Creador Hugo Blick
El punto de partida es el cadáver de un capo de las drogas. Aparece asesinado a los pocos días de haber salido de la cárcel gracias a un sorprendente indulto real.
A partir de ahí se empieza a componer el puzzle de personajes. Se encarga la investigación a un policía que acaba de salir de un coma y que tiene una bala incrustada en el cerebro. Mientras tanto el lugarteniente del traficante ha de dirigir el cotarro sin desearlo. Se presenta a sí mismo como un florista y su preocupación principal es su mujer que comienza a sufrir Alzheimer. Sobrevolando a todos tenemos a Gatehouse, magnífico Stephen Rea, como el discreto asesino que se mueve en la sombra.
A partir de ahí se empieza a componer el puzzle de personajes. Se encarga la investigación a un policía que acaba de salir de un coma y que tiene una bala incrustada en el cerebro. Mientras tanto el lugarteniente del traficante ha de dirigir el cotarro sin desearlo. Se presenta a sí mismo como un florista y su preocupación principal es su mujer que comienza a sufrir Alzheimer. Sobrevolando a todos tenemos a Gatehouse, magnífico Stephen Rea, como el discreto asesino que se mueve en la sombra.
Toda la serie está trufada de personajes de los que desconocemos más de lo que conocemos. Es tan interesante la investigación en curso como las historias de cada uno: qué ocurrió el día del tiroteo cuando el policía quedó en coma. Cómo resolverá la situación el lugarteniente si él mismo se reconoce sin madera de líder y más preocupado por su esposa. En qué bando juega Gatehouse dejando pistas contradictorias para enfrentar a unos traficantes con otros. Qué papel juegan el jefe de policía y el intendente con sus reuniones secretas, etc.
Cada personaje viene de un pasado turbio y siempre tenemos la sensacíón de que nunca pisamos terreno firme. Todos se muestran celosos de sus palabras, crípticos.
Los clanes de las drogas y la corrupción policial centran el contenido. Una de las bazas más potentes de la serie es su tono pausado y denso. Lleno de sombras y silencios, invitándonos a la sospecha conspirativa. Además su ambientación posee un punto de extrañeza, como si ocurriese en un mundo alternativo.
Chiwetel Efiofor es el policía, su jefe quiere cerrar el caso, pero él sospecha que hay algo más. No recuerda si es un buen o un mal policía: "¿de qué lado de la línea estamos?" se pregunta. Perdió a su compañero en la última misión, estuvo en coma, ahora está amnésico y con una bala alojada en la cabeza.
Stephen Rea compone en Gatehouse una figura arquetípica del dueño del laberinto. Personaje misterioso e inquietante donde los haya. Su elegancia, gabardina y sombrero de fieltro, la parsimonia de sus movimientos, los susurros con que habla esconden a un asesino implacable. Maneja los hilos de todos, sabe dónde encontrar a cada uno y qué tecla tocar para beneficio de sus intereses.
La serie sólo consta de 7 episodios. El quinto y el sexto son extraordinariamente intensos: la gradual recuperación de la memoria en el policía, las traiciones en todos los bandos, el desvelo paulatino de la verdad te llevan en volandas a las claves de la escena inicial.
Realmente es envidiable el nivel de las series británicas. Me declaro fan absoluto. Ya en 2008 realizaron una de zombies muy bien resuelta como fue "Dead Set". Posteriormente nos regalaron la excelente "Sherlock" y cuentan con rarezas tan sugerentes como "Misfits" o tan extravagantes y adictivas como "The Black Mirror".
El creador de la serie, Hugo Blick, nos refiere su intención: "The Shadow Line trata sobre la investigación de un asesinato desde los dos lados, policías y criminales, y de los métodos opuestos que tiene cada bando para resolverlo. Pero la verdadera línea es la de la moral que tiene cada personaje y lo lejos que llegará antes de cruzarla."
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