martes, 7 de abril de 2020

MAHMUD DARWISH, POETA

























La estupenda serie "La chica del Tambor" me ha regalado el conocimiento del poeta Mahmud Darwish (o Darwix), poeta nacional palestino. Hay un plano donde aparece la protagonista (Florence Pogh) leyendo un libro de poesía de MAHMUD DARWISH. Los versos comienzan diciendo "Now, as awken..." y habla de amor. La serie está muy cuidada y este plano da a entender que no puedes entender al pueblo palestino y su sufrimiento, si no conoces a su poeta mayor. 

Wole Soyinka fue testigo de uno de sus recitales: "Se hizo el silencio. Mahmud Darwix empezó a leer. No sabíamos ni una palabra de árabe, pero oímos su voz alzarse y sumergirse para tañer las cuerdas del alma palestina. Fue una noche mágica en Ramala. Y el mago, Mahmud Darwix, lanzó su conjuro como se ha hecho durante siglos: siendo, sencillamente, ese elusivo arquetipo, tan envidiado y temido por el poder: un poeta que está a gusto entre su gente porque sintoniza con ella”.

Mahmud Darwish es uno de los más célebres literatos árabes contemporáneos. Nació en Birwa, una pequeña aldea de Galilea, situada a nueve kilómetros de Acre, donde sus padres poseían unas tierras que cultivaban para poder vivir. En 1948, tras la retirada de las tropas británicas de Palestina y la implantación del Estado de Israel, su familia –como miles de familias palestinas- se vio obligada a huir de su casa para salvar la vida. Permanecieron un año en el Líbano y al regresar a Palestina se encontraron con que Birwa había sido completamente destruida por el ejército israelí, al igual que otras muchas aldeas. Tuvieron que instalarse en Dair Al Asad aunque de forma clandestina porque durante el año que habían permanecido refugiados en el Líbano, las autoridades israelíes habían elaborado unos censos, y los que no figuraban en los mismos, no tenían derecho a vivir en el nuevo Estado de Israel.Clandestino en su propio país y posteriormente ciudadano de segunda categoría en un Estado que le rechaza, el adolescente se refugia en los libros y plasma su identidad con lo único que le queda: el lenguaje. 

En 1961, después de abandonar el país residió sucesivamente en El Cairo, Beirut, Túnez, Moscú, Paris y Londres. En los años ’90 regresó a su tierra, ingresando en la OLP. Ocupó cargos importantes en el Departamento de Cultura y fundó la revista Al-Karmel. Hombre laico y moderno, refinado y elegante, Darwish fue un palestino de diálogo, aunque nunca estuvo dispuesto a hacer concesiones humillantes.

En su obra, Palestina se convierte en una metáfora de la pérdida del Edén, del nacimiento y la resurrección, así como de la angustia por el despojo y el exilio. En sus textos se conjuga la proclama política, la situación social de guerra constante y el riquísimo simbolismo de oriente. Su poesía está influenciada por poetas como Nazim Hikmet, Louis Aragon, Pablo Neruda, García Lorca y T. S. Eliot.

En una primera etapa, que abarca de 1966 a 1986, su obra responde de una manera inmediata a las acuciantes necesidades de denuncia de la tragedia palestina, si bien la búsqueda formal y la renovación de los modos poéticos árabes están siempre presentes en su obra. A partir de 1995 Darwish se afianza en la escritura de una poesía de introspección metafísica que ya venía ensayando desde el fin del anterior periodo. Para ello se inspira en su más profunda intimidad, aunque no podrá desgajar elementos míticos o históricos. 


Los poemarios El lecho de una extraña, de 1999, y Mural, del 2000, están concebidos como obras arquitectónicas, con una estructura sólida y proporciones calculadas con gran precisión. El resultado son unos poemas de gran sobriedad expresiva y a la vez extraordinaria finura, gracia y armonía, compuestos no sólo para ser recitados en su lengua original sino también para ser visualizados.
Ambos poemarios están inspirados, sin duda, en experiencias vitales del poeta, especialmente Mural, en el que el Darwish muestra una gran maestría técnica, al tratarse de un largo poema en el que logra mantener continuamente una estructura y un ritmo armónicos, siendo asimismo admirable por la economía y la pureza de la composición.

