viernes, 7 de octubre de 2011

EL FUEGO SECRETO de los FILÓSOFOS - de Patrick Harpur






Historia de la Imaginación.-

El subtítulo de este maravilloso libro es "Una Historia de la Imaginación". También podría haberse titulado Una historia  sobre la Armonía, puesto que sus protagonistas son el hombre, el universo (o mejor dicho los universos) y los nexos de unión entre ambos. El hombre siempre ha querido conocerse a sí mismo y a su entorno (no sólo el físico)  y para ese conocimiento se ha forjado variado instrumental: religión, poesía, filosofía y ciencia para uso de una constelación de chamanes, seres feéricos, dáimones, arquetipos, cabalistas, filósofos, científicos y poetas.

Hoy en día, cuando las teorías físicas más avanzadas están pergeñando la Teoría Madre, unificadora de las cuatro fuerzas fundamentales y postulando la existencia de hasta 11 dimensiones y  mundo paralelos; está bien echar la vista atrás y discernir el camino seguido por el hombre  desde las simples creencias.

Patrick Harpur nos demuestra cómo ha evolucionado la humanidad y cómo esta evolución -en Occidente- ha fortalecido la racionalidad y la tecnología abandonado explicaciones y formas de vida más integradoras por considerarlas con desprecio precientíficas o mágicas. Antiguamente el ser humano aprehendía el mundo mediante mitologías y creencias. La racionalidad, la ‘literalización’  ha  provocado una ‘desnaturalización’ en el hombre que,  alejado de su hábitat inmanente, ha perdido una cierta comunión espiritual con su entorno. El hombre occidental vive hoy en un estado de alienación progresiva. Es muy interesante la lectura que hace en el cap. 35 de La Tierra Baldía, de T.S. Eliot, que "trata precisamente de la crisis característica del siglo XX: la pérdida del alma." (pág. 425)

En prácticamente todas las culturas se utilizan contraposiciones o dualidades como cuerpo y espíritu, cultura y naturaleza, razón e imaginación. Asimismo se contrapone el mundo arcaico, mágico, con el occidental, racional.
"Desde el triunfo del dualismo cartesiano, la filosofía occidental ha estado siempre preocupada por el problema de la relación entre sujeto y objeto ¿cómo puedo yo, como sujeto, conocer un cosa, como objeto? ¿Es real mi conocimiento? ¿Existe una realidad objetiva separada de mi percepción subjetiva?
En la tradición daimónica, sujeto y objeto no son polos opuestos"  (pág. 91)
"En el mundo antiguo, hacia el siglo II, ´prácticamente todos, paganos, judíos, cristianos o gnósticos -señala el catedrático de Oxford E.R. Dodds- creían en la existencia de estos seres y en su función de mediadores, ya fueran llamados dáimones, ángeles, eones o simplemente espíritus´ "(pág. 28)
Una erudición desbordante nos trae a colación el pensamiento de Platón o Kant, la poesía de  Coleridge o Blake, la náusea de Darwin o las teorías de Einstein, la psicología de Jung o la antropología de Levy-Strauss, los viajes de John Dee o El furor de Giordano Bruno. Filosofía, poesía, alquimia, mito, leyenda, física cuántica, antropología: todo al servicio de la imaginación de ese hombre que no se conforma con ver las sombras en la caverna y se gira para mirar directamente al fuego que las provoca. Y aún más, se atreve a salir y mirar al sol.

Un concepto clave en la obra es la literalidad.
"La invención del reloj mecánico cautivó a Europa. Tenía dos características sobresalientes. En primer lugar, funcionaba por sí mismo. Esto impresionó tanto a la mente occidental que no sólo proporcionó un nuevo modelo de mecanismo de relojería del universo, sino que también nos invitaba a creer que el modelo era una descripción literal: así el modelo de mecanismo de relojería del universo se convirtió en el universo mismo. (...)
El problema con estas metáforas surge cuando mueren. Una metáfora muerta es una metáfora que se toma literalmente".   (pág 282)
Los puntos de vista que aporta el autor son novedosos, coloca el foco en otro ángulo para ofrecernos nueva luz:
"James Hillman ha identificado el trasfondo arquetípico de nuestro ego occidental con Heracles: No puede soportar dáimones ni imágenes. No puede pensar en la muerte. Sus doce trabajos están en gran parte dedicados a matar o esclavizar a los animales fabulosos que encarnan los poderes ultramundanos de la imaginación. Sólo Heracles limpiaría los establos de Augias, una imagen del alma donde se gestan imágenes en el calor y la putrefacción.
Su actitud hacia el Mundo Inferior, tan crucial para entender cualquier relación con el alma, es lo que ahora se denominaría disfuncional. Donde otros héroes van a ser iniciados o instruidos, Heracles se comporta violentamente. Garrote en mano, obliga a Caronte a que le ayude a cruzar el río Éstige. En la otra orilla, las sombras de los muertos huyen de él, aterradas, igual que nuestras imágenes del sueño huyen de nosotros cuando despertamos nuestro ego racional." (pág 271)
El defecto fundamental de la conciencia postcartesiana radica en su literalidad; es decir, en su obsesivo afán de literalizar toda la realidad mediante un perspectiva particular que pretende ser la única y verdadera visión del mundo real, cuando la realidad está lejos de ser simple y natural.

Una vez leído el libro se convierte en una mariposa que no deja de pulular por tu cabeza. Cualquier momento te invita a retomar alguna de sus páginas, seguro de una gozosa lectura. En la docena de páginas amenísimas de cada capítulo siempre encontrarás una idea, un autor, el chispazo de una analogía inspiradora. 

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