domingo, 8 de septiembre de 2019

LA POESÍA de Ana Blandiana

              


Otilia Valeria Coman, conocida como Ana Blandiana nació en Timisoara en 1942. Es una de las conciencias artísticas y cívicas más importantes de la Rumanía contemporánea. Desde que a los 17 años empezara a publicar poesía estuvo perseguida por el régimen totalitario comunista. Primero por "ser hija de un enemigo del pueblo", ya que su padre era un sacerdote ortodoxo, preso político. Luego por denunciar la miseria y el terror impuesto por el régimen. La publicación de sus trabajos fue prohibida en dos ocasiones. La primera cuando tenía solo 18 años y escribía en la revista Tribuna. Ninguna editorial tenía permiso de publicar su obra y las autoridades gubernamentales le prohibieron cursar estudios universitarios o acceder a un trabajo formal. Por ello se desempeñó como albañil. La segunda ocasión fue cuando, en 1985, publicó en la revista Anfiteatro un poema que, en frases breves, a través de una enumeración de imágenes, denunciaba la sordidez de la vida bajo el régimen totalitario de Nicolae Ceaucescu, a quien también caricaturizó en su libro para niños El gato cebollín. Por todo ello fue condenada a permanecer bajo arresto domiciliario. 
Tras la caída del comunismo, Blandiana reorganizó el PEN Club rumano cuya presidencia asumió de 1990 a 2004. Fundó y presidió la Alianza Cívica (1991-2001), una organización independiente que luchó por la democracia e hizo posible la entrada de Rumanía en la UE. Bajo el amparo del Consejo de Europa, Ana Blandiana creó el “Memorial de las Víctimas del Comunismo y de la Resistencia” en Sighet. Este museo, que es a la vez centro de investigación y escuela de verano, está considerado el tercer museo de la conciencia europea después de Auschwitz y el memorial de Normandía. Al igual que Anna Ajmatova o Vaclav Havel, Ana Blandiana se transformó en la conciencia de su época, símbolo de valentía e integridad moral ante un poder totalitario. 

Su primer libro de relatos, Las cuatro estaciones, data de 1977. El segundo es Proyectos de Pasado que, aunque inicialmente censurado, vio finalmente la luz en 1982. Blandiana es autora de catorce libros de poesía, dos volúmenes de relatos fantásticos, siete de ensayos y una novela.

En su poesía se funden poesía y vida. Ella misma ha referido el axioma que ha regido su vida: "existimos sólo en la medida en la que somos testigos de la historia, de una historia que a su vez existe sólo en la medida en la que somos sus testigos". Su poesía abarca temas esenciales como el amor, la muerte, el paso del tiempo o la sacralidad como hilo sutil que une la realidad con el más allá. En su poesía encontramos sencillez y delicadeza con trazos de un fino lirismo y reflexión filosófica. 

La obra más reciente de Ana Blandiana ha nacido en una época en la que, como ella misma dice, “ser libre es más difícil que no serlo, en un tiempo, en el que, paradójicamente, la libertad de la palabra disminuye la importancia de la palabra”. Su poesía cultiva un tono sincero y espontáneo colmado de inflexiones metafísicas y asombro ante la belleza del mundo. La exuberancia de los sentidos, el éxtasis de la fusión con el mundo o de la vivencia inmediata se disuelven en el silencio de la meditación. El conocimiento adquiere la forma de un íntimo misticismo y un recogimiento producto de la contemplación melancólica. 

En esencia la poesía de Ana Blandiana es una meditación sobre el sentimiento trágico de la vida, la angustia metafísica y el vacío existencial, asuntos todos ellos muy contemporáneos. Atormentado por la precariedad de su condición biológica, el yo se debate entre la aspiración hacia una pureza ideal y las formas degradadas de su existencia social e individual. 

Otros asuntos centrales en su poesía son el misterio y la idea del todo. Incluso tiene un poema titulado Todo que es como uno de los catálogos de Homero, con ánimo de nombrarlo todo:
Hoja, palabras, lágrimas,
cajas de cerillos,
gatos,
a veces tranvías, colas para la harian,
catarinas, botellas vacías,
discursos,
imágenes persistentes de la televisión,
escarabajos de patatas,
gasolina,
banderas, retratos conocidos,
...
Asimismo y con una enorme capacidad visual para abstraer momentos concretos, alcanza su cima cuando –como en «A plazos»– focaliza una miga de pan y, a partir de ella, poetiza nuestra condición de fragmentos, hambrientos de totalidad.

