El Limpiaparabrisas (The Windshield Wiper) es el cortometraje de animación con el que Alberto Mielgo ha ganado el Oscar 2022 y hay que decir que es fascinante.
Es un poema visual que pulsa la fibra de las emociones. No hay narrativa, sus imágenes son como trazos o ecos de escenas y conversaciones que se han ido depositando en el alma del director durante sus viajes. A través de esta multiplicidad de historias y escenas el director logra trasladarnos la magia y la tragedia del amor, el cielo y el infierno de las relaciones de pareja, ese duende tan particular y enigmático que es capaz de crear sus propias reglas y tiempos. "El amor es una sociedad secreta" susurra finalmente el protagonista del corto.
Como bien ha dicho Mielgo en alguna entrevista ¿Quién no ha estado en una playa echando un cigarro el día antes de romper una relación? ¿Quién no se ha arrepentido de haber dejado a una persona o quién no ha tenido depresiones?. Pasión, tristeza, dolor, vacío y ternura atraviesan el corto como si fuesen descargas eléctricas.
Creo que tanto el tema como el desarrollo del corto retratan esta época de pandemia y obligado retiro que nos ha conducido a mirar en nuestro interior. Se trata de un corto muy personal y es fácil imaginar a Mielgo encerrado en su estudio con el ordenador y los pinceles mientras abría la puerta de su imaginación a recuerdos y evocaciones relacionados con el amor. Recordemos que tanto el guión como la dirección, el sonido, el montaje y el arte pictórico son suyos; por lo que estamos ante una obra profundamente personal que reflexiona sobre el amor hoy en día.
Ese comienzo con un hombre fumando ensoñadoramente en el rincón de un bar mientras se pregunta "¿Qué es el amor?" es como el encendido de la memoria, y así es como se desarrolla el corto, como una serie de retazos y situaciones sin diálogos que evocan respuestas antagónicas. Este conjunto de secuencias tienen una banda sonora muy evocadora y retrata a personas en distintos lugares del mundo sumidos en la fiebre o la pérdida del amor. Las localizaciones nos hablan de la universalidad de este sentimiento (las escenas tienen lugar en Berlín, Londres, Madrid, San Lorenzo del Escorial o Tokio) y de cómo, esta sociedad hipertecnológica de las redes sociales no solamente no ha acercado a las personas sino que las ha aislado: la escena de una pareja ante la misma estantería del supermercado, ignorándose mutuamente mientras buscan contactos en Tinder es de una ironía bien amarga.
Alberto Mielgo es ilustrador y director artístico en el campo de la animación; pero también pintor con un estilo muy reconocible que plasma en todos sus trabajos. De hecho cada fotograma, con su iluminación y sus fondos, parece delineado como si de un lienzo se tratase.
La bellísima canción que acompaña los últimos minutos del corto (Podríamos estar muertos mañana, de Soko) resume perfectamente los sentimientos que nos provocan estas historias: la oportunidad de sumergirnos en el milagro del amor ante las miserias en las que nos enfangamos. "Ama...", susurra entre el humo de su cigarrillo el hombre de la cafetería, antes de que llegue la muerte y solo te queden los recuerdos.
La mezcla de estas secuencias y su ritmo de amor, desamor, pérdida y hasta suicidio, la plasticidad de los dibujos y una canción maravillosamente evocadora hace que esta pequeña joya nos llegue al corazón.
He aquí algunos cuadros de Alberto Mielgo, donde se puede apreciar su característico estilo:
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Nacido en Madrid en 1979, Alberto Mielgo es un autodidacta ya que, aunque comenzó los estudios de Bellas Artes, tuvo que abandonarlos antes de acabar el primer año para ganarse la vida. Del mismo modo se embarcó en este cortometraje sin saber producir animación, ya que su experiencia era como director de arte. Al tratarse de un trabajo autofinanciado lo ha venido realizando, entre trabajo y trabajo, durante los últimos ocho años.
Mielgo lleva más de dos décadas dedicado al mundo de la animación, participando en proyectos cinematográficos tan relevantes como 'La novia cadáver' de Tim Burton, 'Harry Potter y las reliquias de la Muerte' de David Yates o ´Spider-Man: Un nuevo universo´ (Oscar al mejor largo de animación en 2019); a los que hay que sumar colaboraciones con el grupo Gorillaz, el diseño de las introducciones del videojuego 'The Beatles: Rock Band' y la dirección de arte de la serie de televisión 'Tron: La resistencia', gracias a la cual obtuvo un premio Emmy. También consiguió otro Emy por el proyecto de Netflix 'Amor, Muerte y Robots' (‘Love, Death & Robots’), en el que participó con su episodio ‘The Wittness’.
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