"La lotería" es un famoso relato de Shirley Jackson que fue publicado en 1948, pero que aun hoy en día sigue siendo relevante y perturbador. En él se nos narra la extraña tradición de un pueblo que todos los 27 de Junio reúne a sus habitantes para celebrar una lotería. Aparentemente es una celebración más de las que pautan cada año, como la fiesta de la vendimia o el Halloween, pero una vez conocido el ganador, el premio nos dejará helados.
Miles Hyman (1962) es un ilustrador y autor de cómics especializado en adaptaciones literarias -como ha hecho con La Dalia Negra de J. Ellroy o La vida secreta de los escritores de G. Musso-; pero además coincide que es nieto de Shirley Jackson. Por eso le ha costado más de treinta años afrontar la adaptación gráfica del pasmoso relato de su abuela.
Lo que nos aterra de esta historia es la indiferencia y normalidad social -casi jovialidad- con que los vecinos de este pueblo ejecutan un concurso de consecuencias trágicas. Todos aceptan el día de la Lotería como algo cotidiano. En una viñeta vemos a los parroquianos llegar a la plaza y saludarse cordialmente mientras "vigilaban a sus hijos y hablaban de la siembra y de la lluvia, de tractores y de impuestos". En otra un vecino comenta que lleva siete décadas participando en la Lotería y en otra una mujer comenta lo rápido que pasa el tiempo de un año a otro.
Se trata de una tradición y las tradiciones están para respetarlas parece subrayarse. Este día 27 ha aparecido soleado, acaban de terminar las clases y los niños juegan en las calles amontando piedras, los granjeros acuden desde sus campos y las amas de casa desde sus hogares. La tradición está tan asentada que incluso se refleja en un refrán: "Cuando en junio la lotería yo el trigo recogería". La Lotería es pues inamovible; como las estaciones o las cosechas sucede cada año.
Los jóvenes y sus ganas de cambios o la modernidad no tienen sentido en este engranaje que une férreamente a los habitantes del pueblo. Alguno desliza un rumor que enseguida es desestimado:
"-Dicen que en un pueblo del norte están hablando para suprimir la lotería.-Vaya panda de cretinos...Cuando oyes hablar a los jóvenes, nada es lo bastante bueno para ellos."
Tanto el relato de Shirley Jackson (lo puedes leer aquí) como esta adaptación nos invitan a una ceremonia comunal que inopinadamente se desliza hacia la barbarie, mientras los lectores miramos de reojo a esa caja que esconde una papeleta con un círculo negro. El misterio del premio nos mantiene en vilo el corazón.
Como muchas de las obras de Shirley Jackson el comienzo es casi insignificante mientras nos introduce en la vida cotidiana e inocente de esta comunidad. Hyman aprovecha esta presentación para enlazar unas primeras páginas sin texto alguno. Sólo vemos a personas en su quehacer diario hasta que, de pronto, como si sonasen las campanas llamando al Angelus, vemos a todo el mundo abandonar sus tareas y dirigirse a la plaza del pueblo. Las viñetas son estáticas y realistas, con trazo fuerte y sombras duras. Parecen fotografías antiguas sobre cómo se vivía en este pueblo.
Hyman tiene un estilo clásico y rotundo. Parece más un ilustrador que un historietista, por eso esta narración le viene como anillo al dedo. Estamos ante una narración puramente visual. Cada viñeta es como un estampa con una composición y un colorido únicos que acentúan la frialdad y el distanciamiento que percibimos en el relato. Es como que sospecháramos que nos acercamos a un abismo.
La novela gráfica tiene la virtud de mantener el timing de la historia original. Todo es normal, las conversaciones y las expresiones de los rostros son neutrales. Todo es amable hasta que se conoce el ganador de la Lotería. Es entonces cuando un huracán nos golpea. No nos explicamos lo que ocurre y la actitud complaciente de toda la población nos deja sin respuestas a los interrogantes que palpitan en nuestro interior.
Leyendo este estupendo volumen sobre una ceremonia a la postre horrenda he recordado la película de Ari Aster, Midsommar; cuyos rituales sangrientos sobrecogen a los joviales visitantes. La inocencia escalofriante con que los llevan a cabo desgrana asuntos como el origen de los rituales, la conformidad social, la sacralidad de las tradiciones o la permisividad con las atrocidades. En este sentido también me ha recordado al concepto de la banalidad del mal de Hannah Arendt. Recordemos que esta filósofa, en su ensayo sobre el juicio a Eichman en Jerusalén, se planteó una pregunta que la tenía extrañada: ¿por qué Eichman no parecía un malvado, sino una persona normal, cuando había sido plenamente consciente de haber contribuido al horror del holocausto? Como las personas que participan en la Lotería, Eichman se consideraba "un buen ciudadano".
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Edición polaca de ´La Lotería´ |
Recordemos también que era la época de la caza de brujas impulsada por el senador McCarthy, cuando se perseguía ferozmente la disidencia política y la delación era una moneda común entre amigos y familiares.
En una entrevista en DarkBlog el propio Miles Hyman comentó por qué el cuento de su abuela sigue vigente:
"Se publicó aproximadamente entre el final de la Segunda Guerra Mundial y cuando toda la locura anticomunista empezó a afianzarse en los Estados Unidos. Es una obra que comenta el pasado reciente, pero también predice lo que está por suceder en la cultura norteamericana. Sigue siendo completamente relevante e importante, yo diría incluso esencial, hablar de algo todavía presente en nuestras sociedades. Cuando escribí el libro, se publicó después de las elecciones presidenciales de 2016. Mucha gente me preguntó si era una alegoría sobre las elecciones y las emociones que despertaron en la cultura estadounidense. No lo fue. Pero entiendo por qué esta historia sigue siendo una obra importante, año tras año: porque nos lleva a algo muy incómodo sobre la naturaleza humana. Y nos muestra de una manera implacable, casi despiadada, lo fácil que es para personas que se consideran normales, correctas, ceder de repente ante algo inhumano, violento y que probablemente va en contra de la mayoría de sus principios. Y ella [Jackson] es tan buena en sorprendernos con ese final y abrir la puerta a algo tan monstruoso y horrible sobre la naturaleza humana que realmente creo que es una obra atemporal por esa razón, porque toca tantos períodos históricos a la vez. al mismo tiempo, permaneciendo fiel al presente."
* Miles Hyman nació en Vermont, pero vive en París. Asistió a la Wesleyan University, donde estudió Literatura, así como Grabado con David Schorr, antes de mudarse a París para asistir a la École des Beaux-Arts. Sus ilustraciones aparecen regularmente en la prensa francesa y estadounidense. Su obra ha estado expuesta en galerías de todo el mundo. Ha ilustrado numerosas obras para diversas editoriales y cientos de portadas de libros, así como decorados para películas. Ha colaborado con Le Monde, GQ, Libération, The New Yorker o The New York Times.
Puedes aprender más sobre la obra de Miles Hyman visitándole en su página web: www.mileshyman.com; o en: www.facebook.com/mileshyman.visualarts. También puedes aprender más sobre la creación de este libro en la siguiente página de Facebook: www.facebook.com/thelotterygraphicnovel.
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