domingo, 6 de febrero de 2011

La Caja de Hueso


de Antoinette Peské

Amor. Pasión desbordante. Posesión más allá de los límites humanos. Como dijo Quevedo "amor constante más allá de la muerte".
Norbert nos cuenta la historia de su amigo inglés -John Mac Corjeag-, historia de un amor absoluto que es correspondido y disfrutado provocando a pesar de ello el derrumbe hacia la locura primero y posteriormente la muerte.

¿Amor correspondido y sin embargo insatisfecho? Sí. Del mismo modo encontramos expresiones paradójicas en el texto: "¿acaso no es una forma de consolarse del dolor la de sumergirse voluntariamente en sus profundidades?", o bien "había muerto en la realidad y la realidad sólo existe a los ojos del poeta cuando se vuelve irreal". El enamorado busca trascender la realidad de dos cuerpos y dos mentes en aras de una unión fehaciente. Busca penetrar la caja de hueso que alberga el cerebro para buscar tangiblemente el alma de la amada. La tempestuosidad de esa pasión amorosa, los abismos a los que se asoma el relato producen una emoción de la que quizás hoy en día carecemos.

La novela posee los tintes del amour fou que tanto atraía a los surrealistas. No en vano Antoinette Peské es hija del pintor Peské relacionado con los movimientos de vanguardia de principios del siglo XX.
La estructura de la novela posee unos vaivenes en forma de flashback que hace que nos sintamos como en un territorio sin tiempo donde conviven el presente y el pasado en gran parte del texto e incluso el pasado y el futuro en la parte final. Norbert nos cuenta la juventud con su amigo. Cuando posteriormente se vuelven a encontrar ya adultos, es el propio John quien relata a su amigo el hallazgo de su amor y su posterior locura. A continuación los dos son partícipes de la acción y finalmente los nietos de ambos concluyen el ciclo trágico.

El relato en muchas de sus páginas rezuma violencia, su sensibilidad tan acusada nos remite a E.T.A. Hoffmann y en suma resulta provocador. El inglés de ojos oscuros y tan brillantes que "parecían contener fuego" comienza el relato de su desventura así: “Por lo que puedo confiar en mi memoria, jamás me ha parecido que nada fuera natural”.

La tragedia es múltiple. El amante causa la desdicha y muerte de su amada. El amigo provoca una agonía horrible a quien pretendía salvar. Y finalmente los herederos de ambos parecen abocados a poner en pie de nuevo el baile de Eros y Tánatos.

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