viernes, 31 de enero de 2025

THE BRUTALIST - de Brady Corbet

EEUU - 2025


Parece que sólo se habla de las tres horas y veinte minutos que dura esta película; pero que nadie se asuste, tiene un gran ritmo y lo que cuenta mantiene alto el interés durante todo el metraje. A mí no se me hizo pesada en ningún momento. Otra cosa es que la considere extraordinaria.

La cinta narra la historia del arquitecto judío László Tóth (Adrien Brody), célebre en Europa por sus edificios estilo Bauhaus, pero que tuvo que huir a EE UU tras pasar por un campo de concentración nazi. En Norteamérica debe empezar de cero sufriendo el racismo y la desconfianza que los estadounidenses destilan hacia los inmigrantes. Vive con su primo al que ayuda en su tienda de muebles, pero acaban enemistados y él viviendo en un albergue. Por suerte le dio tiempo a realizar una biblioteca para el ricachón Harrison Lee Van Buren (Guy Pearce), cuyo diseño llama la atención de una revista, lo que le otorga un incipiente prestigio. El propio Van Buren quiere rentabilizar el éxito y le encomienda el diseño y ejecución de un complejo religioso-cultural en homenaje a su madre muerta. Esta construcción y la relación tumultuosa con su mecenas serán el hilo conductor de esta película que aparece dividida en dos actos y un Epílogo.
 



El protagonista absoluto de la cinta es este arquitecto de talento único que revolucionó la forma de construir edificios y creó el estilo brutalista que da título a la película. Es en este sentido que la película me ha decepcionado. Seguimos la peripecia vital del hombre -su angustia por traer a su mujer retenida en Austria, su vivencia tormentosa con su familia, sus enfrentamientos con el ricachón y su entorno, su drogadicción- pero de sus ideas revolucionarias como arquitecto casi nada se dice.

Si enfocamos la película sobre el modo en que los emigrantes judíos fueron recibidos en EEUU el asunto es amargo. El propio primo se ha cambiado el apellido para tener su empresa y su mujer norteamericana no acepta a su primo judío. Finalmente logra enfrentarlos y acaba echando a László. Tampoco el hijo del ricachón deja de vigilarlo y un día le advierte "no te olvides, sólo os toleramos". En otro momento escuchamos por la tele la resolución de la ONU creando el estado de Israel, así como la proclamación por parte de Ben Gurión. 
Pero no está ahí el centro de la película.



Si, en cambio, enfocamos la película sobre las turbulentas relaciones entre el poder económico y el arte, ahí sí que hay tela que cortar (y pantalones que bajar). Mr. Van Buren es un tipo que quiere jugar el papel de mecenas del arte y la arquitectura, pero sobre todo quiere ganar dinero y que la gente le rinda pleitesía. Ninguna de estas dos cosas le ofrece László. Hay dos momentos brutales en que Mr. Van Buren le deja muy claro quién manda allí y quién debe obedecer. Uno es cuando decide cerrar la obra y despedir a todo el mundo y otro es más íntimo y descarnado. Por ese motivo el duelo interpretativo entre Pearce y Brody es colosal. Tóth será sucesivamente bendecido y admirado para decaer después a ser tolerado, posteriormente despreciado y finalmente abusado mientras lucha por hacer realidad su obra. László Tóth comprobará con amargura que huyó del fascismo para caer en el capitalismo más depravado.

No hay duda de que el director y guionista sitúa aquí el centro de su película tal y como ha referido en alguna entrevista: «Me interesa tratar aquello que alimenta ideologías tiránicas. El brutalismo como metáfora. Y, como en el caso de The Brutalist, los personajes que luchan y buscan mostrar su mundo interior aún en circunstancias claramente adversas». Este desequilibrio coercitivo, plenamente capitalista, se lo recuerda su mujer al pobre Laszlo con una cita de Goethe  «No hay mayor esclavo que aquel que se considera libre sin serlo».


Tengo que reconocer que esperaba mucho más de la película en cuanto a los tormentos y destellos creativos de un artista tan dotado. No hay nada de esto en El Brutalista. Se nos cuenta el detalle de sus desventuras como hombre, pero nada aparece sobre su inspiración o audacia como arquitecto. Sólo un par de frases me he podido llevar al gaznate. Una, que el hormigón es más barato que el mármol. Otra cuando le reconoce a su mujer que donará su sueldo para poder acabar la obra y ésta le pregunta "¿qué parte del edificio es la que pagamos?"; a lo que él responde, "la altura de los techos. La gente tendrá que mirar hacia arriba para ver la luz en este edificio".
Demasiado poco.

Aunque nos regala unas imponentes imágenes de las canteras a cielo abierto de donde se extrae el mármol de Carrara. Tenemos que esperar a un escueto Epílogo, con formato de reportaje televisivo, en el que vemos a un László ya anciano recibir un homenaje en Venecia. Allí su sobrina explica el sentido de su obra y la motivación de su estilo.

Después de reflexionar sobre la película me quedo con el potente carácter de biopic que ha conseguido. En este sentido me recuerda al film Tar (Todd Field). László Tóth no existió, pero como personaje es fascinante; el tejido que conforma su experiencia personal y el momento histórico que vive logra trasladarnos una intensa sensación de realismo y autenticidad. 







