miércoles, 18 de mayo de 2022

EL CINE de Paul SCHRADER


Paul Schrader es un guionista de raza cuyos libretos abordan  profundos estudios de personajes atormentados por la culpa y la expiación. Su guión más paradigmático siempre será Taxi Driver, de 1976, que rodó con envidiable brío su gran amigo Martin Scorsese.

Perteneciente a una estricta familia calvinista, allí se le inculcó que el hombre está abocado al pecado sin remedio desde su mismo nacimiento. En su casa todos los días se leía la Biblia y no estaba bien visto ir al cine. La primera vez que vio una película tenía diecisiete años.

Producto de su educación religiosa, el cine de Schrader nos presenta la "depravación total del hombre" mientras lucha, desesperado, por encontrar esa "gracia irresistible" de la que también hablaba Calvino. Sus personajes suelen estar atormentados por la culpa y un silencio terrible por parte de Dios, lo que les aboca a un vacío moral insoportable. No solamente no saben qué hacer sino que, como el taxista Travis Bickle o el boxeador de "Toro salvaje", no entienden qué significa o cómo articular su propia vida. De ahí que el cineasta reflexione: "La soledad y la paranoia de Travis no tienen un origen social, son puramente existenciales".

En el libro de entrevistas "Schrader sobre Schrader" también confiesa: "Supongo que cualquier persona que haya tenido una educación profundamente cristiana como yo, estará interesada en la culpa, la redención y las metáforas de la salvación". De modo que la pregunta que siempre sobrevuela a sus protagonistas es ¿Cómo expiar nuestras culpas?.

Schrader estudió cine en California y en 1972 presentó una tesis que podría servir de guía para su propio cine, "El estilo trascendental de Ozu, Bresson y Dreyer". En 1975 ya firmó su primer guión, elaborado sobre una idea de su hermano Leonard,  "Yakuza", de Sidney Pollack.

Paul Schrader pasó una muy mala racha en 1973. Había roto con su mujer y también con la chica que provocó la separación. Se encontraba solo, sin trabajo y viviendo en un coche mientras le rondaban pensamientos suicidas. Bebía mucho para apaciguar el dolor que le producía una úlcera y estaba obsesionado con la violencia y la pornografía, aspectos que luego reflejaría en el protagonista de Taxi Driver. En 1979 estrenó su primera película como director, "Hardcore", en la que una chica perteneciente a una familia calvinista acude a una convención y desaparece cayendo en las redes del porno. Ante la ineficacia de la policía el padre se lanza a un descenso a los más sórdidos infiernos para intentar rescatarla.

Esta base argumental, muy semejante a la de Taxi Driver, reitera la del clásico de John Ford, "Centauros del desierto" (The Searchers), película venerada por los nuevos cineastas que emergieron en los setenta como Francis Ford Coppola, Steven Spielberg o George Lucas. La cinta está basada en una novela western de Alan Le May que está magníficamente editada en la editorial Valdemar. Se inspiró en una historia real, la de Cynthia Ann Parker, secuestrada en 1836 por los comanches a los nueve años de edad, tras masacrar a su familia. La búsqueda atormentada que durante años mantiene su tío Ethan Edwards (John Wayne) constituye un relato sombrío que nos muestra a un hombre errante, noble y solitario, pero al mismo tiempo un tanto neurótico y racista; rasgos que también definirán al taxista Travis Bickle.
Schrader, Scorsese y De Niro durante el rodaje de Taxi Driver
















Schrader es un cineasta obstinadamente independiente y, a pesar de su prestigio, su carrera como director no ha sido fácil. Le cuesta un mundo poner en pie una película; por lo que no es raro encontrar a otros directores amigos en tareas de producción. Así ocurre en su última película estrenada, El Contador de Cartas ( 2021), un notable y sombrío relato que ha contado con la producción ejecutiva de su amigo Martin Scorsese.

