¡Qué lástima!
La idea era buena, adaptar el magistral relato de Robert A. Heinlein, All you zombies; pero lo mejor de la película es simplemente lo que aporta el relato. Los australianos hermanos Spierig componen una cinta que funciona a tirones. Tiene una buena presentación, con una situación a la que volverá el protagonista en diferentes ocasiones, para posteriormente estancarse durante la confidencia que de su vida hace John Doe. En la última parte vuelve a cobrar ritmo, cuando el confidente se identifica como agente temporal, y conduce a John de vuelta a varios momentos de su vida. Asistimos entonces a una espiral de paradojas temporales tan agudas como sorprendentes.
La película satisface por la potencia de una compleja historia en el tiempo trazada por mano maestra. Pero en cambio, el traslado a imágenes contiene varios puntos muertos y, sobretodo, no encuentra esas imágenes perturbadoras que sí hallaron películas semejantes, como 12 monos (Terry Gillian).
Ethan Hawke interpreta a un agente temporal que lucha por prevenir un atentado del Terrorista Fallido, un loco que amenaza con volar gran parte de New York. En paralelo ejerce de reclutador del tal John Doe, un donnadie que arrastra una historia muy particular, incluido abandono en orfanato y cambio de sexo. Tras varios saltos en el tiempo, nos daremos cuenta de que la vida y el destino de estos tres personajes se encuentran indisolublemente unidos.
La historia de John/Jane contiene dramatismo y dolor pero está contada de forma torpe y nos enfría el ánimo. Las situaciones de esta primera parte son piezas absolutamente necesarias para encajarlas con las de la segunda y provocar la revelación; pero su carácter costumbrista relaja nuestra tensión. Cuando se inicia la segunda parte y el mecanismo de la paradoja temporal se pone en marcha, todo vuelve a funcionar y la película nos arrastra hacia un cúmulo de paradojas tan desafiante como las que pudimos disfrutar en Looper o en Código Fuente.
En la adaptación del relato, los guionistas/directores aciertan al introducir la figura del Terrorista Fallido pues multiplican los bucles paradojales. En cambio la digresión de John/Jane sobre su paso por las R.A.M.E.R.A.S. galácticas constituye una rémora ajena a la película....¡y eso que la secuencia recoge literalmente el cuento de Heinlein!
La expresión "All you zombies" adquiere toda su contundencia al final del relato original que nos deja entrever una humanidad aterradoramente endogámica, cuestión que en la película se obvia.
La película se disfruta, consigue, apenas sin efectos especiales, trasladarnos la inquietud de ese círculo obsesivo que se vuelve sobre sí mismo; pero está lejos de la singularidad la obra de Heinlein, más sutil (atención a la canción que suena en el gramófono) y desazonador. Propongo leerlo.
La expresión "All you zombies" adquiere toda su contundencia al final del relato original que nos deja entrever una humanidad aterradoramente endogámica, cuestión que en la película se obvia.
La película se disfruta, consigue, apenas sin efectos especiales, trasladarnos la inquietud de ese círculo obsesivo que se vuelve sobre sí mismo; pero está lejos de la singularidad la obra de Heinlein, más sutil (atención a la canción que suena en el gramófono) y desazonador. Propongo leerlo.
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