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M. Breuer - Iglesia de la Abadía de St. John´s - Minnesota















   El director ha reconocido que para escribir el guión se inspiró en dos libros, el del historiador de la arquitectura Jean-Louis Cohen, "Architecture in Uniform: designing and building for the Second World War" (2011); y otro donde se relatan los trabajos del arquitecto Marcel Breuer para diseñar los planos de la abadía de San Juan en Minnesota. Fue “una de las mayores fuentes de inspiración para The Brutalist” ha reconocido. Como Tóth, Breuer era húngaro de origen judío y se trasladó a los Estados Unidos antes de que estallase la guerra. 

Ayuntamiento de Boston




    Fue el mismísimo Le Corbursier quien acuñara en la década de 1950 el término béton brut (hormigón a la vista o en bruto), que más tarde se transformaría en “brutalismo” de la mano del crítico de arquitectura Reyner Banham. El ´brutalismo´ surgió durante la posguerra en el Reino Unido. Heredero en parte del racionalismo de Le Corbusier, plantea exponer al edificio de una forma honesta, con materiales a la vista, sin adornos.  De ahí que se construyese con hormigón desnudo (u otros materiales, siempre que quedasen a la vista), en edificios de grandes dimensiones y con paneles de hormigón enormes.

El brutalismo nació de la mano de las utopías sociales propias de aquélla época, aunque tuvo acogida y desarrollo a ambos lados del Telón de Acero durante las dos décadas siguientes. Posteriormente, en tiempos más cercanos a la actualidad, numerosos diseñadores trabajaron para que este estilo arquitectónico perviviera, aunque muchos de los edificios insignia del movimiento cayeron en el olvido o incluso fueron abandonados y finalmente derribados.

En España también hay edificios brutalistas.
Iglesia Nuestra Sra. del Rosario de Filipinas, de Cecilio Sánchez-Robles (1970) -Madrid-

Torres Blancas -Saenz de Oiza (1969) -Madrid-


Iglesia Sta. María de Sales, Viladecans (1967) de R. Kramreiter

lunes, 27 de enero de 2025

INCRUSTADOS - de Ian Watson



Es increíble la amplitud del arco argumental que consigue esta novela que casi no llega a las trescientas páginas en octavo. Nos lleva desde un experimento con huérfanos que sufren trastornos del habla por daño cerebral hasta un encuentro con alienígenas pasando por el relato lingüístico-antropológico sobre un tribu del Amazonas brasileño. La conjugación de todo ello nos habla del destino de la humanidad.

Aunque visto el propósito tanto de los alienígenas sp´thras como de los indígenas xemahoas también se puede decir que el asunto de esta fascinante novela es narrar el punto de encuentro entre mito y realidad. Se trata de una obra llena de ideas tan seductoras como son los límites de la conciencia, la percepción de la realidad y el papel que ahí juega el lenguaje; sin olvidar asuntos más mostrencos como la guerra fría o la colonización que sufren los pueblos indígenas.

El desarrollo de todos estos temas se lleva a cabo a través de tres líneas narrativas.
En la primera el lingüista Chris Sole dirige un experimento secreto con niños con trastornos del habla a los que trata con fármacos avanzados. Los niños están confinados en un entorno controlado vinculado a un lenguaje artificial que se les enseña para conocer cómo aprende el cerebro y cómo modela su entorno a partir del lenguaje. Se trata de "incrustar" un lenguaje artificial en los niños para comprobar si esto les provoca un cambio en su percepción de la realidad.
"—¿Ha oído hablar de un poema de un escritor francés, Raymond Roussel, llamado Nuevas impresiones de África? —El norteamericano negó con la cabeza—. Es un poema curioso. De hecho, resulta prácticamente ilegible. En un sentido literal, me refiero. No es que sea malo, ni de coña: derrocha ingenio. Pero es el ejemplo más bestia de lo que en lingüística llamamos autoincrustación, y eso es lo que aprenden mis chicos…
—Autoincrustación… ¿Cómo definirías ese concepto?
(...)
—La autoincrustación es un uso especial de lo que denominamos reglas de recursividad, reglas que permiten realizar la misma operación más de una vez cuando se construye un enunciado, de modo que se le puede dar la forma y la longitud que uno desee. Para comunicarse, los animales cuentan con una serie restringida de señales o bien con variaciones en la intensidad de una misma señal. En cambio, los humanos no tenemos esa limitación. Cada uno de los enunciados que construimos es una creación original, gracias a esta propiedad recursiva. «El perro y el gato y el oso comen.» «Comen el pan y el queso y la fruta, voraz y ávidamente.» Aunque usted nunca había oído estas oraciones concretas (son nuevas), las entiende sin problema. Eso es porque tenemos en el cerebro un programa flexible y creativo para el lenguaje. Pero la autoincrustación lleva la mente humana casi hasta el límite, lo que nos permite utilizarla para explorar la frontera…"
pág. 58