El poema está basado en visiones y sensaciones que le embargaron durante el breve periodo de tiempo que permaneció clínicamente muerto. Por ello, está concebido como una especie de fresco donde aparecen yuxtapuestas de forma impresionista diversas escenas que constituyen lo esencial de su trayectoria humana, salpicadas de diálogos y monólogos interiores.

El lecho de una extraña, por el contrario, está compuesto íntegramente por poemas de amor en todas sus facetas, entremezclando, como ya lo había hecho anteriormente, la realidad con el mito y estableciendo numerosas relaciones intertextuales, tanto con la tradición clásica árabe como con el mundo contemporáneo, suprimiendo de este modo las barreras culturales del arte.

En Estado de sitio, Darwish rememora los medievales cercos de las fortalezas mediterráneas, el sitio de una ciudad simbólica y las pone en contexto con las modernas tácticas de destrucción y asedio. Mahmud Darwix ha sido testigo de modernos asedios como el de Beirut en 1982 y el actual de Ramala. «Estado de sitio» es un poema extenso, fechado en enero de 2002, que explora en tono metafísico y con un potente sesgo dialógico, la vivencia del sitio de la ciudad cisjordana durante el invierno 2001-2002. Sorprende en este poema la capacidad de Darwix para escribir excelente poesía, a partir de un hecho prosaico, terrible y aparentemente apoético. 




Resalta la gran austeridad poética de Darwish: las imágenes quedan reducidas al mínimo para dar un mayor protagonismo a la palabra, auténtico elemento estructural de los poemas.
En La huella de la mariposa (2007), escribía sobre el verso esencial: "
"Lo que le falta al poema, y no sabemos qué es, es su secreto más radiante. A eso, a lo que le falta, le llamamos «el verso esencial». 
Cuando el poema, antes de escribirse, está claro en la mente del poeta del primer al último verso, el poeta se convierte en cartero, y la imaginación en bicicleta. 
El camino al significado, por largo y laberíntico que sea, es el viaje del poeta"
En líneas generales, su poesía ha sido relacionada con el denominado `realismo metafísico`, que incluye a poetas como Seamus Heaney, Derek Walcott, Czeslaw Milosz, Zbigniew Herbert, Joseph Brodsky y Wislawa Szymborska. 
Entre los árabes, está considerado un clásico. Darwish no sólo es uno de los más grandes poetas árabes sino también una leyenda viva: sus libros circulan a millares por todos los países árabes y los estadios se llenaban para escuchar sus recitales poéticos, acontecimientos irrepetibles que nadie quería perderse.


Toda esta entrada es deudora de Mª Luisa Prieto, su traductora, 
que ha plasmado en la web PoesíaÁrabe.com una  completa 
introducción biobibliográfica y una amplia selección de su poesía. 
También Luz Gómez García está realizando una encomiable 
labor de divulgación a través de la web: http://mahmuddarwix.blogspot.com/



◉◉◉◉







EN EL LARGO ÉXODO TE AMO MÁS


En el largo éxodo te amo más. Dentro de poco
cerrarás la ciudad. Yo no tengo corazón en tus manos ni
camino que me lleve. En el largo éxodo te amo más.

El granado de nuestro honor, después de tu pecho, ha
perdido su savia. Leves son las palmeras,
las colinas, nuestras calles en el crepúsculo
y la tierra cuando se despide de su tierra. Leves son las palabras
y los cuentos sobre las escaleras de la noche. Pero mi
corazón es  pesado.
Déjalo allí, aullando en torno a tu casa y llorando los
bellos días.
No tengo más patria que ella. Al partir te amo más.
Vacío el alma de las últimas palabras: te amo más.
Al partir, las mariposas guían nuestras almas. Al partir
nos acordamos de un botón de la camisa perdido y
olvidamos
la corona de nuestros días. Recordamos el olor del sudor
con perfume de melocotón y olvidamos
la danza de los caballos en la noche de bodas. Al partir
nos igualamos al pájaro, nos apiadamos de nuestros días y
nos contentamos con poco.

