miércoles, 13 de junio de 2012

A propósito de Elly

de Asghar Farhadi




Resulta admirable la naturalidad con que Farhadi despliega sus películas tanto en el guión como en la realización: situaciones cotidianas en las que hurga hasta mostrarnos siempre el trasfondo de las personas.

 En este caso reúne a un grupo de parejas con sus hijos que van a pasar el fin de semana cerca de la playa. Una de las mujeres lleva a su amiga Elly. Quiere que conozca a uno de sus amigos recién vuelto de Alemania después de divorciarse.

Es una vívida película coral centrada en las relaciones personales. Material en el que abunda el director en su obra posterior, Nader y Simin, donde incluye además aspectos sociológicos.

About Elly hace de la sencillez su mejor arma. Sus vibraciones  van pasando de comedia dramática a película de intriga donde cada personaje inquiere la verdad de los otros. Las situaciones cotidianas y plenamente convencionales acaban desembocando en un retrato a cuchillo. Llama la atención que organizar una cita a ciegas en aquella sociedad puede tener un componente de culpabilidad que en Occidente no pasaría de mero juego.

Resulta muy refrescante el papel de la mujer en esta película. Todos y todas son jóvenes, sus relaciones de pareja (discusiones, cuidado de niños, etc) se producen en igualdad y por ejemplo, conducen los coches indistintamente.
Lo mejor de la película son las interpretaciones y el ritmo. Farhadi enlaza escenas donde se renueva el interés, siempre aportando algo, con lo que la película no deja de avanzar en ningún momento. La acción  en la primera parte recae sobre Elly y los intentos de todo el resto por integrarla. En la segunda, cuando ella desaparece y no se sabe si se ha ahogado o ha huido,  todos se cuestionan lo que saben de ella: ¿está casada o soltera, tiene familia, escondía algún problema?.

Para el espectador el punto de inflexión ocurre durante una conversación en que el divorciado cuenta a Elly su separación en la que su mujer le confesó, "un final amargo es mucho mejor que la amargura sin final".

Para colmo, finalmente se presenta un hermano de Elly, aunque por el móvil de ella, todo el grupo descubre que en realidad se trata de su novio. Una sensación de culpabilidad y sospecha se generaliza entre unos y otros.


Como el Doctor House no se cansa de repetir, todos mentimos.Cada persona esconde secretos.

La tragedia de Elly va a hacer que afloren situaciones que unos y otros guardan. En este sentido me recuerda a la estupenda película francesa "Les petits mouchoirs" en la que también un nutrido grupo de amigos y matrimonios comparten un verano de vacaciones.  El contacto diario y la tragedia que vive uno de sus componentes hará que afloren esas pequeñas mentiras sobre las que construimos nuestras relaciones.

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