La segunda está vinculada a la primera puesto que el antropólogo-lingüista Pierre Darriand -antiguo amante de la mujer de Chris Sole- estudia el extraordinario idioma de la tribu xemahoa cuyo brujo, con la ayuda de una sustancia alucinógena, ha logrado articular el lenguaje incrustado con naturalidad, logrando vislumbrar otra Realidad. Pero esta prometedora investigación puede tener los días contados, ya que el hábitat y la cultura de estos indígenas brasileños están amenazados por una gigantesca presa auspiciada por EEUU, lo que convertirá su selva en un inmenso mar. Mientras el antropólogo apura su estudio un grupo ecoterrorista se prepara para plantar batalla a la presa.
"Nuestro Gobierno ha hipotecado la cuenca entera del Amazonas a Estados Unidos. Ha construido carreteras para Bethlehem Steel y King Ranch, en Texas. Los «Grandes Lagos» dividirán nuestro país en dos: una colonia de Estados Unidos, que explotará los minerales de la zona para abastecer su industria tecnológica, y un régimen tipo Vichy para los brasileños, un mercado de consumidores pasivos."
Cuando todas estas líneas narrativas están más tensas aparece una tercera, radicalmente nueva, puesto que allí se presenta una gigantesca nave espacial con los alienígenas Sp’thra, que llegan a la Tierra con un inaudito ánimo negociador. Como los antiguos fenicios buscan comerciar, pero en este caso con conocimientos. No en balde su nombre significa "mercaderes de signos"  y lo que más les interesa es el lenguaje xemahoa, por lo que Chris Sole es requerido como experto para negociar con ellos.
Hay muchas maneras de ver Esta Realidad, muchas perspectivas, y eso es lo que buscamos en nuestros trueques. Podría decirse que comerciamos con realidades… —Hablaba como un vendedor de curalotodos en pleno discurso de ventas. ¿O como un visionario obsesionado? Seguramente la segunda hipótesis se aproxima más a la realidad, concluyó Sole mientras el extraterrestre proseguía con vehemencia—: Nuestro objetivo es unir todas las perspectivas que existen, deducir los rasgos distintivos de Esta Realidad. A partir de este conocimiento, inferiremos las variantes de la realidad externas a ella ¡y así podremos asimilar la Otra Realidad, comunicarnos con ella, dominarla!
—En otras palabras —terció Sole, dejándose llevar también por el entusiasmo—, ¿lo que hacéis es explorar la sintaxis de la realidad, la manera en que una diversidad de seres «compone» literalmente su imagen de la realidad? ¿Catalogáis las lenguas que ha desarrollado cada especie, con cada tipo de cerebro, para trascender de algún modo esta realidad? ¿Es esa la idea? 
pág. 169
'Incrustados' critica al capitalismo y su proverbial voracidad, que es indiferente a su impacto cultural y ambiental. También a la guerra fría cuando intervienen EEUU y Rusia para tratar (desastrosamente) con los alienígenas; pero el asunto central que subyace a la narración es la naturaleza del lenguaje y cómo éste determina nuestra percepción de la realidad. Tanto la investigación para incrustar un lenguaje artificial en niños como la propia lengua xemahoa tienen que ver con la posibilidad de que la reestructuración de los lenguajes humanos podrían acercarnos más radicalmente a lo Real. No olvidemos que el lenguaje es una de las herramientas que nos hace conocer e interpretar la realidad, pero no deja de ser más que una capa que se extiende sobre lo real sin aprehenderlo de forma absoluta e inapelable.
"… su bruxo practica con asombrosa habilidad la incrustación profunda del lenguaje…, aquella incrustación rousseliana de la que hablamos hace tanto tiempo en África como la posibilidad más estrambótica.
Para ello, se vale de una droga psicodélica. Aún no he identificado su origen. Todas las noches recita las complejas leyendas de la tribu, cuya estructura se refleja en la estructura del lenguaje incrustado, que la droga le permite entender.
El habla incrustada salvaguarda el secreto del alma de la tribu, de sus mitos, pero también les permite experimentar la vida mítica al participar en los cánticos y las danzas. La lengua coloquial cotidiana (el xemahoa A) sufre un proceso de recodificación extremadamente sofisticado que descompone la linealidad habitual del lenguaje y reintegra al pueblo xemahoa en la unidad espacio-tiempo que los demás seres humanos nos hemos vuelto incapaces de ver. Y es que nuestros idiomas han erigido una barrera, un gran filtro, que separa la realidad de la idea que tenemos de ella.
En algunos aspectos, el xemahoa B es la lengua más auténtica con la que me he encontrado." pag 128


La novela se alinea con las teorías lingüísticas de Noam Chomsky referidas a que detrás de todos los dispares idiomas se esconde una gramática universal común. Watson plantea que incluso podría ser común a nivel galáctico ya que los alienígenas Sp’thra vienen recorriendo la galaxia recolectando idiomas y cerebros para completar el lenguaje universal de Esta Realidad y así poder acceder a la Otra Realidad, de donde suponen que vinieron Los Portavoces del Cambio ("The Change Speakers"), el dogma central de su cultura. Así es como la búsqueda de un lenguaje universal adquiere un componente mítico según el cual Los Portavoces del Cambio entraron en fase con los Spthra hace trece mil años para abandonarlos al poco tiempo de forma inexplicable. Algunos representantes terrícolas sugieren que estos Portavoces bien podrían ser la versión Sp´thra de Dios, cuya búsqueda supondría el ansiado regreso a la unidad primordial.

Watson no se atonta con estas posibilidades de trascendencia y mantiene los pies en el suelo. La narración es muy ilustrada pero en ningún momento se estanca. Además sabe que la codicia humana y la estupidez política no tardarán en hacer acto de presencia. 

