Ricardo Piglia dirigió entre 2012 y 2015, la Serie del Recienvenido en la editorial Fondo de Cultura Económica. Con estos libros Piglia realizó una declaración de principios: " Hoy en día los libros envejecen rápido y a los seis meses parece que ya se hubieran perdido en el pasado. Tenemos un déficit terrible en cuanto a los libros publicados en los años 60 o 70, que parece que fueran libros del siglo XVIII, y la colección surge para remediar un poco esa cuestión y poner esos libros otra vez en circulación”, afirma el escritor. “Por eso el título, que un poco viene de Macedonio, pero que también quiere decir que los buenos libros son siempre recienvenidos. Además todos los que se han publicado son libros que me gustan a mí”, reconoce Piglia; quien no sólo ha seleccionado las obras, sino que las ha prologado.
Este conjunto de obras me parece espléndido y el criterio de huir de modas y buscar el fruto verdadero es compartido plenamente por este blog. Ya degusté El mal menor de Feiling y tengo esperando en mi estantería los cuentos de Martínez Estrada, Soares, Briante y Basualdo; sin olvidar esa seductora joya que promete ser La muerte baja en el ascensor.
La serie propone al lector "grandes obras de la literatura argentina de las últimas décadas del siglo XX (...) elegidos de acuerdo a la presencia -y la actualidad- que estas obras tienen en la literatura del presente. En un sentido estos libros han anticipado -o promovido- temas y formas que tienen un lugar destacado en la narrativa contemporánea. Siempre recién venidos, los títulos de la colección están en diálogo y en sincronía con las propuestas más novedosas de la literatura actual."
Ezequiel Martínez Estrada
"Imagino que la extraordinaria calidad de estos cuentos es lo que explica su lugar secundario —y casi invisible— en la narrativa argentina actual. Son demasiado buenos y por eso no encuentran su lugar. Historias de un pesimismo puro, tienen un aire trágico que las aleja de la poética lúdica y exhibicionista que domina nuestra literatura desde Borges y Cortázar.
En medio de estos relatos, a la vez realistas y desmesurados, brilla un humor cáustico, un sarcasmo que fortalece su efecto perturbador. Quizás el hecho de no percibir el elemento cómico que hay en la tragedia fue lo que afectó la recepción de estos cuentos, cuyo humor destructivo y siniestro, nunca explicitado, es un fuego fatuo, una luz mala en el campo, que ilumina al lector y le promete la inminencia de una revelación. Sus epifanías negativas titilan debajo de la densa materia narrativa y hacen de sus cuentos pequeñas obras maestras líricas e inolvidables."
Del prólogo de Ricardo Piglia
VUDÚ URBANO
Edgardo Cozarinsky
"Hay libros que son siempre contemporáneos. Están adelante de las convenciones literarias establecidas y son siempre nuevos, no porque busquen la novedad, sino porque nos asombra su capacidad premonitoria. Vudú urbano es uno de esos libros. Escrito con un lenguaje a la vez lírico y conceptual, el montaje es su procedimiento básico. Los cortes, las interrupciones, los contrastes producen un efecto de inminencia, como si el libro fuera al mismo tiempo breve e interminable.
El autor ha definido sus fragmentos como tarjetas postales. Y lo son, en más de un sentido, porque transmiten la emoción que produce la lejanía. Cozarinsky escribe del lado blanco de la postal y su escritura comenta lo que vemos, y transmite la sensación de urgencia y de nostalgia que acompaña los mensajes que parecen llegar del pasado o de un lugar que no existe.”
Del prólogo de Ricardo Piglia
RÍO DE LAS CONGOJAS
Libertad Demitrópulos
"En la literatura, se sabe, el efecto de verdad depende del lenguaje. El estilo y las formas de enunciación de un relato definen mejor que nada la realidad de una trama que intenta reconstruir el pasado. El libro de Libertad Demitrópulos hace de la música verbal la clave de la historia, los narradores circulan y se intercambian y van construyendo una trama compleja y abierta.
La heroína de la novela, la mestiza María Muratore, casada con Blas y amante de Garay, viaja con la expedición que va a refundar Buenos Aires. En ese itinerario, se disfraza de hombre, une el amor con la guerra y vive múltiples aventuras contadas con la rapidez y la vehemencia irónica de la mejor literatura picaresca.
Narrada con una prosa de gran intensidad, Río de las congojas revisa las tradiciones y las leyendas de nuestra ficción del origen."
Del prólogo de Ricardo Piglia
¡CAVERNÍCOLAS!
Héctor Libertella
"¡Cavernícolas! es uno de los grandes libros de Héctor Libertella, quizás el mejor, pienso a veces. En su obra anterior, Nueva escritura en Latinoamérica, de 1977, Libertella se refería a los cavernícolas como aquellos escritores (o "excritores", como le gustaba decir de sí mismo) que custodian, en las cuevas y tolderías literarias del presente, la remota tradición de lo nuevo.
¡Cavernícolas! entreteje fantasías, leyendas e historias verdaderas, y está escrito con sarcástica sabiduría narrativa, en una prosa elaborada y jovial.
