martes, 31 de agosto de 2021

LA POESÍA DE VLADIMÍR HOLAN




















LA GRUTA DE LAS PALABRAS


No entra impunemente el joven con su luz en la gruta de las palabras.
Audaz presiente apenas dónde se encuentra.
Joven, aunque ha sufrido, no sabe lo que es el dolor.
Sabio antes de tiempo se escapa sin haber entrado
y alega como excusa la inmadurez de su época.
¡La gruta de las palabras!
Sólo el verdadero poeta, y por su cuenta y riesgo,
pierde delirando en ella las alas
y con ellas la manera de someterlas de nuevo a la gravedad
y no menoscabar esa fuerza que atrae hacia la tierra.
¡La gruta de las palabras!
Sólo el verdadero poeta regresa con su silencio
para encontrar, ya viejo, a un niño que llora,
abandonado por el mundo en su umbral. 







CÓMO


¿Cómo vivir? ¿Cómo ser simple y fiel?
Siempre he buscado la palabra
que no hubiera sido dicha más que una sola vez,
incluso la palabra que hasta el momento no hubiera sido pronunciada.
Hubiera debido buscar palabras cotidianas.
Ni siquiera al vino sin consagrar
se le puede añadir nada....








HAY


Hay destinos
donde lo que carece de temblor no es sólido.

Hay amores
en los que el mundo no te basta, falta un pasito.

Hay placeres
en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.

Hay momentos de mutismo
en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo
cuestión de sexo.

Hay cabellos teñidos por un meteoro
donde es el diablo quien hace la raya.

Hay soledades
en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.

Hay momentos de frío
en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.

Hay momentos de gravedad
en los que sientes que has caído ya entre los que caen.

Hay silencios
que debes expresarlos tú, ¡precisamente tú!








EL SOL EN CANDELARIA


Tempestad de nieve... El sol por algún lado en Turingia...
Aparte de eso nada, ni un amago de semejanza....
Los sueños, los signos, las imágenes, hasta la humedad de los muros
podría salvarlos sólo una ayuda sobrenatural...

He amado y en cambio no me acuerdo ya.
En la vida, por la vida, venía a mi encuentro la muerte
siempre en el mismo sitio,
pero ni siquiera la ignorancia significa felicidad...

Terrible es mi soledad cuando muda me ordena
ser más impersonal pero no para todo el mundo... Un poema
es un don... Sí, pero lo hablado vale más que lo escrito...
¡Qué daría por un amigo!







EL PINO


¡Qué hermoso es ese viejo pino blanco
de las colinas de tu infancia
que hoy has vuelto a visitar!...
A su susurro recuerdas a tus muertos
y piensas cuándo te tocará a ti.
A su susurro te sientes
como si hubieras acabado de escribir tu último libro
y ahora tuvieras que callarte y llorar
para que brotara la palabra...

¿Qué fue de tu vida? Abandonaste conocido por desconocido.
¿Y tu destino? Una sola vez te sonrió
y tú no estabas allí...







CUANDO LLUEVE EN DOMINGO


Cuando llueve en domingo y tú estás solo,
completamente solo,
abierto a todo, pero no llega ni el ladrón
y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo;
cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado
y no comprendes cómo vivir sin cuerpo
y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo;
cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú,
¡no esperes ni hablar contigo mismo!
Entonces el ángel es el único que sabe
lo que hay encima de él,
entonces el diablo es el único que sabe
lo que hay debajo de él.

El libro sostenido, el poema al caer…







PERO



El dios de la risa y los cantos hace ya tiempo
que cerró tras de sí la eternidad.
Desde entonces sólo de vez en cuando
resuena en nosotros un recuerdo agonizante.
Pero desde entonces el dolor es lo único
que no alcanza nunca la dimensión humana,
es siempre mayor que el hombre
y, sin embargo, tiene que caberle en el corazón.







MUERTE


La arrojaste de ti hace muchos años
y cerraste el lugar e intentaste olvidarlo todo.
Sabías que no estaba en la música, de modo que cantabas,
sabías que no estaba en el silencio, de modo que callabas,
sabías que no estaba en la soledad, de modo que no estabas solo.
Pero, qué puede haber sucedido hoy
para asustarte, como el que por la noche ve de pronto
un rayo de luz por debajo de la puerta de la habitación de al lado
donde no vive nadie desde hace muchos años?







RESURRECCIÓN


¿Que después de esta vida tengamos que despertarnos un día aquí
al estruendo terrible de trompetas y clarines?
Perdona, Dios, pero me consuelo
pensando que el principio de nuestra resurrección,
la de todos los difuntos,
la anunciará el simple canto de un gallo...

Entonces nos quedaremos aún tendidos un momento...
La primera en levantarse
será mamá... La oiremos
encender silenciosamente el fuego,
poner silenciosamente el agua sobre el fogón
y coger con sigilo del armario el molinillo de café.
Estaremos de nuevo en casa.







MAL


¡Que estamos mal, que no amamos,
oh amor y nada, oh ser por necesidad,
vosotros, enemigos de la vida!

