jueves, 14 de agosto de 2025

WEAPONS - de Zach Cregger

EEUU,2025


El director y guionista Zach Cregger ha creado un gancho inapelable capaz de enganchar incluso a los que no son fanáticos del terror. La película comienza con la voz en off de un niño que nos cuenta el origen de esta terrorífica historia. Un día, a las 2:17 de la madrugada, 17 alumnos de la misma clase de Primaria, salieron de sus casas corriendo, todos con los brazos extrañamente extendidos, y se perdieron en la noche. 

Este comienzo aterrador y traumático sacude al pequeño pueblo de Maybrook hasta los cimientos. Todos quedan tocados y lo peor es que no hay ninguna pista a la que aferrarse. La amenaza sólo se desvelará al comenzar el último tercio de la cinta (pero no del todo); por lo que cabe decir que el miedo que pasamos durante el metraje se debe a uno de los miedos más atávico que al ser humano, el miedo a lo desconocido. ¿Por qué se fueron los niños? ¿Quién o qué los controlaba? ¿Por qué todos pertenecían a la misma clase del colegio? ¿Por qué sólo hay un niño, Alex, que no fue afectado por esa llamada?

La voz del niño que nos cuenta la historia no hace sino ratificar a la película como una versión actualizada de una cuento de hadas clásico, uno de esos en el que unos niños se adentran en el bosque sin saber que los acecha un engendro. 



Cregger combina tensión y terror al elegir una ambiciosa estructura narrativa en seis capítulos que combina diferentes puntos de vista que acaban superponiéndose. Primero el de la maestra de los niños (Julia Garner), contra la que el pueblo se revuelve en primera instancia; luego el de un policía y a continuación el de un indigente, para seguir con Archer Graff (Josh Brolin), el padre iracundo de uno de los niños. En los dos últimos ya tocamos el fuego, primero con el director del colegio (Benedict Wong) y finalmente con el propio Alex que nos revelará la madriguera del conejo. Cada episodio nos acercan un poco más al enigma sin revelarlo, lo que acrecienta el mal rollo y te obliga a imaginar nuevas teorías como si estuvieses jugando una partida macabra. Esta fórmula la inauguró el clásico Rashomon (Akira Kurosawa, 1950) y ayuda a dotar de nuevas capas a la historia.

Es como una narración circular en la que los seis protagonistas (más los espectadores) nos encontramos mirando los mismos hechos sin llegar a comprenderlos. Es lo que le ocurre a Archer Graff, único padre que intenta resolver racionalmente el misterio. La cámara del timbre de su casa grabó a su hijo huyendo. Él mira estas imágenes constantemente sin detectar nada extraño. Ha llegado a trazar varias líneas sobre un mapa del pueblo que conforman una gigantesca X, ante la que acaba preguntándose "¿Qué estoy mirando?. El guión juega a dejar caer pistas falsas como el tema que estaban dando los niños en clase, los parásitos. También Archer tiene una pesadilla en la que llega a una casa sobre la que flota un arma automática; una metáfora nada encubierta de los horrores reales que a veces sufren los institutos.  



Los intérpretes están muy ajustados; pero la que llama la atención, sin duda, es la actuación de Amy Madigan. Cuando veas la película ya me dirás. 

A mí me encanta ese ritmo alterno que te lleva repetidamente de la tranquilidad al terror. Cuando empieza un nuevo episodio estás esperanzado pero al acabar siempre te da un hachazo. Una vez es el policía que entra en una casa y sale diabólicamente transformado. Otra vez es la maestra que es atacada por su propio director desfigurado. Así una y otra  vez. La verdad se mantiene velada mucho tiempo. La expectación es máxima. Pero, ¿Qué coño está pasando?


Como suele ocurrir en estos casos, tendrá que ser ese único niño que se quedó sin compañeros quien nos guíe por los vericuetos de esta retorcida casa del terror. La última carta de la película es sangrienta y feroz. El pequeño Alex se enfrentará al monstruo en su mismísima madriguera siendo capaz de encontrar la clave que nos proporcione un final necesariamente catártico... aunque no completamente feliz.

La película es un misterio oscuro y morboso que no acaba de ofrecer todas las respuestas que esperamos, lo cual es aún más excitante y placentero.








Zach Cregeer se estrenó como director en 2022, con Barbarian,  un viaje perverso que invitaba a preguntas espeluznantes sobre lo que podría estar sucediendo tras la puerta de tu vecino. Aquí se ha superado.

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