domingo, 27 de julio de 2025

GENOCIDIO en GAZA

 



























































          Desde el 7 de octubre de 2023, el saldo de víctimas en Gaza es estremecedor: más de 58.000 muertos, la gran mayoría civiles —alrededor de un 70%, mujeres y niños— y decenas de miles de heridos. Israel ha privado de agua a Gaza y está utilizando el hambre como arma de guerra para diezmar a la población. 

     Las autoridades israelíes están llevando a cabo un limpieza étnica en Gaza, desplazando forzosamente a la población por un territorio reducido a escombros, privándola de alimentos y agua mientras continúan destruyendo sistemáticamente todas las infraestructuras, incluidas las instalaciones médicas, escuelas y centros de refugiados. 

     Gaza y su población están al borde del colapso.
     Es conocido lo que dijo el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, al declarar un asedio total a Gaza, cortando el agua, los alimentos o el combustible. Afirmó que “Estamos luchando contra animales humanos” y reaccionaremos “en consecuencia”. 
     También dijo “lo eliminaremos todo”. 
     El portavoz del ejército israelí Daniel Hagari reconoció la destrucción gratuita y dijo explícitamente: “El énfasis está en el daño y no en la precisión”. 

     El gobierno de Israel mantiene bloqueada la Franja como si de un campo de concentración se tratase. 
     Prohíbe la presencia de periodistas para que no haya testigos del genocidio.
     Prohíbe la llegada de ayuda humanitaria para asegurarse la masacre.
     Están llevando a cabo un Genocidio de forma metódica e implacable mientras todo el resto del mundo se convierte en cómplice.










_________________________________________________________________________
Las declaraciones de Masha Green han sido tomadas del artículo de Soledad Gallego-Díaz en ElPaís.com 
La declaraciones de Raz Segal han sido tomadas de la entrevista de Javier Espinosa a Raz Segal publicada en El Mundo.
Las declaraciones de Omer Bartov están recogidas de la web de la BBC Mundo
Las declaraciones de Yoav Gallant y Daniel Hagari están recogidas de la web ctxt.,es

sábado, 26 de julio de 2025

LA INVENCIÓN de MOREL - de Adolfo Bioy Casares


Este clásico de la literatura fantástica resulta tremendamente ambiguo y perturbador. No solo actualiza el Mito de la Caverna de Platón o el del Eterno Retorno de Nietzsche, sino que tiene trazos de la más reflexiva ciencia ficción, además de provocar debates tan filosóficos como el de la inmortalidad o tan contemporáneos como el de la realidad virtual. Todo ello en una novela primeriza publicada en 1940.

Un fugitivo de la justicia llega en un bote de remos a una isla desierta en el Pacífico Sur. Allí se esconde bajo unos acantilados. Pasado un tiempo descubre sobre él algunas construcciones abandonadas. Posteriormente se percata de que allí moran algunos habitantes. Sin revelar su posición se dispone a espiarlos, intentando escuchar sus conversaciones, ya que todo le resulta demasiado extraño.  

Sin duda el prófugo recuerda cómo llegó a conocer esta isla misteriosa. Su presentación nos recuerda a la de un mito o a una maldición india.
     "Un italiano, que vendía alfombras en Calcuta, me dio la idea de venirme; dijo (en su lengua):
     —Para un perseguido, para usted, sólo hay un lugar en el mundo, pero en ese lugar no se vive. Es una isla. Gente blanca estuvo construyendo, en 1924 más o menos, un museo, una capilla, una pileta de natación. Las obras están concluidas y abandonadas.
     Lo interrumpí; quería su ayuda para el viaje; el mercader siguió:
     —Ni los piratas chinos, ni el barco pintado de blanco del Instituto Rockefeller la tocan. Es el foco de una enfermedad, aún misteriosa, que mata de afuera para adentro. Caen las uñas, el pelo, se mueren la piel y las córneas de los ojos, y el cuerpo vive ocho, quince días. Los tripulantes de un vapor que había fondeado en la isla estaban despellejados, calvos, sin uñas —todos muertos—, cuando los encontró el crucero japonés Namura. El vapor fue hundido a cañonazos."



Los enigmáticos residentes son caracterizados como turistas y entre ellos hay una mujer, Faustine, que todos los días mira el atardecer desde un mismo lugar del acantilado. Con frecuencia entabla conversación con un hombre llamado Morel. Estos turistas actúan de un modo inquietante. Parecen repetir acciones e incluso conversaciones, en una especie de reinicio constante que parece entrañar algún tipo de clave.

Por ejemplo los habitantes aparecen y desaparecen siempre de forma súbita y cuando el huido logra indagar en algunas dependencias no encuentra evidencia de que allí viva nadie. También oye a los turistas quejarse del calor cuando en realidad hace frío. Finalmente teme estar volviéndose loco cuando se percata de que las conversaciones entre Faustine y Morel son siempre idénticas, en el tono y en las frases. Llega a creer que algunas de la raíces de las que se alimenta son alucinógenas, aunque poco a poco se inclina a pensar que está viendo fantasmas o, peor aún, que él mismo es un fantasma y no lo sabe. Como Jorge Luis Borges señala en el Prólogo, Bioy «despliega una Odisea de prodigios que no parecen admitir otra clave que la alucinación o el símbolo, y plenamente los descifra mediante un solo postulado fantástico pero no sobrenatural».