Me basta de ti el puñal dorado que hacía danzar mi
corazón  moribundo.
Mátame lentamente y diré: te amo más de lo que
dije antes del gran éxodo. Te amo. Nada me causa dolor,
ni el aire ni el agua ni la albahaca en tu mañana ni
el lirio en tu tarde me causa dolor después de este éxodo.



De Once Astros, 1992 
Traducción: María Luisa Prieto


MURAL


Éste es tu nombre /
dijo una mujer,
y desapareció en el pasillo espiral...


Veo el cielo ahí, al alcance de la mano.
El ala de una paloma blanca me lleva a
otra infancia. No sueño
que sueño. Todo es real. Noto
que pierdo pie
y alzo el vuelo. Seré lo que llegue a ser en
el último firmamento. Todo es blanco,
el mar que cuelga de los tejados de nubes
blancas. La nada es blanca en
el cielo blanco del absoluto. He sido
y no he sido. Estoy solo en esta
eternidad blanca. Me he adelantado a la cita
y ni un ángel ha salido a decirme:
«¿Qué has hecho allá, en el mundo?»
No he escuchado los gritos de júbilo de los justos, ni
los lamentos de los pecadores, estoy solo en lo blanco,
solo...


Nada me duele a las puertas de la resurrección.
Ni el tiempo ni los afectos. No
siento la ligereza de las cosas o la pesadez
de las obsesiones. No he encontrado a quién preguntarle:
¿Dónde está mi dónde ahora? ¿Dónde la ciudad
de los muertos, dónde yo? No hay nada
aquí en el no aquí... en el no tiempo,
en la no existencia.


Como si hubiera muerto antes...
conozco esta visión, y sé que
voy a lo desconocido. Quizá
siga vivo en algún lugar, consciente de
lo que quiero...


Un día seré lo que quiero.


Un día seré idea. No habrá espada que la lleve
a la tierra en ruinas, ni libro...
Será como lluvia en el monte rota
contra la hierba pujante,
y no habrá fuerza bruta
ni justicia errática.


Un día seré lo que quiero.


Un día seré pájaro, y extraeré de mi no siendo
mi ser. Según ardan mis alas
me acercaré a la verdad y renaceré de
la ceniza. Soy la charla de los soñadores, he renegado
de mi cuerpo y mi alma para consumar
mi viaje primero al significado, que me ha abrasado
y se ha ocultado. Soy lo oculto. Soy el celeste
proscrito.


Un día seré lo que quiero.


Un día seré poeta,
y el agua será rehén de como yo la vea. Mi lengua será metáfora
de la metáfora, y no dirá o indicará
lugar. Pues el lugar es mi pecado y mi pretexto.
Soy de allí. Mi aquí da un salto
de donde piso a mi fantasía...
Soy quien fui o quien seré,
me fragua o me derrumba el espacio que se extiende
infinito.


Un día seré lo que quiero.


Un día seré viña,
¡que me prense el verano,
y beba mi vino quien pase
junto a las pléyades del lugar azucarado!
Soy el mensaje y el mensajero,
soy las pequeñas direcciones y el correo.
Un día seré lo que quiero.
  En Poesía escogida (1966-2005).
Traducción de Luz Gómez García.
Valencia, Pre textos, 2008.





