de Clarice Lispector
las puntas de los dedos un objeto:
es allí donde voy.
La punta del lápiz el trazo.
Donde expira el pensamiento hay una idea,
en el último suspiro de alegría
otra alegría,
en la punta de la espada la magia:
es allí donde voy.
¿O no voy? Voy, sí.
Y vuelvo para ver cómo están las cosas.
Si continúan mágicas.
¿Realidad? Te espero.
Es allí donde voy.
En la punta de la palabra está la palabra.
Soy un yo que anuncia.
No sé de qué estoy hablando.
Estoy hablando de nada. Yo soy nada.
Es hacia mi pobre nombre adonde voy.
En la extremidad de mí estoy yo.
Yo, implorante, yo, la que necesita,
la que pide, la que llora, la que se lamenta.
Pero la que canta. La que dice palabras.
¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos
las traen de nuevo y yo las poseo.
Yo al lado del viento.
Clarice Lispector, en el cuento Es allí a donde voy,
del volumen Silencio
Más allá de la oreja existe un sonido,
la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto:
es allí donde voy.
La punta del lápiz el trazo.
Donde expira el pensamiento hay una idea,
en el último suspiro de alegría
otra alegría,
en la punta de la espada la magia:
es allí donde voy.
¿O no voy? Voy, sí.
Y vuelvo para ver cómo están las cosas.
Si continúan mágicas.
¿Realidad? Te espero.
Es allí donde voy.
En la punta de la palabra está la palabra.
Soy un yo que anuncia.
No sé de qué estoy hablando.
Estoy hablando de nada. Yo soy nada.
Es hacia mi pobre nombre adonde voy.
En la extremidad de mí estoy yo.
Yo, implorante, yo, la que necesita,
la que pide, la que llora, la que se lamenta.
Pero la que canta. La que dice palabras.
¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos
las traen de nuevo y yo las poseo.
Yo al lado del viento.
Clarice Lispector, en el cuento Es allí a donde voy,
del volumen Silencio
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.