En realidad la novela juega con los conceptos de dos escuelas lingüísticas contrapuestas, la del relativismo lingüístico propugnada por el antropólogo y lingüista Edward Sapir (1884-1939) y su discípulo Benjamín L. Whorf (1897-1941) que plantea que el lenguaje determina el modo de pensamiento. Y la del innatismo lingüístico de Noam Chomsky, que sostiene que los seres humanos nacemos con una predisposición innata para el lenguaje que Chomsky definió como “gramática universal”; una serie de reglas gramaticales y principios que son innatos y están codificados en el cerebro humano desde su nacimiento. Con esta base los niños pueden aprender cualquier idioma al que estén expuestos. 

 Aunque la crítica y el propio Watson sitúan su novela en oposición a la hipótesis de Sapir y Whorf, lo cierto es que percibimos el relativismo lingüístico tanto en los niños que hablan un lenguaje artificial, como en el brujo xemahoa. En ambos casos encontramos esa provocadora idea de que el lenguaje da forma a nuestras realidades colectivas e individuales.

Recientemente pudimos ver esta noción llevada hasta el extremo en la película La llegada de Denis Villeneuve, basada en el magistral relato de Ted Chiang, "La historia de tu vida". En esta historia el lenguaje de los alienígenas les había hecho desarrollar un modo de consciencia del tiempo simultáneo, en vez del secuencial que practicamos los humanos. En el relato podemos leer, "Nosotros experimentábamos los acontecimientos en un orden, y percibíamos la relación entre ellos como causa y efecto. Ellos experimentaban todos los acontecimientos a la vez".



Esta  hipótesis de Sapir y Worf ha aparecido en otros clásicos de la ciencia ficción como Los lenguajes de Pao, de Jack Vance; Babel-17, de Samuel R. Delany o Embassy Town de China Mièville, los cuales exploran mundos donde el lenguaje puede dar forma al pensamiento determinando la visión del mundo que tienen sus hablantes y condicionando sus capacidades cognitivas.

Otro aspecto llamativo de la novela es su estructura, el modo en que integra historias tan diversas en una trama perfectamente fluida y lineal. El propio Watson nos revela su modelo en los primeros capítulos del libro al hacer referencia al poema imposible de Raymond Roussel, "Nouvelles impressions d´Afrique", publicado en 1932. Allí podemos encontrar una narración en forma de oraciones subordinadas que integran otras oraciones subordinadas que a su vez integran otras oraciones subordinadas, etc. Este tipo de subordinación se conoce como incrustación. Del mismo modo podemos apreciar cómo Watson incrusta en su relato tramas y temas en los que se incrustan subtramas y subtemas en los que se incrustan.... 
Una audacia formidable. 

viernes, 24 de enero de 2025

CONCLAVE - de Edward Berger

UK, 2024


Siempre se ha dicho que una partida de ajedrez es la metáfora perfecta de una batalla entre dos ejércitos, con sus infantes, torres y caballería. Del mismo modo se puede decir que esta película sobre unos cardenales encerrados para elegir Pontífice es una metáfora inesperada de los tiempos que vivimos. Porque aunque no sea una película de autor sino un muy entretenido thriller sobre la descarnada lucha por el poder en el Colegio Cardenalicio; el microcosmos que generan este centenar de cardenales confinados reproduce con sutileza los males de nuestro tiempo, la lucha por imponer el relato, la intolerancia, el frentismo ("¡Sí que es una guerra y tienes que elegir bando!" le grita un compañero al cardenal Decano) y la manipulación.

Cónclave nos permite ser testigos de uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección de un nuevo Papa. Cuando los regidores de la Iglesia Católica se reúnen en el Vaticano, el decano de los cardenales se percata de una compleja conspiración, a la vez que descubre un secreto que podría hundir o revolucionar a la propia institución de la Iglesia.

La historia comienza con la súbita muerte del Sumo Pontífice. La Sede Vacante obliga a iniciar los protocolos del Cónclave que reunirá a todos los cardenales del mundo para elegir un nuevo Papa. El encargado de dirigir la elección es el padre Lawrence, Decano del Colegio Cardenalicio, papel que le viene como anillo al dedo a un Ralph Fiennes que lo borda. Aturdido aún por la muerte del Papa, el Cónclave le llega a Lawrence en un momento muy delicado. Lleva un tiempo albergando muchas dudas sobre su papel en Roma y querría retirarse a un convento. No dejan de asaltarle preguntas como ¿a quién estoy sirviendo de verdad, a Dios o a la Iglesia?.





La película es un thriller lleno de suspense en el que abundan los pasillos vacíos, las puertas que se abren y cierran en secreto y las confidencias. Las conversaciones son un susurro y las miradas siempre están alerta lo que logra crear una enrarecida atmósfera de complot.

Las soberbias estancias y la solemnidad de los actos encajan perfectamente con las intrigas solapadas. Entre los silenciosos claustros y el aleteo de sotanas y mucetas¹ no solo asistimos a una encarnizada lucha por el poder, sino también a la disputa sobre el papel de la iglesia en el mundo y a la milenaria batalla que en su seno libran tradición y modernidad. Para ello vale todo, reuniones secretas, manipulación, difamación y simonía². Monseñor Lawrence pronto se dará cuenta de que se está fraguando un complot que no puede controlar. 



La cinta adapta el libro homónimo del autor superventas Robert Harris y, como él, sabe colocar cada nueva revelación en el momento adecuado para que el interés no decaiga. Porque hay que decir que el ritmo es pausado pero intenso. Las secuencias están llenas de silencios y susurros que no hacen sino acrecentar el misterio y la sospecha de que algo se está maquinando. 