Como dice Viorica Patea, lúcida traductora y prologuista de sus libros, "La poética de Blandiana cultiva el misterio como paradigma existencial. La palabra poética busca el reflejo metafísico de las cosas, su sombra llena de misterio, estremecimiento y agonía. Anhela las verdades fundamentales, los mitos originales y el mundo de las formas y los arquetipos."

Ese misterio de la existencia y esas verdades fundamentales las intuye Blandiana tanto en un folio en blanco como en la pátina de nieve que cubre un campo. Veamos.
En el volumen Mi patria A4 (2014), encontramos el poema homónimo que es muy sintomático. En él la poetisa presagia su universo entero en los límites blancos de un folio A4. En ese espacio diáfano y totalmente potencial, es donde la autora busca la definición de su ser, de crear una patria personal y única. El poema concluye con los versos 
¿Conseguiré alguna vez
Descifrar las huellas que no se ven,
Pero que sé que existen y esperan
Que las pase a limpio
En mi patria A4?"
Estos versos reconocen todo lo inefable de la experiencia humana o como dice Viorica Patea: "La escritura es el modo esencial de manifestación de un mundo cuyo misterio queda por descrifrar".

Por su parte en Proyectos de pasado, su magnífico libro de relatos, nos encontramos con un texto, “Lo soñado”, que ilustra de forma alegórica esa situación platónica de "saber es recordar" que propugna la autora. En un momento del relato se dice:
"A medida que avanzaba, me daba cuenta de que me hallaba completamente sola en un lugar desértico en estado de hibernación, del que los habitantes habían emigrado hacia otras estaciones. Nunca me había encontrado tan sola, ni tan perdida. Volví la cabeza y vi mis huellas extraordinariamente claras en la nieve inmaculada, sobre la que ya no soplaba la más mínima brisa. Pero tampoco me eran de ninguna utilidad: complicadas y herméticas, parecían un mensaje escrito en una lengua desconocida, cuyo significado no podía comprender. No obstante, cuanto más las miraba, más me convencía de que se trataba de un mensaje. Todo ocurría como en un sueño. Convicciones, sentimientos y hechos que ni siquiera necesitaban argumentos ni causas, pero que estallaban y desaparecían sin explicación, ni motivo, aunque no sin intensidad. Cuanto más caminaba, tanto más complejo y difícil de descifrar resultaba el enunciado que mis sabias suelas escribían en la nieve. Y si yo era la autora, al menos en apariencia, de aquel extraño texto -tal vez una amenaza o tan solo un aviso, o, más probable, y enloquecedoramente, una indicación sobre la manera en la que podía fugarme de aquel paisaje y de aquella aventura-, entonces no creo que, desde el principio del mundo, haya existido un autor más intimidado y más impotente ante su propia obra." 
La extrañeza que le provoca a la protagonista sus pasos sobre la nieve, su convencimiento de que se encuentra no ante simples huellas, sino ante una forma de escritura que la utiliza para manifestarse, nos habla de otro de las aspectos esenciales de la poesía de Blandiana, su consideración de la misma más como "una secuencia de visiones" más que como "una serie de acontecimientos". “La poesía no es una sucesión de experiencias sino una sucesión de visiones”, nos dice Ana Blandiana. Por eso el acto poético es un acto visionario, un reconocimiento platónico: el alma inmortal nace hecha y sólo en su paso por este mundo olvida lo que sabía. La patria de los poetas no se crea de nuevo con cada poeta que se incorpora a la misma, sino que se «actualiza». Así, cuando leemos en el poema «Reconstitución»: 
«Por muy lejos que vaya,
solo me conmueve
lo que reconozco, lo sabido de antemano,
desde mi infancia y mucho antes,
de una vida anterior
acerca de la que no sé nada»
Esta situación orienta a la autora hacia la persecución de ese misterioso eco de una vida anterior más completa que otorga al aquí y al ahora una resonancia metafísica. Para dibujar mejor ese misterio, la poetisa aboga por el silencio. Según ella, la auténtica poesía nace en el silencio y debe volver a él, so pena de convertirse en falsedad. “Cuanto más quieres sugerir, menos debes decir. Se trata de un esfuerzo titánico: usar cuantas menos palabras mejor. Demasiadas palabras son sospechosas”. Por esa razón, la poeta rumana afirma que “en este mundo donde se habla tanto, se grita tanto y se dice tanto, la poesía solo puede tener como fin el restablecimiento del silencio”. Uno de sus poemas finaliza así

Y sin tener que mirar;
Al cerrar los ojos, podríamos ver.