EL CIPRÉS SE HA PARTIDO


El ciprés se ha partido como un alminar, y duerme
en el camino sobre su austera sombra, verde, oscuro,
como es él. No ha habido heridos. Los
coches han cruzado raudos sobre sus ramas. El polvo ha cubierto
los cristales... / El ciprés se ha partido, pero
la paloma no muda su nido público en la casa
de al lado. Dos aves migratorias han sobrevolado
el lugar haciéndose señas.
Una mujer le ha dicho a su vecina: Entonces, ¿ha sido una tormenta?
No, ni un buldózer... / Pero el ciprés
se ha partido. Los que pasaban entre los escombros han dicho:
Estaría harto de tanto abandono, o sería demasiado
viejo, pues era alto como una jirafa, y de tan poca
enjundia como una escoba, ni sombra daba a los enamorados.
Un niño ha dicho: Lo he dibujado sin un fallo,
tiene una forma muy fácil. Y una niña: Hoy
al cielo le falta algo porque el ciprés se ha partido.
Un joven ha dicho: Hoy el cielo está entero
porque el ciprés se ha partido. Y yo me he dicho:
Nada es abstruso o claro,
el ciprés se ha partido, no hay
más: se ha partido.

En Poesía escogida (1966-2005).
Traducción de Luz Gómez García.
Valencia, Pre textos, 2008.





