miércoles, 13 de agosto de 2025

RHAPSODY in BLUE - de Andrea Serio

Italia, 2025

Andrea Goldstein es un joven italiano de familia judía que vive gozosamente en Trieste y está a punto de empezar a estudiar Medicina; pero todo esto se quiebra cuando Mussolini aprueba las leyes antijudías. Los fascismos se extienden por Europa y Goldstein debe exiliarse a EEUU dejando atrás una vida para comenzar otra. Primero la tristeza lo embarga, “nuestro país ha elegido, y ha querido ser fascista”; y luego su vida arrastrará un inevitable poso de melancolía.

En Nueva York Andrea se convertirá en Edward Goldstein, conseguirá una trabajo en un hospital judío y será aceptado en la Universidad. Él está reconstruyéndose mientras el fascismo demuele Europa. Pero cuando EEUU decide entrar en la Guerra, él decide alistarse. De ese modo, volverá a su país natal para combatir al fascismo que lo expulsó, aunque ya como soldado norteamericano.
Se trata de una historia real que A. Serio cuenta con su estilo característico de contenido lirismo, al fin y al cabo se narra una vida baqueteada por las turbulencias de un siglo trágico. “Con su belleza, su rebeldía juvenil, su conciencia, su impulsividad y su valor, parece el héroe perfecto de una historia trágica”, aseguró el dibujante en una entrevista.
 
Andrea Goldstein
Silvia Cuttin había publicado un libro de biografías, "Ci sarebbe bastato", sobre las ajetreadas vidas de tres jóvenes italianos judíos que fueron víctimas de las leyes raciales de Mussolini.
Según ha contado Andrea Serio otro historietista italiano, Igort, le propuso adaptarlo al cómic, aunque decidieron centrarse en uno de ellos, "Andrea Goldstein, un adolescente atractivo e inquieto, que encontrará refugio en EEUU, donde comenzará a reconstruir su vida, antes de tomar una decisión que cambiará su destino para siempre."

La historia está documentada por el libro de Cuttin y por las cartas que el joven fue escribiendo a su familia, como la que envió a su prima Cathy, en febrero de 1943, que se reproduce al final del volumen.

La novela no sigue una línea temporal cronológica. Las primeras viñetas nos sitúan en 1944, en la cubierta de un transatlántico noruego requisado por EEUU para llevar soldados al frente. Entre ellos está Goldstein. En las siguientes páginas descubrimos que su historia empieza en Trieste en 1938. Andrea Serio estructura la narración alternando presente y pasado para abarcar ese cúmulo de azares que llamamos vida. Por el medio se cruzan asuntos como el racismo, la diáspora y, sobre todo, el miedo y la esperanza ante circunstancias que te cambian la vida.
“Creo que, a través de las historias pequeñas, personales, es posible acercarse de un modo más concreto y directo a los acontecimientos de la Historia con mayúscula”, comentó el creador.


Cada viñeta es una obra de arte capaz de transmitir la emoción de la vida. En el volumen prima la imagen -apenas hay diálogos- y un poso de melancolía. El álbum se define por un uso del color espectacular. De hecho el color se convierte en herramienta narrativa ya que articula una historia que comienza y concluye en las azules aguas del Adriático. Entremedias el azul del cielo neoyorkino le recuerda al protagonista el azul del mar de su Trieste natal. Esta preponderancia del azul es una reminiscencia de la intención original del autor, que pensó realizar su obra según los parámetros de la pieza musical homónima:
"En un momento de evidente megalomanía y descalabro, además de locura total, pensé en concebir la estructura narrativa como una rapsodia, idealmente dividiéndola en movimientos, caracterizados gráficamente por variaciones en azul. Para ello, pedí consejo a algunos amigos músicos; no sé si lo conseguiré todavía, pero lo estoy intentando.
La técnica que utilizo es la que suelo practicar: una mezcla de pasteles al óleo, pasteles de cera y lápices de colores, sin ninguna intervención digital salvo la inserción del texto."
El título de la obra alude a la famosa sinfonía de jazz que George Gershwin compuso en 1924. Y es que en la fase de entrenamiento, entre gritos, órdenes y disparos, Andrea escribe una carta a su prima Cathy en la que le confiesa: “Estoy escuchando ahora mismo Raphsody in blue. No podría haber escogido nada mejor para acordarme de Nueva York.” A. Serio consideró este momento como el centro de su relato. Evidentemente la música de Gershwin retrata una época alocada y llena de posibilidades que se truncó por el crack del 29. Quiero pensar que algo así parece sentir Goldstein cuando su vida se llena de posibilidades en Nueva York ("Nueva York me había acogido y seducido, haciéndome sentir como en casa y, a la vez, en un lugar fuera del mundo, en el centro del mundo que no dejaba nunca de maravillarme"), pero decide alistarse asumiendo su deber ante un mundo en descomposición y también el riesgo de un desgarro.






La lectura del volumen ciertamente parece tener un eco musical. Así se sienten esos profundos silencios de sus viñetas mientras nos deleitamos con esa luminosa gama de azules. Andrea Serio cita a Hopper en la composición de sus bellísimas estampas neoyorkinas, pero va más allá. Dota a cada ciudad por donde pasa el protagonista con su propia esencia y color. Trieste es cálido como el verano y la juventud; mientras que Nueva York tiene los colores fríos del otoño que representan la madurez. 

Aunque Andrea Serio no experimenta, no quiere ser protagonista, su técnica majestuosa hace que la obra respire y nos traslade la emoción de una vida palpitante. 

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