La novela está construida como un artefacto de ficción con sus piezas meticulosamente encajadas; siendo estas detalles inocuos, pistas ambiguas y secretos reflectantes que el autor va distribuyendo pacientemente por el engranaje de sus páginas. Esta elaboración artesanal de la trama, con detalles que anticipan y determinan el sorprendente desenlace es una característica muy particular de Bioy Casares que podemos apreciar en muchos de sus mejores cuentos, como En memoria de Paulina donde también se vislumbra una pugna entre apariencia y realidad. Además tanto la novela como el cuento son, en el fondo, dos historias de amor en las que el narrador enamorado ve a su amor inabordable. Dos preguntas palpitan en ambos textos: ¿Conozco de verdad a la persona que amo? ¿o lo único que puedo llegar a conocer es lo que yo mismo proyecto?.

Este modo de construir la ficción es subrayado por Borges en el Prólogo, el cual ha quedado como una especie de Manifiesto sobre la Literatura Fantástica, género muy incipiente en aquella época en las letras hispánicas. Borges considera esta obra como una novela fantástica de aventuras que se contrapone a la amorfa novela psicológica en que "no se propone como una transcripción de la realidad", sino como un "objeto artificial que no sufre ninguna parte injustificada". Afirma que las obras fantásticas de "imaginación razonada" tienen en común con la novela de peripecias tradicional y con la ficción detectivesca un argumento hábilmente tejido, un rigor intrínseco y una capacidad de suspensión y sorpresa. Estas características son las que determinan que la obra sea "un objeto artificial", algo que posee una realidad artística propia, más allá de la realidad cotidiana. Lo cual no implica que el texto sea frío o carezca de emociones. Al contrario, el amor y el miedo, la soledad y la falta de comunicación desempeñan un papel central en la obra. 



Pero volvamos al asunto. Un día el fugitivo decide acercarse a Faustine, la interpela... pero ella no reacciona ante él. Sus encuentros con el resto de habitantes obtienen el mismo resultado. Nadie nota su presencia; todos continúan con sus actividades como si él no existiera. Durante su estancia en la isla nuestro protagonista no deja de barruntar que allí se solapan realidad y alucinación. Todo es a la vez patente y profundamente misterioso.
"Al pasar por el hall vi un fantasma del Tratado de Belidor que me había llevado quince días antes; estaba en la misma repisa de mármol verde, en el mismo lugar de la repisa de mármol verde. Palpé el bolsillo: saqué el libro; los comparé: no eran dos ejemplares del mismo libro, sino dos veces el mismo ejemplar."
Como se ve, la trama resulta casi onírica y su desarrollo esconde un homenaje al cine y a la novela de H. G. Wells "La isla del Doctor Moreau". Bioy Casares anticipa la realidad virtual de nuestros días pero, sobre todo, elabora una gran metáfora sobre la inmortalidad y el amor sin olvidar dos aspectos que retratan al hombre moderno, la soledad en medio de la multitud y la dificultad para distinguir lo auténtico de lo falaz.  Incluso diría más, plantea un asunto tan radical como ¿existe el ser humano más allá de sus recuerdos?.

En nuestra era de la imagen no puede dejar de cautivarnos esta reflexión sobre cómo los personajes pierden toda identidad humana al convertirse en imágenes ficticias, ya que la realidad inventada se convierte en la única realidad. Así lo certifica el prófugo: "Las copias sobreviven, incorruptibles. Ignoro cuáles son las moscas verdaderas y las artificiales". O todavía de forma más inapelable: "...no hay más Faustine que esta imagen...", concluye el narrador.
Constanza Ragal 

Tampoco es que el lector sepa mucho del protagonista. Apenas que es venezolano y que huyó de una condena a cadena perpetua. No sabemos ni tan siquiera su nombre ya que el texto tiene la forma de un diario que alguien escribió. La novela entera glosa el debate de fondo entre realidad y ficción, ya que incluye unas notas a pie de página introducidas por un desconocido editor que apuntan a reforzar su verosimilitud. 

Todo ello tiene que ver, creo yo, con la verdadera esencia de esta extraordinaria novela. El poder de la ficción para usurpar la realidad. Poco a poco el narrador va comprometiéndose con el mundo de ilusión presente en la isla hasta el punto de que ésta se convierte en su realidad principal. Llega a olvidar sus problemas de fugitivo para buscar desesperadamente integrarse en ese mundo de quimera.



Morel creó algo que le hace perdurar más allá de la realidad física. También el fugitivo considera que su diario le ofrecerá esto cuando muera, por ello se esfuerza en que sea completo y preciso.
"Siento con desagrado que este papel se transforma en testamento. Si debo resignarme a eso, he de procurar que mis afirmaciones puedan comprobarse; de modo que nadie, por encontrarme alguna vez sospechoso de falsedad, crea que miento al decir que me han condenado injustamente. Pondré este informe bajo la divisa de Leonardo - Ostinato rigore- e intentaré seguirla."
Esta determinación por la objetividad otorga una ilusión de realidad al ambiente fantástico. Obsérvese que el fugitivo, del mismo modo que Morel, está creando un dispositivo -literario en este caso- capaz de hacerle perdurar, aunque su anhelo máximo sería incrustarse en la conciencia de Faustine.
"Al hombre que, basándose en este informe, invente una máquina capaz de reunir las presencias disgregadas, haré una súplica. Búsquenos a Faustine y a mí, hágame entrar en el cielo de la conciencia de Faustine. Será un acto piadoso."
Jorge Luis Borges escribió en el Prólogo a la primera edición de esta novela en la editorial Losada: «He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta». 










