lunes, 22 de junio de 2015

El NIÑO 44 - de Tom Rob Smith









En la Unión Soviética de 1953, todo ciudadano es sospechoso. Solo hace falta un pequeño indicio para que se active el aparato represivo del Estado....y si se activa ya no parará. Un gesto, una palabra, una mirada de soslayo puede interpretarse como la confirmación de que eres un espía. Si ingresas en la Lubyanca, el tétrico edificio de la Seguridad del Estado, acabarás admitiendo lo que sea. El Estado funciona bajo una atroz premisa: "El terror es necesario. El terror protege la Revolución". El libro se abre con la detención de un veterinario.
"-Puede ahorrarse un sufrimiento innecesario si habla conmigo. No he hablado con nadie que no haya terminado deseando haberlo confesado todo desde el principio. ¿Qué gana usted con el silencio?
-No gano nada.
-¿Entonces me dirá la verdad?
-Sí.
-¿Para quién trabaja?
-Anna Vladislanvovna. Su gato se está quedando ciego. Dora Andreyeva. Su perro no quiere comer, Arkadi Maslow. Su perro se ha roto una de las patas delanteras. Matthias Rakosi. tiene una colección de pájaros exóticos.
-Si es usted inocente ¿porqué huyó?
-Huí porque ustedes me perseguían. No hay otra razón.
-Eso no tiene sentido.
-Estoy de acuerdo, pero no deja de ser cierto. Cuando a uno lo persiguen, siempre lo arrestan. Cuando a uno lo arrestan, siempre es culpable. Nunca traen aquí a ningún inocente."
Leo Demidov es uno de los mejores agentes de seguridad, héroe de la guerra contra los nazis; pero todo es insuficiente cuando un día aparece el nombre de su mujer entre las delaciones de un arrestado. De pronto la vida de Leo da un vuelco. Peligra su status y hasta su vida.

El libro se basa en dos tramas paralelas. La investigación que lleva a cabo Leo sobre los múltiples asesinatos de niños a lo largo de una línea férrea y su enfrentamiento con el sistema representado por Vassily, un compañero en la policía que le tiende una trampa para desprestigiarlo y ocupar su puesto.

El ambiente donde se desarrollan estas dos contiendas es el tercer protagonista: la vida irrespirable bajo el férreo estalinismo: la sociedad comunista es la ideal, así que no hay asesinatos que investigar pues "no hay crímenes en el paraíso".

Como todo buen best-seller, El niño 44 es un perfecto engranaje en el que cada capítulo te lleva en volandas al siguiente. Basta un puñado de páginas para que surja una nueva información, un aspecto sorprendente o un nuevo personaje que ilumina la trama. 

El autor sabe introducir cada nuevo giro de forma intrigante y sorprendente. Por ejemplo cuando Leo es degradado y trasladado al remoto poblado de Volks, allí encuentran el cadáver de una niña que Leo relaciona con el primer asesinato, el del hijo de su compañero de milicia Fyodor. Pero la forma de empezar este nuevo relato es a través de una prostituta que nos cuenta sus anhelos. Del mismo modo, la forma de presentar a Nesterov, el nuevo jefe de Leo en Volks, es in media res, salvando a un niño raptado por un joven psicótico, obsesionado con el color amarillo.
Los materiales narrativos conforman un puzzle que va cobrando forma de un modo insidioso y rítmico.

Las escenas están montadas con precisión cinematográfica, no en vano el autor ha sido guionista de tv. La persecución del veterinario es todo acción y nos sirve para conocer el carácter indomable de Leo y la vesania de Vassily, que asesina fríamente a unos granjeros más por reforzar su ego que por ser culpables. Del mismo modo ocurre en el seguimiento que hace Leo de su mujer. O en el viaje de incógnito a Moscú para recabar información de Fyodor.
Fotograma de la película El niño 44

A pesar de primar la acción, abundan las reflexiones sobre el sistema. Los personajes tienen entidad. Leo es un hombre íntegro que verá caer el velo de su lealtad ciega al estado. 
"¿No es así como empieza todo? Tienes una causa en la que creer, una causa por la que merece la pena morir. Muy pronto se convierte en una causa por la que merece la pena matar. Después se convierte en una causa por la que merece la pena matar a gente inocente."
Vassily es un loco que aprovecha los engranajes de un estado basado en el terror. Nesterov, es honesto y provinciano. La mujer de Leo, Raisa, es un personaje complejo que vive profundamente aterrada. Incluso los secundarios tienen brillo, como el pobre encargado de estación que provocará un cúmulo de detenciones, el veterinario o el compañero liberal de Raisa, que esconde un terrible juego a cuenta de un libro, Por quién doblan las campanas

Este es un best seller terso y magnético que circula por los raíles de una investigación criminal por un lado y un ambiente opresivo por otro, siendo éste uno de los mayores aciertos de la novela. Las gélidas temperaturas en que se mueven los protagonistas están exacerbadas por una asfixiante opresión social: "Es mejor que sufran diez inocentes a que escape un solo espía" y espía lo puede ser cualquiera, porque el trabajo policial se basa en la presunción de culpabilidad: "Un agente debe enseñar a su corazón a ser cruel. La crueldad era un valor sagrado en su código profesional. La crueldad era una virtud. La crueldad era necesaria. ¡Aspiremos a la crueldad! La crueldad era la llave para las puertas del Estado perfecto. Si pertenecer a la Cheka era como ser creyente de una doctrina religiosa, la crueldad era uno de los mandamientos principales."

Como en muchas intrigas el comienzo es un pasado remoto que terminará condicionando toda la historia. La hambruna de 1933 llevó a la población incluso a matar niños con los que alimentarse. 
A lo largo de las vías, los niños aparecen destripados, junto a un fragmento de cuerda y unas cortezas en la boca. Un ritual que se revelará, en un sorprendente giro final, como un terrible sistema de comunicación.



P.D.
La historia está inspirada en Andrei Chikatilo, el carniero de Rostov. que asesinó durante doce años a 53 personas, sobre todo niños, niñas y chicas muy jóvenes. Nacido durante la hambruna de los años treinta, siempre le obsesionó la historia de su hermano mayor, Stephan, raptado y devorado por hambrientos campesinos. Vivió impune durante muchos años gracias a su carácter estable y trabajador, llegando a ser un respetado miembro del Partido Comunista. Finalmente fue detenido en 1990 y sentenciado a pena capital en 1992. El juicio se convirtió en un circo mediático debido a su afán de notoriedad y exhibición. Asistió al juicio encerrado en una jaula de barrotes y no dudó en desnudarse y menear su pene fláccido: "Fíjense qué inutilidad. ¿qué pensaban que podía hacer con esto?". Fue ejecutado en febrero de 1994.


Asimismo en la novela podemos descubrir los ecos de una siniestra y maravillosa película española (en coproducción con Alemania y Suiza) de los años 50, El cebo, de Ladislao Vajda. Una obra maestra que nos invita a los miedos que habitan en lo más profundo del bosque y a imbuirnos de ogros, madrastras y cazadores. Cuando una niña aparece asesinada la policía no encuentra más pistas que un dibujo realizado por ésta. La amenaza de un criminal de corpachón grande y oscuro se cierne sobre el pueblo y la policía no encuentra más solución que ponerle un cebo. 
Todo el que haya visto la película guardará en la retina sus expresionistas imágenes y recordará la interpretación de Gert Fröbe en un papel muy diferente al de su mítico Goldfinger.

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