TE MATARON EN EL VALLE

Te regalo mi recuerdo ante la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué dice el fuego en mi país?
¿Qué dice el fuego?
¿Has sido mi amor
o una tempestad sobre las cuerdas?
Yo soy extranjero en mi propio país,
extranjero. 
Te regalo mi recuerdo bajo la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué le dice el relámpago al cuchillo?
¿Qué dice el relámpago?
¿Fuiste en Hattin 1
un símbolo de la muerte de Oriente?
¿Y yo soy Saladino
o un esclavo de los cruzados? 
Te regalo mi recuerdo ante la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué dice el sol en mi país?
¿Qué dice el sol?
¿Estás muerta sin sudario
y yo estoy sin Jerusalén? 
Despuntó del valle.
Dicen que redujo el valle y se ocultó.
Su belleza secreta rodeó las pequeñas espigas
y resolvió las preguntas de la tierra.
Los de mi generación ¿recordáis el verano?
Flores de Hebrón
y huérfanos de Hebrón
¿recordáis el verano
que asciende de sus dedos
y abre todas las puertas?
Una violeta le dijo a su vecina:
tengo sed.
Abdallah me regaba.
¿Quién se ha llevado la juventud
de los jóvenes?
Despuntó del valle
y en el valle se muere.
Nosotros crecemos entre cadenas.
Despuntó del valle de pronto
y en el valle se muere por etapas.
Ahora nos alejamos de él generación tras generación,
vendemos las aceitunas de Hebrón gratis,
vendemos las piedras de Hebrón,
vendemos la historia de Hebrón,
y la vendemos
para comprar en su pecho la imagen
de un asesinado luchando. 
No reconocí el amor de cerca.
Que lo reconozca mi muerte.
Mi infancia-Troya árabe
pasa y no vuelve.
Todos los puñales están en ti.
Elévate
verdor del limón,
brilla en la noche
y aumenta el llanto
de los que llegan. 
El viento está en un puñal
y nuestra sangre es crepúsculo.
No quemes tu pañuelo verde,
la noche se quema. 
Bienaventurada la serpiente que ha dormido
en la madera derruida.
Bienaventurada la espada que convierte al cuello
en ríos de libertad. 
No reconocimos al amor de cerca.
Que se enfade el enfado.
Caminamos a la Troya árabe
y la lejanía se acerca. 
No recuerdas
cuando escapamos de ti
hacia los vastos exilios.
Aprendimos los idiomas universales
y el cansancio del largo viaje
hacia el ecuador.
Aprendimos a dormir en todos los trenes,
lentos y rápidos,
el amor en el puerto
y el cortejo preparado para todo tipo de mujeres.
Aprendimos la amistad de cada herida,
la lucha de los enamorados,
el deseo envasado
y la sopa sin sal. 
¡Oh país lejano!
¿Se ha perdido mi amor en el correo?
Ni el beso de goma nos llega
ni el óxido de hierro.
Todos los países son el nuestro
y nuestra parte de ellos es el correo. 
No recuerdas
cuando escapamos de ti
a las cárceles.
Hemos aprendido a llorar sin lágrimas
y a leer las paredes, los cables y la triste luna,
libertad,
una paloma,
la satisfacción de Jesús
y la escritura de los nombres:
Aisha se despide de su esposo
y vive Aisha,
viven los perfumes de la sangre, el rocío y el jazmín. 
¡Oh rostro lejano!
Te mataron en el valle
pero no te mataron en mi corazón.
Quiero que reconstruyas mi espontaneidad
oh rostro lejano. 
Recuérdanos
cuando te buscamos en la hecatombe.
Que se quede tu brazo que da al mar
y la sangre en los jardines,
y sobre nuestro renacimiento se alce
un puente.
Que se queden todas las azucenas
de la palma húmeda
en su jardín,
pues llegamos.
¿Quién compra a la muerte un billete hoy
sino nosotros? ¿Quién?
Hemos exprimido todas las nubes
de los mapas del mundo
y los poemas de la nostalgia por el país.
Ni su agua riega
ni sus anhelos queman
ni construye un país. 
Recuérdanos.
Nosotros te recordamos como un verdor
que surge de cada sangre,
barro y sangre
sol y sangre
flores y sangre
noche y sangre,
y te desearemos
cuando despuntes del valle
y desciendas al valle
cual gacela que nada
en un campo de sangre
sangre
sangre
sangre. 
Oh beso que duerme sobre un cuchillo,
manzana de besos.
¿Quién recuerda el sabor que queda
-no estando tú-
como el jardín de la esperanza?
- Hemos crecido, infeliz,
me dijo la vida.
- ¿Y mi amor?
- Los muertos no crecen.
- ¿Y mis lunas?
- Se cayeron con la casa.
¡Oh beso que duerme sobre un cuchillo!
¿Te acuerdas de mi boca?
Te quiero cuando te quemas.
¿Quemarás mi sangre?
Amo tu muerte cuando me lleva
a mi país
cual lirio ardiente
o pájaro hambriento.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo! 
La naranja ilumina nuestra ausencia,
la naranja ilumina,
el jazmín excita nuestra soledad
pero el jazmín es inocente.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo!
Te despiertas en la frontera del mañana,
te despiertas ahora
y diseminas la costa negra
como el viento y el olvido.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo! 
El éxodo ha crecido,
ha crecido el amarillo de las rosas
¡Oh mi amor asesinado!
Ha crecido el vagabundeo por la luz de un mundo
que me ignora,
ha crecido la tarde en las calles de cada destierro,
ha crecido la tarde en las ventanas de cada cárcel,
ha crecido en todas las direcciones,
ha crecido en todas las estaciones,
y te veo
alejándote, alejándote por el valle lejano.
Abandonas nuestros labios,
abandonas nuestra piel,
abandonas...
Eres una fiesta.
Te veo.
Las palmeras caen.
¿Qué dijo Abdallah?
- En la época avara
proliferan los niños, el recuerdo
y los nombres de Dios.
Te veo.
Cada mano grita allí.
Fuimos pequeños,
las cosas estaban preparadas
y el amor era un juego.
Te veo.
Mi cara dentro de ti me conoce
como la abundante arena conoce
todo su amor por la playa.
Te alejas de mí
y la muerte es un juego.
Te veo.
Los olivos inclinan la cabeza
a un viento pasajero.
Todas las raíces están aquí,
aquí están
todas las pacientes raíces.
Que se quemen todos los vientos negros
en unos ojos milagrosos
¡Oh mi valiente amor!
No queda nada por qué llorar.
Adios.
Las ceremonias de despedida han crecido
y la muerte es una etapa que hemos comenzado.
La muerte se ha perdido,
se ha perdido
en el alboroto del nacimiento.
Extiéndete desde el valle
hasta la causa del éxodo
cual cuerpo que corre sobre cuerdas,
cual gacela de lo imposible.