👉________________________________________________
*
 Adolfo Bioy Casares (1914-1999) fue un verdadero maestro del cuento y la novela breve. “La invención de Morel” se publicó en 1940 y marcó el arranque del género fantástico en español según Borges. Luego seguirían otros libros memorables como “El sueño de los héroes”, “Historias fantásticas”,  “Dormir al sol” y "La trama celeste".
La ambigüedad de la trama de "La invención..." y su intenso poso filosófico ha retado a todo tipo de artistas. En 2018 el antiguo batería del grupo The Police compuso y estrenó la ópera ´The Invention of Morel´. Antes el comiquero Miguelanxo Prado la abrazó como inspiración para su album "Trazo de tinta". E incluso los chalados guionistas de Lost (JJ Abrams y Damon Lindelof,) hicieron aparecer a Sawyer (Josh Holloway) leyendo "La invención de Morel" (en el episodio 4 de la 4ª temporada) para ampliar aún más el desconcierto de los espectadores. También ha dado lugar a distintas versiones cinematográficas entre las que destaca "El año pasado en Marienbad"  (1961), de Alain Resnais, una deslumbrante pieza francesa tan experimental como poética.

*
  La inspiración de la novela viene determinada por la fascinación de Bioy Casares por la estrella de cine Louise Brooks, actriz y escritora estadounidense que se convirtió en una de las caras más famosas del cine mudo. Se la conoce, principalmente, por sus papeles en películas mudas durante la última mitad de la década de los años 1920 , sobre todo por La caja de PandoraThe Diary of a Lost Girl, ambas realizadas en Berlín por el director alemán Georg Wilhelm Pabst. Tras finalizar su carrera cinematográfica en 1938, optó por establecerse en Nueva York, ciudad en la que trabajó como vendedora en unos grandes almacenes y, más adelante, de acompañante de hombres ricos.

*  El asunto de una realidad alternativa o más radicalmente aún, el de una ficción que se superpone a la realidad lo trató posteriormente el propio Borges en su magistral relato "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius". En él una antigua sociedad secreta conspira para transformar el universo siguiendo los parámetros imaginarios de la ficticia nación de Uqbar. No en vano para estos gnósticos, "el visible universo no es más que una ilusión", por lo que es factible sustituirlo por cualquier otra.

lunes, 21 de julio de 2025

SIN PERDÓN - de Clint Eastwood




Vuelvo a ver esta obra maestra y me doy cuenta de que, en realidad, no es un western. Los años del Lejano Oeste son ya pretéritos. Estamos en otra época y muchos personajes hablan de "aquellos salvajes tiempos", incluido el sheriff y el pistolero protagonista, William Munny.
Entonces ¿por qué es un western como la copa de un pino?

Recordemos. 
Una prostituta es rajada en la cara y los pechos por dos vaqueros borrachos en un pueblucho remoto de Wyoming. Sus compañeras claman justicia, pero lo que obtienen es una compensación de siete caballos para el dueño del burdel por haber dañado su propiedad. Las meretrices deciden juntar sus ahorros y ofrecer una recompensa de 1.000 $ a quien mate a los dos vaqueros implicados.

El premio es muy suculento y pronto un pistolero joven y bravucón acude al rancho de William Munny (Clint Eastwood) para sumarle a la causa y repartirse el botín. Munny ya no es aquel brutal forajido famoso por su sangre fría; ahora es un vetusto granjero que malvive cuidando una piara de cerdos mientras intenta sacar adelante a sus dos hijos. Su esposa lo rescató de sus correrías pero ahora está viudo y, harto de su vida miserable, decide acompañar al joven; no sin antes convencerlo para añadir a la partida a su amigo Ned Logan (Morgan Freeman), un experto francotirador.



Mientras los tres pistoleros recorren el camino hasta Wyoming, otro cazarrecompensas se les ha adelantado. Es Bob el Inglés (Richard Harris) que es recibido por el sheriff Little Bill (Gene Hackman) con una brutal paliza. El sheriff quiere dar ejemplo y lanzar el mensaje de que los pistoleros no son bienvenidos en el pueblo. 

En estos trazos ya se ve que no estamos en el Viejo Oeste. En primer lugar el punto de inflexión lo marcan las mujeres, con su iniciativa y su dinero. También es novedoso que Little Bill haya implantado la ley de un pueblo sin armas. En tercer lugar los forajidos están viejos y achacosos. Incluso sienten remordimientos por los asesinatos que cargan en su conciencia. Reconocen que la muerte es un acto terrible y definitivo: «Matar a un hombre es algo muy duro. Le quitas todo lo que tiene… y todo lo que podría tener», reflexiona Munny. 


Estamos ante un western crepuscular, de los que dan la vuelta a las convenciones del género. Ya nada es blanco o negro como solía, todo se llena de tonalidades grises. El sheriff es un hijo de puta que aplica la ley de forma implacable. No es con él con quien empatizamos, sino con un asesino que ha sido capaz de enderezar el rumbo. Tampoco se puede decir que los cowboys maltratadores sean unos tipos perversos. Primero muestran un sincero arrepentimiento por los desmanes de una noche de borrachera y posteriormente, cuando son tiroteados, se muestran como unos vulgares granjeros de reses.

Todo ello hace que el Lejano Oeste aparezca como algo muy remoto, escondido tras una neblina que lo ha acabado convirtiendo en leyenda. El propio jovenzuelo que ha reclutado a Munny, no es más que un niñato que ha escuchado demasiadas historias sobre pistoleros aguerridos a los que ahora quiere emular. Incluso siendo un novato, ya se ha puesto un apodo, Schofield Kid, para que la pose sea completa. Pero finalmente la realidad de esta aventura pondrá a cada uno en su sitio. Y es que la película tiene una profunda textura moral. Cuando Logan está apuntando a los cowboys se da cuenta de que ya no es un frío asesino. Y cuando Schofield Kid busca consolarse por los asesinatos cometidos diciendo, "supongo que se lo merecían"; es el fiero Munny quien le responde con amargura: "Todos nos lo merecemos, Kid".



