domingo, 31 de marzo de 2024

LEE MILLER. Cinco Retratos - de Eleonora Antonioni

 

Liana Editorial - 2021 - (edición original en 2019)

Hoy en día para la mayoría de nosotros Lee Miller no es más que una de las muchas mujeres artistas que la historia ha enterrado; pero fue una mujer libre y polifacética que vivió y amó con mucha intensidad en la parte central del siglo XX.

Nació en 1907, en EEUU, y fue criada en un entorno culto y adinerado. De su madre heredó el amor por las artes y de su padre el de la fotografía. Su espectacular belleza fue un arma de doble filo ya que fue violada por un cuidador contratado por la familia cuando contaba tan sólo siete años de edad. De forma insólita su padre le hizo posar desnuda para sus fotografías artísticas desde los 8 años hasta bien entrada la adolescencia, pensando (¡?) que esto le ayudaría a superar el trauma.

Su belleza era tan cabal que en la mismísima calle llamó la atención de Condé Montrose Nast, fundador de la revista Vogue, en la que inició una exitosa carrera como modelo. Inopinadamente, en 1929, una de sus fotografías se usó para anunciar compresas. Era la primera vez que una foto de mujer (y no una ilustración) figuraba en este tipo de anuncio, lo que constituyó un escándalo. Harta de esta hipocresía y movida por sus inquietudes artísticas se embarcó hacia París donde se convirtió en alumna y amante de Man Ray. Lee fue un icono de la vanguardia artística parisina participando muy activamente en el movimiento surrealista. Fue retratada por Pablo Picasso y solicitada como actriz por Jean Cocteau para una de sus películas. Junto a Man Ray descubrió (por un error en el laboratorio) la "solarización", técnica que acabó entrando en el catálogo de la fotografía. Cuando se cortó esta relación (debido a la libertad sexual que Lee practicaba), ella se volvió a EEUU y abrió su propio estudio fotográfico hasta que se casó con un millonario egipcio al que posteriormente abandonó por el crítico de arte Roland Penrose.


Al estallar la Segunda Guerra Mundial se convirtió en corresponsal de guerra para Vogue, siendo una de las cuatro mujeres norteamericanas acreditadas para seguir y narrar la guerra en Europa. Avanzaba siempre junto a los soldados de primera línea de combate por lo que fue capaz de entregar importantes fotografías. Suyas son, por ejemplo, las únicas instantáneas existentes de la liberación de Saint-Malo. También fue una de las primeras reporteras en  tomar fotos de la liberación de Paris. Sin detenerse allí siguió el avance junto a las tropas aliadas hacia Alemania. Se hizo muy famosa la instantánea que se tomó bañándose desnuda en la bañera de la casa de Hitler en Munich. Aunque ella no lo sabía, justo ese mismo día el Führer se suicidaba en su bunker de Berlín. Estar en la avanzada le permitió ser una de las primeras personas en enviar imágenes y crónicas sobre los horrores de los campos de exterminio de Dachau y Buchenwald, recién abandonados por los nazis. Eran tan escalofriantes que las acompañó con una nota para sus compañeros de la revista: “Os ruego que me creáis. Esto es cierto”.

La barbarie de la guerra acabó llevándola a la depresión y al alcohol haciéndole abandonar la fotografía. Guardó todo su material fotográfico en el desván de la finca de Sussex donde se retiró junto a su marido. Allí falleció en 1977 siendo su hijo, Anthony Penrose, quien poco tiempo después descubriría este tesoro escondido compuesto por 60.000 negativos originales y 20.000 fotos impresas además de otros documentos y manuscritos. Con ellos publicaría, en 1988, el libro Las vidas de Lee Miller.

Tal y como se lee en la contraportada de este volumen, Lee Miller fue capaz de vivir «muchas vidas en una sola mujer». Modelo en Nueva York, artista surrealista en Paris, frívola vividora en El Cairo, reportera de guerra por toda Europa hasta su retiro en el Reino Unido. De ahí que esta novela gráfica de Eleonora Antonioni resulte tan entretenida como reveladora. Nos presenta a una mujer electrizante y de espíritu indomable, poseedora de una fuerza y belleza arrebatadoras. Siempre actuó con plena libertad, movida por su curiosidad y su irremisible atracción por el arte. Convivió y compartió inquietudes con grandes personalidades del arte y la cultura del siglo XX, de lo que da cuenta un completo glosario al final del libro: Leonora Carrington, Max Ernst, Jean Cocteau, Dora Maar, Pablo Picasso…

La estructura del álbum soslaya la de una biografía tradicional al presentarnos a Miller a través de cinco retratos que resumen cinco momentos muy concretos de su vida. A través de ellos Laura Antonioni nos permite bucear en las luces y sombras de esta mujer tan libre y valiente como elegante y vital: primero su infancia, luego su época de modelo a la que sigue su viaje a París para convertirse en alumna de Man Ray para seguir con su etapa de  fotoperiodista en la Segunda Guerra Mundial y concluir con los últimos años de su vida en los que se dedicó compulsivamente al mundo de la cocina.

Cada una de estas cinco partes está dibujada con una atmósfera particular que subrayan decoraciones y referencias visuales en un intento de reflejar cada época: Los eventos de moda y las portadas de Vogue que recogen sus éxitos como modelo; viñetas más artísticas, de inspiración art déco, para recrear el París de las vanguardias y más descarnadas para el de reportera en la Segunda Guerra Mundial. Me llama la atención la forma indirecta en que está representada la agresión sexual que tuvo de niña. 


Pero esta división en capítulos no afecta al estilo gráfico, que se mantiene a lo largo de todo el álbum: un dibujo de línea sencilla que se sustenta en un sorprendente color bitono, con el negro y el amarillo como únicos elementos cromáticos. Según ha reconocido la misma autora "utilicé la paleta amarilla porque fue lo primero que me vino a la mente al pensar en su actitud lúcida y brillante. Y al mismo tiempo es un homenaje a su cabellera rubia".

Una atractiva novela gráfica que nos recupera a un personaje fascinante.



























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*Solarización

Como muchos otros inventos la solarización nació de un error. En este caso el error consiste en velar el positivo cuando el proceso de revelado aún no está concluido. 
Lee Miller abrió la puerta del laboratorio cuando Man Ray aún tenía una fotografía en la cubeta del revelado. Si el momento es el adecuado y el tiempo de luz es el correcto aparece una solarización en lugar de un papel negro. 
Hoy en día la fotografía digital ofrece la opción de solarizar una fotografía a cualquier aficionado. Según el tipo de foto, esta técnica le puede añadir un efecto tan extraño como hermoso. 
Al margen podemos ver una fotografía solarizada de la propia Lee Miller realizada por Man Ray.















FOTOS de LEE MILLER


Lee Miller retratada por Man Ray

Lee Miller - "Retrato del espacio" El Cairo 1937





Lee Miller "Hija de un oficial alemán suicidada con cianuro"




Fotografías de Lee Miller en el campo de exterminio de Dachau






Lee Miller - "Fusilamiento del Primer Ministro Húngaro Laszlo Bardossy" 1946



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