miércoles, 14 de septiembre de 2016

ASESINATOS ARCHIVADOS - Didier Daeninckx











Daeninckx ejerció durante muchos años el periodismo y eso se nota. Para bien. También su compromiso con los hechos históricos más incómodos para la Francia oficial. Aquellos que tienen que ver con el racismo de la sociedad o con la violencia de estado en general. Hechos sistemáticamente ocultados.


En 1987 publicó Lumiére noire denunciando la política gubernamental de expulsión de ciudadanos de Malí. Un año después dio a la imprenta La mort n´oublie personne, cuya trama es la historia de un resistente condenado a muerte después de la II Guerra Mundial. El último de los últimos (La Der des ders) está dedicada a su abuelo, anarquista y desertor en la Primera Guerra Mundial. Esta novela fue convertida en cómic por el mismísimo Tardí y también destapa un hecho histórico silenciado, el fusilamiento y cautiverio de miles de soldados rusos a manos de sus aliados franceses.



En la obra que hoy nos ocupa recupera los hechos acaecidos el 17 de octubre de 1961, cuando una multitudinaria manifestación organizada por el FLN argelino en París, fue reprimida de forma brutal, saldándose con la muerte de 200 argelinos y miles de heridos y detenidos. Los periódicos ignoraron la noticia y el General de Gaulle decretó la amnistía para todos los policías y altos mandos que intervinieron.



Daeninckx incrusta el asesinato de un simple profesor francés en aquellos hechos, para seguir hurgando en lo más comprometedor de la reciente historia de Francia.

La arquitectura de la trama se basa en dos asesinatos aparentemente sin implicaciones; Roger Thiraud, profesor de instituto, es asesinado cuando volvía a su casa el 17 de octubre de 1961; el mismo día de los tumultos argelinos. Una víctima más. 20 años después, en 1981, aparece asesinado en Toulouse, Bernard Thiraud, hijo de Roger e historiador también. Sus últimos movimientos conocidos son una visita a los archivos de la Policía para consultar documentación relativa al periodo referente a 1942-43. 

No se les conoce ninguna relación criminal o negocio turbio. Son simples profesores de historia. ¿Una confusión, una casualidad?. En el caudaloso río de la historia todo cobrará sentido. El provinciano inspector Cadin, de la prefectura de Toulouse, será el encargado de tirar del hilo.


El estilo es periodístico, casi documental. El autor relata los hechos como una crónica, sin espurios didactismos. Los dos primeros capítulos están escritos como una serie de fotogramas que se van superponiendo hasta componer el fresco de ese fatídico día 17 de Octubre de 1961. Para ello describe los recorridos en paralelo de varios personajes: primero el de los dos jóvenes argelinos que preparan un atentado, luego el del asesinado, luego el del asesino, luego toda la confusión de manifestaciones y represión. Un relato terso y muy intenso, trufado de hechos históricos.

"A la mañana siguiente, miércoles 18 de octubre de 1961, los periódicos dedicaban sus titulares a la huelga de la SNCF y la RATP para pedir un aumento salarial. Sólo París Jour abría en primera plana con los acontecimiento de la noche anterior: LOS ARGELINOS, DUEÑOS DE PARÍS DURANTE TRES HORAS".
A continuación la novela adopta el punto de vista del inspector Cadin para seguir su investigación.

El trenzado entre ficción e historia real es magnífico. Para ello el autor adoba la trama con multitud de detalles históricos tan curiosos como la condena a muerte del general de Gaulle, el colaboracionismo de ayuntamientos y policías franceses con los nazis o la historia de Oradour-sur-Glane; pueblo que fue destruido y sus 642 habitantes asesinados el 10 de junio del 1944. El objetivo no era militar, sino intimidatorio hacia la Resistencia y la sociedad civil. También aporta referencias que nos son más cercanas:

"En 1972, un comando de ETA atacó un camión que transportaba ese tipo de armas. Desaparecieron trescientas pistolas. No se conocen las ramificaciones, pero el hampa francesa las utiliza de vez en cuando. Cada vez que echamos mano a un arma, comprobamos los números de referencia y los contrastamos con la lista que tiene la Guardia Civil". pág. 44
De las muchas virtudes de la obra destacaría el brío de la narración y le enorme veracidad que transmite. El tono es realista, los personajes convincentes. La trama mezcla brillantemente los procedimientos de investigación histórica, periodística y criminal, para sacar a la luz dos situaciones convulsas de la Francia reciente: la represión y guerra sucia contra la insurgencia argelina y el colaboracionismo francés con las hordas nazis. Resulta especialmente repugnante el capítulo donde conocemos los avatares del complejo residencial La Muette en Drancy: ¡los primeros rascacielos franceses! cuya construcción se inició en 1934 con todo el orgullo patrio, para terminar convertidos en un ignominioso campo de concentración. 



Daeninckx ha radiografiado la contemporaneidad a través de las investigaciones de su ya clásico inspector Cadin, creado en 1982. Un policía inconformista, que no se arredra ante las amenazas y que permanece exiliado en comisarías de provincias durante cinco novelas y un libro de relatos.

En sus novelas ha acercado y en ocasiones ha llegado a fusionar la figura del detective con la del periodista de investigación y la del historiador. ¿Cree que la figura del detective tiene limitaciones a la hora de afrontar una investigación sobre las raíces de la injusticia social?
En mi trabajo de escritor yo he utilizado las técnicas del historiador, el detective y el periodista de investigación. Si nos enfrentamos a enigmas históricos, que en muchos casos se han convertido en enigmas por los límites que se imponen conscientemente al conocimiento del pasado, el trabajo del periodista, del detective y del historiador tomados aisladamente no son suficientes. Cada tipo de técnica de investigación tiene sus limitaciones. Por ejemplo, cuando los historiadores quisieron recomponer lo que sucedió en la manifestación de 1961 [manifestación de argelinos en París contra la ocupación francesa de Argelia que fue brutalmente reprimida] se encontraron con que faltaban piezas y se habían hecho desaparecer las pruebas de los asesinatos. Si uno quiere completar su trabajo, tendrá que ir al cementerio y comprobar cómo los registros de entrada de cadáveres de ese día están falsificados. Tendrá que descubrir que se cavaron fosas comunes no registradas donde se enterraron los cuerpos de los asesinados en la manifestación. Es decir, tendrá que hacer un trabajo de detective para completar el objeto de su investigación histórica. Si continuamos con la investigación de lo sucedido en octubre de 1961, encontramos que los archivistas del ministerio de justicia desobedecieron la orden del gobierno francés de destruir todas las pruebas de la matanza. Mis personajes tienen que dar cuenta de todos estos hechos y por eso rompen los límites que les impondría una sola técnica de investigación. 
Extracto de una entrevista en la dinamo.com



P.D.
Todos los aficionados a lo negro&criminal llevamos años congratulándonos por colecciones como las de RBA (una apuesta que están asumiendo todas las editoriales); pero creo que no debemos dejar de lado la Serie Novela Negra de la Editorial AKAL. Libritos primorosamente editados en riguroso negro y con cuadernillos cosidos, a un precio imbatible. En ella podemos encontrar obras tan valiosas e ineludibles como las de Daeninckx (Asesinatos Archivados y El último de los últimos), Jean-Claude Izzo (Total Kheops y Soleá), Scerbanenco (Los milaneses matan en sábado, Venus privada o La cueva de los filósofos), Chester Himes (Por amor a Imabelle, la banda de los musulmanes) o Jorg Fauser (El hombre de nieve). Sin olvidar dos curiosidades del calibre de El almirante flotante del Detection Club. o los cuatro volúmenes de ¡Bang, Bang, estás muerto!. Entrañable antología de las novelas policíacas de quiosco. Para disfrutar.

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