Está claro que el Salvaje Oeste es cosa del pasado y así lo certifica el periodista que acompaña a Bob el Inglés. El adulador W.W. Beauchamp (Saul Rubinek) escribe artículos y libros donde recoge los testimonios de gente que vivió aquellos tiempos legendarios antes de que su recuerdo se pierda; porque todos ellos ya están viviendo en otra época. 

La presencia del periodista es la ratificación del cambio de época. Además cuando deja la compañía de Bob el Inglés para seguir a Little Bill, éste le contará la auténtica verdad de aquellos tiempos, mucho menos fabulosos de lo que Bob el Inglés le ha relatado. Como la historia de Dos Pistolas Corcoran a quien Bob mató en un duelo. El apelativo no era porque llevase dos revólveres, sino porque su pene era más largo que el cañón de su único Colt Walker. Según Bill, Corcoran se hubiese librado en caso de llevar dos pistolas; pero estaba borracho y acabó disparándose en un pie.

Resulta que la verdad es más grosera que cualquier cuento. 
No había pistoleros que desenfundasen tan rápido como el rayo. Los pistoleros más legendarios eran en su mayoría unos borrachuzos impenitentes. Además los revólveres no eran muy fiables. Se encasquillaban constantemente y con ellos era muy difícil acertar a un hombre. Los testimonios que recoge el periodista, tanto de Bill como de Munny, son notoriamente desmitificadores en cuanto a la figura del pistolero y a la glorificación de la violencia como la ley del más fuerte. Así lo corrobora Munny cuando le responde a Beauchamp tras el tiroteo en el saloon. 
“- ¿A quién ha matado primero?
- ¿Qué?
- Cuando un buen pistolero se enfrenta a un grupo superior de hombres siempre dispara primero sobre quién mejor dispara.
- ¿Es así?
- Sí, me lo dijo Little Bill, seguro que es el primero al que mató.
- Tuve suerte en el orden, pero siempre he tenido suerte cuando se trata de matar.”
Por eso algunos lo llaman "western revisionista".



Pero este Western que no es un Western ha visto cómo la situación se ha venido enquistando hasta forzar a Munny a resolverlo a la manera del Viejo Oeste. Después de destrozarnos todos los mitos ahora sí, en el desenlace, por fin, se nos sumerge en el más auténtico y salvaje Oeste. 

Cuando Munny se entera de que han matado a su amigo Ned y que lo tienen expuesto en el saloon de forma humillante, rompe su abstinencia de diez años y se bebe varios tragos de whisky directamente de la botella. Ese será el fuego que revivirá al antiguo William Munny pendenciero y sanguinario. 
Lo necesita para un último trabajo.
Munny entra solo en el saloon para enfrentarse a Little Bill y a todos los parroquianos con los que está organizando un grupo para perseguirlos. Su mirada y sus palabras son de acero. También sus músculos y sus nervios. El viejo porquero ha desaparecido para dejar paso al pistolero implacable que sabe perfectamente cómo matar personas. Empieza disparando a bocajarro al dueño del saloon, por lo que Little Billy le increpa.
“- Es usted un miserable y un cobarde hijo de perra. Ha matado a un hombre desarmado.
- Pues debió haberse armado cuando decidió decorar su salón con mi amigo.
- Es usted William Munny de Missouri, el asesino de niños y mujeres.
- Así es. He matado a mujeres y niños. He disparado sobre cualquier cosa que tuviera vida y se moviera. Y hoy he venido a matarle a usted por lo que ha hecho a Ned.”
Esta escena gloriosa, confusa y terrible, sí es el epítome del western. El periodista ya podrá contar que durante unos brutales minutos estuvo presente en el Salvaje Oeste.














👉________________________________________________
El género del western es fundacional en el cine estadounidense. Tras su época de esplendor languidecía en los años 70 y 80 cuando precisamente Clint Eastwood lo revitalizó en 1985, estrenando "El Jinete Pálido"; una revisión del clásico "Raíces Profundas" (en el original Shane, de Georges Stevens, 1953).
"Sin perdón" se estrenó en 1992 pero mantiene intacta toda su potencia dramática. El guión se debe a David Webb Peoples (guionista de otras dos obras monumentales como son "Blade Runner" y "12 Monos", casi nada).
La figura del periodista es el elemento de modernidad, pero no es la primera película del Oeste que lo incorpora. Ya en 1962, el gran John Ford contó con un periodista entre los personajes de su historia que se cuenta en El hombre que mató a Liberty Valance
También en esta extraordinaria película se contraponen dos visiones del western, la del violento y lejano Oeste, representada por el desalmado pistolero 
Liberty Valance (Lee Marvin) y la de los nuevos tiempos asentados en el respeto a la ley que encarnaba el abogado Ramsom Stoddard (James Stewart). El paso de una a otra época no fue fácil y este periodista, como el de "Sin Perdón", todavía está impregnado del halo mítico de los viejos tiempos cuando le reconoce al abogado: “Esto es el Oeste, señor. Cuando la leyenda se convierte en hecho, se escribe sobre la leyenda”.

domingo, 20 de julio de 2025

GENOCIDIO en GAZA



Chappatte












Hoy 
domingo 20 de Julio, el Ejército israelí ha matado al menos a 67 palestinos y ha herido a unos 150 tras abrir fuego contra un grupo de personas que aguardaban el reparto de alimentos.


20 de Julio - 67 asesinados

 


Ayer sábado 19 de Julio las tropas israelíes abrieron fuego contra habitantes de Gaza que buscaban ayuda alimentaria, matando al menos a 32 personas, según informaron el Ministerio de Salud palestino y testigos.


