sábado, 14 de marzo de 2015

El VIEJO y el MAR - de Alexandr Petrov

Este cortometraje he recibido más de 11 premios internacionales incluido el Oscar de 1999. Es una adaptación de la novela homónima de Ernest Hemingway y fue la primera película de animación estrenada en cines IMAX.

A pesar de que la novela es muy conocida y ha tenido numerosas versiones, esta nueva adaptación tiene un enorme valor por su elaborado proceso de creación y su excelsa calidad artísticaCada fotograma es como un óleo que cobrara vida. Petrov utilizaba los dedos para pintar porque los pinceles le "distanciaban" de su obra, según decía. Así que la película fue elaborada esparciendo el óleo sobre un cristal con sus propios dedos, como si cada fotograma fuera un enorme lienzo. Tal es la calidad de cada "cuadro" que se puede hablar de "pinturas en movimiento".

La calidez de los colores, la luminosidad de los contrastres y la expresividad conseguida con esta técnica de animación hacen de este corto una obra maestra.





El corto ilustra le novela corta de Hemingway que narra la lucha entre un viejo pescador y un enorme pez. Esta lucha deviene en metáfora de la vida tal y como la concebía el escritor.

Según declaró Hemingway, intentó crear "un viejo real, un joven real, un mar real, un pez real y unos tiburones reales. Pero si los hice suficientemente buenos y reales, éstos pueden significar muchas cosas."

La titánica pelea de este anciano ejemplifica la constante lucha por la supervivencia; pero en esa pelea hay una nobleza inusitada. El viejo quiere doblegar al animal -lo que es decir a la naturaleza toda- pero a la vez su respeto por él es enorme. De hecho considera al pez su hermano. 

Otro asunto que vislumbramos se refiere a los ciclos naturales. El joven que acompaña al viejo aprende de él y se convertirá en su relevo natural. La fuerza del joven tiene un hilo transmisor con la sabiduría y la experiencia del viejo. 

Petrov se trasladó en 1995 al Pascal Blais Studio de Canadá, donde empezó a preparar el proyecto, cuyos trabajos se iniciaron en 1997. Dada la técnica artesanal -animación basada en pinturas al óleo pastel sobre vidrio- Aleksandr Petrov necesitó la ayuda de su hijo Dimitri. Petrov utilizaba la punta de los dedos, además de diversas brochas para pintar sobre diferentes láminas de vidrio colocadas en múltiples niveles. Cada una de ellas estaba cubierta de pinturas al aceite de secado lento. El proceso se completaba fotografiando cada cuadro pintado.

El formato de cada fotograma era cuatro veces más grande que el usual A4. Se pintaron más de 29.000 cuadros.

Otras obras suyas con ese estilo tan personal son La criada (1997) sobre un relato de Alexander Pushkin; El sueño de un hombre ridículo (1992) basado en una obra de Fiodor Dostoievski; y finalmente otra maravilla titulada My Love (2006)

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