Para ese juego de silencios y miradas oblicuas nada mejor que contar con un gran elenco de actores, gente capaz de hacernos saber lo que está pasando por su cabeza mientras escuchan y observan. Ralph Fiennes representa con un gran poso la desazón por sus propias dudas y el abatimiento por la mezquindad de sus colegas. Enfrente tendrá a tres líderes muy dispuestos a jugar sus cartas; el liberal monseñor Bellini (Stanley Tucci), el insidioso monseñor Tremblay (John Lithgow) y el retrógrado monseñor Tedesco (Sergio Castellitto).

Aprecio tres niveles en la película. El puro thriller por un lado, las intrigas en torno al poder. Por otro lado el viaje personal de monseñor Lawrence, sus dudas, su resignación e incluso -en un momento dado de la elección- su ofuscamiento ante las llaves de Pedro. Finalmente, y no menos importante, el nítido manifiesto que recorre la película en favor de la tolerancia...¡en estos tiempos oscuros! 
Esto se puede ver en tres momentos claves. 
El primero tiene lugar en la homilía que abre el Cónclave. Tradicionalmente este sermón tiene como objetivo exponer el estado actual de la Iglesia y sugerir las cualidades necesarias que en ese momento histórico se esperan de un elegible a Papa. Pues bien, el decano Lawrence, como encargado de dicho sermón, provoca un pequeño terremoto al expresar que espera un Papa que responda a los retos del mundo actual y que dude: "El pecado que más temo es la certeza", llega a decir. También, deseo más un Papa que dude o que peque a uno que venga con el látigo o la espada. Efectivamente uno de los cardenales más destacado aboga por plantar batalla al islam y a otras religiones, expresándolo con visceralidad
"¿No les parece que en parte también nosotros somos responsables? Toleramos el islam en nuestra tierra, pero a nosotros nos insultan en la suya; les ofrecemos comida en nuestra patria, pero ellos nos exterminan en la suya, por decenas de millares y, sin duda, por cientos de millares, el genocidio ignorado de nuestra era."
El segundo momento clave se produce cuando al retrógrado y belicoso cardenal Tedesco le replica un insignificante cardenal que ha vivido en carne propia la barbarie de la guerra en el Congo y en Afganistán. Este cardenal será el mejor diapasón para las dudas de monseñor Lawrence.
"Todo hombre digno de verdad debe considerarse indigno. ¿No era eso lo que quería decir con su homilía? ¿Que sin cierto grado de duda no puede existir la fe? Me recordó mucho a mi experiencia. Las escenas que he presenciado, sobre todo en África, harían que cualquier persona se cuestionase la misericordia de Dios."
El tercer momento se da en el sorpresivo desenlace.
Notable.


Edward Berger dirigió anteriormente el film antibelicista "Sin novedad en el frente"

¹ Muceta.- Prenda corta que cubre los hombros y llega hasta los codos teniendo una fila de botones en la parte delantera. Es de origen medieval y la pueden llevar los jerarcas eclesiásticos. La de los cardenales es de color rojo.

²  Simonía.-  Dentro del cristianismo, la simonía es la compra o venta de cargos eclesiásticos, sacramentos, reliquias, etc. (algo espiritual) por medio de bienes materiales. En la wikipedia podemos leer que esta palabra "deriva de un personaje de los Hechos de los Apóstoles llamado Simón el Mago, quien quiso comprarle al apóstol Simón Pedro​ su poder para hacer milagros y conferir, como ellos, el poder del Espíritu Santo, lo que le supuso la reprobación del Apóstol: «¡Que tu dinero desaparezca contigo, dado que has creído que el don de Dios se adquiere a precio de oro!».





❧☘☙



Cuando escuché el sermón del Decano al Colegio Cardenalicio no puede dejar de acordarme del sermón que antes de ayer mismo le soltó a la cara, al mismísimo Trump, la obispa de la iglesia episcopaliana Mariann Edgar Budde.

El servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington también es una tradición antes de la investidura del Presidente de EEUU; pero la obispa encargada del sermón, después de las proclamas de odio, homofobia y xenofobia del Presidente electo, no pudo menos que recordarle que si había venido a la casa de Dios debía escuchar su palabra y practicar sus valores.

"En el nombre de nuestro Dios le pido que tenga piedad de la gente de nuestro país que ahora está asustada. Hay niños homosexuales, lesbianas y transgénero en familias democráticas, republicanas e independientes, algunos de los cuales temen por sus vidas. Y por la gente que recoge nuestras cosechas y limpia nuestras oficinas. Que trabajan en granjas y en empacadoras de carne, que lavan la vajilla después de que comamos en los restaurantes y que trabajan en turnos de noche en los hospitales".

"Podrán no ser ciudadanos, o no tener la documentación apropiada. 
Pero la vasta mayoría de los migrantes no son criminales. Ellos pagan impuestos, son nuestros vecinos, son fieles miembros de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas y templos".

"Le pido que tenga clemencia con aquellos en nuestras comunidades cuyos niños temen que sus padres sean llevados lejos. Y que ayude a los que huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí".