19 de Julio - 32 asesinados



Antes de ayer viernes 18 de Julio el Ejército israelí mató a 26 palestinos incluidos 6 que aguardaban el reparto de alimento en Rafah, según confirmó a EFE el Ministerio de Sanidad del encalve.

En el sur, al menos otras cinco personas murieron, entre ellas tres mujeres y un niño, y más de veinte resultaron heridas en el bombardeo contra tiendas de campaña de despalzados en la zona de Al Mawasi, en la ciudad de Jan Yunis.



18 de Julio - 26 asesinados




Antes de Antier...........







Desde el comienzo de la invasión israelí de Gaza, la cifra de palestinos muertos supera ya las 58.000 personas.












Pregunta dirigida a Netanyahu, EEUU, Unión Europea, China, Liga Árabe,....

¿Todos han perdido su humanidad?



miércoles, 16 de julio de 2025

LA EDAD DORADA - creada por Julian Fellowes


Preparados, listos, ¡ya!....¡espadas en ristre! porque el duelo comienza y no habrá piedad...aunque siempre guardando la etiqueta. Estamos en la década de 1880 en Nueva York y la alta sociedad neoyorkina ve con escándalo cómo los nuevos ricos pretenden acceder a sus clubs y salones exclusivos sin ningún recato.
¡Hasta ahí podríamos llegar!
La guerra más íntima, educada e implacable está abierta entre la vieja alcurnia neoyorkina y la nueva élite millonaria e industrial, y nosotros seremos testigos de este acoso tan elegante como descarnado.

John Fellowes, el curtido guionista de Downton Abbey, traslada su afilada pluma a la bullente ciudad de Nueva York que, tras dejar atrás la Guerra Civil, inicia una despiadada carrera hacia la riqueza y la prosperidad. La expansión del ferrocarril y de las ciudades está creando una nueva clase de muy ricos que se apresta a integrarse en los círculos de poder y de la alta sociedad con pleno derecho... pero no cuentan con la defensa numantina que las familias de rancio abolengo harán de su exclusividad. La batalla es sorda pero fiera, muchas veces trivial, llena de sonrisas falsas y desplantes pero, sobre todo, apasionante.



La T1 se inicia con  la llegada de los Russell a la muy noble calle 61, esquina 5ª avenida, donde van a estrenar una ostentosa mansión que pretende dejar a todo el mundo boquiabierto. Justo enfrente viven las hermanas van Rhijn-Brook, Agnes (Christine Baranski) y Ada (Cinthya Dixon), aristócratas sin título que hunden sus raíces en la época de los pioneros. Agnes está escandalizada por el descaro y la fastuosidad de sus nuevos vecinos y jura que nunca cruzará la calle para visitar a semejantes plebeyos.

Por su parte Bertha Russell (Carrie Coon) viene de una familia sin linaje pero una vez casada con el titán de los ferrocarriles George Russell (Morgan Spector) no se conforma con triunfar en los negocios y la industria... quiere reinar en la vida social de Nueva York y sobre sus rancias familias. Las escaramuzas a las que asistimos durante toda la primera temporada son tan incruentas como encarnizadas. Todo vale para figurar en lo más alto del escalafón. Engaños, amenazas, desplantes. Incluso los negocios del marido serán instrumentos para acceder a esa élite tan exclusiva como cerrada. 



El fresco social es lo suficientemente amplio como para sumar todo tipo de conflictos y desafíos. Recordemos que en aquella época se hablaba de Los Cuatrocientos, una exclusiva lista del "dinero viejo" neoyorkino que gobernaba la vida social bajo la autoridad de "La Señora Astor".

A la media docena de familias aristocráticas hay que sumar a la Sra. Chamberlain (Jeanne Tripplehorn), sometida a un estricto ostracismo por romper las reglas del decoro. Todo ello se complementa con los pequeños dramas de las docenas de criados, doncellas y lacayos que habitan cada mansión. Lo paradójico es que con todo este cúmulo potencial de conflictos y disputas, y en medio de un diseño de producción realmente apabullante, la serie resulta extrañamente superficial. La sangre nunca llega al río (salvo un concejal que se enfrenta al poderoso Mr. Russell). Una cáustica periodista llegó a resumir toda la primera temporada en un simple punto climático, ¿tanto dar vueltas sólo para ver si finalmente Agnes cruza la calle?.



Podríamos tildar a The Gilded Age como una fastuosa telenovela, llena de despampanantes trajes de época, sombreros imposibles y escándalos sensacionalistas producto de nimias faltas de etiqueta; pero también tendríamos que decir que esta telenovela tiene un atractivo picante y la suficiente mala leche como para resultar perversamente embriagadora. Creo que esto tiene que ver con representar una paradoja, la de retratar una guerra despiadada en un entorno de lo más refinado.

Pero a esta atracción cabe señalarle algunos debe. El primero es que en general resulta demasiado amable. Fíjate que uno de los problemas más escandalosos de la primera temporada es que se descubre que el chef francés de los Russell es en realidad originario de Kansas. Bueno, pelillos a la mar. Del mismo modo cuando la ruina económica amenaza primero a la sobrina de las van Rick, luego a los propios Russell y posteriormente a la dignísima Agnes, las aguas no tardan en volver a su cauce. Parecería que los ricos tuviesen asegurado su status. Finalmente es notorio que en la mezcla de dramas que viven señores y criados, los de estos últimos están subrepresentados. 

-Los de abajo-




John Fellowes declaró en la presentación de la serie, en 2022, que estaba interesado en representar las clases sociales en Nueva York y el ascenso social que América lleva en los genes; pero su retrato es demasiado estático. Parece que Fellowes sigue la indicación de Ada cuando le dice a su hermana "La sociedad ha cambiado, Agnes. La clave está en adaptarse a lo nuevo sin trastocar el barco".

