Esencial y desnuda. Esta novela corta, que se desarrolla en apenas media docena de cuadros, nos muestra con devastadora crudeza el desvalimiento del ser humano.
Dos vaqueros, Lennie y George, uno grandote y retrasado otro menudo e inteligente, vagan por el país de rancho en rancho. La descomunal fuerza y simpleza de Lennie les provoca muchos problemas. Sus condiciones de vida son absolutamente precarias pero su amistad resulta inquebrantable.
Al llegar a un nuevo rancho se encuentran con el violento hijo del patrón, su mujer -insatisfecha y encorajinada- y un grupo de peones conformando un microcosmos que ahonda en la naturaleza del ser humano.
John Steinbeck trabajó como periodista. Sus reportajes le acercaron a una realidad miserable. Son los días de la Gran Depresión y los desheredados vagabundean como animales en busca de refugio. Resulta conmovedor el sueño que tiene George de ahorrar y comprar una granja para vivir de su propio trabajo. Lennie le emplaza repetidas veces a que le cuente cómo será la granja, cómo se encargará él mismo de cuidar los conejos, etc.
Esos sueños contrastan con una dura realidad. Todos se extrañan de que dos hombres viajen juntos. Sospechan. Siempre aparecen y se van solos, de uno en uno. Cada hombre es un lobo para los otros. Hay dos escenas escuetas y cortantes como un diamante: la de un viejo tullido siempre acompañado de un perro sarnoso, al que intentan convencer para que lo sacrifique. Y la escena en la que entran en la cabaña donde vive el único hombre negro del rancho, aislado del resto. La amistad, el racismo, la soledad, la vejez, la brutalidad tienen su reflejo en unos diálogos precisos como cirugía.
"Carlson tiene razón, Candy. Ese perro no hace más que sufrir. Yo desearía que alguien me pegara un tiro cuando llegase a ser viejo y tullido." p. 74
"Suponga que no pudiera ir al cuarto de los peones a jugar a las cartas por ser negro. ¿Le gustaría? Suponga que tuviera que sentarse aquí y leer, y leer. Claro que podría jugar a las herraduras hasta el anochecer, pero después tendría que leer. Los libros no sirven. Un hombre necesita a alguien, alguien que esté cerca. Uno se vuelve loco si no tiene a nadie. No importa quién es el otro, con tal de que esté con uno. Le digo -gritó-, le digo que uno se ve tan solo que se pone enfermo." p. 115
La novela es una denuncia implacable de las condiciones de vida en el campo californiano. Luego sería desarrollada más por extenso en `Las uvas de la ira`. Novela intensa, ejemplarmente construida, con un desarrollo implacable y un desenlace estremecedor.
Gary Sinise la adaptó a la gran pantalla en 1993.
John Steinbeck (EE. UU., 1902-1968) escribió sobre la dignidad de los pobres y desheredados. Sus personajes habitan el terrible mundo de la Gran Depresión de 1930 y él los retrata heroicos y abandonados. Fue galardonado con el Premio Nobel en 1962.
Entre sus primeras obras está Tortilla Flat (1935), un relato entre picaresco y romántico sobre los
emigrantes mexicanos. Con Las uvas de la ira obtuvo el Premio Pulitzer en 1940. Es un relato de emigración, la de una familia procedente de la empobrecida Oklahoma hacia California. La novela se convirtió en un documento de protesta social y en un clásico imperecedero.
El cine también le interesó y escribió el guión de Viva
Zapata dirigida por Elia Kazan, el cual también llevó a la pantalla Al este del Edén.
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