En el blog arboldetintalibros encuentro esta reseña elaborada por Tomás Ferri, que me incita a buscar y leer este libro.
"Una población que parece estar perdida en la mitad de la nada, la América profunda, y que paradójicamente es el verdadero corazón de la sociedad americana —Una sociedad que ha sido cimentada sobre el miedo. Miedo al foráneo, al diferente. Miedo al vecino. Miedo, sencillamente, al otro—, ve trastocada su “tranquila cotidianidad” por el paso de un extraño —el Chinook. Un viento que pasará y llevará a Jake, el narrador, a enterrar su infancia y a abrir sus ojos al violento y retorcido mundo de los adultos. Una de las expresiones de su madre una cosa lleva a la otra y su desobediencia es lo que lleva a Jack a ser testigo de tres muertes. El racismo, la sexualidad y la violencia se develan ante los ojos de Jake de una manera casi brutal.
Una novela corta magistralmente construida y narrada con un lirismo salvaje por unos ojos que tendrán su castigo: ¿comprender? Al terminar de leer esta novela no pude dejar de evocar La Presa de Kenzaburo Oé. Abandonamos la infancia con heridas que cicatrizan en estigmas.
Tom Spanbauer es también autor de la novela El hombre que se enamoró de la luna.
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