La serie busca su inspiración en la vida de Alva Vanderbilt y en la novela La edad de la inocencia de Edith Warton; pero parece claro que la mirada crítica del libro está muy reducida y la dinámica de clases muy poco representada. Incluso la única coprotagonista de raza negra tiene cierto status -sus padres son unos burgueses que regentan una farmacia- y una buena educación, que le sirve para emplearse como periodista. Lo que sí tiene la serie es una fuerte impronta femenina. Sus principales protagonistas son mujeres de armas tomar y también están muy presentes los movimientos sufragistas de la época. 

No en balde la vida de Alva Vanderbilt que inspira la obra es muy jugosa y nos muestra a una mujer adelantada a su tiempo. Era hija de comerciantes que, tras casarse con el soltero de oro William Vanderbilt, se convirtió en la reina de la sociedad neoyorkina a golpe de chequera desbancando a Caroline Astor como dueña y señora del "prestigio" que gestionaba su clase a través de bailes anuales, galas benéficas y todo tipo de eventos. Alva Vanderbilt construyó una especie de castillo francés en plena 5ª Avenida de Manhattan para cuya inauguración organizó un baile de máscaras con más de mil invitados. No sólo eso, como alternativa a la rancia Academia de la Música que acogía a la alta sociedad, mandó levantar la Ópera Metropolitana que hasta hoy en día es el templo de la música clásica en la ciudad. Siempre tuvo muy presente que "el dinero da poder". E incluso no tenía inconveniente en repetir que "todas las mujeres deberían casarse dos veces. La primera por dinero; la segunda, por amor". En los albores del siglo XX, ya viuda y en la cúspide de su vida abrazó la causa del sufragio femenino, donando grandes sumas al movimiento tanto en Inglaterra como en Estados Unidos.  




La T2 tiene dos líneas narrativas reconocibles. Por un lado está lo que podríamos llamar la Guerra de la Ópera, ya que a pesar de que Bertha Russell ha conquistado Nueva York, quiere certificarlo accediendo a la propiedad de un palco en la prestigiosa Academia de la Música, cosa que la Sra. Astor todavía le niega. Y eso a pesar de que, como le recuerda su marido, "si ni siquiera te gusta la ópera". A lo que ella responde con el brillo acerado de su ambición: "La ópera es donde la sociedad se exhibe". 

Por otro lado se aprecia que las tramas de esta temporada introducen algo de la más mostrenca realidad en esa burbuja de seda y armiño. Por ejemplo conoceremos cómo y a través de quién el esposo de Bertha Russell amasó su fortuna. También veremos un cambio drástico en los roles de poder de la hermanas van Rhijn. La dominante Agnes verá cómo su alocado sobrino Oscar (Blake Ritson) prácticamente la arruina y será la apocada Ada la que se encontrará con una abultada herencia que la convertirá en jefa de la casa. Eso sin dejar de lado la trama más ordinaria que sigue a Peggy (Denée Benton), la amiga negra de Marian. Es un personaje aislado de las tramas principales, pero nos permite conocer la época fuera del glamour de la Quinta Avenida. Por ejemplo las primeras demandas de los trabajadores por conseguir mejores horarios y condiciones laborales. Además, cuando Peggy se traslada hasta Alabama para realizar un reportaje, podemos entrever el fuego pavoroso de la violencia racista.





Para poder tener una mayor libertad compositiva, Fellowes ha creado personajes protagonistas ficticios a los que acompañan secundarios tomados de la realidad para respaldar los eventos históricos que reflejan la época (como la expansión del ferrocarril, la inauguración del primer edificio con luz eléctrica o la creación de la Cruz Roja). 

La serie es muy placentera de ver y fascinante en el retrato de los usos y costumbres. Su dirección de arte, escenografías y vestuario son de una opulencia exquisita. Fellowes construye su relato con solidez y elegancia en la puesta en escena y clasicismo en la narración, sin olvidarse de unas necesarias gotas de ácido; como cuando Agnes le dice a su sobrino "me voy a subir a cambiar para la cena" y éste le responde "no creo que lo consigas".






👉___________________________________________
The Gilded Age consta de 3 temporadas y 25 episodios. Retrata un período histórico de EEUU denominado así que abarca desde 1870 a 1890, justo después de la Guerra de Secesión. En esa época se produjo una gran expansión económica, industrial y demográfica que trajo consigo grandes desigualdades económicas y sociales. 
La primera mitad de la Edad Dorada coincidió aproximadamente con la era Victoriana en Inglaterra y con la Belle Époque en Francia. 
Viñeta satírica de la época

viernes, 11 de julio de 2025

TIERRA de NADIE - de Albert Pintó

España, 2025

Acabo de ver una gran película esta noche. Se titula Tierra de nadie y es una sencilla película de género (narco) pero hecha con habilidad y primor. Se sostiene sobre tres patas muy firmes: un ajustado guión de Fernando Navarro, una dirección con un gran sentido del ritmo y la composición y unas interpretaciones impecables de tres secundarios de lujo convertidos aquí en protagonistas: Luis Zahera, Karra Elejalde y Jesús Carroza. Aunque no me quiero olvidar de un cuarto, otro secundario, que es uno de mis actores preferidos de estos últimos 15 años, el gran Vicente Romero. ¡Que cuatro actorazos!