Como Borges o Calvino, Libertella es un escritor conceptual; no distingue crítica y ficción, escribe para pensar, entrevera lo que sabe con lo que sueña y postula una intensa poética de la literatura."
Del prólogo de Ricardo Piglia.
LA MUERTE BAJA EN EL ASCENSOR
María Angélica Bosco
"Una mujer desciende a la madrugada en el ascensor iluminado de un exclusivo edificio de la calle Santa Fe. Es joven, es bella y está muerta. Sobre esa imagen gira una de las mejores novelas policiales escritas en Argentina. Convertida en literatura mundial, en el siglo XXI la novela policial ha puesto en cuestión el predominio del thriller a la norteamericana y ha flexibilizado sus procedimientos siguiendo la ruta de los temores sociales. La muerte baja en el ascensor se liga a ese nuevo espacio de lectura del género; afirma los clásicos presupuestos del relato de investigación y a la vez los renueva y los modifica.
Perversa novela de costumbres, La muerte baja en el ascensor confirma que la literatura policial es la que mejor realiza la primordial —y despiadada— presunción de Homero: los dioses han enviado las desgracias a los mortales para que puedan contarlas."
Del prólogo de Ricardo Piglia
GENTE QUE BAILA
Norberto Soares
Como también señala
Piglia, los siete relatos de Gente que baila se empeñan en el desarrollo de la
biografía de sus personajes más que en la narración de sus peripecias. Y esos
personajes son, fundamentalmente, mujeres.
Podríamos agregar
que estas historias, escritas con elegancia y destreza, y pobladas de
inmigrantes, traficantes, estafadores y asesinos, tienen como marco de fondo
una Buenos Aires reconocible y extraña a la vez. Que el peronismo y las
reacciones suscitadas por ese movimiento se filtran en las hendijas de cada uno
de ellos, de maneras diversas. Que el efecto es más contundente cuando los
ambientes tétricos y oscuros de Soares tienden a la parodia ("Una historia
de amor", "Casete") y no al drama ("Clausen"). Y sobre
todo que "Luna Cassorla, naranjo en flor", el relato de cuarenta
páginas que cierra el libro, condensa desde la literatura uno de los núcleos
más incómodos de la vida política argentina: el entramado de dinero sucio,
funcionarios corruptos y fuerzas represivas desde el cual se construye poder y
se gobierna en vastas zonas de la provincia de Buenos Aires. Quien quiera
comprender la afirmación acerca de la profunda verdad que toda buena ficción
puede contener no tiene más que leer atentamente este relato. Extractos tomados del artículo de Maximiliano
Tomas en LaNación
LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL DE LA SEÑORITA SONIA
Susana Constante
"La señorita Sonia se entusiasma en la semioscuridad del compartimento de un tren de larga distancia con el espléndido capitán de húsares que la conduce (¿la conduce?) a los placeres del diálogo filosófico y de la perversión. Como en otras novelas escritas por mujeres, el eco de Sherezade está siempre presente y quien narra la historia tiene el lugar decisivo: ajena a las precauciones restrictivas de la literatura moderna, la narradora analiza las pasiones, sabe todo sobre todos y se desplaza con malicia por la superficie del relato; exterior a la trama, la ilumina con su intrigante ironía. Sería exagerado decir que esta novela inaugura la literatura erótica en Argentina; en realidad sólo actualiza entre nosotros una narrativa que hace de la sabiduría y el goce de la mujer su tema central."
Del prólogo de Ricardo Piglia
HOMBRE EN LA ORILLA
Miguel Briante
"Conocí los relatos de Hombre en la orilla mientras Briante los estaba escribiendo. El libro incluye tres extensos relatos y una nouvelle que reconstruyen la vida de un pueblo de la provincia de Buenos Aires; cada relato es autónomo, pero cada uno de ellos modifica o complementa una historia anterior. El joven que llega al pueblo después de varios meses de ausencia en dos de los mejores cuentos del volumen puede ser visto como el cronista secreto que instaura la leyenda y la mitología del lugar. La presencia desviada y elíptica de alguien que es y no es de ahí –que recibe y soporta el rumor malicioso y los dichos hostiles que forman parte de su vida– define el aire altivo y la trama letárgica del libro. La ira, el odio y el rencor subyacen como una maldición bajo el estilo sosegado y elegante de Hombre en la orilla. Difícil encontrar en nuestra literatura la furia corrosiva y la calidad de estas historias inolvidables."
Del prólogo de Ricardo Piglia
MINGA!
Jorge Di Paola
"Minga! es una novela romántica, la novela del amor inconstante, una elegía al canto seductor de las sirenas y un relato sobre la fascinación de las mujeres. El que intercede en esos idilios, el tercero en esta trama de equívocos y pasiones rápidas, es el que narra la historia, que está siempre presente aunque es invisible.
Si el arte narrativo consiste en vincular una historia a un narrador, esta novela es un ejemplo magistral de ese vínculo. En Minga! la conexión está tematizada y abarca las actitudes posibles que puede adoptar un narrador frente a una intriga. Aquí, el novelista analiza, razona, delira, se asombra, intercede, se asusta, y una de las magias del libro reside en sus comentarios, sus deslices y sus cambios de registro.
