Editorial Siberia, 2015
Le ParK no es un parque al uso. Se basa en un concepto atroz, pero realista. En su recinto ferial se amalgaman Disneyworld y Treblinka. No pretende un entretenimiento banal en busca del cosquilleo del vértigo o la insípida sorpresa. Le Park muestra toda la violencia de la que es capaz el hombre; la depravación de la naturaleza humana desnuda y sin represión. Es un parque de atracciones del espanto, un campo de concentración concebido como un entorno natural.
Le ParK no es un parque al uso. Se basa en un concepto atroz, pero realista. En su recinto ferial se amalgaman Disneyworld y Treblinka. No pretende un entretenimiento banal en busca del cosquilleo del vértigo o la insípida sorpresa. Le Park muestra toda la violencia de la que es capaz el hombre; la depravación de la naturaleza humana desnuda y sin represión. Es un parque de atracciones del espanto, un campo de concentración concebido como un entorno natural.
“Le ParK es como una historia ensangrentada que nos relata el horror y la ferocidad de los hombres sin otra intención que hacérnoslos saborear”.
Le ParK plantea una profunda reflexión sobre los límites de la experiencia humana. Bégout es filósofo y ha constatado que el ser humano necesita experiencias traumáticas para sentir que está vivo. Según él, Le ParK es una aberración, pero nos hace comprender quienes somos de verdad. Le Park es el reality definitivo, una metáfora del mundo actual. La K del nombre –Le ParK- quiere subrayar su singularidad.
“El principio es muy simple: su diseñador ha querido reunir en un solo espacio todas las formas que podría adoptar un parque. De este modo, Le ParK agrupa –haciendo gala de una totalidad novedosa- una reserva animal y un parque de atracciones, un campo de concentración y una tecnópolis, una feria y un campamento de refugiados, un cementerio y un kindergarten, un parque zoológico y una residencia de ancianos, un arboreto y una cárcel.”pág 28
Dismaland, de Banksy |
Pasen y vean.
“Le ParK está situado en una isla privada en algún punto cercano a Borneo. Su superficie de 624 Km², se corresponde aproximadamente con el tamaño de una megalópolis como Yakarta”. No tiene fronteras que lo delimiten y su acceso está restringido a un centenar de exclusivos visitantes al día (25.000 $ cuesta la entrada). El parque se ha construido con el dinero del magnate ruso Kalt (frío en alemán) y la ambición científica de un misterioso arquitecto francés -Licht (luz en alemán)- que vive retirado en una torre de marfil. Desde la torre se domina todo el parque.
Le ParK es el parque recreativo total y definitivo. Sus atracciones se actualizan constantemente para acercarnos la perversión y el horror. Lo que más asusta es su nítida apariencia de realidad. En la isla no hay límites, ni cartel de entrada, ni indicadores o planos. Cualquier calle o edificio pueden ser oficinas de la organización o una atracción. Existe entre ellos una perversa continuidad.
Esa cercanía con la realidad creo que es lo que determina el estilo narrativo del libro, escrito a mitad de camino entre el informe y la crónica periodística. Una técnica que nos ofrece la perturbadora sensación de que lo que se nos está describiendo es verdad.
El creador de este complejo es Kalt, un empresario ruso que debe su fortuna a la industria armamentística y a la del entretenimiento. Su primer parque fue uno consagrado al trabajo fabril: “A la entrada, en un enorme vestuario de estilo soviético, los visitantes pueden ataviarse con un mono de trabajo y, con la ayuda de animadores cualificados, divertirse mientras moldean piezas, operan con maquinaria industrial, funden acero o ensamblan un motor.”
Su segundo parque fue La Cantera Encantada, donde los clientes se entregan, tras un rápido aprendizaje, al manejo lúdico de excavadoras, grúas, retropalas, asfaltadoras, martillos y orugas. También creó el Gueto Negro “donde se ven reproducidas –con increíble detalle, rayano en la réplica perfecta- las condiciones de vida en un extrarradio siniestrado, gangrenado por el tráfico de drogas, la guerra entre bandas y las peleas de perros”.