Aunque ha logrado filmar una buen puñado de películas, como Perros Salvajes, 2016; Desenfocado, 2011, El beso de la mujer pantera, 1982 o American Gigoló, 1980, entre otras; las que yo destacaría de su filmografía son las siguientes:

Para este retrato de autodestrucción también tuvo que contar con la ayuda en la producción de Francis Ford Coppola y de George Lucas. "Mishima" es un retrato biográfico del autor japonés que hurga en las contradicciones de un hombre que trató de alcanzar la imposible armonía entre él mismo, el arte y el mundo en que le tocó vivir. La trama se centra en el día en que se practicó el seppuku (harakiri), el 25 de noviembre de 1970, y está salpicada de flashbacks para contar diversos episodios de su vida relacionados con sus obsesiones y su obra. 

Posibilidad de escape (Light Sleeper, 1992) tiene guión y dirección del propio Schrader y su protagonista sería como un espejo del de Taxi Driver, aunque sin las implicaciones fascistoides de Travis Bickle. Varias películas de Schrader, como 'American Gigolo', 'Posibilidad de escape' o 'The Walker', toman 'Pickpocket', de Robert Bresson, como modelo a la hora de trazar el itinerario del protagonista por un submundo marginal del que se libera a través de un encierro físico que le supone la recuperación de la gracia. El héroe de esta historia es John Letour, un vendedor de drogas de altos vuelos que, como aquél taxista ofuscado, es perseguido por sus demonios y padece insomnio.
También como el más reciente Contador de cartas anota su vida y reflexiones en un diario mientras recorre un mundo sórdido del que acaba atisbando una redención a través de la violencia.

El placer de los extraños (The comfort of strangers, 1990) cuenta con un guión de Harold Pinter sobre novela de Ian McEwan. Se trata de un relato sumamente perturbador sobre la manipulación emocional y la soledad esencial del ser humano. 
Una joven pareja en crisis se ve fatalmente enredada en la perversa telaraña que les tiende una extraña y narcisista pareja con la que se encuentran en un viaje. La atmósfera asfixiante de una decadente Venecia envuelve la enfermiza pugna que mantienen Christopher Walken y Rupert Everett, con la complicidad de sus respectivos cónyuges.

El reverendo (First Reformed, 2017).
De nuevo con guión y dirección del propio Schrader, es uno de sus más brillantes estudios sobre la desesperación, el remordimiento y la soledad espiritual. Schrader se crio en una familia de la Iglesia Reformada que le impidió asistir a una sala de cine hasta que ya fue mayor de edad.
El título original de First Reformed hace referencia a la supuesta primera iglesia calvinista erigida en el condado de Nueva York entre finales del siglo XVIII y principios del XIX por colonos frisones (holandeses). En este hermoso edificio de madera blanca y sobriedad reformista, ejerce de sacerdote Ernst Toller (Ethan Hawke), ante una parroquia más bien escasa.
La película retrata a un sacerdote torturado que al entrar en contacto con un feligrés obsesionado con el deterioro del planeta se sumerge más y más en la autodestrucción. El reverendo plantea reflexiones sobre asuntos como el medioambientalismo, la mercantilización de la religión y los peligros del extremismo ideológico.

Aflicción (Affliction, 1997) 
Con guión y dirección de Schrader se trata de un film brutal y desgarrador sobre el atormentado sheriff Wade Whitehouse (Nick Nolte) y su intento de expiación.  Wade es un hombre gris y menospreciado por todos en el pequeño pueblo donde ejerce. Pero barrunta una oportunidad de redención cuando muere un sindicalista en una partida de caza. Aunque la mayoría cree que se trata de un accidente, él está convencido de que se trata de un asesinato y resolverlo le dará la oportunidad que estaba esperando para demostrar su valía ante su propio padre -un hombre dominante y alcohólico (poderoso James Coburn) - y ante sus vecinos.

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