En poesía no pasa otra cosa
aunque hay quien no sabe leer…







HACIA LA POESÍA



No sabes de dónde viene este camino
que a ningún sitio te conduce.
Pero te importa poco, ya que estuvo lleno de hechizos,
mujeres, milagros y ansias de libertad.
Viste como si hubieran dado muerte a un caballo bajo un ángel
y el ángel continuara a pie; éste es el camino del olvido de sí mismo;
sólo después conociste el sufrimiento humano
y el de Dios que también va en busca de la felicidad,
Dios, ese amante no correspondido…





☙☘❧






La obra de Holan está magníficamente traducida y presentada por la poetisa Clara Janés, que visitó asiduamente al poeta checo en su retiro y fue su amiga personal.

       


La poesía de Holan ha sido definida como mística, profundamente humana y reflexiva. Su universo poético está habitado por una interrogación constante sobre el secreto de la existencia y del conocimiento, así como sobre el misterio que une vigilia y sueño o razón e imaginación. Nunca cesó de formularse preguntas esenciales como ¿Qué sentido tiene el transcurrir de la vida?, ¿Por qué el hombre es capaz de pasar de un estado de exaltación amorosa a un estado de angustia por la muerte? ¿Qué relación une la vida con la muerte?. Según su traductora, Clara Janés, para Holan el hombre es "el enigma máximo": "Siempre he sentido que me atañe el hombre, su drama, la condición humana en general y el desgraciado destino que soporta en todo momento."

"La gruta de las palabras" es el título de uno de sus poemas, pero además el poeta lo utilizó para reunir sus primeros libros, cuando se hizo la primera edición de sus Obras Completas. Holan tuvo una etapa inicial de poesía hermética y vanguardista, con poemas pulidos palabra a palabra, siguiendo a autores que admiraba incondicionalmente como Mallarmé o Góngora, de quien tradujo la Fábula de Polifemo y Galatea. Entre estos libros iniciales destacan “Abanico en Delirio” (1926), El Triunfo de la Muerte” (1930) y “Piedra, vienes” (1937).

Sin embargo desde la ocupación nazi comenzó a modificar su estilo poético, escribiendo poemas más sencillos y transparentes con los que pretendía insuflar ánimos a los compatriotas que sufrían. De esta etapa más comprometida y por momentos panfletaria, destacan los libros "El Camino de las nubes" (1945) y "Soldados del ejército Rojo" (1947), en homenaje al ejército soviético que liberó Checoslovaquia.

Tras estas dos etapas iniciales el poeta se adentra en su madurez poética simplificando sus versos y buscando esa lucidez que aportan la soledad y una profunda meditación metafísica. Esto ocurre a partir de 1960 cuando, enclaustrado en su casa de Kampa se ha convertido prácticamente en un mito. Aquí encontramos lo mejor de su obra con libros como "Avanzando", "Una noche con Hamlet", "Dolor", "Toscana", "En el último trance", "Un gallo para Esculapio" y el libro póstumo "Abismo de abismo". Desde 1963 su obra empieza a salir del ostracismo y a recibir el reconocimiento internacional.

El hecho capital en la vida de Holan ocurre en 1948, cuando el gobierno comunista lo acusa de "formalismo decadente" y prohíbe su publicación. El poeta elige encerrarse en su casa de la isla de Kampa, situada en el Moldava a su paso por Praga, de donde ya no salió hasta su muerte en 1980. Mantuvo su encierro incluso cuando en 1963, con la Primavera de Praga, se le volvió a permitir publicar e incluso se le nombró Artista Nacional. 
Pericle Fazzini, "Resurrezione" (1969-70)


Durante 30 años eligió el encierro y la oscuridad; viviendo con el horario cambiado, despierto de noche y durmiendo de día, lo que le valió el apelativo de "el ángel negro", acuñado por el premio Nobel de 1984 Jaroslav Seifert

Janés ha destacado la relación literaria de Holan con T.S. Eliot y Rilke. Con el primero dialoga en la investigación de la expresión, ya que en sus poemas «el significado está oculto en el contenido». Se trata de hallarlo a través de las imágenes o de los matices y combinaciones de palabras que pueden incluir vulgarismos y arcaísmos. Con Rilke comparte ciudad de nacimiento, Praga, y su gusto por los ángeles; si bien para Rilke representaban la belleza inaccesible y para Holan eran más cercanos y comunicativos, hasta el punto de ofrecerles “un vaso de vino". Según Clara Janés "ambos se mueven en la misma atmósfera de añoranza del paraíso, y para ambos la infancia tiene un papel primordial. Se trata de dos amantes apasionados de la vida que cantan continuamente a la muerte, la cual, de hecho, establece su sentido".

El pensamiento poético de Holan gira siempre en torno a cuestiones fundamentales: ser, conocimiento, límite, transitoriedad, nada, muerte, destino, amor, poesía, belleza, realidad… grandes temas cuyo misterio el poeta intenta desvelar a través de interrogaciones y acontecimientos cotidianos que dialogan con la aspiración natural del hombre a la plenitud y al absoluto.

“La poesía es el misterio. Debería ser la precisión”, decía Holan; aunque Clara Janés señala que uno de los conceptos más persistentes en la obra de Holan es la contradicción. En palabras del propio poeta: "¿Estás sin contradicciones? Estás sin posibilidades". Según su traductora, la contradicción para él no resulta paralizante ni disgregante, sino que ante la desintegración del hombre y del mundo, Holan se orienta a la creación de una nueva unidad basada "en la tensión dialéctica: entre visión y pensamiento, lo concreto y lo abstracto, lo real y lo ficticio, lo cotidiano y lo trascendente, lo culto y lo popular; y es más: entre palabra y concepto."

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