Como se ve no hizo más que recordar valores universales de piedad, misericordia y compasión. Lamentablemente Trump considera a Dios el presidente de una república menor y esa misma noche respondió en su red social considerando a Budde como "una radical de izquierda que odia a Trump", señalándole que "ella y su iglesia le deben una disculpa al público".
El republicano Mike Collins quiso llegar más lejos y dijo que Budde debería ser "añadida a la lista de deportaciones"... pese a que la obispa es estadounidense.
Pandilla de impresentables.

miércoles, 22 de enero de 2025

SILENCIO - de Octavio Paz

"Neurona" de Roxy Paine en Frederik Meijer Gardens, Grand Rapids
















 

SILENCIO

 

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.




Octavio Paz


 

domingo, 19 de enero de 2025

EL EMPERADOR POLLO en SU TRONO


(c) Michael Addler


Ya está el Emperador Pollo en su trono
y todo el mundo contiene la respiración.
...Pero entonces quién lo ha votado?
Gente cabreada con el sistema...
que sienten que nunca nadie los escuchó.
Creen que si le dejan destruir el estado de derecho,
a la oposición, a la prensa y a la propia democracia...
por fin serán libres.

(c) David Horsey/Los Angeles Times


...como ovejas en el corral del lobo.








(c) Anne Telnaes



Pero el Emperador Pollo es un ser pequeño y egoísta
que tiene miedo....como la gente que sigue a este flautista.
Sólo quiere que lo adulen y lo quieran...
...mientras juega al monopoly con sus amigos milmillonarios.

Como son ricos se suponen más inteligentes y con derecho a 
decidir el destino del mundo...
...pero por si acaso nombró a suficientes jueces del Supremo para conseguir impunidad total.
"podría disparar a una persona en la calle y seguir siendo el más votado".




 
Un tipo que es capaz de soltar sandeces como que
los inmigrantes se están comiendo a las mascotas de la gente en ciudades como Springfiel 
que hay estados demócratas que permiten el aborto después de que el niño haya nacido 
que los padres estadounidenses están lógicamente preocupados porque mandan al niño a la escuela por la mañana y allí lo operan, devolviéndolo como niña por la tarde.....
...debería estar escondido en su cloaca ignorado por la gente decente.




Pero aquí está. 
Dispuesto a abrir la puerta del sumidero para que el odio, el racismo y la xenofobia se desparramen por el mundo.
Toda una regresión de lo mejor del ser humano.




"Cuando México nos envía a su gente, no nos están enviando lo mejor. (...) Nos están trayendo drogas. Nos están trayendo crimen. Son violadores."













(c) David Horsey/Los Angeles Times















(c) Ricky Blanco/La Vanguardia





Buenas noches y buena suerte.

miércoles, 15 de enero de 2025

EL FUEGO - de David Rubín



Un asteroide se dirige a la Tierra y su masa indica que provocará una destrucción total. La Humanidad lanza contra él una nave a la desesperada, con la intención de que colisione y logre desviarlo; aunque pinta mal.
Pero no está aquí el foco de la historia, sino en Alexander Yorba, un arquitecto estrella al que se le encarga la realización de una colonia en la luna para salvar por lo menos al 1% de la Humanidad. En el colmo de las desdichas, cuando el arquitecto está sumido en esta construcción colosal se le diagnostica un cáncer terminal en el cerebro. Inoperable. Le quedan los mismos escasos meses de vida que a toda la Humanidad.
Ahí está el punto de inflexión.

¿Qué hago con estos días postreros antes de que el destino me alcance? ¿Quizás he dilapidado mi vida aparentemente exitosa? Ante la devastación total que se avecina el protagonista emprende un viaje introspectivo y catártico en torno a su vida cuestionándose todas las decisiones que ha tomado.


El Fuego es un cómic con un despliegue gráfico impresionante. El autor logra un desarrollo narrativo que es a la vez íntimo y apocalíptico aunque parezca contradictorio. También amargo y conmovedor. Como dice Fernando de Felipe en el epílogo del volumen "imposible no quedar tocado por todo lo que aquí se cuenta, tanto en su apocalíptico fondo como en su flamígera forma". Porque es el fuego interior del protagonista el que vamos a explorar. La cosmo-agonía que vamos a contemplar no es la del planeta Tierra, sino la del universo vital de Alexander Yorda.

Tras conocer su enfermedad, su primera reacción es abandonar ese descomunal proyecto que según pasan los días más carece de sentido. Además se trataba de un proyecto éticamente muy discutible: sólo estaba destinado a las élites. Su segunda reacción es centrarse en lo más esencial y retomar su abandonada vida familiar. Su mujer y su hija han venido soportando sus prolongadas ausencias durante años y ahora no quiere dilapidar ese néctar. Pero todo se está yendo al traste rápidamente.


Se hace evidente que El Fuego es una obra de ciencia ficción con un toque existencialista que no tiene empacho en situarnos ante nuestras propias contradicciones, obligándonos a fijar nuestras verdaderas prioridades. Es una de esas obras capaz de dejar un poso de desasosiego tras su lectura. Aunque para nada es una obra sesuda, al contrario, es pura narrativa visual y sus 250 páginas te las lees en una sentada.

Rubín deja que sean las imágenes las que hablen más que soltarnos un rollo depresivo. El cataclismo del mundo y de la vida de Yorba están representados con una poesía visual única. Acompañamos al arquitecto en su periplo por el fin del mundo recorriendo varias ciudades (Ámsterdam, Roma, Madrid) que Rubín escenografía  en portentosas páginas dobles. Los colores que priman son rojos y amarillentos, pero un tanto apagados, como representando un cansancio y una decadencia que afectan al propio fuego destructivo.