De Amarte o no amarte (1972)
Traducción de María Luisa Prieto


SOMBRÍA SERÁ LA NOCHE 


Sombría será la noche... escasas las rosas.
El camino se dividirá más de lo que hemos visto, una
llanura se partirá,
una pendiente se derrumbará sobre nosotros, una herida
nos caerá encima, nuestra gente nos abandonará,
el muerto matará en nosotros al muerto para olvidar los
ojos del muerto... y consolarse.
Sabremos más de lo que hemos sabido. Iremos de abismo
en abismo, impulsados
por una idea que las tribus han adorado y luego han
quemado sobre la carne de sus adeptos cuando éstos
disminuyeron.
Veremos entre nosotros emperadores que grabarán sus
nombres en el trigo para guiarnos.
¿No hemos cambiado? Hombres que degüellan según la
ley de su puñal, arena para que crezca la arena,
mujeres según la ley de sus muslos, sombra para que
disminuya la sombra...
Pero yo seguiré el curso del canto, aunque escaseen mis
rosas.

En Menos rosas. (1986)
Traducción de María Luisa Prieto.
Madrid, Hiperión, 2001.


LA NIÑA / EL GRITO

En la playa hay una niña, la niña tiene familia
Y la familia una casa.
La casa tiene dos ventanas y una puerta...
En el mar, un acorazado se divierte cazando a los que caminan
Por la playa: cuatro, cinco, siete
Caen sobre la arena. La niña se salva por poco,
Gracias a una mano de niebla,
Una mano no divina que la ayuda. Grita: ¡Padre!
¡Padre! Levántate, regresemos: el mar no es como nosotros.
El padre, amortajado sobre su sombra, a merced de lo invisible,
No responde.
Sangre en las palmeras, sangre en las nubes.
La lleva en volandas la voz más alta y más lejana de
La playa. Grita en la noche desierta.
No hay eco en el eco.
Convierte el grito eterno en noticia
Rápida que deja de ser noticia cuando
Los aviones regresan para bombardear una casa
Con dos ventanas y una puerta.

Ramala, agosto del 2006.







PASAJEROS ENTRE PALABRAS FUGACES


Pasajeros entre palabras fugaces:
Cargad con vuestros nombres y marchaos,
Quitad vuestras horas de nuestro tiempo y marchaos,
Tomad lo que queráis del azul del mar
Y de la arena del recuerdo,
Tomad todas las fotos que queráis para saber
Lo que nunca sabréis:
Cómo las piedras de nuestra tierra
Construyen el techo del cielo. 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Vosotros tenéis espadas, nosotros sangre,
Vosotros tenéis acero y fuego, nosotros carne,
Vosotros tenéis otro tanque, nosotros piedras,
Vosotros tenéis gases lacrimógenos, nosotros lluvia,
Pero el cielo y el aire
Son los mismos para todos.
Tomad una porción de nuestra sangre y marchaos,
Entrad a la fiesta, cenad y bailad...
Luego marchaos
Para que nosotros cuidemos las rosas de los mártires
Y vivamos como queramos. 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Como polvo amargo, pasad por donde queráis, pero
No paséis entre nosotros cual insectos voladores
Porque hemos recogido la cosecha de nuestra tierra.
Tenemos trigo que sembramos y regamos con el rocío de nuestros cuerpos
Y tenemos, aquí, lo que no os gusta:
Piedras y pudor.
Llevad el pasado, si queréis, al mercado de antigüedades
Y devolved el esqueleto a la abubilla
En un plato de porcelana.
Tenemos lo que no os gusta: el futuro
Y lo que sembramos en nuestra tierra. 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Amontonad vuestras fantasías en una fosa abandonada y marchaos,
Devolved las manecillas del tiempo a la ley del becerro de oro
O al horario musical del revólver
Porque aquí tenemos lo que no os gusta. Marchaos.
Y tenemos lo que no os pertenece:
Una patria y un pueblo desangrándose,
Un país útil para el olvido y para el recuerdo. 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Es hora de que os marchéis.
Asentaos donde queráis, pero no entre nosotros.
Es hora de que os marchéis
A morir donde queráis, pero no entre nosotros
Porque tenemos trabajo en nuestra tierra
Y aquí tenemos el pasado,
La voz inicial de la vida,
Y tenemos el presente y el futuro,
Aquí tenemos esta vida y la otra.
Marchaos de nuestra tierra,
De nuestro suelo, de nuestro mar,
De nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas,
De todo... marchaos
De los recuerdos de la memoria,
Pasajeros entre palabras fugaces.