Volvemos al conocimiento poético como reconocimiento de una verdad más absoluta que tiene su mejor reflejo en el silencio; la verdad integral que abarca todas las dimensiones y que se muestra como una epifanía donde conviven en armonía lo exterior y lo interior, el mundo y el hombre.

El sol del más allá (2000) y El reflujo de los sentidos (2004) se publican después de La arquitectura de las olas (1990), el último libro escrito durante la dictadura y el primero que se escapa a la censura. Ambos volúmenes presentan una unidad temática al tiempo que marcan un punto de inflexión en su trayectoria poética. En estos nuevos poemas se condena la degradación y desacralización de la existencia. Para Ana Blandiana, "el escritor no es un creador, sino el testigo del mundo en el que vive", y su poesía es la vivencia poética de la época que le ha tocado vivir. Con posterioridad a 1989, los motivos de sus poemas siguen siendo sorprendentemente los mismos, pero su dimensión se vuelve más universal, acusando un registro cada vez más elegíaco. Cualquier lector puede reconocer en sus versos la problemática del hombre moderno: el paso del tiempo, la pérdida de los valores y de lo sagrado, la fragilidad del ser, la automatización de la vida contemporánea y la búsqueda de la autenticidad. 

                          Todos estos comentarios son deudores de los prólogos y artículos de Viorica Patea

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UNA ISLA

Me gustaría ser una isla
con la que sueñan los que desean quedarse solos
y que los náufragos ven en sus alucinaciones,
una isla que las olas abrazan rítmicamente,
abandonándola y regresando hacia ella sin cesar.

Unas cuantas playas, unos árboles, un promontorio,
escueta definición de la soledad
para todos aquellos
que no se imaginan que
una isla es siempre la cima de una montaña
en cuyas laderas viven miríadas de seres
en las profundidades del océano.


                    ✤✤ ✦ ✤✤

YO CREO

Yo creo que somos un pueblo de plantas,
de otra manera, ¿de dónde sacamos la calma
con que esperamos ser deshojados?
¿De dónde el valor
para empezar a deslizarnos en un tobogán de sueños
tan cerca de la muerte,
con la certeza de que podremos
nacer de nuevo?
Yo creo que somos un pueblo de plantas,
¿Quién ha visto
a un árbol rebelándose?



                       ✤✤ ✦ ✤✤




UNOS CUANTOS PUNTOS

La felicidad se parece
a una pintura puntillista:
pequeños puntos de color
sin relación entre sí,
que consiguen a veces expresar algo
y a veces no,
que sólo consiguen transmitir
el estremecimiento de una pregunta
incompleta
a la que no sabes contestar
porque no entiendes qué se pregunta,
sólo entiendes la intensidad de la pregunta
a la que le faltan algunos puntos....

                             ✤✤ ✦ ✤✤


LA CAZA

No he ido nunca detrás de las palabras,
Sólo he buscado sus sombras
Alargadas y de color plata,
Arrastradas por el sol sobre la hierba,
Empujadas por la luna en el mar;
No he cazado nunca
Más que las sombras de las palabras:
Es una caza ingeniosa
Aprendida de los ancianos
Que saben
Que lo más valioso de una palabra
Es la sombra
Y ya no tienen sombra.
Las palabras que han vendido su alma.

                   ✤✤ ✦ ✤✤


EN UNA HERIDA

Vivimos en una herida
Sin saber
De quién es el cuerpo herido,
Ni el porqué.
La única certeza es el dolor
Que nos rodea,
El dolor
Que nuestra presencia
Contagia
Cuando intenta curarlo …. curarlo…

                ✤✤ ✦ ✤✤



YA NO RECORDARÉ MÁS

Ya no recordaré más
Si hubo un prado o un mar
En mis cabellos.
Si las aves flotaban, o, tal vez, eran peces,
Únicamente sabré que has llegado,
Y con los ojos cerrados,
Escucharé cómo se agita
Ese Dios cubierto por bosques.
Se hace silencio en mí
Hasta los tobillos, hasta las rodillas.
Basta con que pases tu mano sobre mí
En el sueño
Para que, desde el tronco,
Las hojas crezcan sobre mí cantando,
Basta con que levante la mirada
Para verte.
Oh, amor sereno,
Tarde suave
Parecida al grano de uva
Que encuentra su muerte
En el cielo soñador de la boca.