Rubín es el autor total del volumen, firma tanto el guión como el dibujo y el color. Sin duda es una obra muy personal y visceral que nos propone un intenso viaje emocional. Siendo Alexander Yorda el arquitecto más afamado y exitoso del mundo no puede evitar reconocerse como un alienado por su propio éxito. Desactivados sus logros y su ambición, se nos aparece inmerso en un mar de errores y arrepentimientos profundamente humanos. Incluso en muchos momentos nos llega a parecer un tipo despreciable; pero asfixiado por un intenso sentimiento de culpa emprende una travesía hacia la redención plenamente honesta. En algún momento me he acordado de la película Melancolía de Lars Von Trier. 

En rtve.es él mismo comenta su obra: 
“Es un cómic para el que me he abierto en canal, he ardido con El fuego. Es un tebeo duro en el que no me dejo nada en el tintero y lo he hecho del modo más honesto posible, sin pensar en cómo se me juzgará por ello. He hecho la obra que necesitaba hacer y como creía que debía hacerla”.
El fuego es mi tebeo más íntimo y personal, pero también es en el que más hablo de nosotros como sociedad. Sobre a dónde vamos y los errores que creo que estamos cometiendo”.
La edición es magnífica. Astiberri ha apostado por entregar al aficionado un producto lustroso donde poder apreciar en toda su amplitud la calidad del color y las audaces soluciones narrativas que aporta Rubín. Además incluye un código QR para conocer el making off a modo de extras.











El gallego David Rubín (Orense, 1977) dio un salto de gigante con los dos álbumes de El héroe (Astiberri, 2011-2012), uno de las mejores cómics de principios de siglo, donde Rubín reunía influencias de los superhéroes americanos y del manga para narrar los doce trabajos de Hércules en forma de space opera. Continuó esa senda mitológica con Beowulf (Astiberri, 2013), con guion de Santiago García, donde demostraba que un texto vetusto podía reverdecer laureles en las páginas de un cómic con acción trepidante y un apartado visual apabullante.

La edición norteamericana de Beowulf le abrió las puertas de EEUU donde ha conseguido éxitos como Ether -con guión de Matt Kindt- (2016), Black Hammer -con guión de J. Lemire, D. Ormston y D. Stewart- (2017) y Mitos nórdicos (2022).

Desde mediados de 2021 ha estado trabajando en dos obras muy personales; la novela gráfica autofinanciada Cosmic Detective, con guion de Jeff Lemire y Matt Kindt, en la que retoma algunos de los temas que desarrolló en El héroe y la presente, El Fuego

lunes, 13 de enero de 2025

NO DIGAS NADA - creada por Joshu Zetumer


Esta serie nos relata en toda su crudeza los años conocidos como The Troubles, los 20 años -desde finales de los 60 hasta los 90- que el Ejército Republicano de Irlanda (IRA) sembró de bombas, atentados y desapariciones. Compuesta por 9 episodios el hilo conductor es la peripecia vital de las hermanas Price, Dolores y Marian; dos jóvenes católicas que ante las humillaciones y segregación a la que les sometían los protestantes probritánicos decidieron enrolarse en la banda terrorista. Inicialmente Dolores rechazaba la violencia como solución al conflicto irlandés; pero tras ser agredida con furia al participar en una manifestación pacífica en defensa de los derechos civiles, cambió de opinión y se sumó a la lucha armada por una Irlanda unida. 

No digas nada se centra en la vida y hechos de estas dos hermanas en el IRA (El momento cumbre de su carrera es el atentado con bomba en Old Bailey en marzo de 1973, en el que más de 200 personas resultaron heridas); pero tiene dos subtramas que la recorren por debajo hasta convertirse en el centro de la historia durante los dos últimos capítulos, el secuestro y asesinato de Jean McConville y la figura de Gerry Adams, líder del Sinn Feinn, cuya figura sale malparada. McConville era una viuda de 38 años, católica y madre de diez hijos, que no se quiso involucrar con los terroristas pero que, por humanidad, asistió a un soldado británico herido en su portal. Pocos indicios más bastaron para que los republicanos la raptasen y ejecutasen bajo la acusación de ser una traidora informante. Su secuestro marca el punto de partida de la serie y la investigación sobre su desaparición y hallazgo del cadáver supone el punto final. Entremedias se desarrolla una exploración compleja y altamente dramática de esa época terrible. 




La ejecución de McConville por el IRA fue una de las más controvertidas de entre los más de 3.000 asesinatos que la violencia sectaria produjo durante tres décadas en Irlanda de Norte. De hecho el IRA ejecutó a varios de sus miembros y a civiles por meras sospechas de traición o colaboracionismo, con la intención de mantener el control interno en su territorio. La serie refleja notoriamente ese miedo a represalias por hablar o actuar, revelando la atmósfera asfixiante que se vivía a diario y los dilemas morales que afrontaban quienes se encontraron atrapados en ese fuego cruzado. 

