domingo, 21 de julio de 2024

MI RENO de PELUCHE - creador Richard Gadd








Esta serie tiene guasa. Trata del acoso que sufre un pringao por parte de una mujer desequilibrada mentalmente. Pero no es lo típico...aunque sí resulta agobiante. Lo que cuenta es una experiencia auténtica de acoso y obsesión que vivió el protagonista y creador de la serie, Richard Gadd, quien no tiene problema en desnudar su alma y mostrar ante la cámara esta inquietante historia. 

Donny Dunn (Richard Gadd) es un aspirante a cómico profesional que entre bolo y bolo se gana la vida sirviendo copas en un pub. Una tarde se planta en la barra Martha (excepcional Jessica Gunning), una mujer joven, obesa y con toda la pinta de estar anímicamente hundida. Él intenta consolarla con una broma y hasta la invita a un refresco cuando ella declara estar sin blanca. La atención del joven camarero hace mella. Ella abre bien los ojos y le observa. Algo se ilumina en su interior.




Desde entonces vuelve todas las tardes cada vez más animada. Tiene un amigo. Alguien la escucha. Pero la alegría pronto se convierte en frenesí y la vida de Donny en pesadilla. Martha desarrolla rápidamente una obsesión malsana por el humorista al que pretende cuidar y mimar (hasta casi asfixiarlo) como si fuese su “baby reindeer” (reno de peluche).  

Lo que sigue es un acoso en toda regla invadiendo la vida entera del humorista. En la vida real el acoso duró cuatro años y medio acumulando el tipo 41.071 correos electrónicos, 744 tweets, 106 páginas en cartas y 350 horas de mensajes de voz. Cuando pretendía alejarla no sólo recibía amenazas él, sino también sus padres y sus parejas. Todo ello obligó al cómico a cambiar de residencia. Finalmente un juez emitió una orden de alejamiento contra la acusada, lo que resulta menos drástico que el final escrito por Gadd para la serie; aquí Martha acaba en prisión.


Desde el minuto uno la relación es de lo más extraña. Enseguida nos damos cuenta de que algo no funciona en Martha, pero Donny sigue viéndola. Como espectadores tememos los arrebatos de Martha, pero también asistimos todavía más extrañados a la contemporización de Donny. Será porque ambos están rodeados de un gran vacío y, de algún modo, se necesitan el uno al otro...aunque sea de un modo enfermizo. 

En el momento en el que Gadd conoció a su acosadora en la vida real no estaba pasando por un buen momento personal ni profesional. En medio de una ristra de fracasos profesionales que amenazaban con asfixiarle, de pronto se siente valorado por ella. En una entrevista a The Guardian llegó a declarar: «Sería injusto decir que ella era una persona terrible y yo era una víctima». Así de compleja es la serie que cuenta con un episodio 4 traumático, cuando Donny sufre la agresión sexual de un compañero guionista con el que está trabajando. Uf.



Tal y como se muestra en este episodio el humorista se encontraba en una verdadera encrucijada vital. Violado por un "amigo", acosado hasta la extenuación (la mujer se sienta durante horas en la parada de autobús delante de su piso o aparece en sus actuaciones boicoteándolas) e iniciando una relación inesperada con una mujer trans (maravillosamente interpretada por Nava Mau); el cómico vuelca su ansiedad y pesares en un libreto que inesperadamente, gracias a las redes y el boca oreja, acaba siendo un éxito. 

Lo mismo que hizo el propio Richard Gadd en 2019, cuando se presentó en el Festival Fringe de Edimburgo con su espectáculo "Baby Reindeer". Aunque de hecho la serie recoge trazas de este espectáculo y del anterior "Monkey see, monkey do", presentado en 2016.


Para cualquier que vea la serie, tanto el humor como la personalidad de Gadd le dejarán estupefacto. Porque no nos engañemos, el estilo de humor que practica es el de la anticomedia, la astracanada y las situaciones incómodas. Un poco al estilo de nuestro insigne Ignatius Farray, vamos. Las actuaciones en las que vemos rular a Donny por esos antros y trastiendas de pub donde el único estipendio son las propinas, son de las que provocan el silencio incómodo, cuando no la vergüenza ajena. Lo mismo que vivió en carne propia Richard Gadd.

Pero el tipo (tanto Gadd en la realidad como Dunn en la serie) supo hacer de la necesidad virtud. Con dudas sobre su propio oficio e incluso sobre su sexualidad, tuvo el arrojo (o la desesperación) de desnudar su alma en un escenario cutre sin importarle cuán vulnerable llegara a mostrase. 
Pura catarsis. Admirable.




A pesar de centrarse en narrar un acoso, la serie entreteje la trama con otros problemas sociales pendientes de resolver. La dependencia psicológica es chunga y la atención que presta la policía a l@s denunciantes de acoso muy mejorable. En cuanto a los problemas de salud mental, el que los sufre está abandonado a su suerte. En la serie Martha ya cuenta con un largo historial pero a pesar de ello nunca fue atendida y terminó volcando sus traumas en el primero que pasaba por ahí. 

También queda reflejado el desgaste psicológico del artista, siempre pendiente de si el éxito llegará o no. Últimamente hemos visto casos de deportistas que han sucumbido a la presión. También quiero resaltar un signo de modernidad: la representación normalizada de relaciones con personas trans.



En sólo 7 episodios de 35 minutos se ventila esta miniserie de ritmo ágil y fondo amargo. 

A destacar el formidable trabajo de la actriz Jessica Gunning, conocida por participar en producciones como Pride (Orgullo, 2014) y series tan emblemáticas como Doctor Who y Ley y orden. Ella es quien da vida al personaje central y logra colmarlo de una gama infinita de matices, unas veces conmovedores y otras escalofriantes. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.