                 ✤✤ ✦ ✤✤



LA PATRIA DEL DESASOSIEGO 
Esta es la patria del desasosiego
A punto de cambiar de opinión
De un momento a otro
Y, no obstante, sin renunciar a esperar algo indefinido.
Esta es mi patria,
Entre estas paredes
A unos metros los unos de los otros
Y ni siquiera en el espacio completo entre ellos,
Sólo en la mesa con papel y lápices
Dispuestos a moverse solos y a empezar a escribir,
Esqueletos animados bruscamente por unas plumas más                                                                             [antiguas
Sin usar desde hace mucho tiempo, con la pasta seca,
Que se deslizan frenéticamente sobre el papel
Sin dejar ninguna huella…
Esta es la patria del desasosiego:
¿Conseguiré alguna vez
Descifrar las huellas que no se ven,
Pero que sé que existen y esperan
Que las pase a limpio
En mi patria A4?

                     ✤✤ ✦ ✤✤

ENSÉÑAME A ARDER OSCURAMENTE
Enséñame a arder oscuramente
Déjame encenderme en tu oscuridad,
En la luz feroz,
Enséñame a arder oscuramente,
Modela mi llama
En forma de alas
Y purifícala de todo color.
O
Incluso mejor,
Dame una semilla de oscuridad
Para enterrarla en la tierra
Y haz girar más rápido las estaciones
Para que crezca
Y la siembre de nuevo.
Y en la luz feroz
Habrá entonces bosques y campiñas,
Arboledas, huertos, prados y bosques nocturnos.
Una suave oscuridad
En la que podamos morir cuando queramos,
Una oscuridad en la que
No seremos ni hermosos ni buenos,
Sino que únicamente estaremos solos
Y sin tener que mirar;
Al cerrar los ojos, podríamos ver.

                     ✤✤ ✦ ✤✤



CAZA EN EL TIEMPO

Siento que soy la presa
Pero no sé de quién,
Pues las alas y las garras que descienden
Sobre mí,
Y me encadenan a la sombra
Mucho antes de alcanzarme
Carecen de nombre.
Sólo la frescura del aire dibuja
La amenaza que se acerca
Con cruda y voluptuosa lentitud.

Sé que no hay salvación, pero
Tampoco sé qué sería la salvación.
Si intento huir, la sombra también cambia
Amoldándose a mi horizonte como las nubes,
Feroz y protectora en su cuidado
De no perderme, presa de otro.

En la espera, los sobresaltos se confunden,
El pavor se mezcla plácidamente en el misterio,
Desentrañar su enigma será mi sino:
Tengo que vivir hasta que encuentre la respuesta
Un tiempo igual al tiempo de la caza
En el que, al menos, sé que soy la presa.

                     ✤✤ ✦ ✤✤



LA LUZ ESCONDIDA

Algo se enciende en el corazón de las hojas
Que no entienden qué sucede
Y no dan crédito a lo que está pasando.
Perciben una luz
Que sin querer engendran
Como vírgenes asustadas por el Niño,

Como candiles asustados
Que ardieran solos.

Tal vez debería ayudarlas
Pero no puedo.
Sería un testimonio
O un reconocimiento
De la luz que yo también escondo
Y aplazo el alba herida
Desde el otro extremo.
Como si aceptara
Que ya todo ha empezado.

                     ✤✤ ✦ ✤✤




UN CABALLO JOVEN

Nunca he llegado a entender en qué mundo vivo.
Cabalgaba sobre un caballo tan joven y feliz como yo
y al galope sentía su corazón batir
contra mis piernas
Y el mío, latiendo incansable en el galope,
todo lo atravesaba, sin que yo advirtiera
que mi montura descansaba
sobre el esqueleto de un caballo
haciéndose pedazos en segundos
mientras yo seguía cabalgando;
sobre un joven caballo de aire
en un siglo que ya no era el mío.

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