viernes, 2 de diciembre de 2011

In Time

de Andrew Niccol


Thriller de ciencia ficción cuyos únicos efectos especiales son los números de un reloj biológico que todos llevan en el antebrazo.

Todos somos por fin inmortales y estaremos siempre como cuando teníamos 25 años...pero al cumplirlos el tiempo hay que ganárselo, hay que comprarlo, hay que robarlo o lo que sea porque todo se paga con tiempo, hasta el autobús; y tu reloj a cero significa la muerte.
La película resulta entretenida y te hace pasar un buen rato aunque al interesante planteamiento inicial sigue una más bien rutinaria película de acción.

El protagonista se pretende un Robin Hood que busca trastocar el orden establecido; aunque todo resulta un tanto atropellado. Al chico se le muere la madre en sus brazos y a la escena siguiente ya está camino de la zona rica para "robar todo lo que tenéis".

Todo está apuntado pero no plasmado, resulta simple: al regalar 5 minutos a una niña en la calle ya está presentado como Robin Hood. Juega al póquer como un verdadero tahúr aunque sólo lo hemos visto trabajando en una fábrica y tomando unas birras con los colegas. Se nos dice que en la zona de exclusión hay muertos todos los días, pero la gente va tranquila por la calle. Hay una pandilla que pulula por las calles robando tiempo, pero tienen pinta de robar a los niños en el recreo. Hay poca oscuridad. Y quien menos oscuridad muestra es Justin Timberlake, muy postizo.


Existen los ricos que tienen siglos en cartera y pobres que viven, nunca mejor dicho, "al día". . Pero no se sabe cómo empezó todo, quién encendió el reloj, por qué el reparto es tan injusto y por qué las clases sociales permanecen encerradas en distintos distritos. El padre de la protagonista aparece como el capo di capi, pero es un simple hombre de negocios tan cabrón como cualquiera. Aparte de la policía del tiempo no aparece ninguna característica política ¿ya no hay política, sólo economía? Bueno, esto me suena.

Lo peor es la escenografía que es muy pobre. La zona de exclusión se limita a unas cuantas calles desangeladas de un polígono cualquiera. La zona rica es un simple hotel de lujo y entre medias dos trozos de calle perdidas en medio del campo.
La idea central según explicitan los mismos protagonistas es el  "darwinismo económico", la ley del más fuerte.

Me atrae de Niccol su mezcla de acción y política, pero me gustaron mucho más sus obras Gattaca y El señor de la Guerra, películas más redondas y con un desarrollo más complejo.

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