En Minga! la escritura –o el estilo si se prefiere– es una condensación tan clara del estado de gracia y de la destreza narrativa de su autor que al leerla nos convencemos de que una novela tendría que ser siempre así: rápida, divertida, inventiva, lúcida, luminosa."
Del prólogo de Ricardo Piglia
EL MAL MENOR
C. E. Feiling
"El relato de terror es quizá la forma más devaluada y más activa de la cultura actual. La dificultad de fijar con claridad sus límites es una prueba de que no ha sido aún legitimada por la crítica académica.
Frente a la lógica del género, Feiling toma una decisión muy sagaz: en su novela el terror es del orden de los personajes y no incumbe a los efectos de la narración. El mal menor no es un relato de terror sino un relato sobre el terror. Algunos protagonistas inolvidables de la novela son los que se mueven en un mundo aterrador y ven lo que otros no ven, y sufren las consecuencias de su sombría clarividencia.
Desde el momento de su aparición, El mal menor (como la historia de terror que narra) ha sido un acontecimiento inquietante en nuestra literatura pero también, desde entonces, con su gracia y su perturbador final, nunca ha dejado de fascinar y divertir a los lectores apasionados por las buenas historias."
Del prólogo de Ricardo Piglia
OLDSMOBILE 1962
Ana Basualdo
“Tendemos a recordar más los cuentos aislados que los libros de cuentos, pero cuando sucede lo contrario es que estamos ante un acontecimiento literario. Por ejemplo, en este volumen, ‘Palma’ es notable (uno de los mejores cuentos argentinos que he leído) y, sin embargo, Oldsmobile 1962 ha persistido en mi memoria con más nitidez que cualquiera de sus relatos individuales. Más allá de la diversidad de sus tramas, en sus cruces y sus relaciones implícitas, el libro construye un universo autónomo.
Si tuviera que arriesgar una hipótesis, diría que es el tratamiento de los objetos lo que produce el efecto de unidad en la colección. Hay algo del placer del coleccionista en los cuentos de este libro.
Dejo a los interesados lectores el encuentro de las otras magias de este libro venturoso y feliz.”
Del Prólogo de Ricardo Piglia
NANINA
Germán García
“Aquí lo que se narra es la épica de estar lejos de casa, perdido en el mundo; no hay rebeldía adolescente o inversión de valores, sino un escape hacia el lirismo, la sexualidad y la fantasía. En Nanina -como en El juguete rabioso- la literatura es la tabla de salvación: lo que se escribe, y el descubrimiento del poder del lenguaje, permiten desoír el oráculo familiar, las determinaciones sociales y el destino heredado. Esa aspiración a la fuga le da al libro una euforia narrativa que seguramente fue lo que percibieron los censores cuando lo prohibieron en 1968, a pocos meses de su publicación.
Frente al rigor impuesto por Borges, frente a la defensa estetizada del cuento de cinco mil palabras como forma pura, Nanina recordaba que había otros modos de hacer literatura y encontraba nuevos espacios para la experimentación y la aventura.”
Del prólogo de Ricardo Piglia
EN BREVE CÁRCEL
Sylvia Molloy
“Los relatos de abandono bien contados son una de las muchas formas de la seducción.” En breve cárcel es un relato sobre encuentros y desencuentros, pero sobre todo de abandonos.
Una mujer que espera a otra mujer con la que alguna vez tuvo una relación amorosa, decide escribir o, más bien, reconstruir una historia, su historia, a través de sus recuerdos para “evocarla tal como la añora”. Y también por venganza.
Sylvia Molloy, con particular ritmo, con somnolienta cadencia, logra convertir una situación sencilla en literatura inabarcable, como una novela de aventuras. Arrastra locuras. Arrastra violencias. Arrastra dolores físicos y enfermedades.
Una mujer que espera a otra mujer con la que alguna vez tuvo una relación amorosa, decide escribir o, más bien, reconstruir una historia, su historia, a través de sus recuerdos para “evocarla tal como la añora”. Y también por venganza.
Sylvia Molloy, con particular ritmo, con somnolienta cadencia, logra convertir una situación sencilla en literatura inabarcable, como una novela de aventuras. Arrastra locuras. Arrastra violencias. Arrastra dolores físicos y enfermedades.
"La novela de Sylvia Molloy, sabiamente narrada en presente y en tercera persona, produce un efecto de intimidad que es único y es inolvidable. La historia se construye desde tan cerca que nos da la sensación de estar espiando una escena prohibida, y el efecto de verdad -la certeza de que la historia es cierta y ha sucedido tal cual se cuenta- es tan nítido que leemos En breve cárcel como si fuera una autobiografía.
La novela se instala en el presente porque el presente es el tiempo de la pasión, y trata de no salir del cuarto donde se espera -o se desea- que vuelva a suceder lo que ya ha sucedido.
Conozco pocas novelas que hayan narrado con tanta intensidad y belleza la historia de una pasión."
Del prólogo de Ricardo Piglia
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