Esa Tierra de nadie de la que habla el título es la costa de Cádiz, convertida desde hace demasiados años en la puerta de entrada a Europa del narcotráfico. Los cárteles sudamericanos son demasiado potentes y violentos como para que una Guardia Civil con escasos recursos humanos y materiales les haga frente. Este es el caldo de cultivo en el que se van a enfrentar tres amigos de toda la vida a los que el destino ha llevado por distintos derroteros. Mateo "El Gallego" (Luis Zahera) es un indomable capitán de la Guardia Civil que vigila las fronteras desde hace demasiados años... y que está a punto de convertirse en un policía quemado. El sistema parece hacer inútil su trabajo. Benito "El Yeye" (Jesús Carroza) es un resignado joven que está viendo cómo la vida se le escapa entre las manos sin lograr sacarle partido. Y Juan "El Antxale" (Karra Elejalde), un hijo de pescadores que el paro empujó al narcotráfico. Tres amigos atrapados en un polvorín a punto de explotar que pondrá a prueba su amistad.



La película se inicia con la detención de un yate que porta un alijo de droga. Este hecho es el punto de inflexión que nos lleva a conocer el entorno de estos tres colegas. Mientras El Gallego ve cómo los traficantes detenidos son soltados al día siguiente, El Yeye regenta el depósito judicial donde se custodia el barco decomisado y El Antxale se reúne con el cártel colombiano dueño del alijo para exigirle cuentas por utilizar su territorio. 
La tensión se masca. 
Los colombianos no se conforman con perder la carga. Son tipos fieros a los que nos les importa nada. Finalmente el traslado rutinario del yate, para que una juez levante acta, se convertirá en un duelo a muerte para dirimir quien controla esa tierra de nadie. 

Tanto el tema criminal como ese territorio andaluz tan inhóspito y sin oportunidades, nos remite irremediablemente a la excelente La Isla Mínima (Alberto Rodríguez, 2014). También un estilo denso y afiebrado, que describe una situación enquistada que amenaza tragedia.



La película es muy directa, como corresponde a una cinta de género. Las circunstancias personales de cada protagonista y la situación general del narcotráfico en Cádiz se nos muestra con sólo dos brochazos. El primero nos ilumina sobre los sinsabores de unas vidas en descomposición. Los tres coinciden una noche de copas en un chiringuito  para certificar su nostalgia de una amistad que la vida fue llenando de agujeros. El otro se ventila en un amargo diálogo entre la juez y el policía. 
No se necesita más. Prima la acción. 
Los colombianos están matando gente para ajustar cuentas y recuperar su alijo. Cuando el barco inicia su traslado cada bando tiene sus bazas bien guardadas y las garras afiladas.

Me ha gustado el guión tan ajustado que firma Fernando Navarro (Verónica, Bajo Cero) y también las escenas de acción, muy bien rodadas. Como la inicial del asalto y detención del yate en alta mar. Aunque todavía es mejor la escena en la que dos guardias civiles detienen un camión en el puente de la Constitución, en la bahía de Cádiz, para realizar un registro. El suspense hace que el tiempo se detenga. Los dos policías se saben en inferioridad y que la situación está a punto de desbordarlos. Lo mismo ocurre cuando "El Antxale", llega a su casa una noche y empieza a oír crujidos en la habitación de al lado. Uff. Tanto él como los espectadores nos tememos lo peor.

La dirección de Pintó es muy efectiva y la música de Sara Cáceres Huerta subraya con acierto el suspense que nos mantiene cogidos por las solapas. El tiroteo de la escena final con los tres amigos acorralados en las marismas por los colombianos es de los que te deja pegado al sillón.



Creo que el cine español ha descubierto un territorio malsano en la costa andaluza que ofrece mucho rédito. Se beneficia de que es una especie de frontera donde se acumulan personajes turbios, buscavidas y fracasados. Así se aprecia en Toro (Kike Maíllo, 2016), El Niño (Daniel Monzón, 2016) o La maniobra de la tortuga, (Juan Miguel del Castillo, 2022). 

Todas ellas lucen lugares emblemáticos, tal y como aquí brillan el puente de la Constitución 1812, conocido como La Pepa, o la maravillosa playa de la Caleta. 

Puente de la Constitución 1812 en la Bahía de Cádiz


















Albert Pintó ha dirigido anteriormente Matar a Dios y Malasaña 32

sábado, 28 de junio de 2025

LA AGONÍA del ASESINO - de James Sallis


Empecemos por lo más obvio para quien haya leído a este autor. James Sallis emplea las convenciones habituales del género negro para bucear inmisericorde en los problemas emocionales y vitales de sus personajes; habitualmente aquejados por el dolor, la pérdida o la desesperación. En esta novela en concreto -una de las mejores- la acción apenas tiene importancia, en cambio Sallis nos hace ver -y sentir- la vida de sus tres protagonistas desde su mismísimo centro de gravedad. Aunque por supuesto hay un misterio que investigar resuelto con un giro hábil e inesperado... pero esta es la menor de las satisfacciones que ofrece este autor.

Poeta, cuentista, periodista y novelista, la gran creación de Sallis es su detective Lew Griffin, protagonista de 6 novelas. Un tipo introspectivo, de raza negra, que habitualmente husmea por los bajos fondos de Nueva Orleans y que, con el paso del tiempo y de las novelas, llegará a ser profesor de Universidad y escritor. Pero en esta novela precisamente Sallis se desmarca de esa fascinante y corrupta ciudad de Luisiana para trasladar la acción a Phoenix, Arizona. Al concluir la lectura parece claro que al novelista no le interesaba tanto desarrollar el personaje de la ciudad -aquí un escenario desdibujado- como el de sus devastados personajes. El resultado es muy sugerente, atípico y un tanto onírico ya que utiliza tres voces narrativas para implicarnos en cada una de estas vidas que corren paralelas y solitarias aunque extrañamente interconectadas. Todo un reto y un triunfo de este gran narrador.





