viernes, 19 de enero de 2018

MOLLY´S GAME - de Aaron Sorkin

EEUU, 2018

Seamos claros, odio las películas basadas en hechos reales, suelen esconder melifluos biopics y lacrimógenos dramones; pero ¡qué coño, esta Molly Bloom es un personaje de película!. Deportista y estudiante de élite, Harvard la aguardaba para enfilar una brillante carrera de Derecho después de triunfar en los Juegos Olímpicos. Pero ¡ay! un batacazo en un descenso la separa del camino. Para curarse las heridas se toma un año sabático y lo que encuentra es un callejón oscuro y fascinante: la organización de timbas secretas y exclusivas para estrellas de cine primero -en Los Ángeles-, y más tarde para hombres poderosos de Wall Street, en Nueva York...hasta que se topa con la mafia rusa. Uff. Toda una carrera.

Empieza la película prácticamente con la detención de Molly por organizar partidas ilegales, cobro de comisiones y blanqueo de dinero. Lo siguiente es buscar abogado y el que elige (Idris Elba) no encuentra mejor documentación sobre el caso que su reciente libro relatando su ascensión. Esta es la estructura de la película que alterna secuencias en las que se nos narra su ascenso en el mundillo secreto del póker con otras sobre sus cuitas judiciales. Del mismo modo que su abogado, los espectadores vamos leyendo el libro mientras asistimos a los preparativos del juicio.

Pero no nos engañemos Aaron Sorkin, guionista y director de la cinta, es un mago de la palabra y de las ideas, no de la imagen y aunque la película es brillante y su montaje preciso y ágil; lo que aquí vale son los diálogos. La voz en off de Molly relatándonos su vida, los diálogos densos y jugosos marca de la casa....quizás sean demasiadas palabras por fotograma. Pero no seré yo el que se queje. Además la película tiene ritmo y un cierto dinamismo. En Molly podemos apreciar el sueño americano. Ella percibió las oportunidades y trazó su camino. El juicio delimitará si quebrantó las normas. 

A mí me encantan las películas de timbas, con sus jergas, sus tics y sus frases lapidarias. Sorkin aprovecha muy bien este entorno para ofrecernos ese toque tan suyo, intelectual y literario. Está por supuesto el eco joyceano de Molly Bloom que sirve de condimento para una cómica escena. También está  el alcohólico enamorado de Molly que siempre inicia su conversación "con frases que valdrían como títulos de novela negra". Y, no menos importante, está Circe, bruja y hechicera, tal y como se define la propia Molly para rechazar a un cliente borracho y enamoradizo: "Yo soy la mujer con la que siempre sueñan los hombres. Soy la anti-esposa. Animo tu juego." Ecos mitológicos para un personaje con visos legendarios.

Curiosamente la vida de Molly se nos cuenta a través de diversos jalones representados por hombres. Primero su padre (Kevin Costner), un rígido psiquiatra que empuja su vida deportiva hasta más allá de sus límites. Luego un "cretino" jefecillo de tres al cuarto; pero con la virtud de introducirla en la organización de las partidas secretas. Cuando recibe la patada, se lleva a uno de los jugadores (actor de Hollywood) para montar su propia timba...hasta que vuelve a ser traicionada y se traslada a Nueva York, la cuna de Wall Street. Peces gordos y pasta a borbotones. 

Cuento hasta tres ocasiones en que Molly tiene que empezar de cero; pero ella es un espíritu indomable... y muy inteligente. Sin embargo en la cumbre no suele haber muchos árboles que te ayuden a escapar de los lobos. En la película hay tres conversaciones que definen su carácter. La referida citando a Circe, más una con su padre (para rebobinar sobre sus sentimientos cuando todo parece perdido) y otra con su abogado. Cuando éste le negocia un acuerdo con la justicia a cambio de entregar su información sensible, ella se niega. No por quienes acudieron a su mesa, sino por no perjudicar a inocentes familias, mujeres e hijos. Es una tía íntegra. De hecho en el libro publicado sólo aparecen cuatro famosos (Leo DiCaprio, Ben Affleck y Tobey Maguire), pero porque sus nombres ya habían sido declarados previamente por otro detenido. 

A la historia le dan cuerpo unos jugosos secundarios. Destacan dos que son el anverso y reverso de una de las fichas plastificadas de Molly Bloom: la del verdadero jugador de póker que un día pierde y se ofusca pasando a jugar compulsivamente, y un tipo que es un manta perdiendo sin parar grandes sumas... hasta que descubrimos su verdadero talento: las partidas como contactos para futuras estafas.

En los mundos que retrata Sorkin, muchas veces cínicos y siempre codiciosos, no suele faltar una pizca de integridad. Eso encontramos en Molly. A la integridad de la protagonista hay que unir otra característica muy del estilo Sorkin, hacer escarnio de la prensa amarillista. Molly es muy consciente, y así se lo explica a su abogado, de que es carne de escándalo: "Así que mi valor para la acusación es exactamente el mismo que para Hollywood. Estoy aquí para vender entradas". 

Jessica Chastain está genial. Prácticamente como siempre. Se ha apropiado con todo el derecho, del papel de mujer fuerte, inteligente, moderna y profesional. Así lo atestiguan sus interpretaciones en Zero Dark Thirty, El caso Sloan y La Deuda, en las que da vida a mujeres muy femeninas pero cuyas armas son la inteligencia y el carisma. 



Tanto Kevin Costner como el padre e Idris Elba como el abogado defensor son papeles sin mucho desarrollo; pero estas dos rutilantes estrellas hacen que tengan peso y poso significativo. El padre como forjador de una personalidad irreductible y el abogado como garante de unos valores y una ética. Los que demuestra tener esta seductora Molly Bloom. 










Aaron Sorkin debuta en la dirección después de una fecunda carrera como dramaturgo y guionista. El desarrollo de sus libretos es modélico, están llenos de ideas y suelen exhibir un sentido moral. Su calidad se ha convertido en estándar y su foco suele centrarse en asuntos políticos y biopics de controvertidos triunfadores. Para mí sus mejores guiones por orden cronológico son: Algunos hombres buenos, Sports Night (TV), El Ala Oeste de la Casa Blanca (TV), Studio 60 on the Sunset Trip (TV), La guerra de Charlie Wilson y The Newsroom (TV) 

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