de Oliver Marchal
Dentro de la tradición del polar francés una propuesta muy sugerente, con una extraordinaria puesta en escena y un guión de gusto clásico donde dos compañeros policías eligen caminos distintos para triunfar en su trabajo. Pero no sólo sus métodos los separan sino también una mujer que eligió a uno de ellos, dejando al otro postrado en la amargura.
Daniel Auteuil y Gérard Depardieu protagonizan un duelo interpretativo de altura. El segundo como poli malvado que libera su tormento y falta de brillantez con atajos criminales con tal de ascender en el escalafón.
Hábil para envolver sus crímenes en la ley del silencio comprando favores y forzando amenazas, logra implicar a su excompañero llevándolo hasta la desesperación de perder a su mujer y ser encarcelado.
Los dos personajes poseen un fuerte trazo y juegan sus bazas con decisión. Las escenas de acción, asaltos y tiroteos son electrizantes. El ambiente siempre es gélido y amenazante. Un duelo en el que sólo puede haber un vencedor.
Años después, al salir de la cárcel con su vida perdida y los más fieles de la brigada desperdigados, ha de decidir si merece la pena la venganza ante quien ahora ya es el jefazo máximo de la policía.
Un policíaco áspero y seco como un whisky de madrugada.
Años después, al salir de la cárcel con su vida perdida y los más fieles de la brigada desperdigados, ha de decidir si merece la pena la venganza ante quien ahora ya es el jefazo máximo de la policía.
Un policíaco áspero y seco como un whisky de madrugada.
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