Buenísima.
Lo digo deprisa por si prefieres pirarte al cine y disfrutar de esta divertidísima comedia que desborda frescura, inteligencia y vitalidad. Todo un canto desprejuiciado a la diversidad sexual.
Cuatro parejas y una mujer sorda esconden extrañas filias sexuales que descubren y afrontan con su pareja. Atravesando sus miedos, tabúes e inseguridades tratarán de integrarlas en sus vidas. Lo de menos son las parafilias que ha elegido Paco León, Dacrifilia (el placer proviene del llanto de otra persona), Elifilia (la obsesión por determinados tejidos), Somnofilia (la excitación sexual se obtiene interactuando con un individuo en estado de sueño), Harpaxofilia (atracción producida al ser asaltado con violencia) o Dendrofilia (excitación con las plantas o árboles). Lo importante es cómo el director ha conducido a sus personajes por este resbaladizo camino, con desarmante naturalidad, picardía y un punto de dulzura. A ello ayudan unos intérpretes en estado de gracia y una cálida fotografía, debida a Kiko de la Rica.
Belén Cuesta luce pícara y divertídisima |
Después de sus dos estupendas Carmenes (con un humor más negro que la actual), Paco León se doctora con una película de historias cruzadas, en la que demuestra un pulso y una pausa encomiable. En muchas ocasiones las comedias tienden al parloteo banal y al calibre grueso. No es el caso. El director demuestra esa difícil sabiduría que consiste en montar las escenas, dejando que su fruto madure sobre unos pocos gestos, silencios y miradas. De este modo, es el espectador el que suma las claves y encuentra tanto la risa como el gozo.
Las historias se desarrollan en tres actos cuya mezcla consigue un ritmo sostenido y vivaz. La escena de Candela Peña en trance de engañar a su marido, mientras descubre su inclinación al llanto; o la de Alexandra Jiménez haciendo de intermediaria en la llamada de un sordo a un número erótico, o las del pobre cirujano plástico cuando descubre su sonmofilia son hilarantes. Pero las situaciones son tantas y tan refrescantes que sales del cine reconfortado de haber podido hablar de sexo sin prejuicios ni ataduras. Paco León aborda con frescura y desenfado la falta de comunicación en la pareja, el miedo a desvelar nuestra intimidad y la vergüenza para liberar nuestras inclinaciones sexuales.
Además de las actrices referidas brillan, en un reparto de alta complicidad y desparpajo, el propio Paco León, Álex García, Natalia de Molina, Luís Bermejo, Mari Paz Sayago, Ana Katz, Belén Cuesta, Luís Callejo y David Mora.
Lástima que no sea del todo original, puesto que está basada en The Little Death, de Josh Lawson; pero el trabajo de adaptación es excelente y la realización más que notable.
P.D. En la sesión a la que acudí anoche había un montón de grupos de mujeres, de seis, siete u ocho personas, entre treinta y tantos y cuarenta y tantos años. Se rieron y divirtieron todavía más que yo. No sé qué pensar.
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