viernes, 6 de mayo de 2011

NUNCA, NUNCA


El silencio era profundo
y se oía la agitada respiración de Alejandra
y algún silbato lejano de los muelles.

Nunca la conoceré del todo, pensó,
como en una repentina y dolorosa revelación.
Estaba ahí, al alcance de su mano y de su boca.
En cierto modo estaba sin defensa ¡pero qué lejana,
qué inaccesible estaba!

Intuía que grandes abismos la separaban
(no solamente del sueño sino otros)
y que para llegar hasta el centro de ella
habría que marchar durante jornadas temibles,
entre grietas tenebrosas, por desfiladeros peligrosísimos,
al borde de volcanes en erupción,
entre llamaradas y tinieblas.

Nunca, pensó, nunca.



(En Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato pág. 80)

P.D. Acaba de morir Ernesto Sábato, colosal autor de una obra doliente. Hombre comprometido que supo dar voz a los dolientes caidos bajo el terror de la dictadura: "Nunca más".
Sirvan sus propias líneas como homenaje.

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