viernes, 5 de julio de 2013

Monstruos University

de Dan Scanlon













La saga Toy Story ha redondeado una trilogía magistral dando tiempo al tiempo y cuadrando historias renovadoras y redondas que se basaban cada vez en un salto a un escenario totalmente nuevo y el hallazgo de originales y potentes contrincantes. 

Monstruos University da el salto de la Fábrica de sustos a la Universidad pero los contrincantes y la peripecia tienen bastante menor envergadura que su antecesora. Ni el arrogante y cornúpeta Johnny Wortington como presidente de la hermandad Roar Omega Roar, ni la estirada rectora Hardscrabble pasan de ser meros comparsas en una entretenida y atractiva aventura sí, pero que queda lejos de la original.

Es divertida pero no rompedora, tiene una animación preciosa e hiperrealista pero no asume riesgos y se dedica a repetir clichés. La aparición de esta franquicia  fue una campanada. Con ella traspasamos la puerta del armario de donde salen los monstruos y nos sumergimos en una trepidante aventura vuelta del revés (como en Shreck), donde una niñita sembraba el pánico en el planeta de los Monstruos. 

Pero esta segunda película, una precuela de la primera, simplemente aprovecha aquellos escenarios y personajes principales para trazar una aventura con poca enjundia. 

Sully y Wazowski tienen su primer encuentro en la universidad. El uno por sobrado y el otro por carencia de monstruosidad la acaban pifiando y aterrizan en la hermandad más residual del planeta, la OK. Pero Mike Wazowski no se rinde y tiene un plan para ganar con su hermandad los Juegos de Sustos anuales. Con buen ritmo y una animación maravillosa, la película se resiente sin embargo, por centrarse en los manidos afanes de superación y de juego en equipo que acaban resultando poca cosa. El perfil de los compañeros frikis, además, es muy liviano y se echa en falta un malvado de envergadura.

Con todo ello, la película es entretenida y tiene una factura técnica sobresaliente. El grado de virtuosismo que Pixar no deja de elevar en cada propuesta es pasmoso. Lo mejor está en el último tercio del programa. Concluidos los Juegos de Sustos quedan los dos amigos cara a cara y ahí la cinta eleva su apuesta. El monstruo azul y su ojazo amigo cobran la densidad que recordábamos y se oscurece el tinte dramático de su aventura. 


No dejo de pensar que Monstruos S.A. fue una creación maravillosa, la puesta de largo de un mundo totalmente nuevo, con reglas y personajes perfectamente definidos: la energía provenía de los sustos, éstos se generaban en una fábrica, la cual consistía en puertas de acceso a las habitaciones de los niños....
Y la trama principal era una niña que se colaba desde el otro lado, precisamente para romper esas reglas. También había un complot urdido por el mismísimo Presidente de la fábrica, acompañando a  todo las insidias del lagarto Randall, o las trepidantes persecuciones por el almacén de puertas... Demasiado para comparar con tan poco.  

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