Por un lado tenemos al asesino a sueldo que da título a la novela, un hombre sin nombre que se acerca al final de su vida (resistiendo a base de medicamentos) y que afronta su último trabajo. Por otro está Sayles, un policía cínico y harto de todo cuya desoladora vida familiar incluye a una esposa enferma terminal que huye del hogar para ahorrarle al marido el sufrimiento de su lenta agonía. Finalmente está Jimmie, un adolescente que ha sido abandonado por sus padres y ha tenido que aprender a valerse por sí mismo. Ahora sobrevive comprando y vendiendo artículos inusuales por eBay mientras se consuela leyendo novelas a los ancianos de un asilo.

Tres personajes afligidos y desarraigados que afrontan su destino en rigurosa soledad. En algún lugar leí una entrevista en la que el autor explicaba que “el libro trata sobre personas aisladas, ya sea por razones personales, familiares o sociales, lo que sea, pero aisladas de la sociedad". Se puede decir que este es el sentimiento que permea toda la novela y que una ciudad como Phoenix, situada en pleno desierto, resalta todavía más. Los tres protagonistas son almas perdidas que se enfrentan a la conmoción que les provoca sus propias vidas. Lo impresionante es el modo en que Sallis logra narrarlo todo desde el interior de cada uno de ellos con autenticidad, dándonos a conocer sus dudas, recuerdos y temores. 



El asunto empieza con sorpresa ya que cuando el asesino se apresta a ejecutar su encargo otro sicario se le adelanta, lo que hace que se proponga identificarlo y cazarlo; aunque el tiempo apremia ya que no le resta mucho. Lo que no sabe es que el detective Dale Sayles les comienza a seguir la pista tras el tiroteo. Por su parte el joven Jimmie de pronto ha empezado a sufrir unas aterradoras pesadillas que -asombrosamente- comparte con el asesino.

La interconexión de estos tres personajes es uno de los asuntos que me causaron mayor perplejidad. No sólo porque Jimmie tenga los mismos sueños que el asesino, sino también porque los libros que lee a los ancianos reflejan por momentos asuntos de la trama e incluso un programa de televisión recordado por el asesino nos transmite un mensaje relacionado tan sutil como poderoso. Hay otro aspecto, también inmaterial, que sirve para ahondar el misterio de este vínculo entre los personajes, los comentarios de El Viajero en su blog. Jimmie lo visita a menudo encontrando allí sorprendentes presagios. 
"Los comentarios de El Viajero habían empezado a aparecer cinco años atrás. Al principio parecía tratarse de un blog más: asuntos de actualidad, abastecimiento de petróleo, inmigración, política exterior. Nada de chismorreo del mundo del espectáculo, ni de opiniones personales ni de todo ese parloteo político que inundan la mayoría de los blogs. De hecho, no se hablaba gran cosa de personas, solo de hechos. Jimmie había consultado los archivos, siguiendo la pista hacia atrás.
Y de repente, cosas de las que El Viajero había hablado hipotéticamente —escasez de gas, una debacle electoral, una inundación en el Medio Oeste— sucedieron realmente."


La novela deja intuir una especie de inconsciente colectivo o espacio onírico donde las vidas de sus protagonistas llegan a superponerse y entrecruzarse. Esto se ve favorecido por la forma de narrar de Sallis, llena de saltos narrativos donde se acumulan anécdotas, recuerdos y pensamientos sin respetar la linealidad de las historias. Lo cual se corresponde con la forma que adopta el relato, donde las tres voces se multiplican en capítulos cortos, intensos y muy vívidos.
"Regresó a sus sitios favoritos para leer de nuevo aquel comentario añadido a la última entrada de El Viajero. ¿Era auténtico? ¿Era un timo? ¿Qué decía? Mejor dicho, ¿qué decía en realidad? Se puso a leerlo una y otra vez.
Mi estancia aquí ha sido muy breve. Al final he visto muy poco de vuestro mundo y he comprendido aún menos.
Nunca olvidéis que el vuestro es un mundo de gran belleza: las nubes, los árboles, el agua que corre, la caricia del viento. Pero muchos de vosotros no vivís en él; solo estáis de visita y preferís vivir en un mundo de palabras, de teorías."
Esa noche, pensando en el texto de El Viajero, recordó lo que había sentido por la tarde, montado en su bicicleta, lo solo que había estado atravesando el mundo."
La historia de estos tres perdedores marcados por la violencia y el desconcierto resulta inquietante y su desarrollo tiene un fuerte poso psicológico que lleva al lector hasta el borde del abismo. Más que de la investigación de un crimen, esta potente y desgarradora novela trata del misterio y el azar que rige nuestras vidas, así como de los abismos de soledad y desesperación a los que fatalmente nos enfrentamos.
"Salió del baño como de una cueva, parpadeando; al otro lado de la ventana, la luz del día empezaba a dar señales de vida. Vio un autobús deshaciéndose del último cargamento humano de la noche, que emprendió el regreso al hogar, sustituido por los que ahora empezaban su jornada: se preguntó cuántos de ellos estarían pensando en su existencia, en dónde terminarían, en dónde habían empezado, en las curvas de sus respectivos caminos, en el banal misterio de sus desgraciadas vidas."
A pesar de que la novela explora un territorio emocional devastador, su estilo siempre es sobrio y elocuente, como corresponde a un clásico del género negro. En una página se nos refiere lo que un usuario escribió en el blog de El Viajero: "La verdad es algo que únicamente atisbas con el rabillo del ojo; mírala de frente y desaparecerá." Esta es una sentencia que  la novela no acata.



_____________________________________________________
Otra de Lew Griffin en este blog.