Fernando Botero, "Abu Ghraib" |
Le ParK describe la violencia en un entorno de impunidad y recoge el testigo de experiencias pasadas y presentes: Auschwitz, Gulag, Guantánamo. En alguna entrevista Bégout recalca, "No he inventado nada, selecciono fragmentos de la realidad y los uno con una lógica algo surrealista". Una de las múltiples atracciones de Le ParK es el GTO, una reconversión de Guantánamo en un parque recreativo de tonalidades naranjas con torturas asistidas informáticamente y vigilantes esquizofrénicos aficionados al free fight. La realidad y la historia reciente son generosas como inspiración para Le ParK. Ahí está Corea del Norte cuyas masas declaman un gigantesco parque de atracciones lleno de desfiles y coreografías. También está la cárcel de Abu Ghraib. (En Le ParK existe una atracción que es la reproducción exacta de una prisión del ejército americano en Irak; allí "los visitantes pueden desempeñar el papel de torturadores y grabar con los teléfonos móviles sus funestas proezas"). Incluso la foto de Obama, sentado en el Pentágono para ver en directo el asesinato de Bin Laden por los Navy Seals, parece sacada de Le Park.
No hay que ir muy lejos.
Hoy mismo cualquier turista puede hospedarse en el Hostal de la Guerra, en Sarajevo, y revivir las experiencias de combate que allí sufrieron entre 1992 y 1995: habitaciones con velas, ventanas tapadas con plásticos, ásperas mantas militares, pan sin levadura y toda la noche escuchando el estrépito de los disparos y las bombas.
"Nunca un lugar ha dado la sensación de estar tan conectado con las emociones más sombrías del alma humana, como marchando al unísono."
Le ParK se basa en el atractivo de lo morboso. Al ser tan exclusivo te ofrece la sensación de un mundo excitante y prohibido. "La perversidad es el catalizador de los verdaderos escalofríos que jamás podrán provocarnos las atracciones de las ferias tradicionales." En la piscina gigante del Hotel H la náyades siliconadas nadan entre auténticos cocodrilos del Nilo. Una de las oficinas del parque están situadas en el mismo espacio que el Reptilarium, sin cristales, ni mamparas de separación.
El filósofo ha reflexionado en profundidad sobre el concepto de parque, enfrentando los excesos de los nuevos ricos que esquilman los recursos y los colectivos con conciencia ecológica.
Los colectivos preocupados por el medio ambiente y la sostenibilidad del planeta a largo plazo, al igual que los que viven en los placeres ilimitados del ocio, tienen en común el concepto de ‘parque’. Están también dentro de parques; ellos inventaron el concepto de reserva o parque natural, en el Siglo XIX, con Yosemite o Yellowstone. Piensan en el planeta como un parque que hay que preservar, proteger y controlar, así que no veo realmente una oposición entre ambas visiones: las dos quieren controlar sus parámetros o las especies. Ya sea para preservar o para consumir, ambas usan la misma lógica de ‘jardín cerrado’ en el que se pueden controlar sus elementos, organizarlos y obtener de todo ello una visión panóptica y global. (En la entrevista citada)
Como Jardín Prohibido sigue la estela que viene desde el Paraíso y su serpiente hasta el efímero y deprimente Dismaland de Banksy, pasando por el Jardín de los Suplicios de Octave Mirbeau (cargado de tortura, dolor y muerte) o las noveles de Ballard La exhibición de atrocidades y Crash (basada en la idea de que el placer se consigue a través de la violencia y que el shock es necesario para producir una experiencia). Le ParK desarrolla una estética impregnada de pathos. Según Bégout, en ocasiones tenemos la sensación de que el aburrimiento es el problema central de la modernidad. Uno de los fragmentos de la Introducción a la neurarquitectura, que escribe Licht y aparece en el libro, dice: "En el fondo, la Arcadia no inspira fantasías a nadie. Lo que leemos siempre de Dante es el Infierno, no el Paraíso."
Le ParK es un jardín de las delicias con forma de campo de exterminio, guardería, cárcel y geriátrico. Es a la vez paraíso, infierno y purgatorio. Integra los opuestos en aras del espectáculo. Su concepto es bárbaro, impúdico y despojado de credos, todos ellos signos de nuestro tiempo. "En un universo previsible y racional -pregona Licht-, la locura es el único camino hacia la liberación." pág 92
"A la atracción se suma con frecuencia la repugnancia, una complementa a la otra y aumenta su intensidad. No hay excitación que no irrite. Lo maravilloso y lo horrible, lo lúdico y lo patético, todo lo que suscite emociones fuertes, placenteras o no: ésta es la oferta espectacular de Le ParK". pág. 19
-El Hotel-Casino Todeskamp I se conforma como una hilera de barracas rodeada por un foso y vallas rematadas por alambradas y torretas iluminadas. Dentro los visitantes se entregan al vocerío de las timbas y las apuestas mezclados con los somieres desvencijados donde se hacinan prisioneros degradados: "Sus miradas revelan un abandono absoluto a la necesidad, igual que esos animales acorralados que nos observan con los ojos repletos de resignación una vez arrinconados, sabedores del carácter ineludible del destino fatal que les espera". pág. 31
-El Cabaret de las Utopías Perdidas permite vivir virtualmente la ejecución de un atentado o el desarrollo de una revolución en un país pobre bajo el yugo de un dictador. Crear células clandestinas, redactar panfletos, confeccionar bombas; todo para que la inmersión del visitante sea total.