De sus últimos poemas
Traducción de María Luisa Prieto





NO DESEO DEL AMOR SINO EL COMIENZO


No deseo del amor sino el comienzo. Sobre las plazas
de mi Granada las palomas remiendan el vestido de este día.
En las jarras hay vino abundante para la fiesta que nos sucederá,
en las canciones hay ventanas suficientes para que eclosionen las flores de granado.
Dejo el jazmín en su maceta y mi pequeño corazón
en la alacena de mi madre. Dejo mi sueño riendo en el agua
y al alba en la miel de los higos. Dejo mi hoy y mi ayer
en el pasaje hacia la plaza de la naranja donde vuelan las palomas.
¿Soy yo ese que ha descendido a tus pies para que asciendan las palabras
cual luna blanca en la leche de tus noches? Golpea al aire
para que yo vea, azul, la calle de mi flauta. Golpea a la tarde
para que yo vea como entre tú y yo languidece este mármol.
Las ventanas están vacías de los jardines de tu chal. En otro
tiempo sabía mucho de ti y recogía la gardenia
de tus diez dedos. En otro tiempo poseía perlas
en torno a tu cuello y un nombre grabado en un anillo del que surgía la noche.
No deseo del amor sino el comienzo. Las palomas han volado
sobre el techo del último cielo. Han volado y volado.
Quedará después de nosotros abundante vino en las jarras
y un poco de tierra es suficiente para que nos encontremos y la paz arraigue.



En Once astros (1992)
Traducción María Luisa Prieto
Editorial Hiperión 2002




SOBRE ESTA TIERRA



Sobre esta tierra hay algo que merece vivir: la indecisión 
de abril, el olor del pan
al alba, las opiniones de una mujer sobre los hombres, los 
escritos de Esquilo, las primicias del amor, la hierba

sobre las piedras, las madres erguidas sobre un hilo de 
flauta y el miedo que los recuerdos inspiran a los invasores.

Sobre esta tierra hay algo que merece vivir: el fin de 
septiembre, una dama que entra,
con toda su lozanía, en la cuarentena, la hora del sol en la 
cárcel, una nube que imita un grupo de

seres, las aclamaciones de un pueblo a quienes ascienden 
a la muerte sonriendo y el miedo que las canciones
inspiran a los tiranos.

Sobre esta tierra hay algo que merece vivir: sobre esta 
tierra está la señora de

la tierra, la madre de los comienzos, la madre de los 
finales. Se llamaba Palestina. Se sigue llamando

Palestina. Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama, yo 
merezco vivir.


¿QUIÉN SOY YO, SIN EXILIO?  

Extraño como el río al borde del río...El agua
me ata a tu nombre. Nada me retorna de mi lejanía
a mi palmera: ni la paz ni la guerra.
Nada me incorpora a los Evangelios.
Nada... nada relumbra desde la costa del flujo
y el reflujo entre el Tigris y el Nilo.
Nada me desembarca de los navíos del faraón.
Nada me porta o me hace portar una idea: ni la nostalgia
ni la promesa. ¿Qué hacer? ¿Qué
hacer sin exilio y sin una larga noche
que escrute el agua? 
El agua
me ata
a tu nombre.
Nada me lleva de las mariposas de mi sueño
a mi realidad: ni la tierra ni el fuego. ¿Qué
hacer sin las rosas de Samarcanda? ¿Qué
hacer en un lugar que pule los cantos con sus piedras
lunares? Ambos somos ligeros, como nuestras casas,
en los vientos lejanos. Somos amigos de los seres
extraños entre las nubes... dos restos de
la gravitación de la tierra de identidad. ¿Qué haremos? ¿Qué
haremos sin exilio y sin una larga noche
que escrute el agua?

