de Armando Iannucci
Dinámica y divertidísima película que retrata los momentos previos en que EEUU e Inglaterra amañan sus estrategias políticas para conseguir el respaldo de la ONU a la invasión de Irak.
Al estilo de la gran serie "El ala oeste de la casa Blanca" o de la estupenda "La guerra de Charlie Wilson", asistimos a los entresijos de las decisiones, al juego de los lobbies, a la desnudez y estulticia de los políticos; títeres de espurios intereses económicos globales.
La película es un spin-off de la vitriólica serie de la BBC, "The Thick of it". Realmente da envidia ver cómo los ingleses ridiculizan a su clase política con una ironía y una brillantez que parecen inalcanzables en nuestros lares. Es de admirar la inteligencia y ritmo de esta sátira inclemente.
Atención especial a Peter Capaldi que como jefe de comunicación y muñidor de todo tipo de enredos y comunicados, nos regala un personaje bitter de antología, a la altura del mismísimo doctor House. Su control y broncas a todo el personal, incluidos ministros, le aúpan al puesto de lenguaraz mayor del año.
Tom Hollander está como siempre brillantísimo y borda su papel de ministro pazguato. Quiere ser bondadoso y honesto, pero la política lo zarandea sin compasión. Robándole incluso su digna salida mediante la dimisión.
Diálogos frenéticos reventando de mala leche, lucidez en la exposición de las más altas miserias, feroz sátira de quienes rigen los países. Para degustar.
Dinámica y divertidísima película que retrata los momentos previos en que EEUU e Inglaterra amañan sus estrategias políticas para conseguir el respaldo de la ONU a la invasión de Irak.
Al estilo de la gran serie "El ala oeste de la casa Blanca" o de la estupenda "La guerra de Charlie Wilson", asistimos a los entresijos de las decisiones, al juego de los lobbies, a la desnudez y estulticia de los políticos; títeres de espurios intereses económicos globales.
La película es un spin-off de la vitriólica serie de la BBC, "The Thick of it". Realmente da envidia ver cómo los ingleses ridiculizan a su clase política con una ironía y una brillantez que parecen inalcanzables en nuestros lares. Es de admirar la inteligencia y ritmo de esta sátira inclemente.
Atención especial a Peter Capaldi que como jefe de comunicación y muñidor de todo tipo de enredos y comunicados, nos regala un personaje bitter de antología, a la altura del mismísimo doctor House. Su control y broncas a todo el personal, incluidos ministros, le aúpan al puesto de lenguaraz mayor del año.
Tom Hollander está como siempre brillantísimo y borda su papel de ministro pazguato. Quiere ser bondadoso y honesto, pero la política lo zarandea sin compasión. Robándole incluso su digna salida mediante la dimisión.
Diálogos frenéticos reventando de mala leche, lucidez en la exposición de las más altas miserias, feroz sátira de quienes rigen los países. Para degustar.
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