viernes, 8 de agosto de 2025

DEVUÉLVEMELA - de PHILIPPOU Brothers

Australia, 2025

Película agobiante y realista que se adentra en el terror a partir del dolor de una madre. Ahí está lo más valioso de la cinta, cómo a través del duelo por la pérdida de un ser querido nuestra mente puede quebrarse y adentrarse en el territorio de la locura o la aberración. 

Los adolescentes Piper (Sora Wong) y su hermanastro Andy (Billy Barratt) acaban de quedarse huérfanos. Su vida no ha sido fácil. Ella es ciega, él viene de aguantar malos tratos. Ahora están solos en el mundo y los servicios sociales asignan su cuidado a Laura (Sally Hawkins), una mujer que vive retirada en una finca tras perder en un accidente a su hija también ciega. Laura puede ser encantadora pero también nos deja entrever algo inquietante que no sabemos qué es. Con ella vive un sobrino de 10 años  que sufre algún tipo de trauma puesto que no habla nunca y Laura lo mantiene encerrado en su habitación. 

La película podría haberse titulado "Al acecho" porque esa es la sensación constante que tenemos. Laura manipula a Andy intentando romper su confianza en sí mismo. A la vez quiere sustituirlo como figura protectora de Piper a la que cuida y halaga descaradamente. Pronto la presencia de su hija muerta va cobrando fuerza de una forma espantosa. 

Lo mejor de la película es el derrotero que toma; partir del drama y el duelo de unos niños primero y de una madre después para articular un desvarío aterrador. 

Para anticiparnos a dónde quiere llegar, la cinta cuenta con un prólogo espeluznante cuya visión te pone mal cuerpo y condiciona toda la película. Se trata de un video casero y viejo donde vemos un sótano que parece una sala de torturas. Una joven aterrorizada está de rodillas dentro de un círculo blanco cuando un hombre grueso y desnudo se acerca para colocar su dedo pulgar sobre su cabeza. La cámara gira y detrás se ve cómo otro hombre y una mujer están tirando de una cuerda para colgar del cuello a otra chica cuyo cuerpo comienza a estremecerse. Se oyen susurros en una lengua extraña que parece ruso. La mujer que sostiene la cámara que rueda esta escena es mayor y sonríe alucinada ante la escena que graba. Parece un ritual terrorífico y nuestra visión del resto del metraje está condicionado por este prólogo que amenaza con reproducirse.




Gracias a todo esto, la película consigue una atmósfera aberrante y densa. Piper nos dice que sólo ve formas y luces y los directores eligen que veamos muchas escenas de este modo, con formas e imágenes desenfocadas que dotan a la cinta de un clima de presagio y pavor. Si ya la ceguera de Piper convierte al mundo en un lugar enigmático y amenazador, cuando Laura empieza a ejecutar su plan secreto todos nos hemos convertido ya en esa joven ciega y nos sentimos prisioneros de un ser malévolo. 


La evolución del drama al terror está muy bien graduada y me ha recordado al sobrecogedor camino que sufre el protagonista de "Déjame salir" (Jordan Peele). Vemos a Laura acechar por la noche a Andy y poco a poco vamos descubriendo el papel que juega su silencioso sobrino. Desde el mismísimo prólogo y la presentación de los dos hermanos, el relato se va llenando de códigos que a lo largo de la historia se irán desvelando. Por ejemplo los hermanos tienen una palabra clave para saber cuando están hablando con sinceridad y sin presión o Laura, por su parte, parece controlar al ser maléfico trazando círculos. 

Del mismo modo el círculo blanco que rodeaba a la chica en el terrorífico sótano lo volvemos a ver pero ahora rodeando toda la casa de Laura. Nunca mejor dicho, no tardaremos en saber si ese encantamiento es para proteger del mal al que está dentro o para impedir que algo maligno salga fuera.  





Si la evolución dramática es uno de los valores de la película ésta no sería lo mismo sin una Sally Hawkins que está magnífica. Su presencia atormentada y bipolar hace posible que la trampa en la que han caído los dos huérfanos se vaya cerrando de una forma inexorable.

La amenaza que empezamos sospechando se va volviendo más densa y asfixiarte gracias a un montaje preciso y a la portentosa interpretación de Hawkins; capaz de transmitir aflicción, vesania, remordimiento o esperanza. Todos la recordamos como la genial Maudie (Aisling Walsh, 2016) y también como la novia del monstruo en esa magistral fantasía de Guillermo del Toro, La forma del agua (2017). Por cierto que en Devuélmela hay un plano cenital suyo, en el agua, que inevitablemente me ha recordado a su aventura con el hombre anfibio. ¿Se estará convirtiendo Sally Hawkins en la nueva musa del fantasyterror? Yo encantado.




















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Los gemelos australianos  Danny y Michael Philippou ya nos sorprendieron muy gratamente hace dos años con un terror muy refrescante en "Háblame". Por cierto que las dos películas tienen una estructura semejante. Un prólogo brutal y terrorífico seguido de una historia familiar, dos hermanos, que van a acabar asomándose al lado más tenebroso del más allá.

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