al mundo que nos presenta Rita Indiana. Un mar que da el sustento y la vida, que es el hogar de los dioses y del conocimiento (Omo Olokun también significa "el que sabe lo que hay en el fondo del mar") y que condiciona el futuro y la política. De hecho la misión del elegido es salvar el mar: 
"Acilde intuyó que la tarea que deseaban que realizara tenía que ver con ese desastre, que hacía llorar a Esther Escudero durante los rezos con que abría el día. Ese desastre por el que llegaban al país oceanógrafos y médicos y por el que ahora el Caribe era un caldo oscuro y putrefacto. (...) Se veía como Acilde imaginaba se vería su fantasma, y este fantasma, sonriente y pacífico, dijo: «Si estás viendo esto significa que todo salió bien. Eric te inició y ya sabes que eres el Omo Olokun: el que sabe lo que hay en el fondo del mar. Said cuenta contigo, utiliza los poderes que recién empiezas a descubrir para el bien de la humanidad. Salva el mar, Maferefún Olokun, Maferefún Yemayá»".
Los dos valores de excelencia de la novela son la escritura eléctrica, a veces culta, a veces callejera ("mielda mano, qué bad trip"), y el trenzado magnífico de la trama que se bifurca en múltiples líneas temporales. Hay momentos de verdadero gozo cuando se van desvelando las conexiones (como el tesoro bucanero) entre las distintas épocas.

Combinando ciencia ficción, misticismo, aventura y realismo mágico en un potaje improbable, Rita Indiana sabe articular con verdadero talento narrativo la continuidad y el vértigo que experimentan los personajes.

Atendiendo al espacio físico, prácticamente todas las épocas transcurren en Sosúa y su Playa Bo. Todos los personajes están allí, sólo que en distinto tiempo. Este maravilloso hallazgo narrativo me recuerda al revolucionario cómic de Richard McGuire Aquí (Here), donde las páginas experimentan con el tiempo superponiendo capas de distintas épocas que transcurren en el mismo espacio físico, una habitación: la misma que en 1957 recorre una mujer, que en 1907 está construyendo un carpintero y que en 1620 atraviesa un indígena cuando sólo era una pradera... Una combinación de épocas y viñetas solapadas que dan cuenta de una historia que se inicia hace más de tres mil millones de años y llega hasta un 2313 apocalíptico.
Página del cómic "Aquí", de Richard McGuire



















Siendo una novela tan breve y cautivadora (180 páginas) quizás se echa en falta un mayor desarrollo de ese mundo místico y sagrado que se hunde en los orígenes del Caribe o de la misión del Omo Olokun que, siendo "el de las siete perfecciones, el Señor de las profundidades que sabe lo hay en el fondo del mar", acaba centrándose en salvar la valiosísima barrera de coral de Playa Bo; quizás una misión no muy ambiciosa, a no ser que pensemos en el lema "piensa globalmente, actúa localmente".

Lo mismo cabe decir de ese mundo futuro, tan distópico y perturbadoramente cercano, que nos gustaría explorar y en el que la autora dominicana nos sumerge con unos escuetos pero potentes brochazos. 
"El timbre del apartamento de Esther Escudero ha sido programado para sonar como una ola. Acilde, su mucama, afanada con las primeras labores del día, escucha cómo alguien allá abajo, en el portón del edificio, hunde el botón hasta el fondo y hace que el sonido se repita, restándole veracidad al efecto playero que produce cuando se retira el dedo tras oprimirlo una sola vez. Juntando meñique y pulgar, Acilde activa en su ojo la cámara de seguridad que da a la calle y ve a uno de los muchos haitianos que cruzan la frontera para huir de la cuarentena declarada en la otra mitad de la isla.
Al reconocer el virus en el negro, el dispositivo de seguridad de la torre lanza un chorro de gas letal e informa a su vez al resto de los vecinos, que evitarán la entrada al edificio hasta que los recolectores automáticos, que patrullan calles y avenidas, recojan el cuerpo y lo desintegren"
pág. 11







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Rita Indiana Hernández Sánchez, nacida en Santo Domingo, el 11 de junio de 1977, es escritora, cantante, merenguera y compositora.
Tras publicar dos libros de cuentos, Rumiantes (1998) y Ciencia succión (2002), y dos novelas, La estrategia de Chochueca (2003) y Papi (2005, en Ed. Periférica 2011), lanzó un disco de merengue psicodélico al que llamó El Juidero.
La publicación de Papi formó el revuelo típico de cuando aparece algo realmente nuevo y auténtico. Papi es un rap de lectura sincopada que celebra y tritura la sociedad de consumo y el capitalismo que vivió la República Dominicana a principios de los noventa. La historia está atravesada por la música, la cultura pop, las costumbres de Santo Domingo y el fantasma latente del dictador Rafael Trujillo, cuya sombra planea por las páginas. La novela trata de una niña que espera a su padre, un mafioso dominicano que vive en Nueva York y que periódicamente vuelve a la isla. En cada visita el padre mima a su hija mientras va cambiando de novia y escondiendo sus oscuros negocios.
Con esta novela la autora exorcizó la muerte de su padre que fue asesinado en el barrio del Bronx, en Nueva York. Comienza así: "Papi es como Jason, el de Viernes trece. O como Freddy Krueger. Más como Jason que como Freddy Krueger. Cuando uno menos lo espera se aparece. Yo a veces hasta oigo la musiquita de terror y me pongo contenta porque sé que puede ser él (…). Pero en lo que más se parece papi a Jason no es en que se aparece cuando una menos lo espera, sino en que vuelve siempre. Aunque lo maten".
Después de una etapa musical, en 2014 volvió a la escritura y publicó la novela Nombres y Animales (Ed. Periférica, 2013) en la que aborda la historia de una adolescente que trabaja en la clínica veterinaria de sus tíos mientras sus padres viajan a España para visitar la Expo 92 de Sevilla. Los tíos son dos personajes de carcajada que Rita dibuja con maestría; pero también aparecen otros asuntos como el de los hijos ilegítimos, el maltrato animal, el desprecio a los haitianos (muy patente en República Dominicana) o el despertar sexual.
Referente de la cultura popular latinoamericana desde la publicación de Papi, Rita Indiana se consagró definitivamente con la publicación de La mucama de Omicunlé (Ed. Periférica, 2015). La posterior publicación de Hecho en Saturno (Periférica, 2018) no hizo sino confirmar su valía. Esta obra tiene una estructura circular (empieza y termina en Cuba) y La Habana se convierte en un personaje con vida propia, testigo de la transformación de los personajes que la pueblan, los hijos de los que hicieron la revolución pero que ahora están huérfanos de referentes y raíces culturales. En la novela vuelven a brillar las referencias intertextuales (musicales, literarias y pictóricas) entre las que vuelve a destacar una obra de Goya, ´Saturno devorando a su hijo´.
Este mismo año y tras una década, Rita Indiana ha vuelto a la música sacando el disco "Mandinga Times" en el que aborda asuntos tan actuales como la impunidad en los casos de corrupción o el tabú persistente hacia la homosexualidad. Su capacidad para relatar historias aparece en temas como 'The Heist' donde se cuenta la historia del robo de 7 millones de dólares a la Wells Fargo, en 1983, por parte del grupo independentista puertorriqueño, Los Macheteros. También el tema ´Pa'Ayotzinapa' está dedicado a los 43 alumnos de la escuela rural de Ayotzinapa, en México, secuestrados y desaparecidos desde 2014.

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