El agua
me ata
a tu nombre.
No queda de mí más que tú, y no queda de ti
más que yo, un extraño que acaricia el muslo de su extraña. ¡Oh,
extraña! ¿Qué haremos con la tranquilidad que
nos queda y con una siesta entre dos mitos?
Nada nos lleva: ni el camino ni la casa.
¿Este camino ha sido siempre igual,
o nuestros sueños lo han cambiado
tras hallar, entre los mongoles, un caballo
en la colina?
¿Qué haremos?
¿Qué
haremos
sin
exilio?

traducción María Luisa Prieto
من أنا، دون منفى؟ 

غريبٌ على ضفة النهر، كالنهر... يربطني
باسمك الماءُلا شيءَ يُرْجعُني من بعيدي
إلى نخلتيلا السلامُ ولا الحربُلا
شيء يُدْخلني في كتاب الأناجيللا
شيء... لا شيء يُومِضُ من ساحل الجَزْر
والمدّ ما بين دجلة والنيللا
شيء يُنزلني من مراكب فرعونلا
شيء يَحملني أو يُحَمِّلني فكرةلا الحنينُ
ولا الوَعْدُماذا سأفعل؟ ماذا
سأفعل من دون منفي، وليلٍ طويلٍ
يُحَدِّقُ في الماء؟
يربطُني
باسمكِ
الماءُ ...
لا شيء يأخذني من فراشات حلمي
إلى واقعيلا الترابُ ولا النارُماذا
سأفعل من دون وَرْدِ سَمَرقندَ؟ ماذا
سأفعل في ساحةٍ تصقلُ المُنشدين بأحجارها
القمريَّةِ؟ صِرْنا خَفِيفَيْنِ مثلَ منازلنا
في الرياح البعيدةِصرنا صَديقيْنِ للكائنات
الغريبةِ بين الغيوم ... وصرنا طليقيْن من
جاذبيَّة أرضِ الهُويَّةِماذا سنفعل ... ماذا
سنفعل من دون منفى، وليلٍ طويلٍ
يُحَدِّقُ في الماء؟
يربطني
باسمك
الماءُ ...
لم يبقَ منِّي سواكِ، ولم يبق منك
سوايَ غريبا يُمَسِّدُ فخْذ غريبتهيا
غريبةماذا سنصنع في ما تبقى لنا
من هُدُوءٍ ... وقَيْلولةٍ بين أسطورتين؟
ولا شيء يحملنالا الطريقُ ولا البيتُ.
هل كان هذا الطريق كما هُوَ، منذ البداية،
أم أنَّ أحلامنا وَجَدَتْ فرسا من خيول
المَغُول على التلِّ فاسْتبْدَلتنا؟
وماذا سنفعلُ؟
ماذا
سنفعلُ
من
دون
منفى؟















































Varios de los títulos de su prolífica obra, han sido traducidos al español, entre los que destacan:

-La huella de la mariposa. Diario (verano 2006-verano 2007), Trad. de Luz Gómez García, Valencia, Pre-Textos, 2013.
-En presencia de la ausencia,  Traducción de Luz Gómez García, Valencia, Pre-Textos, 2011.
-Como la flor del almendro o allende, Traducción de Luz Gómez García, Valencia, Pre-Textos, 2009.
-Poesía escogida (1966-2005), Edición y traducc. de Luz Gómez García, Valencia, Pre-Textos, 2008.
-Estado de sitio, Edición y traducción de Luz Gómez García, Madrid, Cátedra, 2002.
-El fénix mortal, Edición y traducción de Luz Gómez García, Madrid, Cátedra, 2000.
-El lecho de una extraña, Traducción de María Luisa Prieto, Madrid, Hiperión, 2005.
-Mural, Traducción de Rosa Isabel Martínez Lillo, Edic. del Oriente y del Mediterráneo, 2003.
-Menos rosas, Traducción de María Luisa Prieto, Madrid, Hiperión, 2001.
-Once astros, Traducción y estudio introductorio de Mª Luisa Prieto, Agencia Española de Cooperación Internacional, 2000.
-Memoria para el olvido, Traducción de Manuel C. Feria García, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1997.

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