Tengo a Auster por un maestro, así que no tiene que demostrarme nada; pero acabo de concluir la lectura de este libro suyo y no dejo de pensar con qué pasmosa naturalidad nos va desgranando su talento.
Llamaría a esta novela el "libro natural": alguien dijo que el estilo es aquello que cuando lo consigues no se nota. Auster lo ha conseguido. En cuanto a la peripecia, un hombre padece insomnio y en la oscuridad de la noche fabula historias y personajes, recuerda su vida y la de sus allegados; en fin, lo normal.
Cualquier persona con un grado de consciencia normal puede comprobar que en un minuto pasan mil ideas, imágenes y recuerdos por su cabeza, ¡cuántas más en una noche! Y Auster logra trasladar al papel con desarmante naturalidad todo este proceso mental...y encima hacerlo de un modo interesante, límpido y en muchas ocasiones emotivo.
Un hombre y su vida ante sí; pero contado con qué riqueza: hay comentarios jugosísimos de películas como "El ladrón de bicicletas", "La gran ilusión" o "El mundo de Apu", hay personajes lamiéndose las heridas de la vida (creo que este es el tema de los libros de Auster), sale la guerra de Irak, sale el amor, la juventud y la vejez...todo visto con lo ojos de Auster, con los ojos de este hombre que está sentado en la oscuridad pasmado "mientras el peregrino mundo sigue girando".
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