-El Reptilarium Inc., es un terrario tropical que se fusiona con las oficinas de una modernísima startup tecnológica.
"Así, a través de las paredes de cristal, el espectador contemplará con asombro cómo, camino de la fotocopiadora, un auténtico profesional -no un figurante-, es atacado por una anaconda sin previo aviso y constreñido hasta la muerte, mientras sus compañeros, demasiado ocupados y acostumbrados a la situación como para socorrerle, no disminuyen en absoluto su muy elevada productividad. Por supuesto, los espeluznantes gritos del desgraciado serán registrados minuciosamente y almacenados para su reproducción en el Conservatorio de Gritos, una vastísima fonoteca donde es posible admirar los infinitos matices del sufrimiento humano."
En el texto conviven el relato periodístico y la reflexión filosófica. Escasamente conocemos tres historias individuales, como la de Leer (vacío), un hombre que llegó para una entrevista de trabajo y se perdió -al modo kafkiano- recorriendo los laberintos de selvas y ciudades de Le ParK.
"Se internó aún más en el dédalo de callejuelas. todos los edificios se asemejaban. Allá donde posaba la mirada aparecían cosas similares: cruces, viviendas, paisajes. Ningún cartel que indicase dirección alguna. Ningún detalle original. Se trataba de un auténtico laberinto de lo Mismo." pág 66
También está Lev, un prisionero voluntario que ha recorrido todas las guerras y prisiones del siglo XX (desde el Gulag al campo de concentración) y que tiene pánico a vivir en lo Abierto.
Finalmente conoceremos la historia de Lady W., una aristócrata inglesa con una inclinación morbosa por la tortura y el dolor, que de modo excepcional logró permiso para vivir permanentemente en Le Park.
"Todos los calificativos que aportamos a continuación podrían aplicarse sin ningún género de duda a Le ParK: sorprendente, horrible, indignante, maravilloso, capitalista, totalitario, impío, desquiciante, ciclópeo, innoble, americano, utópico, delirante, místico, asqueroso, elocuente, ultramoderno, inquietante, impresionante, vulgar, nihilista, estúpido, mágico, profético, extraordinario, abyecto, actual" pág 25
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P.D.
Licht es el gurú neuroarquitecto de Le ParK, lleva “toda la vida persiguiendo el mismo objetivo: la reversibilidad absoluta de la ciudad y la mente”. En la entrevista citada de ElDiario.es, Bégout señala el modo en que Licht intenta crear estructuras que actúen recíprocamente con la naturaleza humana:
"Desde siempre hemos pensado que hay una relación entre el lugar y nuestra sensibilidad. Que hay una interacción entre la arquitectura y los sentimientos. Encontraríamos esto en Balzac o en los situacionistas, en la psicogeografía. El avance de la neurociencia ha mostrado que lo psicológico es en realidad lo superficial, que el núcleo duro es lo cerebral, lo neurobiológico, con lo que hay que repensar el entorno en base a la estructura neuronal. Si conocemos a través del análisis y tests cerebrales qué tipo de arquitectura facilita la cognición, la memoria o el cerebro afectivo, podemos inventar lugares que ayuden a esa interacción o, incluso, podemos curar lesiones cerebrales. Al conocer mejor el funcionamiento del cerebro se crearán dispositivos técnicos que interaccionarán con el cerebro y que superarán la superficialidad de los sentimientos expresados a través de palabras. Lo sentimental y lo verbal son superficiales, lo fundamental es el cerebro y la arquitectura."
Yves Tanguy, "Multiplication des arcs" |
Llegados hasta aquí, me vino a la memoria el sorprendente cuento de Bioy, El Jardín de los sueños, en el que el doctor Veblen reproduce paisajes y objetos oníricos, para "curar a través de los sueños". No es el único aspecto de esta obra nos remite a Bioy. Le ParK está situado en una isla, un entorno ajeno a la realidad y que sigue sus propias normas como la isla a la que se ve arrojado el narrador de La invención de Morel.
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