El otro asunto que permea todos los capítulos es el papel que jugó Gerry Adams, tanto en los atentados terroristas como en el proceso de paz que le llevó a la Casa Blanca en 1994. Él nunca admitió haber pertenecido al IRA y mucho menos haber ordenado secuestro a atentado alguno -así reza a la conclusión de cada capítulo de esta serie que narra con verosimilitud sucesos históricos-; pero los hechos narrados por Dolores Price lo desmienten y le retratan como un personaje melifluo y escurridizo; siempre atento a flotar sobre la mierda que imponía a los demás y pendiente solo de pulir su figura pública. De ahí que la serie conjugue no sólo el interés dramático (alto) de personas concretas como las hermanas Price o los hijos de McConville, sino también el interés histórico de lo que supusieron aquellos años de plomo, la intrahistoria del conflicto y cómo al final los republicanos se sintieron estafados por su líder.

Esto lo expresa muy gráficamente su lugarteniente, Brendan ´Dark´ Hughes (Anthony Boyle), cuando ya fuera de la cárcel ve triunfar al diputado Gerry Adams tras renegar de su pasado, mientras él tiene que bregar con sus traumas, su conciencia y una precaria situación económica. Al encontrarse con Dolores y ser preguntado por ésta le responde: "Lo veo como el tipo que convence a cien personas para que empujen un barco que está encallado y finalmente cuando el barco surca el mar él se sube y deja a los demás en tierra. Así me siento".














El título de la serie esconde una ironía amarga. Primero representa el silencio que el IRA imponía en sus barrios y reductos a todo aquel que allí vivía; pero luego ese silencio también lo impuso Gerry Adams a los propios miembros del IRA, cuando el proceso de paz estaba en marcha y temía que le torpedearan su carrera política. El autor del libro en que se basa la serie ha reflexionado: "Muchos en Irlanda del Norte creen que el precio de la paz es el silencio".

La miniserie es un ejemplo de periodismo objetivo mostrando la barbarie de ambos bandos. Queda patente la deshumanización de los protagonistas de aquellos hechos y el fanatismo con que se siegan vidas cuando está en juego una causa. Llama la atención el interés del comandante británico en que no se denomine "guerra" al conflicto, cuando la ocupación militar, las detenciones y la tortura hacia los católicos eran tan patentes como las tanquetas y los controles en las calles. Los británicos impusieron una sociedad segregada en Belfast, donde los católicos estaban arrinconados y sin posibilidades de promoción económica y social. 
 


Pero lo que queda finalmente en la retina es el coste psicológico de la violencia política. Ya adulta, y tras pasar por la cárcel, Dolores se confiesa a su hermana Marian (Hazel Dope): "Últimamente me estoy haciendo preguntas importantes". Ella tiene pesadillas con los compañeros católicos a los que condujo a la ejecución y solo puede dormir a base de pastillas y alcohol. Tanto los lugartenientes de Adams como las hermanas Price entregaron su vida a la causa y cuando acabó aquel período se encontraron vacíos, atormentados y en territorio de nadie. La narración no los presenta ni como héroes ni como villanos; sino como personas comunes que defienden románticamente su ideal de patria y comunidad; sin dejar de pensar en todo momento que están haciendo lo correcto. 

La serie es la adaptación del libro homónimo de Patrick Radden Keefe, bostoniano de ascendencia irlandesa que en 2013 quedó fascinado por la figura de Dolores Price tras leer una noticia sobre ella. Tras cuatro años de investigación y recogida de testimonios publicó su libro en 2018. La serie se beneficia de este texto ambicioso, pormenorizado y muy bien documentado que se lee como un thriller. Logra poner en contexto tanto a los hechos históricos como a los personajes. Representar hechos históricos no impide que la serie sea dinámica a la vez que profundamente emotiva. Hay que tener en cuenta que la herida irlandesa está todavía abierta y que el libro de Radden Keefe informa sobre desaparecidos que aún son llorados por sus familiares, así como sobre actos de figuras públicas que aún están vivas. Sin ir más lejos uno de los hijos de Jean McConville, Michael, declaró al Belfast Telegraph que "Utilizar lo que le pasó a nuestra madre para entretener es repugnante". Asimismo la exmiembro del IRA Marian Price ha demandado a Disney tras ser representada como la ejecutora de un crimen central en la trama.

Hay que reconocer que el relato es éticamente inapelable y la foto que nos ofrece de esa época sangrienta es creíble. Impresionan esas "desapariciones" de ciudadanos en las que Dolores participó como chófer, del mismo modo que nos sobrecoge la fuerza moral con que las hermanas Price afrontan una larguísima huelga de hambre en la cárcel.





El testimonio de Dolores Price (interpretada por Lola Pettigrew de joven y Maxine Peake de adulta) es la base de la crónica. Su testimonio, registrado antes de su muerte, nos ofrece una visión íntima de la lucha armada y de los dilemas morales que afrontaron quienes se involucraron en ella. Sus remordimientos le llevaron al alcohol y posteriormente al reconocimiento de los hechos ante un investigador universitario que se dedicó a recoger la historia oral de aquellos años por testigos de la época. 

Por supuesto la serie me recuerda a la desgarradora Patria, sobre el terrorismo de ETA; aunque yo creo que el espectro de esta es más amplio. Patria se centra en el drama de dos familias y unos retazos de la vivencia de la sociedad (como aquella perturbadora secuencia en que la "cuadrilla" ciclista del Tato le hace el vacío cuando es señalado por ETA). En No digas nada al drama personal se añade la visión política de aquellos hechos que culminaron en los acuerdos de Viernes Santo